El programa intercultural AFS lleva más de 60 años en nuestro país conectando culturas a través de diversos programas de intercambio para estudiantes chilenos y extranjeros. Si bien los destinos favoritos han sido EE.UU. y Europa, desde 1992 la organización entrega la posibilidad de ir a Japón, China y el Sudeste Asiático. Para conocer más detalles de esta experiencia, conversamos con su director nacional, Pablo Fernández.
AFS PROGRAMAS INTERCULTURALES CHILE, RED ASIA PACIFICO OPINA, ESTUDIAR EN ASIA, INTERCAMBIO ACADEMICOEl programa intercultural AFS lleva más de 60 años en nuestro país conectando culturas a través de diversos programas de intercambio para estudiantes chilenos y extranjeros. Si bien los destinos favoritos han sido EE.UU. y Europa, desde 1992 la organización entrega la posibilidad de ir a Japón, China y el Sudeste Asiático. Para conocer más detalles de esta experiencia, conversamos con su director nacional, Pablo Fernández.Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
El Programa Intercultural AFS lleva más de 60 años en nuestro país conectando culturas a través de diversos programas de intercambio para estudiantes chilenos y extranjeros. Si bien los destinos favoritos han sido EE.UU. y Europa, desde 1992 la organización entrega la posibilidad de ir a Japón, China y el Sudeste Asiático. Para conocer más detalles de esta experiencia, conversamos con su director nacional, Pablo Fernández.
Cuándo y cómo nacieron los programas de intercambio al Asia
“Nacieron en el tiempo en que Chile estaba entrando a la Apec, porque se veía que China iba a ser un socio importante para nosotros. Hasta ese momento estábamos enfocados en Estados Unidos y Europa, sin embargo esta incorporación surgió como una respuesta a la pregunta ¿qué sentido y qué utilidad le podemos entregar a lo que estamos haciendo?. Considerando que este programa es una preparación para el futuro, entregándoles el sentido útil de Asia.
Por su parte, el Sudeste Asiático era un lugar desconocido, ni siquiera a través de las noticias se hablaba de él, por lo que fue un trabajo de hormiga tratar de mandar jóvenes que fueran transmitiendo su experiencia. Luego de estrechar vínculos con Japón en 1992, comenzamos el 94 con Tailandia y después continuamos el 2008 con un joven que se fue a Filipinas, experiencia que se repitió el 2008 y el 2012. En China empezamos el 2008 con los intercambios, pero no ha tenido un ritmo tan sostenido como con Japón y Tailandia que son destinos más estables. Hasta el momento no ha sido fácil, ya que el temor a lo desconocido nos impide tener mayor volumen de jóvenes que se atrevan a ir.
Por ejemplo, hay jóvenes que se interesan en viajar pero los padres no aceptan por desconocimiento. Esto es una equivocación, porque cualquier persona que haya ido a Asia tiene ventajas en todas las empresas que estén interesadas en instalarse allá. Hace algunos años si dominabas el inglés era una ventaja, lo mismo pasa ahora con China y los otros países asiáticos, lamentablemente eso no lo ven los padres todavía”.
Experiencia de aprender un nuevo idioma
“Desde hace un tiempo que estamos fomentando la preparación previa en el idioma. Si son países con idiomas difíciles de encontrar, en el programa disponemos de material que les permita empezar a escuchar algo y a aprender algunas palabras. Adicionalmente los empujamos a aprender inglés, porque esta es una herramienta que se puede usar para comunicar. Por ejemplo, con los estudiantes chilenos que van a Tailandia nosotros no tenemos el material que les permita llegar hablando, sin embargo aunque no sepan tailandés -y el inglés no les ayuda mucho- a los tres meses todos ya están hablando fluidamente y eso es impresionante. Todos los jóvenes que van a Tailandia terminan trabajando como traductores, ya sea aquí en la embajada, cuando viene alguna delegación, o alguien lo necesita”.
Estudiantes asiáticos en Chile
“Buscamos integrarlos a ciudades que no sean solamente Santiago. Por ejemplo en Talca hay estudiantes de tres nacionalidades distintas. Sin embargo, la relación más que con ciudades es con colegios que son los que quieren recibir estudiantes extranjeros, porque lo ven como un beneficio. Tratamos que sean de nacionalidades diferentes, hoy tenemos una estudiante tailandesa en Santiago, pero el año pasado no teníamos a nadie. El año pasado habían 14 tailandeses de Arica a Punta Arenas, incluso en Chiloé donde sufrieron con el clima. Es parte de la experiencia, no hay razones para decir que los tailandeses deban ubicarse desde Santiago al norte, ya que ver nieve es parte de la experiencia de vivir algo realmente distinto”.
Desafíos para un mejor intercambio Chile y Asia
“Ser tolerante a la diferencias culturales. Un hecho es que los estudiantes chilenos tienen un sentido de respeto distinto hacia los padres, a los mayores y a los profesores. No digo que aquí no haya respeto, pero se manifiesta de manera distinta, ahí hay un choque con otras culturas, como la tailandesa. Esta actitud que tenemos de ser abiertos, hablar libremente, de hablarle a los padres o profesores de ciertas cosas, allá no sucede y los estudiantes tienen que ser mucho más respetuosos.
El rol de la mujer como hija se basa en ciertas jerarquías muy marcadas dentro de la familia asiática. Esas dimensiones culturales aquí no son comunes. Esas situaciones de choque para nuestros estudiantes son motivos de conflicto y los hacen pasar malos ratos. Por ejemplo, si un estudiante hace algo malo, la madre de intercambio no dice nada, porque asume que cada persona es responsable de sí mismo, sin embargo esa madre en vez de decírselo a él va donde el encargado de AFS en la comunidad, quien es el responsable de comunicarlo. Eso provoca que el estudiante se pregunte: “Por qué no me lo dijo a mi directamente”.
Aprovechar las oportunidades en el Sudeste Asiátio
“Hay dos estudiantes que de alguna u otra manera mantienen contacto con Tailandia y que se decidieron por trabajar en traducción. Otro estudiante además aprendió inglés y japonés. Tenemos el caso de dos jóvenes que volvieron, uno de ellos es budista y ahora es monje allá. Muchos de ellos han regresado a conocer más, porque les despertó un interés, conscientes que en Tailandia es el único país que nunca fue colonizado por nadie, por lo que saben que es muy distinto al resto de los otros países. No conozco a nadie que después de haber vivido el año allá, no quiera saber más del Asia, sino todo lo contrario.
Es interesante hablar con los padres de los estudiantes que han ido, porque notan mejor los cambios. Cuentan sobre lo tranquilo que están, de como después de un año son más responsables, están más reposados o meditan y piensan más las cosas. A parte de la traducción, se que a varios les ha ido bien, todos los estudiantes que han ido a Asia consiguen buenos empleos, hay médicos e ingenieros trabajando en grandes empresas, o instituciones tipo Codelco, se de diplomáticos también, pero no hay un patrón específico”.
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