"Pasillos de hospital": una visión ideal de la salud en Corea

El drama coreano, “Pasillos de Hospital” ( 슬기로운 의사생활), tiene la particularidad (a diferencia de series similares occidentales e incluso asiáticas) de presentar, sin decirlo, formas del buen profesional de salud. Este ideal necesario para el buen trato profesional-paciente que requerimos con urgencia es retratado con sumo cuidado en la atención que hace el servicio médico y todo su personal con el paciente.

Una cualidad de las producciones coreanas es tener una templanza e inteligencia en sus actos, discursos y conductas que reflejan una humanidad muchas veces olvidada. “Pasillos de Hospital” que lo componen cinco protagonistas médicos saben la magia de la palabra, el equilibrio que refleja la dureza de un mensaje doloroso y el cariñoso palpito de un discurso con sentido.

¿Pero esta realidad ficticia es tan distante de nuestra cordialidad?. El estrés diario del servicio médico de prácticamente todas las sociedades nos ha llevado a presenciar esporádicamente actos de agresión de un lugar a otro. Médico sin tino que brutalmente tratan a pacientes como si estos no tuvieran sentimientos y emociones o al revés, pacientes que, al verse vulnerados muchas veces en sus derechos en largas filas de espera, se impacientan a tal grado que estallan en violencias nunca justificadas.

En Chile cada cierto tiempo, pacientes que golpean a asistentes de la salud, con “palos y pistolas”, muestran la vulnerabilidad del sistema y de nuestra sociedad en general. Los escasos recursos que se entregan en salud no dan cabida para paliar largas listas con enfermedades muchas veces de urgencia inmediata. Todo aquello es una olla a presión que estalla en imágenes reprochables. ¿Culpables? No se puede culpabilizar a alguien de un bando u otro, si el sistema social está en la cuerda delgada a punto de cortarse, en donde se juega muchas veces la vida de una persona y en donde las soluciones se disuelven en el tiempo. Agregamos, además, y con mucho pesar, una serie de suicidios en el sistema de salud debido a un régimen que mata y no sana. Que niega a sus trabajadores como seres humanos y lleva sus exigencias hasta las últimas consecuencias.

“Pasillos de Hospital” es un ideal, solo una imagen embellecida de un sistema de salud ideal. De relaciones humanas soñadas. Pero, ¿es tan así? Acaso es imposible que esta realidad ficticia sea una realidad diaria en el Cesfam de la comuna rural más lejana de Chile como en la clínica más prestigiosa. Acaso no son seres humanos quienes realizan estas series. No son seres humanos quienes piensan estos diálogos. Olvidamos a velocidad apresurada nuestra propia humanidad considerando la violencia y la explotación como la solución a problemas que se nos escapan de las manos.

Interesante sería replantearnos nuestras conductas con los demás. El control de nuestros odios y temores, de nuestras frustraciones y alegrías. Para ello, el Estado debería enfocar su proceso de reconstrucción social en lo humano y las relaciones significativas. En acabar con la sobrexplotación y toda aspereza que entorpezca una buena convivencia de la comunidad, acabar en exigencias que no dan cabida en nuestra realidad. Ampliar el sistema de salud mental que colabore con conocimiento de nuestros problemas. Dar espacio a la vida y a la comunicación.

“Pasillos de Hospital” puede ser una realidad cuando tratemos de visualizarnos como personas y no como números y estadísticas económicas. Son estas divagaciones que generalmente nadie considera para seguir caminando en este doloroso esplendor del capitalismo. Con esto no quiero generalizar. Hay una enorme cantidad de médicos, enfermeros y tens que luchan diariamente por un buen sistema de salud desde sus propias trincheras, invisibilizados generalmente, anónimos, que plantean un trato generoso y enriquecedor, para ellos y ellas y sobre todo en estos tiempos de pandemia se les aplaude con los brazos en alto y de pie.

*Gonzalo Retamal es profesor, poeta y pintor. Miembro de PEN Chile y SECH. Fundador de "Espacio Cultural Waves".

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