Patricia Vildósola: "Chile debe darle al agro la importancia que le da China y asociarse con ellos"

Tras regresar de un viaje por China para conocer en terreno los avances logrados por este país en torno a la modernización agrícola,  la editora de la "Revista del Campo" de El Mercurio, Patricia Vildósola, relata su experiencia y explica los motivos por los que nuestro país debe pasar del abastecimiento a la asociatividad con el gigante asiático.

Diez días por la China agrícola

Invitada junto a un grupo de seis periodistas latinoamericanos para conocer los avances chinos en torno a la agricultura, Patricia Vildósola recorrió durante diez días el interior de China, con paradas en Mongolia Interior y en la populosa provincia de Heilongjiang. "Primero visitamos Beijing y asistimos a la academia de Ciencias Agrícolas, donde también nos reunimos con autoridades de gobierno, para luego viajara a Manchuria, región ciento por ciento agrícola y que se ha transformado en la puerta de entrada de todas las materias primas que llegan desde Rusia", señala Vildósola.

Según la periodista, Manchuria "fue la primera sorpresa de este viaje, ya que pude ver como se ha organizado para ingresar productos desde Rusia, que son distribuidos hacia el resto de China en tren, pero que luego son devueltos a su país de origen en forma de productos con valor agregado. Además, hoy cuenta con nuevos polos de desarrollo industrial y están avanzando hacia la modernidad", destacó.

Tras Manchuria, la comitiva se dirigió a Heilongjiang, una provincia muy avanzada en términos de cultivo de grano y de lechería, y que incluso durante los últimos años ha recibido grandes inversiones extranjeras. "Su modelo productivo es bastante particular, ya que no solo buscan ser eficientes comercialmente, sino que también medioambientalmente. Me llamó la atención además que muchas mujeres se desempeñan como jefas de cooperativas grandes. Esta estructura está inserta hace mil años, y como allá no existe la propiedad de tierra, la comunidad es dueña de una determinada superficie y te entregan la tierra para que la hagas rendir -aunque también puedes entregarla en arriendo a otro que quiera hacerla producir- evaluándose cada cierto tiempo tu desempeño", relató.

Respecto a las ya mencionadas cooperativas, Vildósola agregó que "cuentan con apoyo estatal en financiamiento, en investigación y tecnología. El sistema les funciona absolutamente, y al conversar con ellos notas que se han especializado y capacitado. Hay detrás también un gran apoyo de los gobiernos regionales que vienen además con el respaldo y los lineamientos del gobierno central", aseguró.

Además, Vildósola se mostró sorprendida "en el área de los lácteos, que están trabajando muy fuerte, ya que no solo producen, sino que están sumando y sumando valor, evolucionando rápidamente. Y aunque no pude ver toda la parte frutícola ni el tema de los vinos, sé que también están trabajando mucho el tema. El enfoque es mucho mayor en el tema del agro del que yo pensé que podían tener, especialmente en términos de tecnología y de cuidado del medio ambiente", destacó.
 

El camino de china hacia el autosuficiencia alimentaria

Durante su viaje, la editora de la "Revista del Campo" fue testigo de los esfuerzos que realiza China para cumplir con su meta de la autosuficiencia alimentaria. "Les falta mucho y tienen un largo camino por recorrer, pero están enfocados en eso. Invierten e importan el conocimiento para hacerlo propio, con objetivos claros, teniendo claro que deben cumplir una meta de alimentos producidos al 2020 y al 2040. Lo tienen clarísimo, y te hablan de sus metas. Están trabajando en el desarrollo de sus oportunidades, porque eso significa generar alimento, dinero y mejorar las condiciones de vida de toda la población. Es una cadena", declaró.

En torno a este desarrollo, relata una anécdota. "Heloujiang puede tener 30 grados bajo cero en invierno pero yo vi plátanos cultivados ahí, bajo invernaderos. Lo vi, no es que me lo contaron, tienen matas gigantescas con muchísimas variedades de plátanos. Y cuando pregunté qué hacían con ellos, me respondieron que se las vendían a la misma gente del entorno. Lo mismo con los tomates y con muchos frutos que acá, ni aún con todo el esfuerzo del mundo se podría, ya que eso requiere inversión", acotó.

Chile y China: el agro y su importancia como motor de desarrollo

A juicio de la periodista, una de las grandes diferencias de enfoque que pudo apreciar entre China y Chile guarda relación con la importancia que le dan en el país asiático al agro. "En este momento China está con un foco clave e importantísimo en el agro, destinándole también muchos recursos e invirtiendo muy fuerte en el campo, especialmente en tecnología", declaró.

Al respecto añadió que "a Chile le hace falta darle el peso que tiene al agro, que para un país como el nuestro significa raigambre, mantener las traiciones y, sobre todo, desarrollo. Nosotros dependemos de nuestros productos, que son lo que nos ha permitido convertirnos en lo que somos. Ok, el cobre genera más plata, pero hay que preguntarse ¿a cuánta gente beneficia en forma directa? Es muy poco. El agro es nuestro motor económico, aun cuando mucha gente no lo quiera ver o no lo quiera reconocer", sostuvo.

Del abastecimiento a la asociatividad

Otro de los temas centrales para Vildósola en la relación agrícola entre Chile y China, se relaciona con lo clave que resulta que Chile pase de ser un abastecedor de China a convertirse en un socio. “Debemos aprovechar que los chinos están invitando en este minuto a trabajar con ellos en un millón de cosas. China está dispuesta y busca a gente que la apoye, lo que implica para Chile el asociarse con un país que es una potencia gigante y que tiene mucho camino por recorrer. Chile no tiene más tierra, no tiene mucha más capacidad de desarrollo acá. Pero si queremos ir a China, ¿por qué no asociarnos con los chinos y producir desde allá para China o para otros mercados? Si no nos subimos a ese carro ahora vamos a quedar abajo, no va a faltar el que quiera aprovechar la oportunidad", advirtió.

Finalmente, Vildósola añadió que "Chile es súper avanzado en agro y si bien algunas cosas de China no me parecieron tan modernas, es un país muy atractivo para ir a realizar desarrollos que quizá ya tenemos, pero que están restringidos en nuestro país por el lugar, por la superficie, por las distancias, lo que nos permitiría dar un gran paso, con una perspectiva distinta. Como exportador de productos, Chile ha dado un salto tan alto que las expectativas de crecimiento son mínimas, y estamos compitiendo con otros que tienen mucho espacio para crecer todavía. Por ende, lo que tenemos que hacer es pensar cómo invertir en otras tierras y aprovecharlas para lograr ventajas comparativas y asociarnos. Y, en este sentido, China sería un muy buen socio", concluyó.