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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

El plan municipal de Melbourne para gestionar integralmente el agua

16 marzo 2022

Tal como sucede en las urbes más grandes del mundo, la ciudad australiana cuenta con una demanda creciente de agua por parte de la población que contrasta con la reducción de la capacidad en el suministro. Para ello, el municipio posee un plan de manejo que además de utilizar otras fuentes, incorpora la opinión de la ciudadanía en la toma de decisiones.

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El municipio de Melbourne ha decidido enfrentar la escasez de agua con algunas acciones puntuales, como recolección del recurso hídrico a través de distintas fuentes, pero también la construcción de infraestructura pública verde que permita un mejor aprovechamiento. Entre las medidas que más se destaca está la posibilidad de riego con un porcentaje de agua reutilizada. Más detalles de estas iniciativas, en la siguiente nota.

Ciudades cada vez más secas

La escasez hídrica es una de las grandes crisis que debemos enfrentar como humanidad. Somos siete mil millones de personas tratando de satisfacer nuestras necesidades de agua dulce en un contexto de creciente desigualdad en la distribución, pero también de un notorio mal manejo del recurso, pues una parte considerable se desperdicia, contamina o se maneja de manera poco sensible.

Las cifras mundiales que muestra la Unesco son preocupantes, ya que mil doscientas millones de personas en todo el mundo habitan en áreas que enfrentan escasez hídrica, mientras que seis mil millones deben sufrir algún tipo de recortes en el suministro, ya que no cuentan con la infraestructura necesaria para extraer el agua necesaria de las fuentes. A esto se agrega el cambio climático, que ha impactado directamente sobre la disponibilidad de agua, pues la vastedad de zonas áridas y semiáridas va en aumento.

De hecho, según el World Resources Institute, son 17 las naciones en el planeta que ya sufren de un estrés hídrico alto, esto quiere decir que usan casi toda el agua de la que disponen, mientras otros siguen desperdiciando la poca agua que les queda o simplemente siguen dependiendo de las aguas freáticas para el consumo humano. El problema de esta situación es que tales naciones viven en grandes centros urbanos, teniendo además una gran densidad de población.

Una de estas grandes urbes con necesidad de gestionar de mejor manera el recurso hídrico es Melbourne, Australia, que desde 2019 enfrenta una declarada sequía, cuando en octubre anunciaron -al igual que otras ciudades a lo largo del territorio- el “día cero”, que es el día en que se agotó el agua. Tal situación les ha obligado a cumplir con ciertas restricciones como el “Objetivo 155” que fomenta a los residentes de la ciudad a limitar su consumo bajando de 161 a 155 litros por persona.

El plan municipal de manejo integral del agua: “todos los esfuerzos sirven”

Al igual que muchas grandes urbes en todo el planeta, la población de Melbourne crece cada año, por lo que la demanda de hogares aumenta, es por ello que ante esta tendencia -que redunda además en el consumo de agua- pero también frente a la ocurrencia de desastres naturales como inundaciones en las zonas bajas de la ciudad, es que el Plan Municipal de Manejo Integral de Agua (Municipal Integrated Water Management Plan) tiene entre sus objetivos evitar las consecuencias fatales de estos fenómenos y gestionar holísticamente los recursos.

En el contexto del cambio climático, es vital el reconocimiento del papel que cumplen todas las fuentes que producen agua, como agua lluvia, aguas residuales y aguas subterráneas, pero también la disponibilidad de infraestructura verde para aprovecharla, con el fin de disponer de una variedad más amplia de fuentes. De tal manera, el enfoque integral supone una guía de gestión y dirección fundamentada en las cuencas, pero también una guía de inversión con cuatro años de plazo.

Entre los logros más destacados del plan se encuentran:

  1. Mejorar los espacios y paisajes urbanos para que sean más sensibles al agua
  2. Implementación de un programa de 10 años de recolección de aguas pluviales y un programa de mitigación de inundaciones
  3. Riego de parques y jardines con un 25 por ciento de agua no potable, incluyendo fuentes alternativas
  4. Reducción del Nitrógeno Total en un 13 por ciento en la escorrentía de aguas pluviales

Estas medidas se suman a otros trabajos relacionados con la modernización de la infraestructura, como mejorar la red de drenajes para que puedan hacer frente a una mayor intensidad de eventos de lluvia, además de aumentar la permeabilidad de las cuencas para mejorar la calidad del agua y reducir el impacto que producen las inundaciones.

Pero también el plan define expresamente como manejo integral a aquella gestión coordinada de todos los componentes del ciclo del agua para asegurar un rendimiento más beneficioso. Con ello, el municipio se asegura dar respuesta a las crecientes presiones. Pero también el municipio tiene entre sus funciones para la gestión del agua el trabajo con las comunidades, pues son los ciudadanos los principales afectados e interesados en que el servicio de suministro de agua se mantenga en buen estado.

Trabajando con las aspiraciones de la comunidad

Tal como se ha señalado, el plan municipal de manejo integral del agua, administra el recurso hídrico de manera inteligente incorporando más fuentes a la matriz, pero también haciendo un uso racional, ya sea a través de infraestructura verde o de buenas prácticas por parte de los ciudadanos. Precisamente sobre este último punto, el trabajo con comunidades y grupos de personas interesadas es uno de los elementos que marca la diferencia con otros instrumentos de planificación para la gestión del agua.

Una de las primeras acciones dentro del trabajo con las comunidades es una consulta ciudadana donde los ciudadanos compartieron sus ideas sobre distintos temas relacionados con el medio ambiente y el cambio climático. Entre las principales preocupaciones de los vecinos está la necesidad de capturar y reutilizar las aguas lluvias, y reducir la contaminación que llega a los cursos de agua, además de conservar el bosque urbano con el fin de reducir el calor.

Entre las propuestas realizadas por los ciudadanos participantes de la consulta está el aumento de infraestructura verde para la captación de agua pluvial, pero también acondicionar aquellas áreas urbanas susceptibles a los desastres naturales con el fin de evitar emergencias. Asimismo, la realización de talleres para que la estrategia de desarrollo de la ciudad vaya en sintonía con la naturaleza.

Mirada desde la realidad chilena

La posibilidad de contar con un plan de gestión del agua que sea integral y participativo fue ampliamente analizado por Rocío Fernández, arquitecta encargada de paisaje y seguimiento de la Fundación Mi Parque. En su opinión, la gestión del agua requiere de tres pilares fundamentales. “Por un lado tenemos la gobernanza y el trabajo que se hace en cada territorio, que puede derivar en el trabajo municipal y regional. También la capacidad que tiene cada territorio para poder abarcar todos los problema, porque independientemente de que la escasez hídrica es algo que tenemos instaurado hace años en Chile, hay zonas que hoy tienen daños irreparables frente a la escasez hídrica y las ciudades ya son vulnerables a todo este cambio y sobre todo los ecosistemas. Como tercer pilar, tener en consideración la participación de la comunidad. Estos tres pilares deben trabajar de forma integral, para que exista una gran gobernanza de las aguas en las ciudades”, explicó.

En su opinión, la intervención de los vecinos es fundamental para la gestión del agua. “Conocen muy bien cuales son los déficit de agua que tienen, las problemáticas que existen en sus territorios y muchas veces ellos también dan las pistas claves para abordar estos asuntos y son actores claves en la resolución de estas problemáticas. Yo he visto el resultado de la participación ciudadana en estrategias de cómo se utiliza el espacio público y cómo se abordan problemáticas que tienen que ver con el día a día y la calidad de vida. Con toda la inequidad que existe territorialmente y el acceso al agua en las diferentes ciudades, la comunidad es clave para poder desarrollar nuevas estrategias, conocimientos y poder entregar, cuando se llegue a una problemática, quizás algún municipio. Es clave poder transparentar y trabajarlo con los vecinos porque se pueden generar muchas estrategias en las que ellos van a ser clave en el desarrollo del resultado”, afirmó.

De igual manera, aseguró que las comunidades en nuestro país tienen mucho mayor conocimiento sobre el uso del agua que en años atrás. “Hoy las comunidades son conscientes de los daños, sobre todo las que se han visto más afectadas, la zona centro y la zona centro sur básicamente. La escasez hídrica es un escenario con el que tenemos que aprender a convivir. El 70 por ciento de las ciudades ya son vulnerables a la escasez hídrica, estamos con problemas de agua, la zona norte siempre ha sido una zona que ha tenido un poco más de visibilidad y problemas con este tema, pero hoy la zona centro y la zona sur están siendo devastadas por el nuevo escenario climático. Es decir, esto no es nuevo, esto se arrastra de hace diez años, es por eso que las comunidades están mucho más conscientes de ese daño y creo que están mucho más empoderadas y educadas sobre cómo poder enfrentar esta escasez”. agregó.

Por último, se refirió a la importancia de las municipalidades como una institución para liderar los cambios necesarios para el manejo integral y ciudadano del recurso hídrico. “Es fundamental que los municipios tengan más atribuciones y se les apoye decididamente, porque para las comunidades son el primer gran apoyo que tienen para resolver los problemas que las afectan, son la primera instancia en que la mayoría de los barrios, juntas de vecinos, etc, tienden a acudir cuando hay un problema. Muchas veces los municipios tienen la inequidad territorial que existe para acceder a las áreas verdes, para acceder a un buen manejo del agua, riego, etc, y son diferencias abismantes. Hoy en Chile tenemos municipios que se pueden hacer cargo muy bien de todo el tema de escasez hídrica y otros que quizás tienen que recurrir a otras instancias y tienen que distribuir los recursos de otras maneras, recursos que ya son escasos para poder mejorar las condiciones hídricas de su comuna. Creo que en ese sentido es crucial que los municipios tengan el apoyo y también las herramientas para poder resolverlo porque a la larga ellos tienen el conocimiento directo de sus propios territorios”, sentenció.

 

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl


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