El programa que alfabetiza y entrega educación financiera en las escuelas públicas australianas

El programa Talk Money es llevado adelante por una fundación sin fines de lucro, pero cuenta con el respaldo de la Autoridad Australiana de Currículo, Evaluación e Informes (ACARA por sus siglas en inglés), quien además tiene entre sus contenidos un recurso práctico, llamado Moneysmart que permite a los profesores tener herramientas para impartir este tipo de conocimientos. Más detalles de esta experiencia, en la siguiente nota.

Alfabetización financiera para tomar mejores decisiones

Hablar de dinero es una manera de tomar mejores decisiones, sobre todo cuando estas se alimentan con información fidedigna. Este es uno de los principios que guía el programa Talk Money, llevado adelante en todas las escuelas estatales y no estatales de Australia a niñas y niños de entre 5 y 10 años.

Independientemente del origen económico, geográfico o cultural, la educación financiera es reconocida en el país oceánico como un contenido necesario del que todos tienen que hacerse parte. Es por ello que en este programa no sólo participan alumnos y docentes, sino también organizaciones comunitarias y la industria. Todos bajo el alero del Marco Nacional de Educación Financiera y del Consumidor, impulsado por el Gobierno Federal.

Una nota del The Sydney Morning Herald da cuenta de este programa que comenzó durante el primer trimestre de 2022 y resalta la forma como los talleres individuales fueron diseñados para que sean relevantes para todos los orígenes y experiencias, ya que la base de los contenidos es que cada niña y niño tenga confianza en sus capacidades para tomar decisiones mejor informadas, independientemente de la suma de dinero que tengan.

Talk Money cuenta con un equipo de facilitadores capacitados para realizar diversos talleres y responder al creciente interés de las personas por recibir este tipo de formación. A pesar de que este no es un programa gubernamental, sino de Ecstra, una fundación sin fines de lucro, es reconocida por el gobierno federal.

Según el sitio australiano especializado en educación The Educator Online, esta iniciativa superó los 105 mil estudiantes durante 2022 en más de tres mil talleres, en 527 escuelas presentes en todos los territorios del país. Más aún, más de un 29 por ciento de escuelas de ingresos medio-bajos se benefició de este programa. Algo similar ocurrió con un 21 por ciento de escuelas ubicadas en zonas rurales.

De acuerdo a cifras entregadas por la Fundación Ecstra, el impacto positivo de los talleres fue inmediato, al punto que un 85 por ciento de estudiantes que cursan quinto y sexto años dijeron que ahora pueden identificar diferentes formas de ahorrar. Más aún, un 78 por ciento de los estudiantes de séptimo y octavo año reconoce la importancia de ahorrar para lograr sus objetivos.

Capacidad financiera y consumo

La Autoridad Australiana de Currículo, Evaluación e Informes (ACARA por sus siglas en inglés) reconoce la educación financiera y el consumo como uno de los contenidos en el plan de estudios australiano. De hecho, la alfabetización financiera aparece de manera explícita en matemáticas, pero también en ciencias sociales.

En el caso de las matemáticas, el órgano señala que en los números y en álgebra, tanto el dinero como las matemáticas financieras están en una línea de aprendizaje. Asimismo, en cálculo se enseña a verificar resultados, interpretar información numérica y gráfica, además de utilizar modelos financieros para tomar decisiones.

En las ciencias sociales, por su parte, la alfabetización financiera está presente en economía, donde los y las estudiantes exploran formas de tomar decisiones informadas y responsables, principalmente en cuanto al consumo, administración de dinero, además de cómo los activos pueden afectar la calidad de vida. De tal forma, se entrega información para tomar conciencia respecto de diversas opciones, tanto del individuo como de la comunidad.

Adicionalmente, uno de los programas que reconoce ACARA en la educación financiera de niñas, niños y adolescentes australianos es Moneysmart, una herramienta desarrollada por la Comisión Australiana de Inversiones y Seguros (ASIC por sus siglas en inglés). Aunque orientada a ciudadanos de todas las edades y orígenes, cuenta con una versión para profesores especialmente adaptada a las aulas de clase.

El Moneysmart para profesores consiste en llevar adelante una serie de planes de lecciones con actividades para realizar tanto en la escuela como en la comunidad. Entre los temas que se abordan en los planes de acción está la comprensión sobre el valor de las monedas en Australia y sus características, pero también sobre cómo hacer presupuestos, por ejemplo, para organizar una fiesta de cumpleaños.

Otro de los temas interesantes que se desarrollan en las lecciones es la influencia de la publicidad en los consumidores y los intereses en el ahorro les pueden ayudar a futuro. Por si fuera poco, los y las estudiantes aprenden cómo funciona una estafa y cómo pueden evitarlas.

Moneysmart cuenta además con una sección donde se pueden descargar recursos para poner en práctica los conocimientos, con herramientas que permiten planificar los gastos a futuro, ordenar las finanzas y controlar los gastos mediante una calculadora de consumo, donde están consideradas desde las necesidades básicas, entretenimiento, hasta los gastos en salud.

Ahora bien, en consideración de esta experiencia podríamos preguntarnos ¿De qué manera se está discutiendo la necesidad de educación financiera en nuestro Parlamento? ¿Existe alguna iniciativa que apunte a reforzar la alfabetización financiera en los niños, niñas y adolescentes de nuestro país?

Información para entregar poder

En el caso de nuestro país, un proyecto de ley fue presentado en la Cámara de Diputadas y Diputados para modificar la ley de educación e implementar la educación financiera para todos. Su autora, la diputada Daniella Cicardini, comentó que la idea de esta iniciativa nació del convencimiento de que la educación y la entrega de información fidedigna a la ciudadanía le da poder. “Es entregarles más independencia y herramientas para tomar mejores decisiones y con ello tener mejores oportunidades en la vida. Nos parece que en ese sentido tenemos hoy una debilidad en algo tan esencial, cotidiano y relevante como es la educación o alfabetización financiera. Además, cuando las personas no tienen ciertos conocimientos financieros básicos y no planifican adecuadamente sus finanzas o el presupuesto familiar, pueden tomar malas decisiones de inversión, o incluso caer más fácilmente en engaños o estafas”, señaló.

En relación a por qué le parece importante que la educación financiera se inicie en los niveles más tempranos de escolaridad, comentó que entre otras causas, es cosa de observar el alto nivel de endeudamiento y morosidad que existe en nuestro país. “Junto a otros colegas proponemos incorporarlo a la malla curricular desde la educación parvularia, porque tanto para lo bueno como para lo malo, los hábitos que hacen una diferencia y se graban de manera más perdurable y permanente son los que se forman en la infancia, y acá indudablemente lo que queremos estimular y fomentar es un conocimiento y hábitos positivos, como el del ahorro, o el de la planificación y del orden en las cuentas personales”, sostuvo.

Incluso, planteó que hoy se habla de alfabetización digital básica, respecto a saber utilizar un equipos o acceder a Internet. “Deberíamos ir más allá y estar también hablando como país de una alfabetización financiera digital, a propósito del uso de la tecnología en las finanzas, de la realidad de las compras en línea, y a propósito de nuevos instrumentos o fenómenos de inversión como las criptomonedas, comentó.

Llamado al Ejecutivo y al resto del Parlamento

La diputada Daniella Cicardini hizo un llamado al Ejecutivo y al resto del Parlamento para que apoyen esta moción. “El llamado y la invitación al gobierno -y así se lo planteamos al ministro de Educación- es a hacerse parte de esta iniciativa, y a nuestros colegas a apoyarla, porque viene a tratar de fortalecer una debilidad, ya que hoy tenemos una estrategia nacional de educación financiera que es un saludo a la bandera”, detalló.

Asimismo, llamó también a considerar la importancia económica. “Una buena educación financiera aporta al crecimiento y al desarrollo, porque permite algo tan relevante para un país como que sus ciudadanos y ciudadanas se atrevan más a emprender y a generar empleo y dinamismo económico, porque manejan mejor lo que es por ejemplo un modelo de negocio u otros conceptos involucrados al momento de “lanzarse a la piscina”, sentenció.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl