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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario
El dominio asiático en el registro de propiedad intelectual
16 octubre 2012
El crecimiento económico de Asia se refleja en el liderazgo mundial que mantiene en el número de aplicaciones de patentes intelectuales. Las cifras que anualmente recoge Naciones Unidas de las oficinas de patente, dan a Asia Pacífico una ventaja insondable sobre otras regiones en desarrollo. Conozcamos algunos detalles del último informe disponible de patentes intelectuales y la situación de Chile.
El crecimiento económico de Asia se refleja en el liderazgo mundial que mantiene en el número de aplicaciones de patentes intelectuales. Las cifras que anualmente recoge Naciones Unidas de las oficinas de patente, dan a Asia Pacífico una ventaja insondable sobre otras regiones en desarrollo. Conozcamos algunos detalles del último informe disponible de patentes intelectuales y la situación de Chile.
Existe una relación directa entre el crecimiento económico, la innovación y la solicitud de patentes de una región o país. Chile figura en datos recientes arrojados por el Instituto Nacional de propiedad Intelectual (INAPI), como uno de los países con la mayor proporción de aplicaciones de patente de acuerdo al PIB y en la proporción de los millones de dólares invertidos en Investigación y Desarrollo (ID). Aunque las cifras chilenas aún son bastante modestas en comparación con las grandes potencias económicas, existe un gran esfuerzo por reforzar la innovación en territorio nacional, lo que se refleja directamente en el número de aplicaciones que las empresas y los individuos hacen para conseguir patentes, registros de marca e inscripciones de diseño industrial.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), es la agencia especializada de las Naciones Unidas que se dedica a la promoción de la innovación y creatividad para el desarrollo económico, social y cultural. Establecida en 1967, esta agencia realiza una encuesta anual entre 150 oficinas regionales y nacionales alrededor del mundo, donde se reúnen los datos estadísticos de las aplicaciones de patentes, registros de marca, diseño industrial y modelos de utilidad (patentes de corta duración).
Según los datos del informe OMPI 2011 (Wipo 2011 por sus siglas en inglés), Asia Pacífico concentra a tres países con algunas de las cifras más altas en aplicación de patentes (China, Corea del Sur y Japón). En las estadísticas del 2010 (ver infografía al final del texto), China sobrepasó a Japón como líder en el registro de patentes en la región, y se instaló así en el segundo lugar del ranking mundial después de Estados Unidos. La muestra es, en este caso, coherente con el tamaño de las economías, donde Estados Unidos ocupa el primer lugar, China el segundo y Japón el tercero.
En un espectro más amplio, Asia, la región de mayor emergencia económica en el orbe en los últimos años, es también la región que concentra la mayor actividad en cada uno de los tópicos que componen la encuesta mundial de Wipo, con un 41.1% de los registros de marca, 51.3% de las patentes de largo plazo, 88.5% de las patentes de corto plazo y el 81.8% de los registros por diseño industrial solicitadas en el mundo.
América Latina, en contraste, tiene registros marginales en cada una de las áreas, destacándose levemente en la protección de los derechos de marcas extranjeras, donde concentró casi el 10 % de las aplicaciones durante el 2010.
Juan Pablo Silva, director de la Asociación Chilena de Propiedad Intelectual (ACHIPI), da cuenta del grado de desarrollo que Chile tiene respecto de la innovación y la inscripción de propiedad intelectual. Según Silva, “el proceso de innovación se divide en tres etapas. La primera es crear o innovar, la segunda es patentar el invento y la tercera es hacer una transferencia tecnológica, a través de la que los inversionistas en ID recuperen su inversión y puedan reinvertir”.
Para Silva, "en Chile recién estamos empezando la primera fase”. Si bien ha habido un crecimiento exponencial de la solicitud de derechos intelectuales en territorio nacional, el especialista señala que “históricamente Chile ha sido un receptor de patentes extranjeras, en una relación que tradicionalmente ha sido 90 -10. Frente a esto, la intención del gobierno es invertir en desarrollo y nuevos emprendimientos, destinar una mayor proporción del PIB en ID, captar la atención de los extranjeros dándoles facilidades tributarias por la inversión en este aspecto, etc. Esto es muy positivo desde la perspectiva de los especialistas en propiedad intelectual, pero aún necesitamos pasar a la fase 2”.
Existe una relación directa entre el crecimiento económico, la innovación y la solicitud de patentes de una región o país. Chile figura en datos recientes arrojados por el Instituto Nacional de propiedad Intelectual (INAPI), como uno de los países con la mayor proporción de aplicaciones de patente de acuerdo al PIB y en la proporción de los millones de dólares invertidos en Investigación y Desarrollo (ID). Aunque las cifras chilenas aún son bastante modestas en comparación con las grandes potencias económicas, existe un gran esfuerzo por reforzar la innovación en territorio nacional, lo que se refleja directamente en el número de aplicaciones que las empresas y los individuos hacen para conseguir patentes, registros de marca e inscripciones de diseño industrial.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), es la agencia especializada de las Naciones Unidas que se dedica a la promoción de la innovación y creatividad para el desarrollo económico, social y cultural. Establecida en 1967, esta agencia realiza una encuesta anual entre 150 oficinas regionales y nacionales alrededor del mundo, donde se reúnen los datos estadísticos de las aplicaciones de patentes, registros de marca, diseño industrial y modelos de utilidad (patentes de corta duración).
Según los datos del informe OMPI 2011 (Wipo 2011 por sus siglas en inglés), Asia Pacífico concentra a tres países con algunas de las cifras más altas en aplicación de patentes (China, Corea del Sur y Japón). En las estadísticas del 2010 (ver infografía al final del texto), China sobrepasó a Japón como líder en el registro de patentes en la región, y se instaló así en el segundo lugar del ranking mundial después de Estados Unidos. La muestra es, en este caso, coherente con el tamaño de las economías, donde Estados Unidos ocupa el primer lugar, China el segundo y Japón el tercero.
En un espectro más amplio, Asia, la región de mayor emergencia económica en el orbe en los últimos años, es también la región que concentra la mayor actividad en cada uno de los tópicos que componen la encuesta mundial de Wipo, con un 41.1% de los registros de marca, 51.3% de las patentes de largo plazo, 88.5% de las patentes de corto plazo y el 81.8% de los registros por diseño industrial solicitadas en el mundo.
América Latina, en contraste, tiene registros marginales en cada una de las áreas, destacándose levemente en la protección de los derechos de marcas extranjeras, donde concentró casi el 10 % de las aplicaciones durante el 2010.
Juan Pablo Silva, director de la Asociación Chilena de Propiedad Intelectual (ACHIPI), da cuenta del grado de desarrollo que Chile tiene respecto de la innovación y la inscripción de propiedad intelectual. Según Silva, “el proceso de innovación se divide en tres etapas. La primera es crear o innovar, la segunda es patentar el invento y la tercera es hacer una transferencia tecnológica, a través de la que los inversionistas en ID recuperen su inversión y puedan reinvertir”.
Para Silva, "en Chile recién estamos empezando la primera fase”. Si bien ha habido un crecimiento exponencial de la solicitud de derechos intelectuales en territorio nacional, el especialista señala que “históricamente Chile ha sido un receptor de patentes extranjeras, en una relación que tradicionalmente ha sido 90 -10. Frente a esto, la intención del gobierno es invertir en desarrollo y nuevos emprendimientos, destinar una mayor proporción del PIB en ID, captar la atención de los extranjeros dándoles facilidades tributarias por la inversión en este aspecto, etc. Esto es muy positivo desde la perspectiva de los especialistas en propiedad intelectual, pero aún necesitamos pasar a la fase 2”.
