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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Los estándares para la protección de fuentes de agua potable en Nueva Zelandia

13 octubre 2023

La contaminación del agua destinada al consumo humano es un problema que a nivel mundial está lejos de resolverse, entre otras razones por la falta de comprensión sobre sus causas. Con el fin de limitar esta tendencia, Nueva Zelandia cuenta con una legislación y políticas que apuntan a crear reglas claras y contar principios que facilitan la toma de decisiones.

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La “Regulación de Gestión de Recursos para Fuentes de Agua Potable Humana” es un instrumento orientado a darle soporte legal a todas las iniciativas, tanto a nivel nacional como global, para que las fuentes de agua potable se mantengan alejadas de elementos tóxicos que pongan en riesgo la salud humana. Más detalles, en la siguiente nota.

Regulación de la gestión para asegurar acceso y potabilidad

Uno de los principales riesgos para la salud humana es el consumo de agua contaminada. La presencia de algunos tipos de microorganismos pueden llegar a ser letales para algunas personas. De tal manera, prevenir la contaminación de las fuentes de agua es una manera de reducir los riesgos de que bacterias, virus u otros elementos químicos lleguen a ser consumidos. Para el logro de ello es fundamental la adquisición de un enfoque que oriente ciertas acciones con capacidad de crear múltiples barreras que impidan la liberación y propagación de agentes nocivos.

Antes, el reconocimiento de la importancia de las fuentes de agua potable y su cuidado es un primer paso y está explícito en la Regulación de Gestión de Recursos para Fuentes de Agua Potable Humana, cuyo objetivo es garantizar que el acceso y disponibilidad de este recurso sea seguro para las y los neozelandeses, además de cumplir con criterios para que la calidad y seguridad de las fuentes se mantenga en el tiempo y no sea amenazada por factores externos.

De tal manera, más que un gran tratado sobre el agua, este cuerpo legal tiene un sentido práctico, ya que se orienta a reducir el riesgo de contaminación mediante el establecimiento de exigencias a las autoridades para que consideren los efectos que tienen las actividades productivas sobre las fuentes de agua, pero también para que las legislaciones locales consideren los criterios establecidos por este cuerpo legal -y gestionados por el Ministerio de Ambiente- no sólo para otorgar permisos de extracción, sino también a la hora de crear nuevos instrumentos legales que guarden relación directa con las fuentes.

Cabe destacar que esta directriz se sometió a algunas revisiones durante 2022 para mejorar la protección de las fuentes a través de tres propuestas: La primera consistió refrendar la importancia de tener un mapeo de todas las Áreas de Gestión de Riesgo de Fuentes de Agua (SWARMA por sus siglas en inglés); la segunda consistió en mejorar los controles existentes sobre actividades específicas consideradas de alto riesgo. Para ello se realizó una consulta abierta para recoger sugerencias. Por último, la tercera propuesta es mantener las protecciones a las fuentes de agua que abastecen al 82 por ciento de la población.

Involucramiento con los gobiernos regionales

Conocidos como Consejos Regionales son las principales autoridades en las 16 regiones que componen el país. Los Estándares Ambientales Nacionales para las Fuentes de Agua Potable (NES-DW por las siglas en inglés de National Environmental Standards for Sources of Human Drinking Water) tiene como propósito que tales entidades gubernamentales consideren la seguridad de las fuentes de agua potable en la toma de decisiones.

Estas consideraciones, consisten básicamente en la obligación de:

  • Rechazar permisos para la descarga de agua u otros elementos que puedan ser inseguras para la potabilidad y el consumo de la comunidad, a pesar del tratamiento que se haga después.
  • Entregar certezas de que las actividades permitidas en los planes regionales no resultan inseguros para el suministro de agua potable
  • Imponer condiciones y notificaciones a los proveedores de agua en caso de que ocurran eventos no deseados como derrames, que puedan afectar negativamente la provisión del recurso

Además de estas medidas, el Ministerio de Ambiente neozelandés creó una base de datos con las fuentes de agua potable que han sido registradas. El propósito de cuantificarlas es que se pueda implementar de mejor manera los NES-DW, además de especificar los puntos de abastecimiento, las plantas de tratamiento e información sobre el cumplimiento de los estándares.

Según el sitio web de dicho ministerio, esta base de datos fue enviada a todos los Consejos Regionales para que la integren en sus sistemas y de ella puedan obtener información adicional sobre ubicación, desempeño, cumplimiento, evaluación del agua en términos de salud, etc.

Ahora bien, en consideración de esta experiencia en Nueva Zelandia cabe la interrogante sobre qué preocupaciones existen sobre la protección de fuentes de agua potable y qué se está discutiendo en nuestro país, específicamente en nuestro Parlamento, acerca del aseguramiento de disponibilidad y potabilidad para el consumo humano.

Proyecto para proteger pozos de servicios sanitarios rurales

Nuestro país tiene una gran variedad de fuentes de agua, sin embargo, a pesar de que se ha habido un aumento en los niveles de disponibilidad, producto de las crecientes lluvias durante 2023, existen realidades donde aún se hace necesaria una protección decidida de las fuentes, no solamente para el uso en agricultura, sino también para el consumo humano. Una de estas realidades se vive en la Región de Coquimbo, donde la crisis hídrica se mantiene en pie, ya que durante el invierno no se ha producido el mismo aumento en las precipitaciones, como en en el resto del país.

Esta realidad ha llevado a que diversas autoridades regionales manifiesten su preocupación. Una de ellas es el diputado Víctor Alejandro Pino, quien ha fijado una posición respecto de la necesidad de proteger las fuentes de agua existentes, entre las que destaca la preservación de los pozos. En consecuencia, presentó una moción para modificar el Código de Aguas con el propósito de aumentar el área de protección de los pozos de servicios sanitarios rurales fue presentado a comienzos de agosto de 2023 en la Cámara de Diputados.

El Parlamentario, quien además es presidente de la Comisión de Recursos Hídricos y Desertificación, comentó que el origen de esta iniciativa responde a una preocupación general en su territorio. Comentó que la crisis hídrica en su región lleva más de 14 años y no han aumentado los niveles de agua. “Lamentablemente fuimos una de las regiones en donde casi no llovió este invierno. Entonces, eso generó que lamentablemente no tuviéramos la recarga de nieve en la cordillera y, por lo tanto, nos encontramos peor que hace un año, en todos los embalses que tenemos en la región. Hoy se está hablando de un posible racionamiento para la conurbación La Serena-Coquimbo donde hay poco más de 600.000 habitantes, además del resto de las otras 13, que son rurales”, señaló.

En la misma línea, aseguró que la falta de agua está perjudicando a las actividades productivas. “La agricultura y la ganadería, específicamente con la crianza de cabras, pero también las hortalizas, la uva pisquera, entre otros. Entonces, hay varios segmentos de la agricultura que se ven perjudicados por la crisis hídrica en la región y eso lleva a proteger los pozos, porque obviamente todos están buscando agua. El hecho de proteger los pozos nos ayuda a asegurar en cierta medida y darles una protección a estos pozos que hoy tienen y asegurar el suministro a las familias”, agregó.

En relación a las medidas urgentes que deberían aplicarse para asegurar la disponibilidad y potabilidad de las pocas fuentes de agua en la Región de Coquimbo, el parlamentario se refirió a varias, aunque priorizó en dos que a su juicio son fundamentales. “La primera es tener plantas desalinizadoras de agua de mar para poder, obviamente, tener ahí asegurado el consumo con nuevas fuentes de agua, pero para sostener el consumo humano no hay absolutamente nada. El presidente Boric la semana pasada en su visita a Coquimbo anunció que el gobierno se iba a preocupar de tener plantas desaladoras. Ahora mi función como diputado de la región y presidente de la Comisión de Recursos Hídricos es justamente asegurarme de que ese compromiso se lleve a cabo”, explicó.

Asimismo, explicó la segunda medida. “Las plantas de reutilización de aguas residuales. Hoy nosotros tenemos emisarios submarinos en las comunas de La Serena-Coquimbo y en Los Vilos, y a lo menos en La Serena y Coquimbo se vierten cerca de 1.500 litros al mar, que es una cantidad de agua enorme. Si toda esa agua nosotros la pudiéramos tratar, obviamente con todos los resguardos sanitarios que corresponden -no con los actuales, eso hay que decirlo- podríamos reutilizarla e inyectarla en los procesos agrícolas o recarga de acuíferos para seguir fomentando que el sector productivo se mantengan en buenos niveles”, añadió.

Mensaje al Ejecutivo y al resto del Parlamento

El diputado Víctor Alejandro Pino, más que como presidente de la Comisión, sino como representante de la Región de Coquimbo hizo un llamado a que las medidas anunciadas se concreten en la realidad. “La sanitaria también anunció la búsqueda de nuevas fuentes de agua subterránea para sostener el consumo humano hasta que se construya la desaladora, es decir, hasta el 2027 pensando en que la desaladora pudiera salir en esa fecha. Pero, desde mi experiencia diría que ver para creer”, aseguró.

En su opinión, independiente de la búsqueda es necesario tener la capacidad de sostener el consumo. “No por seguir buscando agua subterránea vamos a tener la capacidad de asegurar el consumo humano que necesitamos. La problemática que tenemos es que no hay agua, no es que falte hacer pozos. Lo principal es que el Ejecutivo se tiene que hacer cargo de cumplir las dos promesas que hizo el presidente Boric la semana pasada, primero, una ley corta para darle atribuciones al Ministerio de Obras Públicas y así generar la oportunidad de construir plantas desaladoras para el consumo humano, que hoy no lo tiene. En segundo lugar, darle el visto bueno a los permisos”, comentó.

Por último, el diputado Pino hizo un llamado a velar por los intereses de la región. “Cuando hablamos de problemas regionales, la mayoría de los representantes de la región están preocupados de los problemas en Santiago y no de los que están aconteciendo en la región de Coquimbo. Es preocupante esa situación, que los mismos parlamentarios que son electos por la gente, no estén tan mentalizados en dar solución a estas problemáticas. Y creo que hay que avanzar en esto”, sentenció.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl


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