Rafael Piñeyro: un emprendedor suelto en China

Rafael Piñeyro viajó hace dos años a China para comenzar un emprendimiento que hoy lo tiene a cargo de dos empresas y con varios interesantes proyectos en mente. A continuación nos cuenta su visión del país y cómo le ha cambiado la vida y su forma de pensar.

Viajar a China: una decisión clave

¿Quiero hacer de mi vida lo que realmente estoy haciendo? ¿O arriesgar un tanto y emprender? Estas fueron las preguntas que me hice antes de viajar a China. Luego,  me sinceré y comencé a escribir punto a punto lo que quería y esperaba de mi vida y proyecto personal. Analicé mis habilidades, y descubrí que quería emprender y desarrollar una actividad comercial desde donde se maneja la economía mundial.

La experiencia comenzó en septiembre del 2006, cuando visité este maravilloso país por primera vez, como destino turístico. Quedé impresionado de todo, enamorado, cambió mi forma de pensar y por ello tomé la gran decisión de cambiar mi estabilidad laboral, amorosa, familiar, y todo en general, por buscar cumplir un sueño de muchos: salir del país, conocer el mundo y arriesgarme a lo desconocido.

Ya en mi segundo viaje me di a la misión de estudiar el idioma chino y me proyecté laboralmente a no menos de ocho años. Así, partí de Chile el 8 de Agosto del 2007, con rumbo a Frankfurt para ver a un amigo en la ciudad de Saarbrucken, Alemania. Luego de visitar algunos lugares germanos y pasar un fin de semana en Paris, arribé a China el 24 de agosto.

Apenas llegué al país asiático tomé clases de chino mandarín durante dos semestres en un instituto de economía en la ciudad de Beijing. Esto me permitió mejorar mis habilidades comunicacionales, y el idioma lo perfeccioné posteriormente de forma independiente. Cumplido el primer escalón en mi proyecto comencé a pensar en la ciudad más conveniente para abrir mi oficina comercial y vivir desde cerca los negocios. Así que viaje a la ciudad de Ningbo, 100% enfocada en intercambio económico, provincia de Zhejiang, y donde se encuentra uno de los  puertos más importantes de China. Estuve viviendo allí poco más de tres meses, para, luego de un viaje de negocios, mudarme a la ciudad en que me encuentro actualmente: Yiwu.

Mi primera impresión del gigante asiático

En mi primer viaje a China cambió inmediatamente la perspectiva que tenía del país, de lo que creía y había escuchado o leído de él.  Quede maravillado con tanta tecnología, grandes carreteras, limpieza absoluta y modernidad. Desde la sensación térmica, hasta ir al primer restaurante, escuchar la gente hablar en las calles, ir de compras, o bien admirar el complemento tecnológico y milenario de las construcciones arquitectónicas…todo en Shanghai era distinto a lo que conocía.

En mi segundo viaje ya contaba con un background suficiente, a diferencia del año anterior, pero igual sentí esa energía que andaba buscando y  esa tranquilidad de haber llegado a puerto sin novedad para comenzar una nueva experiencia.

Emprendiendo en China

Apenas llegué a China dediqué el 100% de mi tiempo a estudiar el idioma y planear lo que haría el año siguiente. Así, comencé a estudiar por mi cuenta comercio internacional (COMEX), contactar gente afín con negocios entre mi región y China. Y, obviamente y tal cual lo hago siempre, utilizar la visualización para cumplir mis proyectos. Cuando arribé a la ciudad de Ningbo, ya con el plan en la mano, comencé a concretar cada uno de los detalles de mi proyecto, para así iniciar mi actividad comercial. Ya luego de un tiempo contaba con los contactos y redes suficientes en mi círculo social para promover el negocio, y comenzar a prestar servicios de broker (intermediario entre compradores y vendedores de negocios) en la cadena de exportaciones e importaciones. Ya en la ciudad de Yiwu me instalé junto a un amigo venezolano que se dedica a lo mismo; a trabajar de manera formal, aprovechando las redes de contacto que se han ido realizando con el tiempo.

Actualmente, gracias a la energía, el esfuerzo y la motivación que voy entregando en cada nuevo proyecto que realizo, cuento con dos empresas personales, CHW Business Group Ltd y CHW Export Asia, dedicadas a prestar servicios de exportación e importación, ya sea en búsqueda de proveedores, realizando proyectos de proveeduría, compras directas en mercados, control de calidad de productos en fábrica y previo embarque, seguimiento de pagos, entre otros. A gracia de Dios, y del buen trabajo, debo mencionar que nuestra empresa ha tenido más de 1000 visitas mensuales de interesados en contar con nuestros servicios, desde los 5 continentes.

Por otra parte, junto a mi amigo y socio comercial Pablo Díaz Salazar, dueño de Agroexo Chile, decidimos crear un pequeño holding; Chile Asia Partners, enfocado en intercambios internacionales, en específico en la promoción de viajes de intercambio cultural, turístico, y económico. A partir de esto, tenemos dos proyectos en marcha: Misión a China, cuya intención es facilitar  a nuestros compatriotas chilenos, el acceso al país asiático para realizar sus negociaciones. A partir de aquello, surge esta interesante propuesta, diseñada desde la perspectiva de dos empresarios chilenos, uno viviendo en Chile, y el otro radicado en China, con la experiencia cultural, idiomática, y comercial. Junto a esto, ideamos la marca y empresa, Chile Travel 88, creada para fomentar el intercambio turístico, para que nuestros amigos asiáticos puedan tener un acceso facilitado a conocer y disfrutar de nuestro hermoso país.

Finalmente, cabe destacar que participo como delegado activo de la Cámara de Comercio Chileno-China A.G. cuya misión fundamental es promover negocios en apoyo a los pequeños y medianos empresarios de Chile. Finalmente, como actividad laboral-recreativa realizó clases de español de manera permanente a hombres y mujeres de negocios.

Sobre mi radicación en Yiwu y mi estadía en Beijing

Primero que todo, debo reconocer que fue un tanto azarosa la elección de Yiwu para vivir, pues como comenté anteriormente, en un viaje de negocios que realicé por seis ciudades, visité casi de pasada la ciudad de Yiwu, y decidí radicarme ahí al cabo de una semana, tras quedar impresionado con el mercado de commodities más grande del mundo (Futian Market) y saber que gran parte de las exportaciones que se realizan hacia Sudamérica son adquiridas aquí. En general es una excelente ciudad para negociar, hacer contactos comerciales, y aprender. No obstante adolece de mucho, respecto a calidad de vida, cultura, entre otros.

Al hablar de Beijing pienso de inmediato en una ciudad espectacular para vivir, donde hay todo para todos, y sostiene altos estándares de calidad en todos sus escenarios. Como manifesté anteriormente, es una grata ciudad para residir (en primavera y verano, pues el invierno es terriblemente helado), y mantengo lindos recuerdos de mi estadía. Sin embargo, según mi actividad comercial, no es muy afín, y prefiero las ciudades un tanto más pequeñas.

China no es el nuevo paraíso de las oportunidades

  No creo que el gigante asiático sea el nuevo paraíso de las oportunidades, ya que, el que desee venir a China a estudiar, buscar empleo o bien emprender en alguna actividad comercial, debe poseer ciertas habilidades que no se enseñan ni compran. Me refiero a ser filántropo por naturaleza, tener un buen temperamento, tener capacidad de adaptación de toda índole y ser amante de la aventura. Si hablamos del país con más población en el mundo, y deseas trabajar, debes poseer algo distintivo para ofrecer en el lugar al cual postulas, y como verán, día a día están llegando más extranjeros de distintos lugares del orbe a hacer lo mismo que muchos. Por lo tanto, como consejo para aquel que desee venirse a China por un tiempo determinado o indeterminado, debe tener claridad en cuanto a lo que desea realizar y proyectar. Junto a esto, es fundamental el manejo del idioma inglés, ya que se utiliza como lengua universal y más jóvenes chinos día a día lo están manejando como herramienta.

Además, los trabajos que son posibles de encontrar son básicamente como instructor  de lenguas, en distintos idiomas, aunque la gran demanda es para con el inglés, y en ocasiones uno de los requisitos de postulación es el ser proveniente de un país de habla inglesa. Por otra parte, si se desea emprender en alguna actividad comercial, es totalmente posible siempre y cuando se elija bien el lugar donde se residirá, y se haga algo que lo pueda distinguir del resto.  Como dato y para beneficio de los chilenos, puedo comentar que son muy pocas las empresas de COMEX, cuyos dueños sean de nuestro país, radicados en China, y creo es una buena oportunidad de comenzar a hacerlo. 

Capitalizando mi experiencia

La experiencia que se logra luego de conocer bastante bien una cultura oriental, totalmente distinta a la nuestra, y el estar en la plataforma mundial de los negocios,  es bastante amplia: desde el aprendizaje del idioma y la apertura de canales sensoriales distintos, pasando por el conocer una infinidad de personas de distinto origen, el aprender bien como negociar y hacer las cosas al  respecto, hasta lograr un excelente ingenio para estar reconstruyéndote e innovando permanentemente.

En la actualidad manejo tres idiomas con facilidad, y estoy estudiando otros dos, pues la idea es a corto plazo derribar las fronteras idiomáticas y poder comunicarme en el lugar que me encuentre. Por otra parte, y como comenté anteriormente, desde hace poco más de un año tengo mis empresas que se dedican a prestar servicios en exportaciones e importaciones, desde Chile y hacia los cinco continentes.

Por lo tanto, más que estar feliz y orgulloso de lo que he podido capitalizar en estos dos años, agradezco la energía de la vida por darme la oportunidad de crecer diariamente en el plano emocional, intelectual, y comercial.  Más allá de lo anterior, obviamente mi sueño a mediano plazo es poder manejar mis empresas desde Chile, abriendo una plataforma aún más sólida, de tal forma apoyar a los pequeños y medianos empresarios, generar fuentes laborales, y realizar varios proyectos benéficos en ayuda de los más necesitados.

Mirando la vida de otra forma

En general, creo que en estos dos años ha cambiado mi forma de mirar la vida respecto a la toma de decisiones, ser más tolerante con el medio, un positivismo exacerbado, y a su  vez crítico respecto de lo que los seres humanos podrían hacer para mejorar sus vidas e integridad (calidad de vida). Creo que el enfoque va desde lo que realmente eres capaz de hacer con tus habilidades, la capacidad de adaptación, y el tomar de la mano los sueños. Si describiese el crecimiento a nivel emocional, me daría para escribir un libro, pues se conjugan miles de emociones perfectas y a su vez con un gusto amargo. Todo lo anterior, que tributa principalmente a lo emocional, me sirve en el diario vivir y me acompañará en el futuro, ya sea en los emprendimientos comerciales, la calidad de vida que priorizo por sobre todas las cosas, y la pasión con que enfrento los retos diarios.