Raúl Allard y el futuro de la Alianza del Pacífico

El académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y experto en Asia Pacífico, Raúl Allard, se refiere a las oportunidades que se abren para Chile al pertenecer a la Alianza del Pacífico, analiza las reales posibilidades de concretar una integración política entre los países miembros y de lograr avanzar gradualmente hacia una convergencia y una complementación económica más profunda.

¿Piensa que la Alianza del Pacífico permitirá definir acciones concretas en torno a la vinculación comercial con Asia Pacífico?

"Los países miembros tienen bases bastante coincidentes en lo económico-libre comercio, apertura regulada a la inversión extranjera-y en lo político, pluralismo político y democracia representativa. Además, son miembros de ALADI y CELAC. Es por ello que creo que existen bases para definir acciones específicas con relación al Asia".

Allard complementó señalando que “además, tres de los cuatro países son miembros de APEC y tienen ya el "know how" de entendimiento con los países asiáticos, como lo pude apreciar en APEC 2004 en que me cupo presidir el Sub Comité de Procedimientos Aduaneros de APEC”.

¿Qué tiene de ventajoso para Chile el formar parte de este bloque?

“Creo que es ventajoso para estos países conformar un esquema regional, como lo son para otros países otros bloques análogos, y como es también muy ventajosa la integración política que se ha ido conformando por la vía del UNASUR en Sudamérica y el CELAC, entre los 33 países de la América Latina y el Caribe”.

Según Allard, otra ventaja sería la de poder influir como bloque en los "grandes asuntos mundiales". “Esta coordinación política es la que puede permitir a América Latina y el Caribe influyan de modo amplio en la nueva arquitectura del sistema internacional, en la gobernabilidad de la globalización. Eso no se logra sólo con acuerdos comerciales”, asegura.

Además, el académico identificó otros factores ventajosos de la Alianza:

• El factor del “neo-regionalismo emergente”: Este conjunto de desarrollos conforma lo que se ha dado en llamar "un neo regionalismo-emergente" en América Latina en que ya no se apunta necesariamente "a la vía europea" de generar una unión aduanera para ir posteriormente a un mercado común -procesos que no han logrado consolidarse en la región- sino proceder de manera gradual buscando la convergencia de distintos esquemas.

• Complementación económica, inversiones y joint ventures: "Parece conveniente ampliar y diversificar las preferencias arancelarias al interior del área latinoamericana y avanzar en la complementación económica. De este modo, los países latinoamericanos y caribeños, aprovechando diversas experiencias bilaterales y subregionales, pueden vincular posiciones en materias vinculadas al comercio y los intercambios e inversiones mutuas y emprender joint ventures".

• Experiencia y acercamiento regional: "Es ventajoso para Chile participar en este y otros bloques que vayan proporcionando experiencias y acercamientos que confluyan finalmente en este nuevo regionalismo emergente latinoamericano. Y así como la Alianza del Pacífico facilita a Chile la vinculación con México, Perú y Colombia, otros referentes deben reforzar su interacción con países como Brasil, una gran potencia emergente a nivel regional y mundial".

• Apertura coordinada al Asia Pacífico: "Cada esquema puede proporcionar uno o varios elementos distintivos en esta convergencia gradual, y en el caso de la Alianza del Pacífico sin duda lo es la apertura a la cuenca del Pacífico, el Asia y Oceanía, área de creciente relevancia económica y política a nivel internacional y global y que lo seguirá siendo en el presente siglo XXI. Si bien hay varios temas en que la Alianza del Pacífico tiene algo que decir, este será el central", concluyó.