Diputada Andrea Molina comenta la experiencia de Singapur en el incentivo al reciclaje de residuos

Mientras en Chile se encuentra en primer trámite constitucional una ley marco para la gestión de residuos, en Singapur comenzó la implementación de un Plan Verde, que busca hacer más eficiente el manejo de los residuos y ha permitido que el país tenga una de las tasas de reciclaje más altas del mundo. Sobre esta iniciativa y su aplicabilidad en Chile, comenta la diputada Andrea Molina, quien forma parte de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados

2014: El año del reciclaje

El tema del manejo de los residuos se ha hecho cada vez más complejo a nivel global, tanto que países como Singapur han decidido implementar grandes planes especialmente diseñados con el fin de reciclar los desechos, e incluso utilizar esta basura como energía. Bajo esta misma premisa el "Plan Verde de Singapur" tiene como punto central una estrategia de jerarquización de residuos para garantizar que los "no valorizables" (que no sean reutilizables) se redujeran al mínimo absoluto y que el resto sea reciclado, especialmente en el caso de los hogares.

Según la diputada Molina, el ejemplo de Singapur bien podría replicarse en Chile. "Nuestro proyecto de ley busca hacerse cargo de este diagnóstico que ha hecho Singapur, y que es generalizado ya en todo el mundo, incorporando la valorización de los residuos como un elemento primordial en la gestión de los mismos. Es decir, se introducen en la regulación un instrumento económico que busca generar mecanismos para aumentar los niveles de reciclaje de desechos que actualmente se disponen en rellenos sanitarios o son depositados en vertederos ilegales que en Singapur dicho de paso no existen, en parte gracias a este tipo de incentivos", sostuvo la parlamentaria.

"Otro aspecto que tiene en común nuestro proyecto con la realidad de Singapur es integrar a las empresas en esta cadena de manejo de los residuos. Los productores de algunos 'productos prioritarios' deben cumplir con ciertas obligaciones tales como registrarse, organizar y financiar la gestión de residuo, cumplir metas de recolección y valorización a través de alguno de los sistemas de gestión y asegurar que el tratamiento de los residuos recolectados se realice por gestores autorizados. De esta forma, el fabricante o importador deberá hacerse cargo del producto una vez terminada su vida útil, debiendo cumplir metas de reciclaje establecidas por el Ministerio del Medio Ambiente", añadió Molina.

En efecto, una de las primeras medidas que adoptó Singapur en materia de reciclaje fue llegar a un acuerdo voluntario con la industria de alimentos, de bebidas y de embalaje para reducir la cantidad de envases generados, lo que sirvió como primer paso para la creación del "Programa Nacional de Reciclaje", de carácter voluntario para hogares y locales comerciales. Este consistía en la clasificación de la basura en bolsas y contenedores que se recogen cada dos semanas.

En segundo término, considerando que uno de los mayores problemas de las recolecciones quincenales de desechos reciclables por hogar de Singapur es la predominancia de rascacielos -que hacen que dicha tarea conlleve tiempo y el esfuerzo extra- se incentivó a los recolectores a no dejar edificios sin "reciclar" para lo que se comenzó a pagar por el tonelaje de residuos recogidos y además se le entregó una pequeña comisión a los hogares.

En el caso de los desechos industriales y comerciales, hay una variedad de iniciativas de reciclaje que han sido desarrollados por empresas locales, incluyendo el compostaje de residuos hortícolas. Los residuos de madera además son triturados para hacer tableros que permiten alcanzar una tasa de reciclado del 37%, y de un 12% en el caso de los plásticos.

Para retirar estos desechos, Singapur cuenta con vehículos especiales para "residuos inorgánicos" (desechos de construcción, tierra, troncos de árboles, muebles usados, electrodomésticos, cajas de madera, paletas y otros artículos voluminosos), "residuos orgánicos" (alimentos y otros residuos perecibles de instalaciones domésticas, comerciales e industriales, mercados y centros de comida) y "lodos y grasas" (lodos de plantas de tratamiento de agua, los interceptores de grasa, letrinas de cierre hidráulico, plantas de tratamiento de aguas residuales, tanques sépticos y residuos procedentes de instalaciones sanitarias en los buques y aeronaves).
 
Desde el lanzamiento del Plan Verde han pasado ya ocho años y actualmente la tasa global de reciclaje de Singapur alcanza el 64% -y esperan llegar en diciembre de 2014 al 70%- lo que ha sido complementado con la eliminación de impuestos a los vertederos y una serie de políticas públicas tendientes a educar a la población en el manejo de la basura. En este sentido se ha puesto en marcha un completo plan de incineración de residuos, por medio de la construcción de seis modernas plantas especializadas. Hoy el 57% de los desechos provienen de los hogares y sólo el 43% de la industria y el comercio.