Diciembre fue un mes que los indios no olvidarán en mucho tiempo. Atentados terroristas y serios conflictos con Pakistán marcaron la agenda noticiosa en medio de los esfuerzos del gobierno por sortear de la mejor manera la crisis internacional.
CONFLICTO INDIA - PAKISTAN, ACTUALIDAD INDIA DICIEMBRE, ATENTADOS MOMBAI - INDIADiciembre fue un mes que los indios no olvidarán en mucho tiempo. Atentados terroristas y serios conflictos con Pakistán marcaron la agenda noticiosa en medio de los esfuerzos del gobierno por sortear de la mejor manera la crisis internacional.Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
Diciembre fue un mes que los indios no olvidarán en mucho tiempo. Atentados terroristas y serios conflictos con Pakistán marcaron la agenda noticiosa en medio de los esfuerzos del gobierno por sortear de la mejor manera la crisis internacional.
Mumbai al rojo
No habían transcurrido 48 horas de los violentos atentados en Mumbai cuando el gobierno indio ya decidía invocar a su alto comisionado en Pakistán como forma de protesta oficial por los ataques, que según la oficialidad india, fueron perpetrados por terroristas vinculados con este país. Al día siguiente, el Ministro de Relaciones Exteriores de India, Pranab Mukherjee, declaró que la medida tuvo como resultado el envío de una lista con nombres de posibles involucrados en los hechos de sangre.
Acto seguido, India exigió a Pakistán la entrega de estos hombres, obteniendo como respuesta que se “estudiaría la petición” y un ofrecimiento de la apertura de una investigación conjunta del caso.
Las sospechas del enlace con Pakistán surgieron luego de la detención de Azam Amir Qasab, uno de los terroristas involucrados en los atentados, que según la prensa es de origen pakistaní y estaría vinculado al grupo de la zona de Cachemira, “Lashkar-e-Toiba” (“Armada de los Puros”), aunque sus miembros negaron tener relación alguna con los ataques. Sin embargo, al día siguiente Estados Unidos, a través del director de su agencia de inteligencia nacional, declaró implícitamente que era este grupo el responsable.
Por si esto fuera poco, Associated Press citó a un oficial estadounidense declarando que el gobierno de EE.UU. había advertido a India de un plan terrorista que tenía estipulado lanzar un ataque a Mumbai desde el mar. Posteriormente, el jefe de Policía, Hassan Gafoor, apareció confirmando este reporte, diciendo que se tenía conocimiento de amenazas contra algunas de las locaciones atacadas, incluyendo el hotel Taj Mahal Palace.
Los días transcurrían y la tensión entre Pakistán e India fue escalando. Muestra de ello fue lo ocurrido el séptimo día del mes, cuando la Cancillería india debió negar la acusación por parte del Gobierno pakistaní, sobre la existencia de una supuesta llamada telefónica, realizada desde este ministerio al Presidente Asif Ali Zardari. La supuesta llamada era una amenaza realizada desde India, que hizo que Pakistán entrara en estado de alerta por un posible ataque militar indio. Finalmente, altas autoridades de EE.UU e Inglaterra intervinieron y lograron calmar la situación.
El día nueve la policía india hizo públicas las fotos de ocho de los nueve terroristas involucrados en los atentados en Mumbai y durante esa misma jornada Pakistán anunció el arresto de Jaish-e-Mohammad y de Zaki-ur-Rehman Lakhvi, dos líderes del Lashkar-e-Toiba. Ambos fueron tomados prisioneros tras una redada hecha por el gobierno pakistaní en el campo de entrenamiento del grupo. Durante el anuncio del arresto las autoridades aclararon que estos no serían extraditados a India, si no que serían procesados en su país.
Los conflictos continuaron el 12 de diciembre, cuando medios de prensa pakistaníes acusaron a India de violar el espacio aéreo de su país, señalando que jets indios sobrevolaban el territorio donde se localiza la célula terrorista Lashkar-e-Taiba. Esta incursión tuvo como consecuencia la reubicación de tropas pakistaníes que se encontraban combatiendo contra otros grupos terroristas. La nueva misión era estar alerta ante posibles ataques indios.
La Fuerza Aérea India (IAF) rechazó de inmediato estos informes y dijeron que no recibieron quejas de Islamabad (la capital de Pakistán). El día 24 en un inédito gesto de unidad, los parlamentarios de Pakistán emitieron una declaración conjunta instando a India a responder positivamente a los ofrecimientos de ayuda de Islamabad en la investigación de los atentados en Mumbai, condenando además el "exagerado" clima belicoso entre los ambos países.
El día 26 Pakistán tomó una fuerte medida: prohibió al Lashkar-e-Taiba y a la organización emparentada Jamaat-ud-Dawa, luego que Naciones Unidas declarara al primer grupo como un frente terrorista. Finalmente, el día 30, el gobierno pakistaní volvió a hacer un llamado para aliviar las tensiones con India, en el que el Ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Shah Mehmoofd Qureshi, llamó a mover sus tropas y bases aéreas lejos de las fronteras comunes, como manera de enviar una señal positiva. A pesar del anuncio de que Pakistán estaba dispuesto a cooperar, el ejército indio se negó a mover sus tropas.
Política: medidas ad hoc
El nuevo Ministro del Interior indio, nombrado luego de que su predecesor renunciara tras los atentados, Palaniappan Chidambaram, anunció el día 11 que tomaría una serie de medidas para reforzar la seguridad interna, entre ellas, el establecimiento de una agencia nacional de investigación y de un comando costero; la creación de 20 escuelas contra insurgencia y antiterrorismo, para entrenar a la policía y al personal de seguridad; y el refuerzo de las leyes relacionadas con actos terroristas.
Al respecto surgió una polémica sobre el gran número de fuerzas de seguridad destinadas sólo para personas de renombre. Ejemplo de ello es el contingente utilizado en cada político del partido gobernante: entre 60 y 70 hombres a su disposición, un número que la población considera exagerado.
Dos días más tarde, la Cámara Baja del parlamento indio aprobó dos leyes anti terroristas: una de ellas propone la creación de una Agencia Nacional de Investigación, y la otra refuerza las leyes antiterroristas, permitiendo que los sospechosos sean detenidos hasta por seis meses sin posibilidad de fianza.
Otra noticia importante sobre la política india surgió el ocho de diciembre, cuando fueron publicados los resultados de los comicios electorales en cinco estados. El Partido del Congreso, que es el gobernante, se adjudicó tres estados y su principal rival, el Partido Bharatiya Janata, dos, quizás anticipando los resultados de la contienda electoral que comenzó con la votación en estos cinco territorios y que culmina en mayo de 2009.
En relación a Chile, el 18 de diciembre fue revelada por el Séptimo Juzgado de Garantía una grabación que registra una conversación entre el ex director del Registro Civil, Guillermo Arenas, y un desconocido, donde se insinúa que la campaña electoral de la Presidenta Michelle Bachelet habría recibido beneficios económicos de la empresa india TATA. La grabación fue presentada por la fiscal Alejandra Godoy, quien investiga supuestas irregularidades del Registro Civil en la adjudicación de contratos, en el marco de la revisión de las medidas cautelares solicitada por la defensa del ex detective Jorge Donoso, quien está en prisión preventiva tras ser acusado de destruir grabaciones del ex director del organismo.
Economía: lluvia de medidas
El 5 de diciembre el gobierno indio puso fin a 22 meses de alzas y anunció la rebaja en los precios de los combustibles, que serían recortados hasta US$10 centavos el litro, aprovechando la caída en el precio del crudo para impulsar la economía.
Continuando con la búsqueda de la reactivación económica, dos días más tarde el oficialismo anunció un plan de US$4 mil millones, a lo que se sumó el recorte en un punto en la tasa de interés que realizó el Banco de Reserva de India dejando este índice en un 6,5%. Este medida es la tercera en su tipo desde octubre y fija la tasa de interés en su punto más bajo desde junio de 2006.
Añadiéndose a lo anterior, se anunció el recorte de varias categorías del impuesto al valor agregado (IVA), hasta en cuatro puntos porcentuales, para estimular el gasto de consumo. El paquete además incluye medidas para impulsar el gasto en infraestructura, ayudar a los negocios pequeños, y a los sectores de exportación con mucha mano de obra, como la industria textil y la artesanía.
Con respecto al crecimiento, el Primer Ministro Singh, quien desde el 30 de noviembre también se hace cargo del Ministerio de Hacienda , pronosticó que la economía india crecerá en un 7,5% desde diciembre pasado. Sin embargo los economistas esperan que este no sea superior a un 6,8%, en el año 2008, y un 5,5% en el 2009. Por su parte, el creciente déficit en el presupuesto indio ha tenido como consecuencia para India contar con muchas menos opciones que otros países como China, nación que el mes pasado anunció un plan por US$586 mil millones, muy distantes de los US$60,2 mil millones que India ha podido inyectar en su economía desde septiembre.
En cuanto a la inflación ha caído abruptamente, principalmente debido a la baja en los precios del combustible. El índice de precio mayorista, medida a través de la cual se percibe la inflación en ese país, registró la mayor caída en nueve meses, alcanzando un 6,84%, tras haber alcanzado su pick de 13%, en agosto. Los analistas consideran que la baja demanda por commodities como el acero y el carbón han tenido efecto en este índice. No obstante esta rápida declinación refuerza la impresión de la economía india está desacelerándose rápidamente.
Por su parte la empresa Tata Motors, una de las más grandes de india, el dos de diciembre dio un paso inusual al recurrir al público indio en busca de liquidez, mientras intenta refinanciar su adquisición de Jaguar y Land Rover. Así Tata Motors ofreció un 11% de interés anual, a quienes tomen un depósito a plazo fijo con el grupo. En India las compañías pueden captar depósitos a plazo fijo entre el público, pero es la primera medida de este tipo que Tata Motors toma en trece años.
Sociedad: golpe al corazón indio
Los atentados en Mumbai dejaron al país en shock y tuvieron varias repercusiones. Una de ellas fue el retiro de India del torneo de cricket programado para realizarse en Pakistán durante estos días. En el intertanto el panel pakistaní invitó a Sri Lanka a participar, en reemplazo de India.
Los medios de prensa también implementaron cambios tras los atentados, principalmente por la manera en que la mayoría cubrió los incidentes, la que fue ampliamente criticada por la ciudadanía y sobre todo por el gobierno, que afirmó que los medios obstaculizaron la seguridad y pusieron en riesgo vidas.
Fueron tres días en que los ataques a la capital financiera india fueron trasmitidos en vivo en la televisión, donde se pudo ver imágenes del hotel Taj Mahal Palace en llamas, de las víctimas siendo evacuadas por una entrada lateral, y del dramático rescate de los rehenes del centro judío. Algunos canales de televisión incluso hablaron con los secuestrados por teléfono celular, mientras otros transmitieron conversaciones telefónicas con uno de los victimarios.
Debido a este comportamiento extremo por parte de los medios, el día 18 de diciembre los principales difusores se reunieron y generaron una serie de reglas para cubrir eventos en vivo. Bajo estas nuevas “leyes” los medios evitarán reportear en vivo noticias que impliquen existencia de rehenes y se abstendrán de mostrar imágenes detalladas de muertos en estas situaciones.
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