Reporte mensual Japón: Un diciembre 2008 para el olvido

Por David Azócar

Un Primer Ministro con una aprobación ciudadana por el suelo, la implementación de un plan de salvataje corporativo para detener la recesión económica y la llegada de la primera importación de carne de ballena desde Islandia y Noruega para ser comercializada en el país, fueron tres de las principales noticias que marcaron el último mes del año 2008.

El mes de diciembre concluyó como uno de los peores años para las bolsas mundiales, Japón no fue la excepción y cerró el 2008 con un magro cuarto trimestre. En el lado político el desprestigio del LDP ha repercutido en un ya vilipendiado primer ministro Taro Aso, quien tras su tercer mes de gobierno acumula una popularidad incluso menor a las de sus dos predecesores el día en que dimitieron del cargo.

Diciembre de 2008 será recordado por la concreción de problemas estructurales de la política japonesa que ha llevado a que los últimos cuatro Primeros -ministros hayan ocupado ese cargo en tan sólo tres años. La razón es que la popularidad Taro Aso, actual máxima autoridad política del país, llegó al irrisorio 21% de adhesión.

Las razones para esta baja son muchas, pero una de las más importantes es que el partido gobernante, el LDP, no ha podido legitimar su plan de gobierno y ha encontrado en la Cámara Alta una muy difícil contienda con la oposición.

Tras la salida de Yasuo Fukuda (antecesor de Aso) en el tercer trimestre de 2008 se habló mucho sobre la necesidad de llamar a elecciones adelantadas, pero fue el mismo Aso quien en vísperas de Navidad descartó esa posibilidad, explicando que su gobierno necesitaba concentrarse en combatir las dificultades económicas del país, ganándose el desapruebo de un amplio sector de la población.

En Política exterior, sin embargo hubo altos y bajos. En el lado de los primeros, los primeros ministros de China y Japón más el Presidente de Corea del Sur, se reunieron la ciudad de Fukuoka (sur de Japón) para discutir sobre la crisis financiera, la principal conclusión de la cita fue el compromiso de los mandatarios a no crear nuevas barreras comerciales en los próximos 12 meses y respaldar los esfuerzos para formar una red de intercambio de divisas.

Otra buena noticia para la diplomacia japonesa fue que el 25 de diciembre Japón y Vietnam firmaron un Acuerdo Comercial, que reducirá las tarifas de casi el 90% de los bienes y servicios comerciados entre ambos. La principal ganancia para el mercado japonés es que podrá mandar partes de autos, acero y bienes electrónicos, sin impuestos a Vietnam, para su ensamblaje.

En el lado negro de la política exterior dos hechos mancharon diciembre. El primero tiene relación con un comunicado oficial de Corea del Norte donde se anunciaba que a Japón que no se le reconocerá como miembro de las Conversaciones a Seis Bandas, la mesa de dialogo constituida por China, Corea del Sur, Corea del Norte, Estados Unidos, Japón y Rusia, que discute la desnuclearización de la península coreana.

La anterior medida fue tomada luego de que Japón se negara a proveer asistencia a Corea del Norte, como parte del acuerdo de desarme a cambio de asistencia humanitaria, que fue logrado en el marco de las Conversaciones a Seis Bandas.

El segundo impass, ocurrió el día 22 de diciembre tras la desclasificación de documentos del Ministerio del Exterior japonés, los que pusieron en evidencia al ex Primer Ministro Eisaku Sato, quién en una visita a Washington en 1965, pidió a Estados Unidos estar listo para lanzar un ataque nuclear a China, en la eventualidad de una posible guerra entre los rivales asiáticos.

Dicha noticia causó gran conmoción debido a que Eisaku Sato fue galardonado en 1974 con el Premio Nobel de la Paz, justamente por su fuerte rechazo y lucha contra las armas nucleares. Sin ir más lejos, fue la misma autoridad la que formuló la política nipona anti nuclear, que estipula que el país no producirá, poseerá o permitirá armas nucleares en su territorio, y que está vigente en la actualidad.

En el lado económico la situación japonesa se puso a la par de otros países desarrollados y marcó la impronta de la palabra recesión en el imaginario colectivo de los japoneses. Las buenas nuevas, de todas formas, vienen por la ejecución concertada de políticas anticiclicas como el lanzamiento de una operación de mercado para impulsar la provisión de fondos, frente a la finalización del año fiscal en marzo, en momentos en que la demanda de liquidez se estrecha.

A lo anterior se suma que el día 20 de diciembre el Parlamento nipón aprobó otro paquete de gasto adicional de US$ 54 mil millones, diseñado para reducir los impuestos de los dueños de propiedades, dar préstamos a los negocios pequeños, y asistir a los trabajadores despedidos.

Finalmente, el Banco de Japón decidió mantener la tasa de interés en 0,3% y reveló un nuevo esquema de prestamos donde se aceptarán deudas corporativas a instituciones que tengan niveles de riesgo de calificación BBB, muy distinto al anterior que sólo permitía calificación A o más altas.

Por último, el día 5 de diciembre despidió el 2008 nipón, dando luz verde a la importación de carne de ballena desde Islandia y Noruega. El comercio es legal -y es el primero en recibirse desde el exterior en los últimos 20 años - debido a que estos tres países han adoptado excepciones a las reglas que prohíben la comercialización internacional de los productos de ballenas.

El envío consistió en 65 toneladas de carne de ballena “fin” desde Islandia, y cinco toneladas de carne de ballena “minke” desde Noruega.