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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

II Reunión Ministerial del Foro Celac-China abrió nuevos caminos para el desarrollo regional

26 enero 2018

El evento llevado a cabo entre el 22 y 23 de enero de 2018 en Santiago, contó con la participación de 24 cancilleres y nueve viceministros de países latinoamericanos y del Caribe. Para conocer más detalles de este encuentro, los principales temas abordados y sus consecuencias a futuro, conversamos con el embajador Fernando Reyes Matta, quien además de estar presente fue uno de sus principales organizadores.

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Más que abordar asuntos comerciales, la versión 2018 de la segunda Reunión Ministerial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) con China se centró en la cooperación y entendimiento político como motor de las relaciones. La incorporación de la Agenda 2030 como referencia para el desarrollo de las inversiones y la Franja y la Ruta como proyecto dinamizador de la economía, fueron algunos de los temas discutidos en el encuentro. Una revisión de este hito en las relaciones entre América Latina y China, en la siguiente entrevista.

Evaluación del encuentro

“Desde América latina y el Caribe nos permitió una oportunidad de entender con mayor profundidad política y estratégica el proyecto de la Franja y la Ruta, y sus potencialidades para América Latina a partir de aquello. Es evidente que desde esta región todavía no sabemos con detalle de qué se trata aquella propuesta que ha hecho China, especialmente en su vínculos con Europa y las potencialidades que irradia hacia otros lados.

En este caso, el foro lo cruzó la idea de que la rutas no son dos sino cuatro, como dijo la Presidenta de la República y también lo remarcó el Canciller. Las rutas son terrestres, marítimas, aéreas y digitales. Cuando pensamos en las marítimas, se trata de las conexiones que cruzan el Pacífico pero también las relaciones con Panamá como un hub, al igual que otros puertos de la región. Luego con la vinculación aérea es vital establecer varios puentes aéreos, por ejemplo cuando llevan las cerezas desde Chile al mercado chino con motivo del año nuevo.

La ruta digital todavía está expandiéndose e instalándose, pero es clave para todas las potencialidades productivas en el futuro. Así la interacción entre China y América Latina en general, y entre China y Chile en particular, se hace muy dinámica sobre todo cuando entre el día y la noche no hay distancia y cuando aunque estemos en las antípodas la vinculación digital permite pensar en actuar juntos”.

Vinculación con la Agenda 2030

”Esto es interesante porque marca una coincidencia tanto del lado chino como del lado latinoamericano. La agenda 2030 y sus Objetivos de desarrollo Sostenible (ODS) ofrecen una dimensión común para construir consensos, trabajar en torno a los distintos 17 objetivos y la posibilidad de que ahí hay que hacer vinculaciones bilaterales por una parte, entendiendo a China con el continente latinoamericano y Caribe, pero por otro lado también cómo trabajar juntos en relación con contribuciones al escenario global.

Por otra parte, es importante en este sentido el compromiso multilateral de China y nuestra región señalando que el Acuerdo Climático tiene que ser un área de trabajo a respaldar y darle continuidad y eso lo refleja muy bien la declaración política suscrita. Tal como señaló el Canciller en su declaración a la prensa, irradia en este encuentro el concepto de lo multilateral como concepto de abordad los desafíos mayores en el siglo veintiuno, pero a la vez es un mensaje muy claro a las propuestas proteccionistas que vienen de la principal potencia en el mundo”.

Perspectivas sobre los consensos para trabajar con China

”Es importante lograr consensos, América Latina todavía tiene que saber cómo construir una voz común para el diálogo con el gigante asiático. China ha emitido dos declaraciones sobre su política, el 2008 y 2016. Hasta ahora no ha existido una respuesta común de la región a esa propuesta de políticas mayores, por lo que habrá que trabajar en esa línea.

También tenemos la necesidad de articular una dimensión público-privada para los esfuerzos concretos en áreas de inversión en infraestructura, puertos y otros proyectos para los cuales los recursos, la disposición de hacerlo está muy abierta, pero requiere más integración dentro de América Latina, más integración en la región frente a grandes temas, o en áreas concretas de vinculación con dos o tres países”.

Relación con los pactos subregionales

”La relación con los pactos subregionales es complementaria, el tema se discutió al apreciar la potencialidad de la Alianza del Pacífico como área que puede tener un diálogo preferencial desde la orilla del Pacífico con China. Las relaciones y las conversaciones que se dieron entre el ministro de México, Colombia, Perú y Chile configuraron una visión de lo que hay que hacer.

Es evidente que la región no tiene homogeneidad sino diversidad por los desarrollos políticos y propuestas de desarrollo económico estratégicas. Cada país tiene sus planes, pero en esa diversidad al tener a China se constituyen en un consenso que hace que la divergencia sea un concepto concreto a ejecutar. En suma, el diálogo con China no genera una necesidad de mayor integración entre nosotros y desde allí nos cabe trabajar hasta la próxima cumbre de 2021.

Temas políticos más allá de lo comercial

”Se discutieron muchos temas y tengo la impresión que se puso énfasis en tres áreas que no estuvieron en el pasado. En primer lugar es muy novedoso que el Canciller chino subrayara que su país está dispuesto a fortalecer una industrialización de los países latinoamericanos, pero una industrialización que no responde a modelos del pasado, sino que se instalan todos los requerimientos que la modernidad digital reclama como de industrialización de avanzada. Allí en este nuevo proceso China y América Latina tienen mucho que hacer en distintos proyectos.

Lo segundo es la importancia que se marca en relación a la energía y su avance a las formas limpias, el proyecto de China de ir para un desarrollo verde, teniendo como meta al 2050 de llegar con un país innovador en ese campo, también constituyó una potencialidad fuerte de tareas por hacer. En tercer lugar, se le dio mucha importancia a señalar la urgencia de tener aproximaciones científicas y tecnológicas en un grado mucho mayor del que hasta ahora se ha hecho en forma exploratoria. Específicamente en la innovación, en las áreas metalúrgicas, pero también la innovación en la agroindustria se señalaron espacios sobre los cuales ´hay áreas concretas donde trabajar a futuro”.

Avances en materia de inversión

”Este punto es interesante porque la inversiones acumuladas sobrepasan los 200 mil millones de dólares, pero que esta predominantemente ha estado vinculada a las áreas petroleras y dos o tres proyectos de infraestructura, en tres países. De manera que si uno excluye a Venezuela, Ecuador y Brasil la inversión china es sustancialmente menor.

Entonces para los chinos la diversificación de proyectos de inversión reclama imaginación del lado americano, se señaló como una urgencia de plantear y al mismo tiempo la elección que China va a aprendiendo de cómo hacer las cosas en la región, porque de una actitud inicial de aproximación empresarial que querían seguir patrones clásicos donde si me entiendo con el Estado ya está resuelto, a saber entrar en competencia en las propuestas a ser alternativas y saber que los tiempos y las formas de postular a los proyectos para hacer inversión en la región son amplias y con formas distintas.

Quedó claro que se ha avanzado mucho en el aprendizaje de cómo concretar inversiones sabiendo que estas pasan por distintas evaluaciones en nuestra región y que se pueden dar con sectores privados como con públicos y que ambas tienen sus propios canales de garantías de decisión y de marcos jurídicos”.

Incidencia de la Franja y la Ruta en el aumento de las inversiones en el mediano plazo

”Diría que en parte si uno toma los proyectos de infraestructura y los liga con la potencialidad que eso significa para la vinculación con la nueva ruta de la seda, se vincula una cosa con otra. Es evidente que desde el lado chino hay una especie de afán de vincular muchas cosas, algunas que ya están en acción en el proyecto de la ruta de la seda.

Esto no deja de ser un poco desconcertante para el lado latinoamericano. Hay países para los cuales esto ha resultado precipitado, pero del lado chino la idea de vincular muchos de los proyectos a ejecutar en la región se enlaza con la ruta de la seda que es muy fuerte. De tal modo que ahí hay un área de desafíos para entender la plataforma conceptual china, de cómo está viendo todas sus extensiones en inversión, infraestructura, proyectos mineros, demandas agroindustriales, etc. Y como esto lo están vinculando ahora con la visión más grande de la ruta de la seda”.

Heterogeneidad política en la región y la relación a futuro con China

“Para China la existencia de Celac constituye el referente principal e institucional de la región para el diálogo. Ellos entienden que haya una Alianza del Pacífico, que existe Mercosur, Unasur, entre otras en Centroamérica. Sin embargo, en términos de decisión política el diálogo político estratégico en el mundo se está reformulando, lo quieren a través de Celac. En ese sentido también tenemos desde allí ese espacio para construir vinculaciones políticas fuertes.

Así lo dice la declaración política, que estos vínculos se darán a través de la interacción de organizaciones juveniles, las becas educacionales, el diálogo de los partidos políticos, cualquiera sea su diversidad de miradas y enfoques, pero también a través de los Parlamentos. De modo tal que reconocen los distintos espacios de vinculación, remarcando de manera muy fuerte las interacciones académicas y de la sociedad civil.

En lo académico se destaca la trascendencia que tuvo el primer foro académico Celac-China llamándose a que se constituya una base para seguir en las mismas líneas de perspectivas de intercambio de académicos de un lado o de otro”.

Características de la declaración política

”Hubo toda una complejidad, desde un primer momento hubo discusiones que se intensificaron a partir de noviembre en adelante, esto porque China insistía en que el lema mencionara la Franja y la Ruta. Se buscaron distintas aproximaciones, hubo países latinoamericanos más grandes que señalaron que no les parecía pertinente poner un lema que tuviera eso como referencia.

Sin embargo, la solución política que emergió por parte del lado chileno es que exista una declaración especial sobre la franja y la ruta, lo que generó una altísima satisfacción en términos políticos del lado chino y permitió superar algo que estaba generando tensiones y crear una dinámica de diálogo positiva.

Esta declaración especial constituyó una respuesta adecuada y consolidó que el Celac es capaz, no obstante las diferencias, de generar instrumentos comunes y consensuados para atender su relación con China. Por otra parte, la declaración política abre espacios porque reconoce que bajo el paraguas general de Celac cabe impulsar proyectos bilaterales, subregionales y regionales, cada uno con sus propias dimensiones, potencialidades y metas”.

Más de los puntos acordados en la reunión en la Declaración de Santiago.


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