Seminario Asia Reps: Las nuevos polos de desarrollo y oportunidades comerciales con China

La riqueza y el éxito comercial en las próximas décadas descansará en gran medida en la asociación con China, la segunda economía del mundo y el mercado emergente más dinámico y masivo de la historia. Y mientras Chile ha logrado posicionarse como un gran socio del gigante asiático, a nivel latinoamericano, aún existe un abismo que nos queda por sortear para atrapar la olla de oro al final del arco iris. Así quedó claro en el seminario “Chile y los nuevos polos de desarrollo con China”, presentado  por Asia Reps y Sofofa el 27 de julio del 2011.

En el evento expusieron el ex embajador de Chile en China (2006-2010), Fernando Reyes Matta, la directora de Asia Reps, Yung Han Shen, el director de la Fundación Chilena del Pacífico, Manfred Wilhelmy, y Félix de Vicente, director de Pro Chile, entre otros.  En general, las exposiciones partieron de una visión compartida, que reconoce las ventajas y desventajas de Chile en la profundidad de las relaciones con China.

Se trata en el fondo, de un aspecto más bien cualitativo. Mientras la infraestructura pública y privada chilena se ha solidificado en China, asegurando así la fluidez creciente de negocios entre ambas naciones, nuestra diversificación de productos, la inversión cruzada  y la participación de empresas chilenas en China siguen siendo modestas.

Según el director de Pro Chile, la economía chilena pasa por un excelente momento debido a la relación comercial con China. Sólo ese país asiático adquiere un cuarto de la producción total exportada del país. Mientras la crisis del 2008-09 hizo tambalear a las economías más fuertes con una caída del 27% de sus exportaciones, Chile sólo lo hizo en un 17%. Pero este colchón asiático que nos mantiene entre las naciones optimistas post crisis, se concentra altamente en unos pocos productos chilenos y se acompaña de una magra inversión china, que a la fecha no supera los 250 millones de dólares. En  cuanto a las exportaciones no tradicionales, sólo el equivalente a 500 millones de dólares van a China, nuestro principal socio comercial. Un parámetro para entender esto, arrojó de Vicente, son los 800 millones de dólares que Perú adquiere de exportaciones no tradicionales en nuestro país cada año.

Para revertir esto, el Estado chileno se ha encargado de duplicar su presencia en el gigante asiático. Ya suman cuatro las oficinas de Pro Chile en China y en noviembre se inaugurará una sala de negocios  en Cantón.

Para la directora de Asia Reps, Yung Han Shen, parte del problema pasa por la “falta de herramientas, la cantidad de prejuicios y paradigmas que, entre otras cosas, pueblan las relaciones entre Chile y China. Una forma de soslayar esta distancia es la de familiarizar a los chilenos con el continente asiático. Así, en conjunto con Pro Chile, la Cámara Nacional de Comercio, Corfo, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consejo Bilateral de Negocios Chile-China de la Sofofa, Asia Reps se ha encargado de gestar el programa “Futuros Líderes y China del siglo XXI”, que permite a jóvenes profesionales chilenos conocer China y las oportunidades de negocios con ese país y el Asia en general. Entre los prejuicios sobre China heredados del siglo XIX y XX en Chile, está la idea de que los productos chinos son baratos y de mala calidad. Yung Han Shen recordó que en la actualidad el 60% de las marcas de lujo del mundo tienen líneas de producción en China. También que es el quinto país con más patentes y propiedad intelectual en el mundo y que, según el FMI, China será la primera economía mundial para el 2015.

Manfred Wilhelmy hizo hincapié en el desarrollo controlado de China. Una de las ventajas que presenta esta economía emergente, es el carácter centralizado de sus decisiones políticas y económicas. Basta conocer los lineamientos del plan quinquenal de desarrollo para adelantarse a las tendencias de crecimiento en ese país. El último plan, que cubre el 2011 al 2015, está enfocado en el crecimiento del mercado interno. Si la mayor insatisfacción con el sistema se concentra en las áreas rurales y regionales, es posible identificar a estas áreas como el principal foco de atención del buró político del PCCh para estimular el desarrollo y mantener la estabilidad social, política y económica. En otras palabras, donde se recibirán mayores estímulos para el desarrollo comercial e industrial.

El ex embajador de Chile en China, por su parte, enfatizó la falta de participación de los productores chilenos en el mercado asiático. Mientras se ha establecido una infraestructura ad-hoc para el comercio entre Chile y China, aún falta que la gran mayoría de los emprendedores y productores chilenos se abran a la idea del mercado asiático.  Reyes Matta recordó que ya contamos con tres grandes hitos, que son la formación del Consejo Binacional de Negocios Chile-China, la apertura de la oficina del Banco de Chile en China y la firma del TLC entre ambos países. Sin embargo, aún hay que estimular la inversión bilateral, la exportación no tradicional y, no menos importante, el conocimiento que nuestra cultura de negocios tiene de las particularidades de la contraparte china.

Finalmente, en su exposición el ex embajador mapeó los polos de desarrollo chino en la costa este. Cada uno de ellos, sostuvo, es un potencial mercado y tiene características y oportunidades distintas para los exportadores e importadores chilenos. Más allá de Hong Kong y la afluente del Río Perla, la bahía de Bohai, con sus 60 puertos a 28 minutos de Beijing y la mítica Shanghai, hay otras zonas estratégicas por explorar que presentan distintos potenciales, millones de habitantes y recursos financieros, además de diversos intereses en los que podrían tener cabida los más de 5000 productos chilenos de exportación.