Shenzhen, la ciudad china que cautiva a los empresarios chilenos

Situada frente a Hong Kong, este centro de alta tecnología además de marcar la pauta económica en el gigante asiático, está convirtiéndose en una creciente entrada para los productos nacionales. Este viernes 7 de agosto, en el Hotel Marriott, se realizará la presentación “Shenzhen, puerta de entrada al comercio, innovación, tecnología e inversión”.

El empresario chileno Cristóbal Cummins viaja todos los años a Oriente a buscar y regatear por los más diferentes productos. “Si buscas textiles, debes ir a Guanzhou; las cosas electrónicas las encuentras en Shenzhen, porque es lo más cercano a Hong Kong y están unidos por un puente”, sugiere quien recientemente, junto a Óscar Guillermo Garretón, creó la firma Chi Link para importar y exportar hacia el gigante asiático.

El 2008, una delegación chilena visitó esta ciudad al sur de China, que despunta por su modelo económico. En la comitiva iban los senadores Evelyn Matthei y Fernando Flores, además de Eugenio Tironi, Patricia Matte, Agustín Edwards, Richard von Appen, todos encabezados por Claudia Bobadilla, gerenta general de País Digital, entidad que organizó la gira con el objetivo de fortalecer la importancia de las tecnologías entre los líderes empresariales.

Fue precisamente Claudia Bobadilla quien, en la revista Poder,  destacó: “Es aquí donde nace la empresa Huawei, líder mundial en proveer redes de telecomunicaciones. Se trata de una de las pocas compañías 100% privadas de China. Sus profesionales tienen un promedio de edad de 29 años, y la innovación es su clave: invierten el 10% de sus ventas (de las cuales el 72% son al extranjero) en esta área. Así, han roto el paradigma de que lo hecho en China es de mala calidad”.

Otro que comprendió la importancia de Shenzhen, fue Esteban Obrecht, quien recientemente abrió un sucursal de su empresa Bright Choice Holding Limited, la cual brinda servicios logísticos a las compañías extranjeras que importan desde China.

El rubro agropecuario también tiene fuerte lazos con Shenzhen, que es  uno de los puertos del sur de China donde se consume más fruta fresca que proviene desde nuestro país. “En la comercialización de cerezas, en mercados de mayor poder adquisitivo, Guangzhou y Shenzhen por ejemplo, prefrieren las cerezas de piel más oscura asociándolas a un grado de dulzor mayor”, explica el ingeniero agrónomo Pablo Escalona.

Surge un modelo de ciudad

Shenzhen, ubicada en la sureña provincia de Guangdong, es un ejemplo de ciudad moderna. Pasó de ser un poblado de pescadores a una gran metrópoli, desde que el gobierno chino la declaró como zona económica especial. En la actualidad es una de las ciudades de mayor crecimiento del mundo. Su población actual bordea los nueve millones de habitantes,  el ingreso per cápita anual es de US$ 8.800 –el más alto de China- y recientemente fue declarada por la UNESCO como una ciudad creativa.

Esta ciudad, situada a 45 minutos en automóvil de Hong Kong, sumó este año un nuevo estímulo a su economía. El gobierno chino abrió una nueva bolsa de comercio llamada Growth Enterprise Market (GEM), que permitirá a compañías vender activos al público.

Su demografía está caracterizada por una abundante población intelectual: actualmente en la ciudad viven 1,67 millones de profesionales y el 20% de los chinos con doctorados. Asimismo, cuenta con una gran masa obrera con baja educación que migró a la zona.

Cómo llegar, dónde ir:

- Este viernes 7, en el Hotel Marriott se realizará la presentación “Shenzhen, puerta de entrada al comercio, innovación, tecnología e inversión”. Para más información escribir a proyectos@asiareps.cl
- El ticket aéreo (hasta Hong Kong) oscila entre 2.100 y 2.400 dólares.
- Una noche en el Crowne Plaza Shenzen cuesta 130 dólares app.
- Imperdibles son el centro comercial Luohu Commercial City, el China Folk Culture Village (parque que muestra la vida de más de 50 grupos étnicos del país) y el parque Window of the World (con más de 130 reproducciones de famosas edificaciones del mundo)
- Muchos turistas que llegan a Hong Kong, prefieren ir a comer a los restaurantes de Shenzen, pues gastan menos de la mitad. También los masajes y los salones de belleza cuestan un décimo de lo que cobran en Hong Kong.