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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

La apuesta de Singapur por la ciencia y la programación en su sistema educativo

07 marzo 2018

Los buenos resultados en las pruebas internacionales no solo se explican por el énfasis en matemáticas, también por la creación de un ambiente de colaboración y confianza en el autoaprendizaje que permite el desarrollo de una metodología de pensamiento en niños de todas las edades.

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Singapur es la nación en el mundo que más énfasis ha puesto en el desarrollo de su sistema educativo. Además del establecimiento de la ciencia y las matemáticas como sus valores centrales, a partir del 2014 comenzó con una iniciativa para enseñar programación en sus escuelas públicas. Esto trajo como resultado que un año después de su implementación, más de mil niños finalizaron el nivel avanzado. Más información sobre esta experiencia, a continuación.

Autoconfianza y colaboración para desarrollar la ciencia en las aulas

Entre todos los miembros de la OCDE, Singapur supera ampliamente al resto de los países en la prueba Pisa que mide el conocimiento de los jóvenes de 15 años en ciencias, matemáticas y lectura. En ciencia, nuevamente la ciudad Estado obtuvo el primer lugar el año 2015. Esto no solo se explica por el éxito en la aplicación del conocido método Singapur de enseñanza de las matemáticas, sino también por la prioridad que el sistema educativo le da a las ciencias en general, mezcladas con políticas que permiten la creación de un buen entorno para el aprendizaje, donde juegan un papel importante los recursos en la infraestructura de las escuelas y la heterogeneidad en la composición socioeconómica de los centros educativos.

Según los resultados de la prueba Pisa 2015 entregados por la OCDE, el buen nivel de los jóvenes en Singapur les permite que a los 15 años puedan utilizar ideas científicas abstractas para explicar fenómenos complejos. Algo similar sucede en matemáticas, facilitándoles organizar soluciones a problemas complejos a través de formas de pensamiento lógico utilizando distintos tipos de información. Tales avances son relevantes para el desarrollo de los estudiantes, pues el objetivo del sistema educacional singapurense es que piensen como un científico.

Los líneamientos seguidos por la ciudad Estado para la educación de su población más joven, fueron trazados inicialmente en 1959 cuando la sobrevivencia de la nación era un desafío perentorio, sin embargo luego de una serie de fases de modernización, el año 2012 el Ministerio de Educación del país asiático estableció una nueva misión. Se trata de crear en los estudiantes las competencias necesarias para afrontar el siglo XXI. Estas competencias no solo reafirman la necesidad de darle continuidad a las matemáticas como herramienta para el desarrollo del conocimiento y posterior empleabilidad de la población, sino también a la ciencia como una capacidad de adquirir conocimiento por sí mismos.

De esta manera, los valores centrales de la educación singapurense son la ciencia y la matemáticas, que se pueden aprender a través del autodescubrimiento, la autoadministración, la toma de decisiones responsable y el manejo de las relaciones sociales. Todos estos valores son a su vez guiados por los principios de colaboración, comunicación, pensamiento crítico e invención. Todo lo anterior, a la luz de la necesidad de que desde temprana edad los jóvenes desarrollen confianza en sí mismos.

En el análisis de los resultados por país entregado por la OCDE, se señala que cada escuela en Singapur ofrece distintas experiencias para que los estudiantes puedan tener confianza en sus propias capacidades cognitivas. De tal forma, se ofrecen programas extraescolares de educación holista como música, arte y deportes que permitan desarrollar competencias emocionales. Adicionalmente, todos los estudiantes deben participar de campañas o programas de acción que permitan construir un sentido de responsabilidad social hacia sus propias comunidades.

Ciencias y programación desde la primera etapa escolar

Parte esencial de la enseñanza en ciencias se da por el entorno y la infraestructura, ambas condiciones se dan por el ambiente que logran los profesores y la cultura de trabajo que se produce en el aula. En un artículo de Jeevan Vasagar publicado en 2016 en el Financial Times, describe a las escuelas singapurenses como lugares industriosos donde los niños pueden trabajar en complicidad con sus profesores, ya que cuando no logran la atención de sus alumnos no se desesperan, sino que insisten de buena manera, refiriéndose con la frase “mis queridos” para obtener nuevamente la atención.

Sin embargo, el mismo texto señalan como una de las característica más llamativas, la cantidad de elementos tecnológicos presentes en las salas de clase con el fin de aprender electrónica y programación. Estos van desde mini tableros de circuitos para producir luces LED, hasta pequeños computadores para realizar pruebas de programación. Mientras los estudiantes examinan, el profesor circula alrededor de aula familiarizando a los alumnos con los códigos. Este trabajo permitió el 2016 a alumnos de la Amiralty Secondary School, la construcción de un brazo robótico.

Tal formato de enseñanza forma parte de un programa implementado el 2015 cuyo fin es introducir progresivamente clases de programación de software en las escuelas públicas del país. De esta manera, los estudiantes pueden aprender a escribir códigos en el aula. Este programa es impulsado por la Autoridad de Desarrollo de Infocomm (IDA), una agencia gubernamental encargada de difundir y desarrollar la industria del Internet en todo el país. En el reporte Construyendo una Nación Inteligente, publicado anualmente por el IDA, su ejecutivo principal James Kang se refirió a la importancia de esta iniciativa para el desarrollo de la nación. “La tecnología de la programación está llegando a ser más omnipresente y todos reconocemos que será un catalizador estratégico para las ventajas competitivas de Singapur”, señaló.

Gracias a este programa, en todas las escuelas públicas de la ciudad Estado existen los instrumentos para enseñar programación. Durante el primer año de funcionamiento del programa de IDA, más de mil quinientos estudiantes finalizaron la fase de conceptos informáticos avanzados. Según Terence Lee, en una nota publicada en la revista Tech in Asia, a estudiantes de escuelas primarias se les ensaña a usar software de diseño en 3D y a los adolescentes en el lenguaje de Python con el fin de crear aplicaciones web.

Ventajas cognitivas del aprendizaje en ciencias y programación

Entre de las consecuencias inmediatas de la enseñanza de programación en niños y jóvenes de temprana edad, es que los padres reconocen el valor de estos conocimientos. “Son competencias técnicas para la economía moderna y quieren que sus hijos programen grandes obras a temprana edad. Es por ello que en dos años la tasa anual de inscritos en estos cursos aumentó en un 30 por ciento “, destacó en su publicación.

Una opinión similar tiene Felipe Caro, experto en educación de la Universidad de Chile, para quien la ciencia más que una materia obligatoria es una forma de pensamiento. “Hay que entender que la construcción curricular en primaria y secundaria siempre es pensando en sobresalir en las pruebas internacionales estandarizadas, pero también que los niños incorporen de manera sistemática una metodología ordenada de pensamiento. Esta es una de las grandes críticas que se le hacen a nuestro país a nivel internacional. Eso no significa que debiéramos tener un sentido matemático en la toma de decisiones, pero sí funciona el que los jóvenes entre los 14 y 17 años se enfrenten a teorías y un razonamiento científico que genere un pensamiento lógico y, por lo tanto, una mayor comprensión de los distintos fenómenos que nos involucran como seres humanos.

En la misma línea, se mostró de acuerdo con la experiencia de Singapur en cuanto a que la ciencia y la programación deberían implementarse en la educación pública. “La incorporación y profundización de la forma en la que este conocimiento se entrega es naturalmente a través del fortalecimiento de las ciencias, entendiendo que no necesariamente hay que sacar bioquímicos o especialistas en física cuántica, ni grandes biólogos, sino simplemente que tengan un conocimiento lo suficientemente poderoso y estructurado para que puedan generar una metodología de pensamiento que ayude en la experiencia del aprendizaje. Es importante focalizar la inclusión de las ciencias en ese elemento, en disciplinar la metodología mental de nuestros propios estudiantes para que puedan enfrentarse a distintos tipos de problema, ya sea de las ciencias exactas o de las ciencias sociales”, agregó.

Posibilidad de incorporar más ciencia y programación en la educación pública chilena

La importancia de incorporar asignaturas sobre programación, cumple con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 sobre educación de calidad, particularmente con la meta 4.4 sobre "aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento".

Consultado sobre la factibilidad de que el sistema público chileno le de mayor importancia a la ciencia y la programación en sus programas curriculares, Felipe Caro reconoció esta posibilidad como un asunto necesario. “Es importante que los niños y niñas comiencen a enfrentarse con la lógica de la programación en edades tempranas, es decir, que logren programar en distintas plataformas. Esto les facilitaría una metodología propia de aprendizaje, pero sería también necesario por una razón muy sencilla, el 80 por ciento de la distribución de las herramientas de trabajo son de naturaleza tecnológica, por lo tanto ese 80 por ciento usa un tipo particular de lenguaje en el cual es necesario revisarlo y tiene que ser programado. Cuando un programa cualquier tipo de elemento como un smartphone o un computador, básicamente lo que hace en un lenguaje técnico es estructurar órdenes, de causa y consecuencia, por lo tanto podría ser una herramienta importante de incorporarlo”, sostuvo.

Sobre si las clases de programación están lejos de nuestra realidad, el experto se mostró optimista en cuanto a que es una posibilidad que no está tan lejana. “Siempre se puede partir por planes pilotos. Hace algunos años la sola posibilidad de que incorporáramos los computadores a las salas de clase como una herramienta para fomentar el aprendizaje de los estudiantes era visto absolutamente como una locura. Dentro del mercado laboral uno de los conocimiento básicos que se espera que conozcan los egresados de cuarto medio es que por lo menos tengan un nivel de manejo usuario de plataformas transversales como Word o Excel que facilitan la interacción en el mundo profesional. No creo que estamos tan lejos, de la misma manera que de a poco empezamos a romper la barrera social, donde no todo el mundo tenía acceso a un computador y había una analfabetización digital que ha ido disminuyendo con el uso de los teléfonos inteligentes”, sentenció.


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