Intercambio comercial con China: A trabajar el matrimonio

Chile y la República Popular China han mantenido por 37 años, una relación que ha sido definida como de carácter integral. En términos muy simples, puede asimilarse a una relación amorosa entre dos personas, la cual comienza con múltiples gestos de amistad y de confianza; se profundiza por medio de un mayor conocimiento y afiatamiento entre ambas personas, lo cual a la postre, conduce a la pareja a establecer un vínculo más formal, por escrito, con responsabilidades y logros para compartir y celebrar.

A través de una serie de “Primeros”, Chile ha logrado sentar las bases para una sólida relación con China. Entre otros son frecuentemente recordados por los chinos el haber sido el primer país latinoamericano en reconocer al gobierno de Beijing como el legítimo representante de los intereses del pueblo chino; el primer país en el continente americano en culminar el proceso que permitiría el acceso de China a la Organización Mundial de Comercio, y el primer país individual del mundo, en alcanzar un acuerdo de libre comercio en bienes, con la nación que hoy presenta el mayor índice de crecimiento en el número de consumidores con ingresos medios en Asia: ya suman más de 230 millones de personas en apenas 15 años. Para el 2020, el número deberia superar los 700 millones de potenciales consumidores de productos tales como fruta fresca, vino, lácteos y diversas carnes. Todos productos que Chile busca introducir actualmente o en un futuro cercano, directamente a este dinámico mercado, el cual va más allá de los mercados de Beijing, Shanghai o Guangzhou. El futuro de Chile en China va mucho más allá que aquellas tres mega-ciudades.

El próximo viernes, 11 de abril, la Presidenta Michelle Bachelet presidirá en una ceremonia a realizarse en la isla de Hainan – junto a su homólogo chino – Hu Jintao, la firma de un documento inédito en la historia comercial de China con América Latina: el Acuerdo Suplementario de Comercio de Servicios del Tratado de Libre Comercio. Se trata del primer convenio bilateral de este tipo que rubrica China con un país del continente americano, más una nueva y poderosa herramienta para el sector privado chileno en su búsqueda de mayores oportunidades en un mercado cada dia más globalizado, interdependiente y competitivo. Ciertamente sentará las bases para una nueva fase de negocios entre ambos países, abarcando áreas tales como los servicios de comunicaciones; construcción; distribución; educación; medio ambiente, turismo y recreación, entre otras.

Claro está que la relación entre Chile y China contará con un nuevo medio que permitirá a las personas de negocios de ambos países dar un salto cualitativo y cuantitativo. Será la tarea de la delegación chilena que participará en los análisis y debates a realizarse durante la Tercera Reunión del Consejo Binacional de Negocios, a celebrarse el 14 de abril en Beijing, visualizar los ámbitos que deben ser reforzados como así también evaluados periódicamente, con el propósito de trabajar a plena máquina una relación cuyos actores están conscientes de las potencialidades que depara el futuro si acaso el compromiso asumido se envigoriza por medio del emprendimiento e innovación de sus sectores empresariales, mano a mano con el trabajo que pueden desplegar los sectores públicos de estos dos países del Pacífico.