Ricardo Echenique: Un chileno soñador suelto en China

Corrían los primeros meses de 2006 cuando Ricardo Echenique regresó a Chile, trayendo consigo un currículum viajero impresionante forjado durante trece apasionantes meses: Namibia, Lesotho, Suazilandia, Mongolia, India, Inglaterra, Sudáfrica y China eran sólo algunos de los lugares que fueron testigos de las aventuras de este patiperro soñador. Durante algunas semanas Ricardo dedicó cada día a compartir con su familia y cada noche a planear la realización de su sueño: aprender sobre nuevas culturas, idiomas y en un principio ayudar en causas sociales. Fue así como tras volver de África, pensó que lo ideal era recalar en China. “Me fijé en este país principalmente porque el costo de vida es muy inferior a Chile, porque hay becas que financian el 100% de la estadía y de los estudios, además porque es una potencia mundial que cuenta con una cultura milenaria y porque mi padre se dedica a la medicina china desde hace 30 años”, nos explica.

Tras realizar los trámites de rigor, Echenique aterrizó en agosto de aquel año en el gigante asiático y decidió alejarse de los idiomas que manejaba, como el inglés y el español, para aprender chino. Fue así como desechó vivir en Beijing, Shanghai y Guangzhou, para elegir una ciudad tranquila y muy económica: Wuhu, ubicada en la Provincia de Anhui. “Al momento de tomar la decisión tenía muy pero muy poca plata, y ahora, contando el valor de la universidad, que me lo financio, no gasto más de $200.000 al mes, lo que no deja de asombrarme porque hago todas las cosas que me gustan”, nos cuenta. Acá vivo con una familia china, la maestra Zhang Zi Ying y su marido Lang Yi Ping, que se dedican todos los días a enseñar artes marciales, son muy buena gente, cocinan mezclando el yin y el yang, y no hablan nada de inglés, ideal para mí”, nos cuenta.

Lost in Wuhu

 ¿Cómo describirías tu vida en China?

Mi vida es muy sencilla pero entretenida. La diferencia principal se da en las mañanas. Mientras estuve de vacaciones me levantaba a las 5:15 am. y partíamos con mis maestros al Parque, donde hacíamos media hora de qigong (chikung, ejercicios de energía), después practicaba Taijiquan (Taichi) y Xingyiquan (Hsing I) hasta las 10:00 am. Pasaba a tomar desayuno chino, dumplings (jiaozi) o un panqueques gigantes rellenos con lechuga, masa de huntun (wantan) y salsas, o tallarines y me iba directo a dormir, muy cansado. A las 11:30 almorzaba con los maestros en nuestra casa. Cuando comenzó la universidad, deje el Wushu (artes marciales) e iba a clases todos los días de 8:00 a 11:30. Clases de gramática, escritura, expresión oral, comprensión auditiva y caligrafía china antigua (shufa). Después almorzaba en restaurants chinos baratos y ricos.

Las tardes con o sin clases han sido similares. No tengo una rutina porque eso me aburriría pero leo la prensa de Chile, China, USA, Cuba e Inglaterra, navego en Internet, busco nuevas tendencias y oportunidades, chateo y ayudo a muchas personas en la red, trabajo algunas horas en temas relacionados con negocios, trato de aprender otros idiomas como ruso o vietnamita y, como no tengo televisión, compro DVDs y veo muchas películas, salgo a conocer, me junto con amigos y compañeros, ceno como a las 19:00, salgo a un pub o descanso y escribo en mi blog: http://ricardoechenique.spaces.live.com, entre otras cosas. Me duermo como a las 2 de la mañana, nada chino en ese sentido, por acá el lema es “levantarse temprano, acostarse temprano y la salud estará muy bien”.

¿La adaptación es complicada?

Este tema es absolutamente personal. He conocido gente que le ha costado mucho acostumbrarse a vivir en China, porque no les gusta la comida, se aíslan, no comparten. Por mi parte, la adaptación no ha sido nada complicada. Hay muchos mitos con respecto a China, como que comen puras cochinadas, que todo es sucio, pero eso tiene una gran cuota de ignorancia. En términos de la vida diaria, China tiene casi todo lo que un occidental come o utiliza para vivir, más todas las cosas chinas que allá no tenemos, así que en ese sentido es un plus, uno gana estando acá. Con respecto a las costumbres y cultura, recomiendo leer y estudiar antes de venir, a mi ya no me sorprende casi nada, pero hay gente que viene acá y no tiene idea de nada, entonces, claro que se sorprende con ciertas costumbres que para nosotros son nada de agradables. Con respecto al tema familiar y de las amistades, Internet es el medio perfecto, uno está a un sólo click de sus seres queridos, hablo por chat con mi linda madre más que cuando estaba en Chile.

No sólo de pan vive el hombre...

Aunque Ricardo afirma que su principal motivación para estar en China no es hacer negocios, dice que al haber tantas oportunidades, le fue imposible no aprovecharlas. Su preparación como economista y Master en Marketing le ayudó a comprender en estos meses cómo funcionan los negocios en aquel país, como hay que tratar a los chinos. Además, participó recientemente como invitado en la delegación chilena presidida por el entonces Presidente del Senado, Eduardo Frei. “He formado una buena red de contactos, con chilenos, chinos y extranjeros, y además me traje unas representaciones de unas empresas chilenas acá. Por lo que en estos momentos estoy viendo en que áreas me enfocaré”, añade.

Y con respecto al fracaso, palabra que según Ricardo no está en su vocabulario, nos cuenta una anécdota anécdota: “con la poca plata que tenía, luego de viajar por más de un año, compré el año pasado USD3.000 en unidades del mejor curso de Chino-Español que existe en China y el mundo, con multimedia, CD, mp3, y el 15 de octubre los envié a Chile con el objetivo de venderlos en diciembre. Pague el servicio de una empresa que decía que en un mes llegaban a Chile. Bueno, en enero de 2008 aún no llegaban los cursos a Chile y me dijeron que me darían una respuesta en 90 días más”. Ricardo recomienda al respecto tener cuidado al elegir proveedores, compradores y servicios de encomienda y “no tirarse a morir por esas cosas, hay que aprender no más y tomarlas como una anécdota que eso sí, que no debe volver a ocurrir”, aconseja.

La guía del emprendedor de Ricardo

Con la experiencia que Ricardo ha ganado, no duda un segundo en darnos lo que para él son los aspectos claves a considerar tanto para el emprendedor intrapreneur (dentro de una empresa) como entrepreneur (formando una empresa).

a) Tener una visión clara, un sueño creíble que motive desde lo más profundo.

b) Reunir mucha información, filtrarla, analizarla y aprender aquella que realmente le genere valor, en la sociedad del conocimiento eso es un deber.

c) Decidir qué tipo de emprendimiento desea hacer, no será lo mismo si elige venir y ser un intermediario, un trader, o venir a establecer un negocio en China, o venir a trabajar en una empresa China o Extranjera. Son negocios distintos que implicarán estilos de vida diferentes que tiene que tenerlos muy claro a la hora de decidir.

d) Comenzar a hacer una red de contactos, de chilenos y extranjeros que quieran hacer negocios con China y viceversa. Puede recurrir a amigos, a sitios de Internet, conseguirse bases de datos en ProChile y acudir a la Cámara de Comercio e Industria Chileno-China AG (de la cual Ricardo es su delegado en China). Información hay de sobra. Ojala lograr reunirse con todas las personas que necesite en Chile porque una vez que llegue acá ya será un poco tarde.

e) Elegir bien la ciudad donde se vendrá a vivir. Esto dependerá de lo que quiera emprender, muchos chilenos que trabaja en temas relacionados con comercio exterior eligen vivir en o en ciudades muy cercanas a los tres polos comerciales de China, Beijing/Tianjing, Shanghai o Guangzhou (Canton). Pero si lo que quiere es armar su propia empresa de servicios o de bienes de consumo, no debe descartar venir a ciudades que están más al interior de China o más pequeñas.

f) Averiguar acerca de la visa, los permisos de residencia, y los costos asociados a comenzar un emprendimiento. Como dato formar una empresa en China es caro y lento, por lo que recomiendan hacer los papeleos en Hong Kong donde es más eficiente.

Echenique termina su útil lista hablándonos sobre lo que, para él, es lo más importante: "para lograr los objetivos que uno tiene es la motivación. El que realmente quiere hacer algo lo va a lograr, pero el problema es que muchos chilenos se ponen trabas ellos mismos. Les diría a los que están con dudas, si estás preparado y crees en ti házlo, ¿si tu no crees en tu potencial como piensas que los demás van a creer en ti? Los temas relacionados con la plata y la lejanía de Chile son secundarios cuando uno tiene un gran sueño".

A pesar de todas sus experiencias, este emprendedor se despide de nosotros afirmando que se siente un ciudadano global y que espera estar varios años más en China para aprovechar de recorrer el sudeste asiático. "Luego espero volver a India, ir a ayudar Palestina y después partir a África otra buena cantidad de años. Esos son mis sueños hoy, pero veré las oportunidades que se irán presentando y de seguro tomaré las decisiones que me hagan mas feliz”, concluyó.