Viaje a Japón con CEIJA

Con un pasaje ida y vuelta a Japón para el mejor alumno, terminó el año en el Centro de Estudios Integrales de Japón, CEIJA. La organización, formada en marzo de 2007, partió con 17 alumnos de japonés y terminó con 50. De colegiales a un abuelo de 82 años, son los interesados en el idioma y cultura japonesa. La ganadora del premio cuenta su historia y su motivación por lo japonés.

La ceremonia de graduación de los cursos regulares del Centro de Estudios Integrales de Japón se llevó a cabo el jueves 6 de noviembre en la Casa Central de la Universidad de Chile. En esa instancia se le hizo entrega a Elena Vidal, una joven bioquímica de 28 años, de un pasaje ida y vuelta a Japón. Esto por haberse destacado como alumna de idioma y haber demostrado madurez suficiente como para arreglárselas sola en un Japón, para ella, alucinante.

Lissete Ruiz, Directora de CEIJA, cuenta cómo se dio esta posibilidad. “Cuando recién nos formamos, hubo un auspiciador interesado en la cultura japonesa y en nuestro surgimiento, él nos donó un pasaje a Japón para el mejor alumno del año. Se pasó por una primera etapa de selección de notas, siguió la evaluación de actividades relacionadas con la cultura japonesa por parte del alumno y terminó con una entrevista que mide la madurez del alumno en función de que aproveche bien el viaje”, enfatiza.

Y la ganadora es…Elena, quien llegó a interesarse por el idioma y la cultura japonesa mirando anime. “De chica siempre me gustó la cultura japonesa, la conocí a través del anime y el manga. Veía las típicas series que daban en la tele y después me empecé a conseguir las que venían en japonés sin subtítulos, como Dragon Ball. Hace 10 años, además, iba a los ciclos de animé que organizaba Juan Andrés Salfate en el Cine Arte Alameda. Me empezó a gustar la cultura y los paisajes a través de manga y anime”, relata.

Definitivamente, el animé es el impulsor. “Hay gente que se interesa en aprender japonés y llegan a través de las artes marciales o el manga, esos son los Otaku” cuenta Lizette. Lo que a la profesora le sorprende es que hay un nuevo grupo de personas que van al Centro a tomar clases de japonés. “Quienes recién se empiezan a ver son las personas que viene por trabajo, porque les interesa como herramienta laboral. Lo hacen por iniciativa propia, no los manda la empresa”, comenta la Directora.

Elena pasó al 5º nivel de 7. Dice estar preparada para entablar conversaciones interesantes y más vale que lo logre, porque este viaje le servirá también para establecer contactos con profesores del Instituto Riken, de ciencia y tecnología. “Quiero ver los laboratorios. Tal vez pueda conseguir un contacto para un postdoctorado”, cuenta.