Cargando...
  • Alto contraste

Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Los casos de violencia escolar que llaman la atención en Australia

19 mayo 2022

En el país oceánico también los medios de comunicación han alertado sobre un aumento de los casos de agresiones y conflictos en los establecimientos educacionales. Mientras algunos hablan de un efecto “señor de las moscas”, las autoridades hacen un llamado a mejorar el trato y ser amables.

Imagen de la nota

En varios territorios australianos las comunidades educativas durante 2021 comenzaron a encender las alarmas sobre un incremento de hechos violentos que no sólo se producían entre estudiantes sino también hacia profesores. Aunque algunos casos se han fundamentado en razones de racismo, en otras hay simplemente una necesidad de imponer jerarquías. Más detalles de este hecho, en la siguiente nota.

Lo que los medios de comunicación australianos han difundido

El retorno a clases en Australia entre 2020 y 2021 tuvo un sabor más amargo que dulce, ya que la violencia se manifestó de una manera clara en las aulas. Para julio de 2021 algunos medios daban cuenta de que el gobierno de Queensland estaba perdiendo el control de la seguridad en las escuelas, pues al menos un maestro era agredido cada día. Más aún, de 190 jornadas escolares durante 2020 se produjeron 320 reclamos por hechos de distintos tipos de violencia.

En aquella oportunidad, en una nota del diario australiano Sky News, la Ministra de Educación de Queensland afirmó que era prioritario explicar y planear la prevención de nuevos ataques, pues todos los incidentes de violencia en el lugar de trabajo son inaceptables. Asimismo, afirmó que existen figuras institucionales para atender este tipo de problemas, sin embargo, existe una falta de datos y estudios sobre el fenómeno que impide una mayor conciencia pública.

De igual manera, en el estado de Nueva Gales del Sur, a finales de ese año sus autoridades encendieron las alarmas por los altos niveles de violencia escolar, pues no se registraba una tendencia similar en los últimos 20 años. Las cifras de este aumento están registradas por la Oficina de Estadísticas e Investigación del Crimen de dicho territorio y muestran el avance sostenido de los casos.

Una nota del diario Today recoge algunos de los datos entregados por el órgano y afirma que los casos ascienden los 1920 entre junio de 2020 y junio de 2021. Más aún, sostiene que en los hechos violentos hay incluso un aumento de la participación de mujeres, pues se involucraron en 243 de las denuncias.

La Ministra de Educación de Nueva Gales del Sur, afirmó que frente a este lamentable incremento de la violencia forma parte de un problema social más amplio y que es necesario que las escuelas sigan siendo uno de los lugares más seguros. Asimismo, la autoridad hizo un llamado para que los y las jóvenes sean amables entre sí y emulen a héroes reales en vez de figuras que se muestran por las redes sociales.

Efecto “el señor de las moscas”

Los casos reseñados anteriormente en Queensland y Nueva Gales del Sur son una muestra de que la violencia escolar se manifiesta en distintos territorios y que llama la atención de medios de comunicación y por supuesto de las autoridades educacionales. Según una publicación de Adam Voigt, director del medio independiente The Age, la violencia comenzó a registrarse de una manera sin precedentes apenas se terminó el período de aprendizaje remoto.

En su opinión, maestros de casi todas las escuelas han alertado sobre el reemplazo de los hábitos de cooperación por comportamientos competitivos en los que muchas veces se busca reestablecer un lugar en un orden jerárquico. Esto es llamado por Voigt como el efecto “Señor de las Moscas” aludiendo a la novela escrita por William Golding que muestra la convivencia agresiva de 30 niños en una isla, sin autoridad y lejos de una educación represiva.

Para representar aquello, alude a que los profesores de las escuelas en el estado de Victoria manifiestan su preocupación ante la imposibilidad de que sus estudiantes no pueden jugar a algo tan básico como básquetbol sin que medien ánimos de rabia cuando los resultados no salen como ellos esperan. Más aún, muchas veces la competencia viene aparejada con manifestaciones de intimidación y menosprecio.

Esta realidad se ve evidenciada además por la explosión de peleas que han sido grabadas por los celulares de los propios alumnos que participan en ellas. Un reportaje de Adam Carey, editor comunicacional del mismo medio, describió una serie de situaciones de violencia entre escolares donde además se puso en relieve una inusitada carga racista y confrontacional.

La violencia escolar que también se manifiesta en las escuelas chilenas

En nuestro país, los medios de comunicación también se han hecho eco de lo que ha estado sucediendo en las escuelas desde la reanudación de las clases presenciales luego de casi dos años de clases en línea. Para Christian Berger, académico e investigador de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica, la exposición de casos en los medios de comunicación da una sensación de que el nivel de violencia sea muy alto. “Esto es difícil de cuantificar porque no tenemos datos comparativos y estos casos mediáticos no necesariamente son representativos”, afirmó.

Asimismo, explicó que el contexto de la presencialidad ha impreso un componente mayor de dificultad. “Tenemos un cambio en la experiencia escolar. Pasamos de no vernos, a estar todo el tiempo juntos, entonces todo esto está tomando un camino un poco distinto. Tengo la impresión de que también podría haber una sensación de crisis enraizada en el escenario sociocultural y político, porque también genera un lugar desde el cual estamos mirando lo que está sucediendo”, agregó.

De tal manera, habría una explicación dada por la pandemia y otra por el sistema escolar. “Ahí hay un porcentaje de la desregulación que estamos viendo hoy, que se va a ir regularizando con el tiempo, porque también nos ha pasado a los adultos, esto de volver a la vida que teníamos antes y todavía estamos dando tumbos y no ubicándonos bien. Entonces, se va a exacerbar algo que venía sucediendo de antes y que tiene que ver con la desmotivación de los estudiantes respecto a la educación, lo mismo a profesores y profesoras con un nivel de desgaste emocional y burn out altísimo, que están con tasas de salud mental bastante empobrecidas, además de un involucramiento de los padres bajo en la educación”, añadió.

Tres líneas para avanzar en la legislación

Por último, Christian Berger comentó cuáles serían, en su opinión, los principales ejes legislativos en los que avanzar para prevención de violencia en las escuelas. “Uno tiene que ver con el sistema global y la inequidad del sistema, mientras tengamos una sociedad tan inequitativa difícilmente vamos a tener convivencias sanas al interior de las escuelas, ni vamos a tener nivel de desarrollo nutritivo y parejo”, señaló.

En segundo lugar, planteó la necesidad de una constante revisión del currículum escolar. “Creo que tenemos que pensar no solamente en qué se enseña, sino en cómo se enseña y cómo se evalúa. La mirada de indicadores de evaluación para accountability solamente creo que nos está quedando chica. Los indicadores son muy importantes y es muy bueno que tengamos medición, creo que es un privilegio y un logro tener esos estándares de evaluación. La pregunta es para qué se usan y cómo se usan, y pienso que ahí debemos darle más sentido a la evaluación”, agregó.

Sobre este punto profundizó en cuanto a la necesidad de avanzar hacia un modelo más equilibrado. “Necesitamos darle más espacio a la dimensión socioafectiva, más espacio a la dimensión ciudadana, más espacio a la orientación, más espacio al desarrollo personal. Con esto no digo organización estudiantil solamente, digo los espacios de desarrollo que van más allá de la disciplina particular de un curso”, planteó.

El tercer eje consiste en trabajar en el contexto adulto que acompaña a los escolares. “Este es un contexto amplio porque involucra profesores, a las familias y cómo participan de la escuela. Hoy el involucramiento parental depende básicamente de reuniones de apoderados, que como todos sabemos son bastante poco productivas. Entonces ahí tenemos un desafío pendiente y respecto de los profesores también, mirar y revisar las mallas formativas de educación inicial, los modelos de formación continúa, son situaciones concretas. Por ejemplo, el perfil de un profesor jefe, que es una cosa que está poco trabajada y descrita, hay un perfil específico que, evidentemente, requiere de muchas horas libres para poder planificar el trabajo con sus cursos, que no las tienen. Ahí hay una mirada de cómo entendemos el perfil de los formadores, que también se puede revisar desde la legislación”, sentenció.

 

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl


Comentarios

NOTA: como parte de su misión de promover el debate informado, respetuoso, tolerante e inclusivo, que permita vincular la labor de nuestro Congreso Nacional con la ciudadanía, la BCN se reserva el derecho de omitir comentarios y opiniones que pudieren afectar el respeto a la dignidad de las personas o instituciones, en pos de una sana convivencia democrática.

Videos AP

Selección de videos sobre Asia Pacífico