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La emoción y ansiedad se reflejaban en los ojos de la pequeña Mireya Elba Baltra Moreno al recibir su primer regalo de Navidad: un par de guantes de box. “No importa el golpe, sino su velocidad”162, le dijo sonriente su padre.
Esas palabras se transformaron en un augurio de lo que sería la vida de esta mujer de familia de suplementeros, que creció en medio de pilas de diarios y revistas entre el quiosco de sus padres ubicado en la intersección de las calles Ahumada con Agustinas, y el suyo en Matías Cousiño y Moneda: “Fue mi mirador de observaciones sociales”, insistía163.
El mundo sindical164 y, posteriormente la política, se convirtieron en los medios para canalizar su vocación social y su curiosidad infinita por aprender165 las temáticas que le ayudarían a mejorar la calidad de vida de su amado pueblo.
En marzo de 1969 fue electa diputada en representación del Partido Comunista (PC). Del enorme cambio que le provocó asumir este nuevo rol, recordaba: “yo tenía un poco de miedo, (...), tenía un poco de miedo porque yo sentía que no sabía tanto (...), entonces yo estudiaba, (...), ¿por qué?, porque casi la mayoría de los diputados del PC no éramos profesionales, éramos gente venida del Estado llano, llamémoslo así, venida de la población, (...) había una representación demostrativa de lo que es la sociedad chilena, (...) la representación tenía una calidad y una riqueza mucho más grande”166.
En este contexto, no dudaba en confesar que en el Hemiciclo -donde era reconocida por su histrionismo, alegría y pasión- asumió la actitud de los hombres: “Tenías que hacerte más chora que los propios choros, ser irreverente (...). La irreverencia te permite avanzar en una sociedad machista, de excluidos, de marginados, explotados, de pobres”, enfatizaba167.
Su labor parlamentaria estuvo marcada por su lucha por los derechos de los trabajadores, las mujeres y los más vulnerables, lo que supuso presentar 10 mociones, de las que cinco se convirtieron en ley. Entre ellas destacan la ley que otorgó calidad jurídica de obreros a las empleadas domésticas168; y la que entregó títulos de dominio a ocupantes de la población Nueva Matucana169.
Mientras ejercía su primer periodo como diputada, fue nombrada ministra del Trabajo del gobierno de la Unidad Popular desde el desde el 7 de junio hasta el 2 de noviembre de 1972.
(162) Uplatelevisión, “Los surcos de la memoria – Mireya Baltra”, 14 de noviembre de 2015. Disponible en: http://bcn.cl/29wdc
(163) Biblioteca del Congreso Nacional, “Entrevista a Mireya Baltra: quiosco de diarios en calle Ahumada”, 2008. Disponible en: http://bcn.cl/27289
(164) Ingresó al mundo sindical, formando parte del Sindicato de Suplementeros, y más tarde en la Federación Nacional de Suplementeros, afianzando su carrera en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en 1962.
(165) En 1995, a los 63 años, entró a estudiar sociología en la Universidad ARCIS.
(166) Biblioteca del Congreso Nacional, “Entrevista a Mireya Baltra: Diputada en 1969”, 2008. Disponible en: http://bcn.cl/272c3
(167) Biblioteca del Congreso Nacional, “Entrevista a Mireya Baltra: Mujeres en política”, 2008. Disponible en: http://bcn.cl/29wis
(168) Disponible en: http://bcn.cl/29wlz
(169) Disponible en: http://bcn.cl/29wm0
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