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Un campo dividido entre latifundistas (dueños de la tierra) e inquilinos caracterizó a Chile hasta la década de 1960. Fue en este contexto que María Silvia Micaela Correa Marín pasó los primeros años de su infancia, específicamente en el Fundo San Ramón, en Teno, actual Región del Maule, conviviendo muy de cerca con los inquilinos y sus familias.
De aquella época recuerda: “mi mamá se preocupaba mucho de la gente que vivía allí en el campo, yo la acompañaba todo el tiempo a visitar a las familias, que no les faltara nada, a los niños, yo jugaba mucho con estos niños”93. Esa conexión la marcó e hizo crecer en ella una gran sensibilidad y compromiso con las necesidades de los niños, niñas y mujeres de escasos recursos.
Desde las diversas actividades laborales que desarrolló, siguió desplegando esta inquietud por el mundo social, acercándose a la Falange Nacional, a la doctrina y los valores democratacristianos. Desde esta plataforma, junto a mujeres y jóvenes, realizó un importante trabajo social en diversas poblaciones de Santiago. Estas características la llevaron a ser propuesta por las autoridades del Partido Demócrata Cristiano (PDC) para competir por un escaño en las elecciones parlamentarias de marzo de 1965, y llegar al Congreso junto a seis mujeres más de la colectividad.
Al asumir su único período como diputada, participó en las Comisiones Permanentes de Educación Pública y de Relaciones Exteriores. Desde entonces, y pese a no tener experiencia política previa, pudo vencer los prejuicios de quienes serían sus compañeros en el Congreso94.
“(...) Para nadie es un misterio que, en las labores que las mujeres desempeñan en diversos organismos, ellas no cuentan con posibilidades de alcanzar jefaturas y tratamiento igualitario con los hombres, respecto a remuneraciones. Hay excepciones, sin duda, pero lo habitual es lo que he expresado y, especialmente en el sector obrero, siempre el salario de la mujer es inferior al del hombre, aunque ello es una injusticia que no podemos aceptar, al hablar de igual de derechos, sin discriminación”, afirmaba en el Hemiciclo95.
Hizo oír sus preocupaciones por los temas sociales con gran convicción, consiguiendo acuerdos y consensos que permitieron, por ejemplo, el trabajo en torno a la Ley de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji).
(93) Biblioteca del Congreso Nacional, “Entrevista a Silvia Correa Marín”, 2009. Disponible en: http://bcn.cl/271zy
(94) Biblioteca del Congreso, “Entrevista a María Silva Correa: Llegada a la Cámara de Diputados”, 2 de enero de 2014. Disponible en: http://bcn.cl/2ajcn (95) Cámara de Diputados 1967, Diario de Sesiones, Legislatura Ordinaria, Sesión No14. Disponible en: http://bcn.cl/2aj29
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