La publicación de los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) y su contexto ha generado una agitada discusión que aborda las brechas socio-económicas del país y las recientes políticas públicas en educación.
A principios de Enero del reciente año 2024, autoridades del Ministerio de Educación y la Universidad de Chile, como ente mandante y ejecutante respectivamente, dieron a conocer los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) Regular para la Admisión 2024.
El Ministro de Educación, Nicolás Cataldo, explicó que “ha aumentado la cantidad de estudiantes que hoy pueden postular gracias a su resultado, lo que significa que más de 220 mil estudiantes pueden optar a alguna carrera de educación superior. También evaluamos el comportamiento de este instrumento respecto a la PAES del año pasado, y vemos que se está consolidando un instrumento que genera estabilidad, que muestra comportamientos normales, y eso es muy importante, porque da certezas a los estudiantes y consolida una serie de cambios que se han hecho en los mecanismos de acceso”.
También se resaltó que 10.179 personas en situación de discapacidad y/o con necesidades educativas especiales rindieron con algún tipo de adecuación o ajuste, lo que representa un aumento del 56% respecto del año anterior.
Luego, el ministro recibió a un grupo de estudiantes que obtuvieron alto puntaje y premiar las Distinciones a las Trayectorias Educativas (DTE), poniendo en relieve el contexto del que provienen. En esta rendición hubo 237 “distinguidos”, 25 más que el año pasado, quienes recibieron 269 “distinciones” (algunas personas reciben más de una distinción), 29 más que el año pasado.
Días previos al lanzamiento, la Universidades adscritas al Sistema de Acceso recibieron una comunicación que aquellas que decidieran elaborar rankings de colegios, informes, estudios con los puntajes generales o divulgar externamente los resultados de la reciente PAES, ahora serían informadas a la Subsecretaría de Educación Superior (SES). “Frente a cualquier infracción a la normativa, desde la Subsecretaría de Educación pondremos en conocimiento de esto a la SES para que evalúe la situación … Está prohibida la utilización de esta información para otros fines, incluyendo: contactar directamente a inscritos y/o postulantes que no hayan manifestado su intención de ser contactados por la respectiva institución; publicar estudios o informes que den cuenta sobre el proceso de admisión u otros estudios que no correspondan a los resultados de su propia institución”.
La comunicación interrumpió la costumbre de las universidades a realizar rankings y publicar estudios para preparar sus procesos de admisión y captura de matrícula. Y aunque la SES insistía que su deber es la de proteger los datos personales para resguardar su privacidad, explicitados en el consentimiento otorgado por los estudiantes al inscribirse en la PAES, voces expresaron que este cambio tenía un componente ideológico, impidiendo el análisis y la construcción de conocimiento desnudando el fracaso del sistema y de las políticas públicas en educación.
El ranking de colegios no se hizo esperar, en el que de los 100 mejores resultados, sólo aparecen 2 establecimientos municipales (Augusto D’Halmar de Ñuñoa y el Bicentenario de Temuco) y uno de dependencia particular-subvencionado (San Pedro Poveda de Maipú), evidenciando la constante brecha de calidad educativa de estos colegios comparados a los particular-pagados.
En este contexto, muchas han sido las opiniones en torno qué se puede concluir a partir de los resultados de la PAES 2024.
Una de las voces críticas ha sido Juan Eduardo Vargas, vicerrector académico de la U. Finis Terrae y ex-Subsecretario de Educación Superior, cree “necesario contar con la mayor cantidad de información disponible para que la ciudadanía tenga todos los datos a su alcance y así poder tomar decisiones informadas de política pública. El tema no debería ser qué información se puede conocer, sino cómo resolver las brechas”.
La principal brecha observada es la disminución progresiva de colegios municipales participando del ranking de los 100 mejores, en especial, el caso de los “colegios emblemáticos”, al que relacionan con el fracasdo de la política pública impuslda en el segundo periodo presidencial de Michelle Bachelet y la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión Escolar (Ley 20.845). Con esta ley se eliminó la selección para entrar a la educación pública y subvencionada, el financiamiento compartido y prohibió el lucro en establecimientos educacionales con aportes del Estado.
Para el ex-Ministro de Educación de la segunda adminisitración Piñera y actual director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, Raúl Figueroa, los resultados de la PAES muestran que “la política pública dejó de preocuparse de las verdaderas necesidades educativas y del aprendizaje … El deterioro de los liceos emblemáticos se traduce en que estos vehículos de movilidad social han dejado de cumplir su propósito y eso impacta negativamente a los alumnos que veían en estos liceos una oportunidad concreta de poder acceder a la educación superior. El hecho que no se pueda seleccionar por mérito académico empieza a tener consecuencias”.
Ante las críticas, el ministro Cataldo ha sido enfático en señalar que los resultados de la PAES “no constituye una evaluación de la calidad del sistema educativo y no se puede esperar que esta prueba resuelva las brechas”. Menos aún de los colegios municipales emblemáticos, los que “antes de la ley de inclusión tenían un 30% de estudiantes vulnerables, hoy día esa cifra se eleva por sobre el 60%, lo que quiere decir es que se ha democratizado el acceso y evidentemente hay un cambio en el comportamiento de los resultados”.
El liceo estandarte de la supuesta crisis de los colegios municipales emblemátivos ha sido el Instituto Nacional, establecimiento que el año 2014 se encontraba en el lugar 14° del ranking de la antigua Prueba de Selección Universitaria PSU, y en esta versión PAES ocupó el lugar 267°. El Director de Educación de la Municipalidad de Santiago, Rodrigo Roco, apuntó que "creemos que el análisis de resultados debe ser coherente. Hoy se crean rankings con elementos que no son comparables … No se toma en cuenta, por ejemplo, las asimetrías en cuanto a número de alumnos que rinde la prueba: para el caso del Instituto Nacional, 648 alumnos egresados en 2023 rindieron la PAES. Si tomamos a los primeros 200 estudiantes del Instituto Nacional con mejor desempeño en Matemática 1, su puntaje promedio como grupo es de 886 puntos, lo que es claramente superior al primero de la tabla con el ranking de los 100 establecimientos supuestamente mejores”.
Por su parte, Alejandra Mizala, investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, CIAE, considera que cuando se mira el listado de los 100 establecimientos con mejores puntajes promedio en la PAES queda claro que existe un efecto de la ley de inclusión. “Lo que pasaba con las escuelas emblemáticas que seleccionaban es que eso les permitía acumular buenos puntajes en el mismo liceo y estar en todos los rankings, pero hay análisis que muestran que los buenos puntajes en la educación públicas están repartidos ahora en más escuelas”.
Revisa versiones
Texto actualizado y completo de la Constitución Política de Chile de 1980.
