Labor Parlamentaria

Participaciones

  • Alto contraste

Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión Ordinaria N° 20
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria número 336
Índice

Cargando mapa del documento

cargando árbol del navegación del documento

Proyecto de Acuerdo
PETICIÓN DE APOYO DEL GOBIERNO DE CHILE A NEGOCIACIONES DEL DALAI LAMA CON CHINA Y A RESOLUCIONES DE LAS NACIONES UNIDAS RELATIVAS AL TIBET.

Autores

El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-

Corresponde tratar los proyectos de acuerdo.

El señor Prosecretario dará lectura al primero de ellos.

El señor ZÚÑIGA ( Prosecretario ).-

Proyecto de acuerdo Nº 581, de las Diputadas señoras Saa y Prochelle, y de los señores Ascencio, Naranjo, Palma, don Andrés; Gutiérrez, Zambrano y Ortiz:

“Proyecto de acuerdo:

Tibet es una nación vigente, con un pasado cultural e histórico de indudable valor para la raza humana. La vida independiente de Tibet vibraba alrededor de una sola pasión: el desarrollo espiritual. Aunque atrasado en términos de avance material, el pueblo tibetano llevaba una vida decente y contenta. Rechazaba espontáneamente la explotación desmedida de sus recursos naturales, ya que sus ancestros budistas lo inclinaban hacia la preservación de la madre Tierra para sustento de las futuras generaciones.

En 1949 China invadió Tibet con su llamado Ejército de Liberación Popular y puso en movimiento un proceso sistemático de destrucción étnica y cultural, bajo el signo de una ideología y sistema totalitarios. Desde entonces, la historia de Tibet, ha sido una pesadilla de lágrimas y sangre, en que las violaciones a los Derechos Humanos están entre las más graves que desgraciadamente aún recurren en el planeta.

Campo de matanza

Si se realizara una película con todas las atrocidades perpetradas por China en Qinghai, produciría un verdadero “shock” en los espectadores. En el área de Golok, mucha gente fue asesinada y sus cuerpos enrollados fueron lanzados a una fosa enorme. Los soldados chinos decían a los miembros de la familia y parientes de las víctimas, que ellos debían celebrar que los rebeldes habían sido borrados. Eran obligados a bailar sobre los cuerpos de los muertos. Después de esto, ellos también eran acribillados.

“... En Amdo y Kham, el pueblo fue fusilado en grupos de 10 y 20...” Con estas palabras, el pasado Panchem Lama se quejó de la acción de los chinos en Tibet, en una reunión de Subcomité en el Congreso Nacional del Pueblo, en Beijing, el 28 de marzo de 1987.

Una investigación conducida por el Gobierno de Tibet en el Exilio, con asiento en Dharamsala, India, reveló que 1.2 millones de tibetanos, un sexto de su población total, fueron aniquilados como resultado directo de la ocupación militar china de Tibet. Hoy día, no existe ningún tibetano que no tenga un miembro de su familia que no haya sido muerto o puesto en prisión, por las fuerzas de ocupación chinas.

Prisioneros de conciencia

Aun cuando es imposible medir el número exacto de prisioneros políticos tibetanos antes de 1979, se puede afirmar que fueron muchos miles. Un ejemplo al azar de testimonios dados por sobrevivientes de prisiones y de campos de concentración de aquel tiempo, demuestran que por lo menos el 70 por ciento moría en cautiverio. Un campo de trabajo forzado para explotar minas de bórax en el Norte, en las planicies de Yang Tsalakha, tenía más de 10.000 prisioneros, de los cuales 8.000 murieron en un solo año. En una mina de plomo en Dhartsedho, Kham, más de 12.000 prisioneros murieron entre 1960 y 1962.

Hasta hoy, el activismo por los derechos humanos, aun siendo pacífico, es considerado un grave crimen, con penas desde un año de prisión hasta la ejecución. Hacia fines de 1996, había 1.018 prisioneros políticos en Tibet, que ya han pasado varios años de su vida encarcelados. Sus crímenes oscilan desde guardar una foto del Dalai Lama o una bandera nacional tibetana, hasta gritar ¡Tibet libre! durante una protesta pacífica o pegar afiches sobre los Derechos Humanos en Tibet, para llamar la atención de turistas o periodistas extranjeros. Al contrario, en la práctica, se hace recaer una sentencia muy suave sobre criminales por muerte o violación.

Tortura y muerte

La tortura es común en las prisiones chinas en Tibet. Como regla general, los interrogatorios son bajo tortura, incluyendo descargas eléctricas, golpizas con barras de fierro, culatazos de rifles, marcando a los prisioneros con metales candentes, tirando agua hirviendo sobre sus cabezas, colgando a los prisioneros de cabeza, encadenándolos, golpeándolos, lanzándole furiosos perros amaestrados, prolongadas exposiciones a temperaturas extremas, privándolos de sueño, comida, agua, sometiéndolos por largos períodos a confinamiento solitario, violencia sexual, amenazándolos de ejecución, etc.

El primer objetivo de la tortura, es quebrar el espíritu del prisionero y deshumanizarlo, de modo que no le quede respeto por sí mismo, si eventualmente fuera liberado y pretendiera reiniciar alguna actividad política.

Destrucción de la cultura

Antes de la invasión china, había más de 6.000 monasterios y conventos en Tibet. En 1979, sólo quedaban 13 monasterios en ruinas y la población de monjes y monjas fue sometida a prisión o simplemente fueron asesinados. Miles de obras religiosas en metal fueron destruidas y enviadas a fundiciones en China. Las fundiciones de metales preciosos, en Beijing solamente, fundieron por lo menos 600 toneladas conseguidas de esta manera en Tibet.

Desde 1979 a los tibetanos se les ha permitido reconstruir algunos monasterios y conventos. Pero el estudio serio del budismo, así como el número de miembros en cada monasterio y convento, está completamente restringido. Los grupos de trabajo chinos, se establecen en los monasterios o los intervienen periódicamente, para someterlos a largas sesiones de “Reeducación política”, entre cuyos objetivos se encuentra convencer a los monjes y monjas de un carácter demoníaco del Dalai Lama, estudiar la historia de Tibet desde una versión China y desacreditar el movimiento por las libertades civiles del pueblo tibetano.

Educación y trabajo

El 80% de los tibetanos en Tibet se encuentran en una situación de completo analfabetismo. En las áreas rurales no existen escuelas o existen sólo de nombre en los documentos oficiales. En las áreas urbanas existe una discriminación abierta. La corrupción de un sistema totalitario sin contrapeso, permite que todas las vacantes en educación media y superior, sean sólo para los estudiantes chinos residentes en Tibet, lo mismo se repite respecto de las oportunidades de trabajo. El estudio de la lengua tibetana es desalentado sistemáticamente por el régimen imperante. La admisión en la educación media y universitaria de todas las maneras está supeditada al dominio del chino, pero no del tibetano, aun cuando el tibetano sea la lengua natural e histórica de Tibet, de origen y estructura distinta al chino. Todas las plazas de trabajo del aparato administrativo son ocupadas por chinos.

Transferencia estratégica de población

La mayor agresión que actualmente enfrenta el pueblo tibetano en su conjunto, en su propia tierra, es la transferencia estratégica masiva de población china al Tibet. Esta es una de las estrategias mejor planificadas por el régimen chino, como el único plan que puede asegurar la supremacía china en Tibet y consecuente destrucción de su identidad nacional. Tanto éxito ha logrado este plan chino, que actualmente la población china transferida ya suma más de 7.5 millones, sobre una población tibetana de 6 millones.

Mutilación geográfica

Históricamente, Tibet ha estado conformado por tres grandes Regiones: U-Tsang, Kham y Amdo, cubriendo un territorio de 2.5 millones de kilómetros cuadrados. Es decir, un territorio equivalente al de Chile y España juntos. Pero ahora ha sido reducido de una plumada, a menos de la mitad de su tamaño original antes de la ocupación militar china, asignándosele el engañoso nombre de Región Tibetana Autónoma, para hacer creer al mundo libre que Tibet sólo poseía tal territorio y que ahora cuenta con un estatuto especial dentro de China. Todo Amdo y gran parte de Kham, han sido asimilados a las provincias chinas de Qinghai, Sihuan, Gansu y Yunnán. El resto del territorio tibetano consistente en U-Tsang y otra pequeña parte, ha recibido el nombre de Región Tibetana Autónoma. Actualmente, China se refiere sólo a esa parte como si fuera la totalidad de Tibet. Obviamente, los estrategas chinos han pensado en todo.

Esfuerzos de paz del Dalai Lama

El Dalai Lama, líder espiritual y Jefe del Gobierno de Tibet, ha mantenido y desarrollado un Gobierno de Tibet en el exilio, en Dharamsala, Estado de Himachal Pradesh, en el Norte de India. El gobierno procura el bienestar de los refugiados tibetanos, preocupándose en particular de la educación de los niños y jóvenes. También ha cumplido un sostenido esfuerzo por la liberación pacífica del pueblo tibetano.

El Gobierno de Tibet ha procurado todos estos años encontrar un espacio para la solución del problema tibetano, mediante la proposición de una negociación abierta y directa con los líderes de China. El Dalai Lama, atendiendo al prolongado sufrimiento del pueblo tibetano, incluso ha dejado de lado la demanda de una independencia total, a cambio de un auténtico gobierno nacional tibetano en estrecha asociación con la República Popular China.

Desafortunadamente, el Gobierno chino no ha acogido estas iniciativas de negociación, exigiendo al Dalai Lama que antes que todo, debe negar el estatus histórico de Tibet como una nación independiente. Mientras tanto, millones de tibetanos sufren tanto en su territorio ocupado como en el exilio, sosteniendo una lucha silenciosa, que el mundo parece ignorar.

En consideración a lo anterior, la Cámara de Diputados acuerda:

1º Solicitar al Gobierno de Chile que apoye al Dalai Lama en sus iniciativas pacíficas de negociación con el gobierno chino.

2º Solicitar al Gobierno de Chile que mantenga su política de apoyo a las resoluciones de las Naciones Unidas respecto del Tibet, en la Comisión y Subcomisión de Derechos Humanos.”

Top