Labor Parlamentaria
Participaciones
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Antecedentes
- Senado
- Sesión Especial N° 21
- Celebrada el 10 de agosto de 1994
- Legislatura Ordinaria número 329
Índice
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El señor
Señor Presidente , estimados colegas, Arica vive hoy una crisis de desarrollo. Su economía ha declinado. La desocupación es bastante superior al promedio del país. Hay miseria. El decaimiento de su comercio y de la pesca, base del sustento de su economía, se propaga y repercute en todas las actividades.
Dos paros ciudadanos en trece meses expresan un sentimiento masivo de rechazo a la situación vigente y una voluntad de cambio.
Como Senador de la Primera Región , puedo constatar que ese estado de ánimo abarca a toda la ciudad, sin distingos de edad, sexo, actividad económica o posición política. Arica, por su posición estratégica, por su significado y simbolismo en la historia de Chile, es para todos nosotros una ciudad fundamental, que no podemos descuidar.
Estamos, por tanto, ante un desafío nacional. Arica es la puerta norte de nuestro país, pero más que eso es la entrada a la América del Sur. A pesar de esta crisis, ella no representa un problema; es una gran oportunidad. Y en esta sesión señalaré las bases de lo que a mi juicio constituye el Plan Arica, para el despliegue de una nueva estrategia respecto de esta ciudad de la Primera Región y del norte de Chile, y destacaré la urgencia de actuar de inmediato. Las ideas están claras y ahora hay que ejecutarlas.
Causas de la Declinación
¿Por qué ha ocurrido esta situación? La crisis no es una cuestión coyuntural; tiene causas estructurales. La declinación de Arica es larga, y surge, en mi opinión, a mediados de la década de los 70. En 1976, el Gobierno de la época decretó el término de la Junta de Adelanto de Arica. Se acabaron las franquicias que sostuvieron las industrias automotriz y electrónica. Más tarde, en 1977, se decretó una zona franca para Iquique, dejándose sólo una zona de extensión para Arica. También en el entretanto, por razones geopolíticas y en consideración a los riesgos de un conflicto bélico con algunos países vecinos, se decidió el traslado de actividades hacia Iquique , a lo que siguió una disminución de la inversión pública y del esfuerzo estatal. Se desató un proceso de declinación progresiva desde mediados de los 70 hasta fines de los 80. Dos hechos externos a la economía chilena se agregaron a este fenómeno. El primero fue la disminución de las tarifas arancelarias en los países vecinos, lo que, naturalmente, hizo perder efectividad a las franquicias de que disponía Arica, bajando el comercio fronterizo. Más tarde, la creación de la Zona Franca de Tacna constituyó un nuevo paso que le restó a Arica un sostén de su actividad económica: el comercio con las ciudades del sur peruano.
El segundo factor externo fue la contracción de la pesca. La baja de la captura y, más tarde, la sobreexplotación de la labor pesquera del Perú incidieron en los precios. Ello afectó la actividad pesquera de todo el norte de Chile, disminuyendo la ocupación en esa región.
Cómo Debe Ser el Nuevo Desarrollo
Frente a una crisis de esta envergadura, a nuestro juicio de carácter estructural, se necesita una nueva estrategia de desarrollo en una economía abierta, que se sostenga en sí misma, sin franquicias que establezcan sólo actividades artificiales, sino que, por el contrario, mantengan lo que es permanente. Arica tiene ventajas comparativas. Además de su clima y de su localización geográfica privilegiada, consideramos que el eje de la estrategia para su desarrollo en el fin del siglo debe ser el constituirla en una ciudad puerto, con proyección internacional; en la puerta de entrada al centro de América del Sur y en nexo con Bolivia, Brasil, Paraguay, el sur del Perú y el noroeste argentino. Asimismo, debe convertirse en la puerta del Pacífico para América del Sur, el oeste de los Estados Unidos y los países de Asia. Este es el concepto central que, a nuestro juicio, debe impulsar su progreso.
Nuevo Plan Arica
En el período 1990-1994, dos decisiones del Presidente Aylwin apuntaron en la nueva dirección. La primera fue la construcción de la carretera Arica-La Paz. El tramo chileno está recién terminado, y, según informaciones del Gobierno boliviano, el trecho para conectar con La Paz tomará 18 meses. En 1996, por primera vez en la historia, La Paz y Arica estarán unidas, por tierra, por un camino en el cual el desplazamiento demorará menos de siete horas.
La segunda decisión importante ha sido el Acuerdo de Complementación Económica con Bolivia, firmado en 1993.
Estas acciones, sin embargo, no significaron el diseño de una nueva visión estratégica por parte del Estado, para el desarrollo del norte de Chile en su integración con América Latina. Tal falencia debe ser hoy superada. Para impulsar la nueva estrategia, considero indispensable materializar cuatro grandes proyectos a la mayor brevedad.
1) Ampliación de la Infraestructura.
El término de la carretera de Arica hacia La Paz es esencial. La modernización del Ferrocarril de Arica a La Paz y su constitución como una sociedad independiente de Ferrocarriles del Estado debe contemplar la posibilidad de establecer una sola empresa binacional, con capitales privados bolivianos y chilenos, que es otro paso. Esta modernización es fundamental para el movimiento de minerales y granos en el futuro.
También, se debe ampliar el aeropuerto de Chacalluta y adoptar medidas a fin de que este terminal pueda servir como base de operaciones para la región, instaurando, entre otras, la quinta libertad.
La expansión de la producción granelera de soya en el Mato Grosso, en Brasil, y en la zona de Santa Cruz, en Bolivia, se eleva a varios millones de toneladas, que encuentran por el lado del Pacífico una salida más económica que por el Atlántico, y, por lo tanto, son una base de expansión de la economía ariqueña.
Para mañana hemos invitado a almorzar en el Senado al Gobernador de Mato Grosso , quien visitó ayer los puertos de Arica e Iquique y considera que se abre una posibilidad cierta de expansión y de traslado de los productos brasileros al Pacífico, a través del norte de Chile.
Existe, por ende, la necesidad de ampliar el puerto. Actualmente, hay un plan maestro para elevar a 5 millones de toneladas el movimiento que se produce hoy día, que es inferior al millón de toneladas. El primer paso debe ser la construcción de un muelle granelero, el cual puede ser entregado en concesión al sector privado. También en ello es posible involucrar a capitales de otros países.
La instalación de un puerto seco constituye otra clave para el movimiento a granel y los acopios de minerales de las naciones vecinas.
2) Zona Franca Turística de Arica y Parinacota.
Esta otra iniciativa de envergadura ya la hemos señalado en el mismo Senado hace algunos meses, precisando los términos de carácter tributario que pueden ayudar, junto con un desarrollo urbano, a que se concrete dicho proyecto.
3) Zona Franca de Productos Nacionales.
Iquique ha tenido éxito con su zona franca de productos importados, y es necesario reforzarla para impulsar a esa ciudad y proyectarla hacia el futuro.
Por su parte, la zona franca de productos nacionales significaría que las mercaderías que ingresen a Arica ya se consideren exportadas. Las empresas chilenas pueden disponer de depósitos en dicha ciudad y, así, activar el comercio con Perú y con Bolivia, a niveles superiores a los actuales. Ello se complementaría con un Centro de Exportaciones que incluiría una feria permanente de exhibición de productos nacionales, con el desarrollo de áreas de apoyo a los negocios y de depósitos de mercaderías al ser exportados.
4)Nuevo Programa de Integración Chile-Bolivia
Las relaciones entre nuestro país y Bolivia deben ser objeto de un giro histórico. La reciente visita a este Senado del Vicepresidente de la República boliviana, Víctor Hugo Cárdenas , es un símbolo auspicioso. Desde 1962, ambas naciones no tienen relaciones a nivel de embajadores, con una breve excepción.
No hemos aprovechado esta gran oportunidad comercial y de inversión para los dos países. Chile exportará cerca de 170 millones de dólares este año e importará alrededor de 15 millones. Esta situación se revertirá en 1996 con el proyecto para construir un gasoducto que conectará el sur de la nación vecina con nuestra Segunda Región y que significará una exportación de gas de Bolivia del orden de 100 millones de dólares al año, lo cual permitirá abastecer las plantas que se instalen en el norte de Chile.
Existen muchos ámbitos donde es posible avanzar. En primer término, podemos firmar un Tratado de Promoción y Protección de Inversiones y explorar un Tratado de Libre Comercio, teniendo en cuenta que tanto nuestro país como Bolivia se están asociando al MERCOSUR.
Además, cabe hacer resaltar la constitución de empresas binacionales para explotar recursos tanto en Chile como en la nación vecina.
Asimismo, es indispensable la creación de un Comité de Fronteras como el que existe entre nuestro país y Argentina, el cual ha servido para evitar roces y facilitar las relaciones.
A nuestro juicio, deben suprimirse los registros de pasaportes entre ambos Estados, para hacer más expeditos el paso de personas, el turismo, el comercio y las inversiones.
En el campo industrial, existen posibilidades de muy rápida materialización en el procesamiento de minerales que están siendo exportados como concentrados, en el tratamiento de maderas que se están enviando al exterior en bruto y en la instalación de agroindustrias en los valles de Lluta y Azapa y de una industria petroquímica en Arica, con el petróleo y gas que hoy exporta Bolivia .
La relación con la nación altiplánica debe contemplar también el rol que ésta jugará en la conexión con Brasil y Paraguay y en la unión entre el Pacífico y el Atlántico. Bolivia participará en la configuración de una red de carreteras que abarcará el norte de Chile, el noroeste argentino, el sur de Perú, Brasil y Asunción. Esta red se halla en construcción y será, sin duda, uno de los proyectos de integración más importantes en el centro de América del Sur.
Nuestro país tiene que jugar un papel activo en este sistema. No podemos olvidar la conexión de La Paz con Ilo por Desaguadero. El Gobierno peruano ha demostrado alto interés en vincular al sur de Perú con Bolivia. Este hecho nos obliga a los chilenos a realizar un esfuerzo de especialización y de eficiencia en puertos y servicios, para mantener el liderazgo.
Otras actividades del Plan Arica
A continuación, voy a mencionar tres actividades de respaldo que resultan fundamentales:
1) Agricultura
La Primera Región fue siempre considerada no agrícola. Así, el INDAP no disponía ahí de oficinas ni otorgaba créditos. Sin embargo, el potente desarrollo tecnológico para la agricultura desértica está demostrando su alta rentabilidad en los valles de Lluta y Azapa , así como en las zonas altas de Iquique. Hoy se estima que alrededor de 10 mil personas trabajan en la agricultura en esos valles.
Se trata de un sector de alta expansión. Expertos provenientes de Israel y Egipto y los convenios firmados por universidades del norte con centros de investigación de esos países auguran un avance tecnológico importante. Las zonas mencionadas alcanzan las mayores productividades por hectárea en numerosos productos -entre otros, el tomate- y pueden pasar al procesamiento de frutas tropicales y otras especies.
2) Industria
¿Qué hacemos en Arica, ubicada a 300 kilómetros de la más próxima ciudad y con apenas 180 mil habitantes, si no tenemos una base industrial orientada a otros mercados?
Además de la producción manufacturera sustentada en materias primas que podemos llevar a cabo en unión con los bolivianos, creemos que el ingreso de Chile al NAFTA constituye un punto de interés estratégico para países del Asia que ven en el norte de nuestro territorio la posibilidad de acceder al mercado común norteamericano, con un incentivo para operar desde allí en los sectores donde las cuotas impuestas a sus productos están copadas.
En tal sentido, deben estrecharse los negocios con Hong Kong, Taiwán y Corea, y también con Malasia. Pro Chile y los empresarios deben explorar con mayor intensidad esta posibilidad.
3) Minería
Las capacidades mineras de la provincia de Arica son significativas. El desarrollo de la minería no metálica ha tomado cierto cuerpo, pero aún es muy escuálido; por lo tanto, debe darse un impulso más grande mediante la ENAMI y el sector privado. También tenemos que estudiar y tomar la decisión de desafectar algunas partes del Parque Nacional de Lauca para permitir prospecciones y detectar yacimientos de minerales metálicos.
Por último, me referiré brevemente al agua y la energía.
Se están adoptando decisiones por parte del Gobierno para aumentar de manera estable el abastecimiento de agua. Sin embargo, es necesario señalar que un desarrollo como el que se desatará, por las razones que hemos mencionado, requiere de nuevas inversiones en el sector, además de contemplar acuerdos con nuestros países vecinos. Esto debe vincularse también a actividades en el sector energético. La instalación del gasoducto hasta Mejillones y las posibilidades de extenderlo a otras áreas del norte de Chile dan pie para el abastecimiento de energía más limpia y barata, y asimismo, para negocios con las naciones vecinas.
Desarrollo del Norte y Seguridad Nacional
Todas las materias anotadas tienen que ver con la seguridad nacional. Por lo tanto, debemos explorar -y así lo hacemos hoy en el Senado- una visión que integre el desarrollo económico con la seguridad nacional. Una posibilidad es la de una economía cerrada, con una ciudad relativamente protegida en su aspecto territorial, y otra, hacia la cual debemos avanzar, la de impulsar una economía más potente e integrada a América Latina.
Tenemos que preservar nuestra capacidad disuasiva, pero esta preservación debe efectuarse en el marco de un proceso de integración económica.
Esta es una gran oportunidad para la economía chilena y su expansión futura.
Mayor poder político
Junto a esos grandes proyectos de desarrollo, es preciso dotar a la ciudad de un mayor poder político de decisión local. Cuando los ariqueños expresan que echan de menos la Junta de Adelanto, están llamando la atención acerca de dos materias, que debemos reforzar no sólo en Arica, sino en todas las regiones extremas: poder local de decisión y fondos resueltos localmente. Ninguno de estos dos elementos existen en esa ciudad.
Con tal propósito, consideramos necesario:
1.- Conceder atribuciones adicionales al gobernador de Arica, equivalentes en varios aspectos a las del intendente de la Primera Región.
2.- Constituir un gobierno provincial con autoridad sobre una serie de asuntos. También resulta indispensable desplazar algunos centros de decisión de la administración regional de Arica; y así lo ha decidido el Presidente de la República .
3.- Considerar la creación de un Fondo de Desarrollo Productivo, orientado y manejado localmente, aprovechando la exitosa experiencia de la Junta de Adelanto.
4.- Implementar en Arica un Plan Piloto de Desburocratización y Reforma del Aparato Público.
Medidas de Emergencia
Aparte las acciones indicadas, que enmarcan una nueva dirección estratégica, deben impulsarse medidas inmediatas a favor de los sectores más pobres y vulnerables. El punto crucial es el estímulo a la ocupación. Esta tarea es urgente, no solo para reactivar la economía, sino también para proteger de la droga a la ciudad. La labor policial es clave para detener este flagelo.
Arica es el lugar más vulnerable de Chile, y el país entero debe protegerla. Pero para ello hay que dotarla de una base económica que impida la desocupación y la distorsión de su actividad. Las obras con capitales públicos y privados son una primera manera de activar la economía y dar trabajo.
Hemos planteado la necesidad de realizar planes de capacitación rápidos, como los que se han diseñado para el carbón, vinculados a los nuevos negocios y a la contratación de mano de obra en actividades nuevas. Los planes de reconversión textil permitirán la recolocación de trabajadores y su capacitación.
El Estado debe concentrar, en esta fase, recursos adicionales para el mejoramiento urbano, la educación y la salud, y acelerar otras medidas que pueden elevar los niveles de actividad en un plazo breve. Por ejemplo, la creación de la Zona Franca Turística y de la Zona de Productos Nacionales, así como la construcción de viviendas, la unión de las dos costaneras, la recalada de flotas pesqueras que operan en aguas internacionales y otras decisiones, entre ellas la de subsidiar el consumo de energía eléctrica para los grupos más pobres, dado el alto costo del servicio en la Región, tal como se ha hecho en el caso del agua.
Quiero terminar mis palabras destacando la decisión del Presidente de la República de constituir el Comité Interministerial para el Desarrollo de Arica, presidido por el Ministro del Interior e integrado, entre otros, por el Ministro de Relaciones Exteriores , quienes se encuentran presentes en la Sala. El papel de ambos resultará fundamental en la toma de las decisiones que requiere urgentemente la ciudad. Esperamos un despliegue rápido de acciones. La determinación del Gobierno no puede hacerse esperar.
También apelo al Senado y a la Cámara de Diputados para que procesemos con celeridad las iniciativas legales que enviará el Ejecutivo con la finalidad de materializar las resoluciones adoptadas.
La acción unitaria de los chilenos, un plan de Gobierno eficaz, la participación ágil del Parlamento y la presencia de la actividad privada constituyen una base sólida para que los ariqueños, con energía y voluntad, tomen la iniciativa, superen la crisis y abran una nueva etapa en su desarrollo.
He dicho.