Labor Parlamentaria

Participaciones

  • Alto contraste

Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión Especial N° 56
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria número 321
Índice

Cargando mapa del documento

cargando árbol del navegación del documento

Intervención
CENTENARIO DE LA ENCICLICA "RERUM NOVARUM".

Autores

El señor SABAG.-

Señor Presidente, al cumplirse, exactamente en el día de hoy, el primer centenario de la Encíclica Rerum Novarum, mensaje de redención social entregado al mundo por el Papa León XIII el 15 de mayo de 1891 y que revolucionó la mente y la conciencia de todos los hombres, que trajo alegría y esperanza a los explotados y rabia y soberbia a los explotadores, es motivo de gran contentamiento para los cristianos y los hombres de buena voluntad.

De gran contentamiento, porque nos recuerda el hecho histórico y trascendente para la humanidad en que la Iglesia Católica levanta su voz poderosa para implantar su doctrina social y romper con un orden injusto y cruel de tantos miles de años. Y lo hace a la luz del Evangelio y las enseñanzas de Cristo.

Cuarenta y tres años después del Movimiento Comunista, en que Marx y Engels exponen su doctrina de violencia y de odio de clases en contra de la explotación del hombre por el hombre, la Iglesia reacciona con su Mensaje de Justicia y de amor para tratar de conseguir los mismos fines. Tal vez la Iglesia lo hizo con retraso, pero lo hizo al fin. Y en la hora más oportuna. Cuando el abuso, la explotación y las crueldades más inicuas de los poderosos dueños de la riqueza hacían carne en los trabajadores inermes y desamparados.

Desde entonces hasta hoy diversos documentos de otros Pontífices han complementado y adecuado a los tiempos el Mensaje de la "Rerum Novarum", y en cada ocasión los hombres de todas las latitudes, y los Estados y los diversos regímenes de Gobierno tratan de ajustar sus conductas y procedimientos con los trabajadores en consonancia con las normas morales que emanan de esos documentos de la Iglesia.

Pero, ciertamente, las injusticias y los abusos aún continúan y los trabajadores viven en permanente búsqueda de condiciones justas y dignas para sí y los suyos.

Juan Pablo II ha querido celebrar y rendir homenaje a León 'XIII entregando la Encíclica "Centesimus Annus", renovando en ella los contenidos de la "Rerum Novarum". Es decir, cien años después ese primer mensaje social de la Iglesia no se agota.

Entonces los trabajadores, seguramente muchos de los cuales viven la angustia permanente de un salario tan insuficiente, se estarán preguntando, ¿qué sacamos con mensajes de tan buenas intenciones si en la práctica real se sigúen imponiendo el egoísmo, la insensibilidad, la injusticia?.

Asimismo, la Encíclica y la Iglesia, por lo tanto, nos advierten sobre los peligros que involucre una teoría económica basada en la explotación del ser humano en la que se la considera mercancía. Nos señala en forma clara que el consumismo no constituye un valor serio, precisamente, un antivalor.

La Encíclica "Centesimus Annus", al expresar su complacencia por el fracaso y caída histórica del socialismo marxista, no entrega al libre mercado ni al capitalismo supremacía absoluta "como único modelo de organización económica". Y dice que es "deber del Estado proveer a la defensa y tutela de los bienes colectivos". "El Estado tiene la obligación de velar por el bien común y cuidar que todas las esferas de la vida social, sin excluir lo económico, contribuyan a promoverlo". Y dice también que "el derecho al salario justo no puede dejarse al libre acuerdo entre las partes, porque en ello le cabe un rol a la autoridad pública".

Es decir, entre el fracaso del "socialismo marxista", el triunfalismo inconsistente de los "libre mercadistas", surge y permanece latente, para ser adoptada en definitiva por todos los hombres y todas las naciones, la doctrina social de la Iglesia, que se sustenta en la equidad y el amor. Y en una verdad de 2 mil años que la enseñó Cristo: la justicia.

He dicho.

Top