Labor Parlamentaria
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Antecedentes
- Senado
- Sesión Especial N° 5
- Celebrada el 08 de junio de 1971
- Legislatura Ordinaria año 1971
Índice
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Intervención
ASESINATO DEL EX VICEPRESIDENTE DE LA REPUBLICA Y EX MINISTRO DE ESTADO DON EDMUNDO PEREZ ZUJOVIC.
Autores
El señor
Tiene la palabra el Honorable señor
El sentimiento de horror que ha estremecido hoy al país con motivo del cobarde y alevoso asesinato del señor Edmundo Pérez Zujovic llega hasta esta Corporación y la envuelve en una congoja ya expresada por quienes hicieron uso de la palabra. Quiero sumar a estas condolencias la del Partido Comunista, que siempre condenó y condenará el crimen político y el terrorismo, y deseo que ella llegue a su familia en esta hora terriblemente dramática, y también al Partido Demócrata Cristiano, del cual fue uno de los fundadores y a cuyo servicio alcanzó la dignidad de Ministro y de Vicepresidente de la República.
Deseo subrayar que lo que en Chile no sucedió en cien años se repite en el lapso de siete meses. Un día de octubre, como todos lo sabemos, cuarenta y ocho horas antes de la reunión del Congreso Pleno que debía ratificar la elección del Presidente de la República, el Comandante en Jefe del Ejército fue víctima de un atentado. Hoy, en un crimen dé caracteres muy similares, cae abatido el señor Pérez Zujovic.
Ya dijimos que el patrimonio precioso de nuestra patria, de excluir dentro de las más enconadas luchas políticas el asesinato, debíamos defenderlo todos los hombres de buena voluntad de este país. Y por cierto ha sido precisamente ésa la intención de todos los partidos de la Unidad Popular y del Gobierno, porque, al fin y al cabo, cualquiera que sea la procedencia o filiación del asesino o de los hechores, el peso de la ley y la sanción respectiva, que queremos más drásticos - por ello, apoyamos la vertiginosa iniciativa del Gobierno, enviada tan rápidamente al Congreso, que modifica la legislación penal en lo relativo a reprimir el terrorismo político y que dio a conocer en esta sesión el señor
Se habla aquí de grupos políticos. Que ningún Senador dude que no importa cuál sea el grupo político a que pertenezcan los culpables, porque nosotros, los miembros de la Unidad Popular, estamos absolutamente dispuestos a no preguntar por la filiación de nadie. Entre todos debemos evitar que nuestra nación se transforme en una segunda Guatemala o que se pretenda hundirla en un baño de sangre.
Salvador Allende, como candidato, perdió tres veces en las urnas, y nunca sus partidarios, durante tres Presidencias, levantaron la mano para recurrir a la violencia, porque los animaba la convicción democrática de que la hora del pueblo, aunque tardara, podría esperar, y de que no era lícito hacer uso del crimen o del asesinato.
Además, esos grupos comenzaron a actuar después del triunfo de Salvador Allende el 4 de septiembre. Y la primera víctima de este clima artificial - revelado por el dictamen que hace pocos días entregó el Fiscal Fernando Lyonfue el Presidente
Por tal razón, estimo que debemos ser justicieros en esta hora de luto y de profunda responsabilidad, porque a pesar de que la víctima de este crimen es Edmundo Pérez Zujovic, el atentado está dirigido contra la Democracia Cristiana, contra la Unidad Popular, contra el Presidente Allende, contra el Gobierno, el régimen democrático, la paz social y contra nuestro decidido propósito de realizar los cambios establecidos en el programa de la Unidad Popular dentro de la democracia y de la libertad.
Como decía el señor Ministro del Interior, aquí hay una mano que está más allá del ejecutor material del hecho. Fresco está aún - sólo el sábado 5 recién pasado se entregó y publicó en la prensa el dictamen del Fiscal Lyon. Precisamente en uno de sus párrafos se habla de "la provocación artificial de un hecho de grave significación y que condujera a una situación de caos en el orden interno del país. Fue así como en los primeros días del mes de octubre de 1970 consideró el secuestro de los cuatro Generales más antiguos del Ejército para, con fecha 17 de octubre, y ante las proximidades de la reunión del Congreso Pleno, encargar el secuestro de dos de ellos, los Generales René Schneider Chereau y Carlos Prats González, a efectuarse el 19 de octubre. Finalmente, y al no poder consumarse el hecho delictual querido, dispuso, precipitadamente, el secuestro de quien aparecía como principal obstáculo para sus fines, el Comandante en Jefe del Ejército, General René Schneider Chereau." Y ahora se asesina a un dirigente democratacristiano, con quien hubo diferencias políticas, pero que se solventaron dentro del terreno habitual de la polémica en nuestro país, que excluyó siempre el asesinato, precisamente para cavar un abismo de sangre entre dos fuerzas, la Democracia Cristiana y la Unidad Popular, que son baluarte de un compromiso constitucional y democrático al cual no podemos renunciar.
Comprendo que éstas son horas demasiado tensas. Entiendo y respeto el corazón herido de sus camaradas de colectividad, porque también sentimos ese estremecimiento y pensamos cuál sería el sentimiento que nos invadiría si un compañero nuestro hubiera sido el asesinado.
¿Qué se ha pretendido con este crimen Conforme a las reglas elementales de investigación penal, tendremos que preguntarnos a quién beneficia y qué objetivos se persiguen. Es evidente que no favorece al Gobierno de la Unidad Popular ni al Presidente Allende, quien ha reiterado en múltiples ocasiones el carácter de una revolución hecha en democracia y libertad. Lo dijo ante el Congreso Pleno el 21 de mayo y lo repitió en términos enérgicos, cortantes y profundos en el discurso polémico que pronunció en la Universidad de Concepción, en respuesta a las palabras del joven Presidente de la Federación de Estudiantes de ese plantel educacional.
Todo está claro. No hay nadie más interesado que el Gobierno de la Unidad Popular, tanto como la Democracia Cristiana por lo menos, en poner fin a esta escalada de violencia promovida por ciertos privilegios e intereses creados que en este momento viven sus horas de agonía, porque democráticamente el pueblo así lo quiso el 4 de septiembre de 1970 y lo ratificó la mayoría absoluta de la ciudadanía el 4 de abril de 1971. Como ellos no tienen fuerza política para evitarlo, tratan de crear una catástrofe, un nuevo incendio del Reichstag, de recurrir a la provocación; pero como el hombre, según el decir del filósofo, es el único animal que no debe tropezar dos veces en la misma piedra, aprendamos de las lecciones de la historia para no caer en las celadas, en los garlitos que nos tienden aquellos que desde la sombra dispararon en contra del General Schneider o de Edmundo Pérez Zujovic a fin de impedir que el pueblo democráticamente pueda avanzar por su destino en un clima de paz y libertad.
Quiero dar a conocer la declaración formulada hoy día por los partidos de la Unidad Popular, que dice:
"En conocimiento del atentado terrorista perpetrado contra el ex Ministro del Interior don Edmundo Pérez Zujovic, que ha culminado con su deceso, se reunió de inmediato el Comité Nacional de la Unidad Popular.
"Los partidos y movimientos integrantes de la Unidad Popular denunciamos que este cobarde asesinato constituye una agresión contra todas las fuerzas políticas que están por el mantenimiento de la convivencia democrática. El de hoy es un atentado contra el país y contra esta convivencia que es norma esencial y base del Gobierno del compañero Presidente Allende.
"El Comité Nacional de la Unidad Popular repudia con la mayor energía este crimen y alerta al país que se trata de un hecho que se suma al asesinato del carabinero Gutiérrez y a una evidente campaña publicitaria sediciosa que indica que estamos frente a un plan contra la seguridad de Chile y la vida de los chilenos.
"Expresamos nuestras más sentidas condolencias a la familia del ex Ministro Pérez Zujovic y a su Partido, el Demócrata Cristiano.
"La provocación sangrienta no amedrentará a la Unidad Popular en el cumplimiento de su Programa patriótico y revolucionario. Llamamos a todas las organizaciones populares y al conjunto del pueblo a mantenerse alertas y redoblar la vigilancia. Manifestamos nuestra absoluta certeza de que, en conformidad a las medidas adoptadas por el Gobierno, se descubrirá a los hechores del crimen perpetrado hoy y a sus inspiradores y se les sancionará ejemplarmente, para evitar nuevos actos de esta especie."
Asimismo, el Partido Comunista de Chile, colectividad a la que pertenezco, a través de su Comisión Política, formuló la siguiente declaración:
"La Comisión Política del Comité Central del Partido Comunista reafirma la denuncia formulada por el Comando Nacional de la Unidad Popular en el sentido de que el asesinato de don Edmundo Pérez Zujovic es un crimen político perpetrado por los enemigos de Chile y del Gobierno del Presidente Allende.
"La Comisión Política condena en los términos más enérgicos este asesinato y hace públicas sus condolencias a la familia del señor Pérez Zujovic y al Partido Demócrata Cristiano, en cuyas filas militaba.
"Ninguna de las diferencias que existieron entre el señor Pérez Zujovic y nosotros puede disminuir nuestro enérgico repudio a este crimen.
"El asesinato político es completamente extraño a las prácticas chilenas y si se ha cometido es precisamente para tratar de alterar las normas de convivencia democrática gestadas y defendidas por la clase obrera y el pueblo.
"Llamamos al pueblo a permanecer alerta y vigilante. No cabe duda de que este crimen responde a un plan orientado a dificultar la acción del Gobierno Popular, a impedir el cumplimiento de las tareas patrióticas en que están empeñados el Gobierno y el pueblo de Chile.
"La Comisión Política del Partido Comunista expresa su condena a aquellos elementos de Derecha que elevan voces para usar este crimen como instrumento para arrojar sombras de dudas sobre la política del Gobierno Popular. Actitudes como ésta revelan ante el país el verdadero objetivo del crimen cometido.
"El país puede estar seguro de que el Gobierno está haciendo y hará todo lo necesario para esclarecer a fondo el asesinato, identificar a los hechores materiales e intelectuales y ejercer sobre ellos el máximo peso de la ley."
Quiero terminar pidiendo, y en mucho recojo el espíritu de las palabras del Honorable señor Reyes, que habló en nombre de la Democracia Cristiana, que hagamos un esfuerzo por detener entre todos la escalada sangrienta que pretende que nuestra patria deje de ser el Chile donde los problemas políticos se solventaban a través de métodos políticos y de la polémica ardua, pero con respeto de la persona humana y los derechos ciudadanos.
Se ha hablado de que la prensa, la radio y la televisión azuzan el odio. Quisiera que leyéramos toda la prensa, escucháramos todas las radios y viéramos todos los programas de televisión e hiciéramos un detente universal a todo aquello que contribuya a fomentar dentro de algunos espíritus enloquecidos por la pasión política el afán del crimen, porque en esto no sé quién puede lanzar la primera piedra.
En este momento, el país, debido a esta campaña que oscila desde la incitación del odio periodístico hasta el asesinato, está viviendo una especie de relajamiento del respeto humano. Y yo creo conveniente que todos los hombres de buena voluntad realicen cuanto sea posible para detener ese clima.
Hay un clima sedicioso que parte de varias direcciones. Tengo aquí en mi mano una revista de esta semana que en su portada dice: "Orden del Día: Asesinar Carabineros. Acallar la prensa. . Más abajo se puede leer: "La verdad en el complot UP. Asesinato de Schneider. . En seguida señala: "Mecanismo Constitucional: la destitución del Presidente". Todo esto no es amor; no son sonrisas ni finuras. No es la prensa de la Unidad Popular la que lo expresa. Creo que sería hondamente significativo, y realmente aprenderíamos de la tremenda lección de hoy, si nos juntáramos en torno de una mesa redonda para ver la manera de elevar el debate y conseguir que este país, de cuyo destino todos somos responsables, pueda elevarse sobre esta crisis para garantizar el derecho a la vida humana y a una política que se desenvuelva dentro de los moldes de libertad, constitucionalidad y respeto de todas las opiniones, eliminando para siempre de Chile, como una lacra horrenda, el crimen político.
He dicho.