Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Especial N° 43
- Celebrada el 13 de enero de 1966
- Legislatura Extraordinaria periodo 1965 -1966
Índice
Intervención
IRREGULARIDADES COMETIDAS EN LAS ARMADURIAS DE RECEPTORES DE TELEVISION. INFORME DE LA COMISION ESPECIAL INVESTIGADORA. EMPALME DE SESIONES
Autores
El señor
Señor Presidente, me corresponde en esta oportunidad dar cuenta ante esta alta Corporación del trabajo realizado y de las conclusiones obtenidas por la Comisión Especial Investigadora encargada de estudiar las irregularidades cometidas en las armadurías automotrices y de receptores de radio y televisión.
Ante todo, daré cuenta de la primera fase de este trabajo, o sea, de lo relativo a los televisores. Posteriormente, la Comisión informará a la Sala acerca de los resultados de su investigación: en las industrias automotrices y armadurías de radio.
Corno presidente de esta Comisión, y antes de referirme al informe propiamente tal, quiero dejar constancia, frente a la incomprensión con que muchas veces se aprecia el trabajo del Parlamento, de la responsabilidad, del espíritu de unidad y dedicación con que han trabajado todos los Honorables colegas miembros de esta Comisión, que, por encima de ideologías políticas, han contribuido a esta primera parte de nuestra investigación en forma realmente excepcional, que comprometen la gratitud de su Presidente y demuestran cómo, cuando se trata del bien común y de defender los intereses del pueblo de Chile, los parlamentarios se unen, aportando su inteligencia y su trabajo a la obtención de soluciones más claras y precisas frente a los problemas que preocupan al país.
Deseo también, en nombre de todos los componentes de esta Comisión, rendir testimonio de reconocimiento y gratitud a don Carlos Andrade Geywitz, Secretario de la Comisión, y a don Carlos Olivares, ayudante de la misma, ambos antiguos y meritorios funcionarios de la Corporación, con cuyo talento, lealtad y preparación hemos contado todos los parlamentarios, constituyéndose, indudablemente, en los factores principales de nuestro trabajo.
Finalmente, deseo interpretar también el sentimiento de todos los colegas, destacando el papel que les ha cabido a los periodistas de diarios, radios y televisión. Ellos, con idoneidad profesional, han sabido informar a la opinión pública sobre los diversos aspectos de nuestro trabajo, formando conciencia clara de la importancia que tienen las labores que desarrollábamos y traduciendo con claridad la seriedad, honestidad y justicia que enmarcan todas las actividades del Parlamento de Chile.
Esta Comisión Investigadora, que se formó por expresa voluntad de esta Corporación, en Sesión 19ª, celebrada el 14 de julio del año pasado, en vista de las denuncias que diversos señores Diputados formularon en relación con las armadurías de autos, televisores y radios, pasa a informaros sobre uno de los aspectos de su competencia: el proceso de armaduría y comercialización de los televisores.
Como se recordará en la Honorable Cámara, en la referida sesión se acordó designar una Comisión Especial Investigadora con el objeto de conocer las irregularidades cometidas en las armadurías automotrices y de receptores de televisión y radio, y establecer costos, utilidades, autorizaciones de internación y armadurías, cumplimiento de obligaciones tributarias y todo aquello que tenga relación con estas industrias.
La Corporación acordó, asimismo, integrar esta Comisión con los siguientes señores Diputados: Acevedo Pavez, don Juan; Acuña Rosas, don Américo; Aravena Carrasco, don Jorge; Buzeta González, don Fernando; Cademártori Invernizzi, don José; Garcés Fernández, don Carlos; Lavandero Illanes, don Jorge; Momberg Roa, don Hardy; Pareto González, don Luis; Rodríguez Nadruz, don Juan; Sívori Alzérreca, don Carlos; Turna Masso, don Juan, y el Diputado que habla.
La Comisión se constituyó el jueves 22 de julio y eligió Presidente al Diputado que en estos momentos informa a esta Corporación.
En la Sesión 6ª de la Comisión, celebrada el martes 10 de agosto de 1965, se dio cuenta de un oficio del señor Presidente de la Corporación, en el que comunica que la Honorable Cámara acordó ampliar la competencia de la Comisión Especial Investigadora, con el objeto de que también pueda ocuparse "de las irregularidades en relación con la maquinaria agrícola y sus repuestos".
En la Sesión 4ª, celebrada en 3 de agosto, se dio cuenta del reemplazo del señor Garcés por el señor Monares.
En la Sesión 7ª, celebrada el día 20 de agosto, los señores Sívori y Lavandero fueron reemplazados por los señores Ruiz-Esquide y Videla, respectivamente; en la Sesión 9ª, celebrada el 26 de agosto, el señor Sívori reemplazó al señor Ruiz-Esquide.
En la Sesión 20º, de la Comisión, se dio cuenta de los reemplazos de los señores Sívori, don Carlos y Videla, don Pedro por los señores Fuentes, don César Raúl y Santibáñez, don Jorge, respectivamente.
Finalmente, en la sesión 22, celebrada el 14 de diciembre, los señores Momberg y Santibáñez fueron reemplazados, respectivamente, por los señores Phillips y Jerez, como miembros de la Comisión.
La Comisión ha celebrado 22 sesiones, muchas de ellas de larga duración. Junto con preocuparse de las materias que ahora informa, también estudió aspectos de la industria automotriz y de la comercialización de los vehículos motorizados.
Para formarse un concepto más completo y realista del funcionamiento de las armadurías de aparatos de televisión y da vehículos motorizados, los miembros de la Comisión se trasladaron a la ciudad de Arica entre los días jueves 9 y lunes 13 de septiembre.
Durante esa breve estadía cumplió un completo programa de visitas, con el objeto de que los integrantes de la Comisión pudieran formarse un cabal criterio sobre el proceso de armaduría, naturaleza de las instalaciones y maquinarias destinadas a este efecto y, también, las condiciones materiales en que trabajan los obreros y empleados.
La Comisión se hace un deber en destacar la colaboración del señor Gobernador de Arica, don Carlos Vildósola y, en forma muy especial, la del Presidente de la Asociación de Industriales de Arica (ASINDA), señor Teodoro Schmidt.
Asimismo, deja constancia que los representantes de las armadurías de aparatos de televisión y radios y de vehículos motorizados otorgaron a la Comisión facilidades para su visita y sus ejecutivos entregaron a los señores Diputados miembros de la Comisión informaciones, en conjunto o en forma particular, sobre diversos aspectos de sus actividades.
La Comisión invitó, para que hicieran relaciones sobre materias propias de sus funciones y entregaran información, a los señores Domingo Santa María Santa Cruz, Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción; Jaime Ross Bravo, Director del Servicio de Impuestos Internos; Hernán Lacalle Soza, Director de Industria y Comercio; Mario Puelma C, Gerente del Departamento de Comercio Exterior del Banco Central de Chile; Andrés Allende Urrutia, Jefe del Departamento de Actos y Contratos de la Subdirección de Operaciones del Servicio de Impuestos Internos: David Tunik Z., Secretario Ejecutivo del Comité de Desarrollo de la Industria Electrónica -Corporación de Fomento de la Producción- y Hernán Montero Labbé, Ingeniero Asesor del Departamento de Costos y Precios de la Dirección de Industria y Comercio.
Escuchó, también, a los representantes de las armadurías, quienes, además de la información que verbalmente proporcionaron, entregaron o enviaron posteriormente alguna documentación complementaria.
En la sesion 4ª, celebrada en martes 8 de agosto de 1965, se escucharon las exposiciones de los señores Milán Platovsky y Carlos Salgado, Gerente General y Abogado, respectivamente, de la firma "Me-llafe y Salas" y al señor Leopoldo Sanz de la firma "Leopoldo Sanz".
En la sesión 5ª, celebrada el jueves 5 de agosto de 1965, los señores Juan Hugo Zapata y Pablo Tirado. Gerente y Director Industrial, respectivamente, de la Sociedad Comercial V. Bolocco y Compañía Sociedad Anónima Comercial, hicieron una exposición sobre diversos aspectos de la citada industria.
En esa misma sesión, se escuchó a los representantes de la firma Bonacic y Caro, señores León Caro, Isaac Caro, Ljubomir Bonacic y Víctor Torres, Abogado.
En la sesión 6ª, celebrada en martes 10 de agosto de 1965, la Comisión escuchó a los representantes de la R. C. A. Víctor, señores Julio del Río, Gerente General, Miguel Berríos, Subgerente, y Alfredo Esquive!, Contador.
En la sesión 7ª, en viernes 20 de agosto de 1965, escuchó al señor Sergio Mal-donado Buendía, Presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Electrónica de la Asociación Nacional de Importadores de Chile.
En la sesión 17ª, en jueves 28 de octubre de 1965, los señores Tulio Núñez Troncoso y Edgardo Molinares Noceda, Gerente y Jefe del Servicio Técnico de Televisión de la Cooperativa de Empleados Particulares Limitada (COOPEM-
PART), respectivamente, reseñaron las actividades de esa entidad y la presentación que ha hecho al Comité de Desarrollo de la Industria Electrónica para que se le autorice la instalación de una armaduría de aparatos de televisión, a fin de entregarlos a sus asociados y a otras cooperativas a menor precio.
En esta misma sesión, la Comisión recibió al Encargado de Negocios de Polonia, señor Damián Silsky, quien se refirió a la oferta de la firma polaca "CE-KOP", de Varsovia, para instalar una armaduría de televisores en Chile.
Por acuerdo adoptado en la sesión 15ª, celebrada en jueves 7 de octubre, la Comisión designó al ingeniero señor Raúl Jofré para que la asesora en algunos aspectos técnicos. La Comisión destaca, valoriza y agradece el' aporte del señor Jofré y de sus colaboradores, ingeniero señor Jaime Canala Echeverría y señor Aurelio González.
Con el objeto de allegar la mayor cantidad de antecedentes, indispensables para el debido cumplimiento de las tareas que la Cámara tuvo a bien encomendarle, la Comisión ha dirigido hasta ahora más de un centenar de oficios. Ha recibido respuesta a la gran mayoría de ellos. Pero es importante señalar la demora con que han sido contestados y el hecho de que muchas informaciones contenidas en las respuestas no han correspondido fielmente a lo solicitado por la Comisión o han sido incompletas.
A esto debe agregarse que la naturaleza del trabajo parlamentario impide, como norma de proceder general, la realización personal de muchas diligencias por parte del Presidente o del personal de la Secretaría de la Comisión.
Por último, deseo dejar establecido que, en el transcurso de la investigación, se recibieron en la Comisión innumerables denuncias de particulares. La mayor parte de ellas se refiere a la falta de facturas o facturaciones hechas por un valor inferior al precio de compraventa. Algunas dan a conocer otras irregularidades e incumplimiento de contratos. Es el caso de la presentada por los "directivos" de la Cooperativa de Dentistas "CODEN-CHILE" y de la Cooperativa del Servicio y Consumo de Médicos de Chile, sobre la falta de cumplimiento del convenio que "FENACOP" suscribió con el señor Kurt Brauner, importador y armador domiciliado en avenida Diez de Julio 444.
Se ha constituido un comité que representa a todos los compradores de televisores con sobreprecio y que agrupa alrededor de 15.000 personas. Ha hecho llegar a Su Excelencia el Presidente de la República, al señor Presidente de la Cámara de Diputados y a la Presidencia de la Comisión investigadora, una larga lista de firmas que certifica el interés que ha despertado en la ciudadanía el trabajo que hemos estado desarrollando. Este comité está luchando activamente por obtener que se haga justicia a los compradores y ha entregado a Impuestos Internos valiosos antecedentes y documentos que prueban fehacientemente la magnitud de este escándalo, que ha permitido a un grupo de inescrupulosos industriales ganar fortunas fabulosas, evadiendo impuestos, obteniendo utilidades excesivas, comerciando con un medio de divulgación científica y cultural como los receptores televisión.
La verdad es que nadie pensó en la trascendencia que iba a tener una denuncia como ésta. Además de ser un acto fiscalizador, propio de la función parlamentaria, el proceso sobre los televisores ha constituido una acción moralizadora y de alto nivel educativo. Las medidas tomadas y por tomarse significarán poner al alcance de vastos sectores de nuestra población estos nuevos medios de la técnica moderna que, como una nueva ventana al porvenir, traen no sólo sano esparcimiento, sino también la información oportuna, el arte y la cultura, el aire renovado para un pueblo que avanza y dialoga, que tiene ansias de aprender y de ver lo que otros, como él, hacen en la lucha diaria de este mundo tan nuestro y desconocido.
A petición de parlamentarios de la Democracia Cristiana, el miércoles 14 de julio de 1965, la Cámara celebró una sesión especial para "analizar los costos y precios de los televisores y otros aspectos relacionados con su armaduría, producción e internación".
En esa sesión, parlamentarios de diversos sectores políticos formularon denuncias relacionadas con:
1.- El monopolio de cuatro firmas en materia de armaduría de televisores;
2.- El excesivo precio de venta al público de los televisores; y
3.- Las grandes utilidades obtenidas por los armadores.
Analicemos, punto por punto el origen de estas denuncias.
Respecto al monopolio de las cuatro firmas, es importante distinguir dos etapas. En la primera, la importación de estos aparatos estuvo permitida. En el Diario Oficial Nº 24.343, del 15 de mayo de 1959, se publicó el decreto Nº 5.474, del Ministerio de Hacienda, que fijó para todos los efectos legales, la libre importación de los artículos e instrumentos para las ciencias, las bellas artes y sus aplicaciones (equipos de televisión, repuestos para radiorreceptores u otros elementos).
La segunda etapa, en la cual ha estado prohibida la importación de televisores al país, comenzó el 12 de enero de 1962. Conviene que la Honorable Cámara recuerde esta fecha, porque a partir de ella se produjeron algunas irregularidades que hemos comprobado.
En el Diario Oficial Nº 25.142, del 12 de enero de 1962, se publicó el decreto Nº 41 del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, que eliminó de la lista de mercaderías de importación permitida por el decreto de Hacienda Nº 5.474, a los radiorreceptores armados, los receptores de televisión armados y los tubos electrónicos para uso de radiotransmisión y televisión.
Cabe advertir que, incluso con anterioridad a esta fecha, ya algunas firmas se encontraban instaladas en la ciudad de Arica, fabricando equipos electrónicos.
Para la comprensión cabal de este problema, es necesario referirse sucintamente, sin entrar en el detalle o análisis de cada uno, a los decretos que concedieron a sólo cuatro firmas armadoras las garantías que les permitieron después especular con los aparatos de televisión.
La firma Mellate y Salas fue autorizada por resolución Nº 256, de 27 de mayo de 1955, que no se publicó en el Diario Oficial.
Posteriormente, la resolución Nº 1.065, de 7 de noviembre de 1956, autorizó la ampliación de esta industria. En su parte resolutiva, dice lo siguiente: "La ampliación de esta industria producirá los siguientes artículos con las capacidades máximas anuales que se señalan: 1.000 instrumentos de medida electrónicos; 3.500 tocadiscos automáticos; 1.500 tocadiscos manuales; 100 tocadiscos actuados por monedas; 2.000 receptores de radio portátiles y de automóviles; 5.000 receptores de televisión; 50 transmisores de televisión; 1.500 aparatos para aire acondicionado...", etcétera.
Posteriormente, con fecha 19 de diciembre de 1955, se dictó el decreto Nº 11.440 que, en su parte resolutiva, declaró "aplicables, durante un período de quince años, contados desde el 1° de junio de 1956, a la industria de "Mellafe y Salas Ltda.", instalada en la comuna de Arica, las franquicias tributarias indicadas en las letras a) y b) del artículo 11 del D. F. L. Nº 303 de 1953".
Más adelante, por el decreto Nº 12.861, de 1° de octubre de 1958, se concedió a la firma Mellafe y Salas la exención del pago del impuesto a las compraventas a que se refiere el artículo 22, Nº 9, de la ley Nº 12.120.
En otras palabras, a través de sucesivos decretos, la firma obtuvo una ampliación de la industria, una exención tributaria y los beneficios de la Ley de Arica.
Por el decreto Nº 1.109, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, de 9 de agosto de 1961 se autorizó a la Sociedad Comercial Bolocco y Compañía para ampliar su industria de radios ubicada en Arica y para producir receptores de televisión, con la condición de armar una cantidad mínima de 5.000 unidades anuales.
Por decreto Nº 1.110, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, de 9 de agosto de 1961, se autorizó al señor León Caro Azar para ampliar su industria de radios instalada en Arica y para producir receptores de televisión, con la condición de armar 1.500 unidades al año, con mercaderías nacionales e importadas.
Como veremos más adelante, esta firma y las otras no cumplieron nunca con las cuotas de producción que se les fijaron.
Por decreto Nº 1.347, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, de 21 de septiembre de 1961, se autorizó a la firma Leopoldo Sanz y Compañía Limitada para ampliar su industria, fijándosele una producción mensual de 220 aparatos de televisión de sobremesa y consola y de 30 televisores portátiles, cantidades que tampoco ha fabricado hasta ahora.
Por lo tanto, en conformidad con las consideraciones que se tuvieron en vista para otorgarles los beneficios, las firmas fabricantes de aparatos de televisión tenían el compromiso de producir 5.000 unidades al año, en el caso de Mellafe y Salas; 5.000, en el de Bolocco y Compañía; 2.640 televisores corrientes y 360 portátiles, en el de Leopoldo Sanz; y 1.500, en el de León Caro Azar.
Sin embargo, la producción total de estas empresas ha sido la siguiente:
Mellafe y Salas: 1.450 unidades, en 1962; 1.400, en 1963; y 4.392, en 1964.
Bolocco y Compañía: 326 unidades, en 1962; 4.011, en 1963; y 4.505, en 1964.
Leopoldo Sanz: 989 unidades, en 1962; 1.039, en 1963; y 1.148, en 1964.
León Caro Azar: 335 unidades, en 1962; 791, en 1963 y 2.125, en 1964.
La producción total de las cuatro firmas indicadas fue de 22.511 televisores en el período de tres años.
Pues bien, durante la vigencia del régimen de libertad de importación, que terminó el 12 de enero de 1962, se internaron al país 12.000 receptores de televisión. Como en este momento existen en Chile alrededor de 80.000 televisores, cabe preguntarse: ¿dónde se fabricaron o de dónde salieron los 40 ó 50 mil aparatos que no coinciden con los datos de importación ni con los de producción de las firmas mencionadas?
Por decreto Nº 519 del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, publicado en el Diario Oficial de 18 de agosto de 1965, se creó una Comisión para el desarrollo de la industria electrónica, integrada por el Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción, quien la presidirá; el VicepresidenteEjecutivo del Banco Central de Chile; el Director de Industria y Comercio del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción; el Secretario Ejecutivo para los asuntos de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio; el Director de Servicios Eléctricos y de Gas y el Secretario Ejecutivo de la Comisión.
La finalidad de esta Comisión es, fundamentalmente, el desarrollo de estudios, análisis de proyectos, orientación manufacturera y, en general, la promoción de la industria electrónica.
Entre sus principales atribuciones se pueden mencionar: Estudiar las inversiones y volúmenes de producción en relación con la capacidad de consumo del mercado interno o externo, con miras a proponer las medidas que permitan el desarrollo de una integración armónica y estable.
Preparar programas de integración aplicables tanto a las industrias electrónicas que se encuentran en funcionamiento como a las que se instalen en el futuro.
Recomendar los métodos o sistemas a que deben ajustarse los organismos especializados en los estudios estadísticos, con miras a establecer las verdaderas necesidades y posibilidades de la industria electrónica, especialmente en lo relativo al consumo y producción de divisas.
Proponer al Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción las glosas de importación que deben crearse o eliminarse, como igualmente los niveles arancelarios que resulten aconsejables para el mejor desenvolvimiento de la industria electrónica y las condiciones y programas de integración a que deberá sujetarse la in-industria electrónica.
Le corresponderá también recomendar las medidas que permitan asegurar que las industrias instaladas, o que se instalen, se ajustarán estrictamente a los programas de desarrollo y producción, como asimismo, señalar aquellas medidas de promoción que faciliten el cumplimiento de dichos programas.
Finalmente, le cabe a esta Comisión proponer la reglamentación de cada uno de los campos de la industria electrónica, hasta llegar a la formación de un estatuto que contenga disposiciones legales permanentes que regulen y estabilicen el desarrollo y funcionamiento de la actividad electrónica.
Por oficio 19.168, de 10 de diciembre de 1965, el señor David Tunik, secretario ejecutivo de la Comisión para el desarrollo de la industria electrónica nacional, en respuesta al oficio Nº 110, de 24 de noviembre, de la Comisión Investigadora expresa que ''al tomar a su cargo las actividades señaladas en el párrafo precedente, la Comisión recibió del Departamento de Industrias del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, 38 solicitudes relacionadas con la instalación en diferentes puntos del país de industrias armadoras de aparatos de televisión y otras manufacturas electrónicas.
"Asimismo, se recibió antecedentes correspondientes a solicitudes de autorización para fabricar componentes electrónicos para radio y televisión y otras manufacturas electrónicas menores".
En este mismo informe se expresa que, "dado que las solicitudes recibidas correspondían a distintas fechas de presentación, estaban planteadas sobre términos diferentes, y, en muchos casos requerían aclaración o ampliación de informaciones, la Secretaría de la Comisión solicitó, en el curso del mes de agosto pasado, que se reactualicen los antecedentes presentados".
El Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 16 del decreto 194 de 1960, ha enviado a esta Comisión para el desarrollo de la industria electrónica, para su informe previo, las nuevas solicitudes de industrias relacionadas con la actividad electrónica.
Así es como ha recibido en el curso de los tres últimos meses otras cuatro peticiones.
Además, sin perjuicio de las solicitudes recibidas a través del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, la Comisión para el desarrollo de la industria electrónica ha admitido directamente, para su consideración e informe, varias que corresponden exclusivamente a la fabricación de componentes electrónicos yo manufacturas electrónicas menores.
Se expresa en el informe del secretario de dicha Comisión que: "Es de interés señalar que los diferentes proyectos presentados a la consideración de la Comisión están siendo considerados desde el punto de vista de desarrollo general del sector electrónico. Vale decir, se ha enfocado el problema de la armaduría de televisores y fabricación de sus partes y componentes electrónicos, como primera etapa de un programa general de desarrollo electrónico que proyecta llevar a cabo el Gobierno, teniendo en vista las posibilidades de mercado interno y la integración dentro del mercado de la ALALC."
Dice también el informe: "Finalmente, en lo que se refiere a la instalación de nuevas armadurías de televisores, la Comisión ha estudiado un programa paulatino de integración, el cual permitirá una reducción substancial en el monto de divisas requeridas por aparatos que se armen en el país".
Y agrega que: "A título informativo podemos señalar que dicho programa significará inicialmente un egreso de divisas por concepto de partes y componentes importados no superior a US$ 70 por aparato armado, cifra que no deberá ser superior a US$ 30 al cabo de 2 años de desarrollo."
En el acta de la sesión 6ª de la Comisión Especial Investigadora, celebrarla en martes 10 de agosto de 1965, se expresa en forma textual:
"El señor PARETO.- Por lo menos, en lo que a mí respecta, quisiera aclarar bien si son un monopolio las autorizaciones dadas en su oportunidad, porque sólo fueron cuatro las firmas que las consiguieron. ¿Por qué aparece el señor Leopoldo Sanz y no le entregaron la autorización directamente a la R. C. A. Víctor?
"El señor DEL RIO (Gerente General de la R. C. A. Víctor).- Pedimos la autorización, pero llegamos place. Incluso Leopoldo Sanz no tuvo todas las franquicias, en el aspecto tributario".
Estos antecedentes que se están entregando a la Cámara, señor Presidente, van formando una idea general acerca de algo sobre lo que ya teníamos conciencia los integrantes de la Comisión, es decir, de la arbitrariedad de este tipo de concesión otorgada a cuatro industriales de Arica con detrimento de las posibilidades económicas del consumidor, pues se ha probado que no era el hombre de gran fortuna, sino el empleado, el modesto industrial, quien adquiría receptores de televisión. Al subir los precios, se produjo el monopolio que permitió las ganancias ahora investigadas.
Para una mayor referencia, me permitiré también dar a conocer el documento que nos hizo llegar la Cooperativa de Empleados Particulares, que presentó una solicitud al Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción para establecer una industria dedicada a la fabricación de televisores, registrada bajo el Nº 11.688, de 15 de octubre de 1963, clasificación 1-12 A-5/27, aún no resuelta. Entre los antecedentes que la justifican menciona este documento:
"A) Coopempart inició en Chile la actividad que permitió poner los televisores al alcance de grupos de recursos medios y aún modestos".
"B) Ha entregado 4.500 televisores a usuarios hasta comienzos del año pasado de 1964, en que no se ha podido disponer de unidades por imposibilidad de importación directa y por no haber podido obtener ofertas" -escúchenlo bien los señores Diputados- porque no han podido "obtener ofertas de las fábricas establecidas actualmente en Arica".
Es decir, éstas no se interesaban en colaborar con una cooperativa de empleados particulares, que atiende a un sector reducido de trabajadores, donde no existe competencia y se habría beneficiado a un grupo modesto de la población.
Agrega la nota: "Su mercado potencial propio es del orden de 30.000 unidades. El resto de las Cooperativas agregaría no menos de 200.000 unidades adicionales".
"C) Coopempart tiene organizado uno de los servicios más completos para televisores, en el precio que el usuario puede aprovechar y valores apenas superiores al costo efectivo y que representa la más positiva ayuda para permitir mantener el uso de sus aparatos a personas de ingresos medios y bajos".
"Este servicio se sigue atendiendo hasta donde la disponibilidad de repuestos importados lo permite.
"D) Coopempart, con un esfuerzo económico que se prolonga ya desde hace tiempo, ha mantenido personal técnico idóneo, el mismo que ha intervenido en gran parte en la armaduría de los televisores ya entregados al comercio, para afrontar en el máximo nivel técnico y de calidad el proceso de fabricación al aceptarse nuestra solicitud pendiente.
"E) A través de las conversaciones que hemos tenido oportunidad de mantener con las autoridades, creemos que existe consenso en la ventaja y necesidad de poner la televisión al alcance del pueblo como elemento de desarrollo político, económico y social".
"Nos permitimos sostener que esta Cooperativa, como lo ha probado ya ampliamente, está en condiciones de colocar este elemento de difusión al alcance de los cooperados de ésta y otras Cooperativas en el más alto nivel de calidad y al precio más reducido".
La comunicación enumera diversos otros puntos relacionados con los fundamentos y justicia de la petición que esta cooperativa iniciaba.
Con fecha 14 de agosto de 1965, la firma FATRA Limitada, de Santiago, se dirigió a la Comisión para el desarrollo de la industria electrónica de la Corporación de Fomento de la Producción, y le remitió el estudio para la instalación de una armaduría de televisores en aquella empresa.
En comunicación que el señor Brauner, ejecutivo de FATRA dirigió al Diputado señor Félix Garay, quien la transmitió al Presidente de la Comisión, junto con informarle de la presentación de esta solicitud, se refiere al precio de venta al público y le expresa que, en el primer año de vida, esa firma está en situación de producir televisores de 23 pulgadas por un precio de 1.506,76 escudos, es decir, aproximadamente un millón y medio de pesos, con una inversión en moneda extranjera de 63 dólares. El saldo equivale al costo del material nacional y obra de mano. Agrega que durante el segundo año puede armar televisores con una inversión de 14 dólares y con un precio final al público de 1.362 escudos.