Labor Parlamentaria
Participaciones
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Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 18
- Celebrada el 06 de julio de 1966
- Legislatura Ordinaria año 1966
Índice
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El señor
Al término de la sesión de ayer, me refería a la situación en que se encuentran los médicos y a sus bajas remuneraciones lo cual los obliga a buscar el ejercicio liberal de la profesión. Enfrentados a una realidad que no les permite vivir de acuerdo con las exigencias mínimas de la profesión en esta sociedad, se ven forzados a preocuparse más del trabajo que les procura entradas particulares. De este modo, el tiempo que debía ser ocupado en el necesario descanso y en el perfeccionamiento técnico, ambas condiciones de desempeño óptimo, pasa a ser destinado a la clientela privada.
Precisamente, en este grave asunto -la exigua remuneración que perciben los médicos, tanto del Servicio Nacional de Salud como de todo el sector público-, debe buscarse la causa de fondo del diferendo planteado entre el Colegio Médico y las cajas de previsión, a propósito de la vigencia del rol de honorarios.
Extensión horaria.
Por otra parte, estimamos que no se puede generalizar el recurso de la extensión horaria, como lo plantea el proyecto. Esa medida, en el plano de los consultorios periféricos, resulta del todo contraproducente para la calidad de la atención y, por supuesto, perjudicial para la salud del médico, dada la intensidad del esfuerzo que requiere su trabajo y las malas condiciones en que generalmente lo desempeña, siempre presionado por el factor tiempo y por el gran número de personas que lo consultan.
Tampoco es justo extender la jornada de los auxiliares de radiología y fisioterapia, ya que la concesión de un horario de 6 horas establecido por la ley Nº 15.737 se basó en razones de riesgo objetivo. Ni siquiera a título de horas extraordinarias y voluntarias sería admisible tal ampliación.
En cuanto al requisito de ejercer la profesión médica fuera de Santiago durante determinado lapso para poder obtener una designación en la capital, la exigencia de cinco años, en nuestra opinión, es exagerada. Tres años de trabajo en provincia es tiempo suficiente para otorgar atención médica a vastas regiones del país durante cierto período, al término del cual se volvería al régimen actual.
Con relación al régimen excepcional propuesto sobre el particular para el departamento Pedro Aguirre Cerda, declaramos estar de acuerdo, pero, a nuestro juicio,, debe otorgarse tratamiento similar a otras comunas o sectores del Gran Santiago. Con tal objeto, debería realizarse" un estudio serio de las necesidades de las comunas populares más densamente pobladas, a fin de impulsar un régimen especial.
Otros problemas.
Asimismo, deseamos referirnos a las modificaciones relacionadas con la generación de las autoridades del Colegio Médico. Estimamos excesivo el requisito de 10 años de ejercicio de la profesión para optar a un cargo de consejero general de esa entidad, y de cinco para los consejeros regionales. Tales plazos, sumados a la edad normal de un profesional recién egresado, significan en la práctica una exigencia mayor que la establecida por la Constitución para los cargos de representación popular.
El informe de la Comisión de Salud Pública deja constancia de que escuchó a numerosas personas: funcionarios y, particularmente, al presidente del Colegio Médico, doctor Villarroel, y a los representantes de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud.
Estamos de acuerdo con lo manifestado por el presidente del Colegio Médico en la Comisión de Salud Pública, en lo relativo a los concursos. Los cargos, a nuestro entender, deben ser ocupados de acuerdo con normas reglamentarias y legales que den garantía a los legítimos derechos de todos.
Nos parece justo defender el principio de compatibilidad entre cualquier función pública y la docencia. Igualmente, somos partidarios de restituir el artículo 9º, ampliándolo a todos los Servicios de Salud.
En lo tocante a las peticiones formuladas por la Federación de Trabajadores de la Salud, apoyaremos las tendientes a establecer que ningún funcionario del Servicio pueda percibir una remuneración inferior a un sueldo vital; a computar el tiempo trabajado en calidad de contratado, y conceder un cuarto de quinquenio a los funcionarios con veinte o más años de servicios y que no hayan sido ascendidos. Otras peticiones, de plena justicia, como las anteriores, deberán ser acogidas por las autoridades ante las cuales se ha acudido reiteradas veces.
Costo de los medicamentos.
Paso ahora, señor Presidente, a referirme a los problemas relativos a los medicamentos.
Uno de los factores más importantes en el costo y calidad de la atención de la salud lo constituyen los productos farmacéuticos. De acuerdo con los datos proporcionados por el señor Ministro de Salud Pública en la Comisión respectiva del Senado, en julio de 1965, los gastos de farmacia en Chile representaban 18% del gasto médico total.
La fabricación de medicamentos en nuestro país, no es el resultado de la investigación científica o la elaboración de materias primas nacionales, sino un negocio muy lucrativo, en virtud del cual amasan grandes utilidades quienes controlan la cincuentena de laboratorios instalados en Chile. No más de 25 de ellos, filiales o agencias de empresas monopolistas foráneas, realizan el grueso de la fabricación de productos farmacéuticos, de elaboración sobre la base de materia prima importada en bruto o semielaborada, y de envase y venta de otros que se importan preparados.
Otro de los factores que aumentan el caos existente en materia farmacéutica es la diferencia de precios entre productos de igual fórmula y acción terapéutica, situación que ha sido denunciada por nosotros en diversas oportunidades. El ácido acetilsalicílico con almidón se presenta como Aspirina, de Bayer; Dcminal, del Laboratorio Chile (que dispone de recursos fiscales); Cafrenal, de Recalcine; Mejo-ral, etcétera. La vitamina C es expedida por Bayer, Benguerel, Sanitas y Laboratorio Chile, y la tetraciclina, por Benguerel, Pfizer, Recalcine y Lederle.
Ahora bien, la costosa propaganda que se hace a elementos de igual contenido y eficacia mediante avisos de radio, revistas y diarios, lujosos folletos, etcétera, es pagada por el consumidor, por el enfermo y su familia.
¿Cuál es el criterio del Gobierno al respecto? En la ya mencionada exposición del Ministro del ramo, hace casi un año, se afirmaba que "una política dirigida a corregir estos factores de encarecimiento, permitirá una considerable economía en el gasto de farmacia, que en este momento tiene una participación porcentual demasiado alta en el gasto de salud". Y agregaba, en seguida: "Para esto se propone la racionalización del empleo de medicamentos, la creación de una Corporación de Abastecimiento de los mismos y, finalmente, el establecimiento de un sistema de control de la calidad de los medicamentos."
Entre las medidas tendientes a conseguir el primer objetivo, estaba la confección de un formulario nacional "stan-tard", para satisfacer las necesidades del sector público. Y en la elaboración de los medicamentos y drogas de ese formulario participaría la Corporación de Abastecimiento, a la cual se incorporarían el Instituto Bacteriológico, el Laboratorio Chile y los laboratorios particulares. La Central de Compras de la Corporación proporcionaría al Laboratorio Chile y las industrias privadas, drogas a granel para la elaboración. Se tomarían medidas para evitar encarecimientos excesivos en los productos incluidos en el formulario, los cuales quedarían al margen de los gastos de propaganda que corrientemente se cargan a los costos.
¿Hasta qué punto se están materializando estas ideas y hasta qué grado el consumidor, la gente común y corriente, modesta en su inmensa mayoría, puede advertir un cambio importante en materia de costo de farmacia? A pesar de que en la elaboración de los medicamentos del formulario nacional se daría entrada a los laboratorios particulares, hay elementos positivos en el planteamiento a que nos referimos, medidas que no deben postergarse, aun cuando la solución más eficaz sería el establecimiento del monopolio del Estado en la importación de medicamentos y la nacionalización de la gran industria farmacéutica.
A propósito de este problema, es conveniente sugerir al Colegio Médico que instruya a sus asociados para eliminar de sus recetarios los medicamentos que, teniendo similares nacionales, son más caros y gravan innecesariamente el presupuesto de las familias.
Como en este momento el Senado aborda tan solo el examen general del proyecto en debate, en nuestra intervención hemos expuesto únicamente la posición de nuestro partido en esta materia y comentado algunas medidas relativas al funcionamiento del Servicio Nacional de Salud y, en general, a las acciones de defensa, fomento y recuperación de la salud por parte de los servicios del Estado.
Homenaje a los médicos.
Nos reservamos para la discusión particular el derecho de presentar diversas indicaciones y referirnos a ciertos puntos concretos que plantea el proyecto en debate.
No obstante, no puedo terminar mis palabras sin rendir sentido homenaje al personal médico, paramédico interno y de servicio, que trabaja en condiciones extraordinariamente penosas, abandonado, en el hecho, de la atención preferente que el Estado debe otorgarles por razones perfectamente comprensibles. Somos testigos de los esfuerzos, sacrificios y abnegación de estos funcionarios. Al visitar los hospitales y diversos establecimientos de salud de las provincias que represento, llama la atención que, no: obstante las condiciones tan difíciles a que me he referido, esos trabajadores cumplen sus funciones con gran sentido social y patriótico.
Esperamos que estas palabras hagan comprender al Ejecutivo su deber esencial de atender a las demandas muy justificadas de estos personales y, con ello, asegurar al país servicios cada día más eficientes.
Por lo expuesto; los Senadores comunistas votaremos favorablemente, en general, el proyecto en debate.