Director de Programas en Asia, en el Centro de Desarrollo Corporativo de la Universidad Adolfo Ibáñez, afirmó que la idea de doble circulación centrada en potenciar el consumo interno, al mismo tiempo que la innovación tecnológica, va a ser beneficiosa para la economía chilena.
CHIHON LEY, RED ASIA PACIFICO OPINA, PLAN QUINQUENAL DE CHINA, PLAN QUINQUENAL CHINA 2021-2025, 14 PLAN QUINQUENAL CHINA, PLAN QUINQUENALDirector de Programas en Asia, en el Centro de Desarrollo Corporativo de la Universidad Adolfo Ibáñez, afirmó que la idea de doble circulación centrada en potenciar el consumo interno, al mismo tiempo que la innovación tecnológica, va a ser beneficiosa para la economía chilena.Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
El sinólogo Chihon Ley Neira comentó algunos de los puntos más relevantes del nuevo Plan Quinquenal 2021-2026 que fija los objetivos productivos y de desarrollo económico para los próximos cinco años. De acuerdo a este académico y consultor internacional de amplia trayectoria, una de las razones que explicaría los pocos anuncios en materia ambiental es que buena parte de los objetivos se encuentran en un plan anterior proyectado a 2035 que no ha sido suficientemente revisado. Más de este análisis, en la siguiente entrevista.
”Uno de los planes quinquenales más significativos”
“Desde mi punto de vista, este décimo cuarto plan quinquenal es probablemente uno de los más significativos que ha desarrollado China en este último tiempo, desde que comenzó la apertura económica en 1978. Básicamente porque pone el foco en cuáles van a ser las estrategias, tanto de mediano como de largo plazo en una visión a quince años que, por primera vez, se emite oficialmente sobre cuál va a ser el plan de desarrollo y el marco global en el cual China va a poder trazar el objetivo al 2035 que es tener un país “medianamente desarrollado”.
Si bien no hay algo definido más allá de eso, las estimaciones dicen que la población china en promedio tendría para esa fecha un rango de producto per cápita de entre 20 mil a 30 mil dólares, lo cual es una cantidad enorme si lo multiplicamos por 1.400 millones de habitantes. Realmente esto va a convertir a China en la primera economía del mundo, aunque desde el punto de vista del producto per cápita, la va a situar en la medianía del ranking mundial.
Desde esta perspectiva el plan coloca el énfasis en unos elementos que siempre han estado un poco presentes como incrementar la fuerza económica, la tecnológica y así lograr una nueva industrialización. Esto es muy significativo porque ya desde antes de la pandemia se hablaba de desarrollar una nueva economía, sin embargo, aunque esto ha quedado un poco oculto por toda la emergencia sanitaria, no obstante el concepto no ha desaparecido.
Todos los países desarrollados están apuntando en este momento al desarrollo de la llamada nueva economía. Antes de la pandemia ya se hablaba de robotización, internet, 5G, incluso 6G y una serie de elementos tecnológicos que van a hacernos trabajar de una manera totalmente distinta a los seres humanos. Desde ese punto de vista, nuevamente en este plan se pone énfasis en estos elementos”.
Modernización del sistema de gobernanza
”El planteamiento de modernizar el sistema de gobernanza de China, es un aspecto que hasta el momento es una declaración, que indudablemente no significa una democratización o una apertura política al estilo occidental, o de las democracias liberales que conocemos acá, porque se mantiene la idea de la supremacía política del Partido Comunista Chino.
En función de esto, la idea de China es desarrollar una serie de ámbitos que hasta el momento han estado medianamente desarrollados con anterioridad, como la necesidad de consolidarse como una potencia regional, sobre todo en áreas de influencia que van más allá del Asia Central y del Sudeste Asiático.
Sin embargo, si tuviéramos la oportunidad de mirar el escritorio de Xi Jinping y su agenda diaria, es muy probable que los problemas internacionales, en realidad, no sean la primera prioridad y que estén bastante por debajo de una gran cantidad de otros problemas que China tiene en el ámbito interno, en el ámbito nacional. Esto cuesta entenderlo porque nosotros, desde nuestra perspectiva occidental estamos muy acostumbrados a ver el accionar internacional de una potencia como los Estados Unidos, y anteriormente de la otra gran potencia que era el Reino Unido, pero China en ese sentido maneja su política exterior de manera distinta.
China es un país difícil de gobernar, existe la creencia común de que el gobierno chino es una especie de dictadura como lo fueron algunas dictaduras africanas del siglo XX, pero esta visión no es correcta, lo cual por supuesto tampoco significa que sea una democracia occidental. Pero independientemente de esto, hay una visión distorsionada, especialmente por la distancia, de cierta idea de China que no está completamente de acuerdo a la realidad. Más allá de estas cosas, que son propias del juego político internacional, este décimo cuarto plan quinquenal es probablemente el más significativo de los que hemos conocido en todo el desarrollo anterior de China”.
Desarrollo de energías verdes
Si analizamos el plan quinquenal, no se ven tan presentes los elementos y conceptos relacionados al cambio climático, pero aquí hay que decir dos cosas. Una es que China dio la bienvenida calurosamente al reingreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, que anunció el presidente Biden, e inmediatamente lo sacó al pizarrón: “está bien que vuelvan, pero comprométase a todo lo que dice ahí y háganlo rápido”.
Lo otro que hay que tomar en cuenta es que este plan quinquenal va en consonancia con los objetivos de emisión declarados para el año 2035, y en ellos -que están en un documento no tan revisado por los medios- está establecido que para el año 2035 China debe mostrar una caída absoluta en las emisiones de carbón. Esto no está tan presente en este plan de cinco años, pero China está obligándose a que de aquí a quince años, efectivamente tengan una caída en las emisiones de carbón y esto es consistente con los otros objetivos que se plantearon en el plan quinquenal, que es modernizar la producción rural y generar un ambiente sano y ecológico para todos los habitantes de China.
Nosotros debemos poner atención a todo lo que se establece en los planes quinquenales, porque son planes que generalmente se cumplen y además todo el enorme aparato burocrático chino trabaja para que el plan se cumpla, cosa que es muy rara de encontrar en occidente y en Latinoamérica, en donde a veces ni siquiera se cumplen los planes de gobierno y si no se cumplen no pasa nada o pasa muy poco. En cambio en China si los dirigentes dicen que van a hacer algo se genera un compromiso moral para cumplirlo, lo cual hace que normalmente en esos asuntos los chinos sean muy escuetos y reservados.
Llevado eso al plano político nacional, un incumplimiento grave del plan quinquenal implica una consecuencia política, además algo que normalmente la gente común no sabe es que los planes quinquenales se revisan en sus avances y cumplimiento a los dos años y medio. Se elabora el gran plan quinquenal y a continuación vienen los planes quinquenales para cada una de las provincias. Después hay una bajada de línea a cada una de las regiones, después a los llamados condados y así. Es una forma de trabajar que obliga al aparato público a no salirse de los objetivos planificados, porque así como hay objetivos nacionales para el país, también los hay regionales, provinciales y así; por lo tanto, esa forma de trabajar hace necesario que haya que ponerle atención a esto, independientemente de que a veces circunstancias como una pandemia pueda ponerle un freno al desarrollo.
Entonces, lo que debemos hacer ante este plan quinquenal es mirarlo en función de lo que dicen los objetivos establecidos para el 2035. En los planes anteriores mirábamos solamente el plan, hoy debemos mirar el plan quinquenal décimo cuarto más los objetivos para el 2035, esto unido también con el tema político porque se ha eliminado la necesidad de que el presidente chino esté exclusivamente diez años en el poder, lo que no significa que estará eternamente”.
Influencia en el plan de las tensiones con Estados Unidos
”Ha estado presente la disputa entre Estados Unidos y China por la hegemonía en la influencia en el mundo, pero me atrevería a decir que el fenómeno Trump y las consecuencias de sus políticas internacionales no fueron solo ideas de un presidente que llegó en un momento determinado al mayor cargo político de Estados Unidos, sino que es la consecuencia de una ansiedad que se ha venido desarrollando en la élite política y económica norteamericana desde hace más de una década y que en los últimos años se exacerbó.
Si nos remontamos a la época de la presidencia de Clinton, EE.UU fue uno de los principales promotores del ingreso de China a la OMS. Detrás de ello estaba la idea de que el desarrollo económico necesariamente iba a conducir en una especie de efecto rebote a la democratización liberal de China, con un sistema pluripartidista bajo los parámetros de desarrollo político que hemos conocido en occidente. Eso no pasó y, por otro lado, lo que se estaba generando era un “elefante en la sala”, porque no supieron o quisieron ver que efectivamente tenían al frente un país que era colaborador en muchos aspectos pero un competidor en otros, como así también un adversario geopolítico y esta visión se terminó de plasmar con lo que ocurrió en la presidencia de Donald Trump.
Un cambio radical en la disputa entre China y Estados Unidos no se ve posible en función del cambio de una presidencia, o de un partido a cargo, sino que es una decisión que se da un poco más al interior de los tanques de pensamiento que existen, principalmente en el caso de Estados Unidos. Tenemos que entrar aquí al análisis del ámbito cultural, si hay algo que la cultura norteamericana detesta es ser “segundón”, culturalmente los norteamericanos no sólo aman competir, sino que quieren ganar siempre.
Pero cuando el adversario que se tiene al frente es, en términos poblacionales, cuatro veces su población y cuando tiene un ritmo de desarrollo en que objetivamente puede llegar a destronarlos de ese primer lugar, obviamente que se genera una enorme ansiedad, en donde tienen su origen todas las otras expresiones geopolíticas, como hemos visto hasta ahora. Por ejemplo, la constitución de esta alianza con Japón, Australia y la India, la cual claramente tiene un objetivo de contener el desarrollo geopolítico de China.
Lo que sigue a continuación es que vamos a tener de aquí durante las próximas décadas una actitud mucho más confrontacional, y no estoy hablando en términos bélicos, sino que vamos a ver una confrontación en términos económicos, geopolíticos y culturales. Ahí entran a tener sentido todas las iniciativas de críticas a lo que está ocurriendo en Hong Kong y a lo que ocurre en Xinjiang, yo creo que va a nuevamente retomarse el tema del Tíbet, como elementos de presión para ir tratando de contener el desarrollo económico y geopolítico de China”.
Desarrollo tecnológico en pro del liderazgo internacional
”El fenómeno de globalización tiene un desarrollo tal que hace que dividir la economía mundial en dos bloques hoy sea enormemente costoso, no solamente para las grandes compañías, sino también porque implica desarmar las cadenas de valor de la producción mundial, las que fundamentalmente están ubicadas en Asia. No es fácil desde el punto de vista tecnológico y es terriblemente costoso desde el punto de vista económico, por eso pienso que no es tan fácil llevarlo a la práctica.
China ha sido muy liberal -por decirlo de alguna manera- en permitir que aquellas industrias que deseen salir del territorio chino e instalarse en otros países lo hagan, es algo que no le provoca ningún problema. Esto porque son conscientes del enorme peso que tienen en la región y saben que ninguno de los países del Sudeste Asiático es capaz de ofrecer las ventajas, tanto de costo como de avance tecnológico que poseen ellos en este momento.
Tampoco es capaz la India -independientemente que es un país tecnológicamente muy adelantado porque posee una capa de gente muy bien educada- y también porque China se dio cuenta de que producto de este cambio en la actitud de la élite norteamericana hacia ellos, ya no pueden confiarse en el uso de las patentes y de una serie de elementos tecnológicos de origen norteamericano, por lo tanto, desarrollar tecnología propia o usar tecnología de países que no están directamente vinculados o dependientes del know how norteamericano, para ellos es vital.
Esto tiene una cierta complicación desde el punto de vista comercial, ya que estamos muy acostumbrados a que, por ejemplo, los chips tienen que ser de ciertas marcas, así que llegar e introducir un chip de origen chino no es fácil; pero por otro lado, en otras áreas tecnológicas, los chinos sí están muy avanzados y no solamente en el 5G. Así que hay ahí una competencia que China ve muy importante para asegurar los objetivos que han declarado”.
Plan quinquenal mirado desde Chile
”Es necesario comprender este nuevo concepto, la idea de este plan quinquenal de implementar la “doble circulación” o la “circulación dual”. Esto significa que el desarrollo económico a partir de ahora va a insistir en aumentar la demanda doméstica y, por otro lado, en incrementar la capacidad industrial y la productividad enfocada en la innovación tecnológica.
Esos son los dos elementos clave del concepto de circulación dual. Básicamente, China se da cuenta de que ya no va contar con las mismas posibilidades de acceso al mercado norteamericano y que, por otro lado, la Unión Europea, que es el principal socio comercial de China, también está colocando ciertas barreras. Ante este panorama, opta por desarrollar tecnologías propias y desarrollar su mercado interno, apoyada en su capacidad financiera y su capital humano.
Entonces, desde el punto de vista de nuestros intereses como país, diría que esta circulación dual representa una enorme oportunidad para las exportaciones chilenas, no solo en lo que somos fuertes en estos momentos, sino también en aquellos otros elementos que tienen que ver con el aumento del consumo en China. Porque recordemos que hace unos cinco años, China declaró que por primera vez en su historia toda su población estaba comiendo tres veces al día, algo que es absolutamente normal para muchos chilenos, pero que allá no era normal para toda la población.
Esto ha significado una expansión del consumo de alimentos y una mayor predisposición del consumidor chino a probar productos de otros países. Estas actuales disputas con Australia, que son disputas geopolíticas con impacto económico, benefician a los productores chilenos de vino, como antes la disputa entre China y Noruega benefició al salmón chileno. Si hoy día se vende mucho salmón chileno en China es porque en algún momento China estableció restricciones, como represalia política, a la venta de salmón noruego, que era su proveedor usual.
Tenemos que entender que un elemento básico de nuestra política de desarrollo, acá en Chile, es la apertura y diversificación de mercados, por lo tanto, concentrarnos en un solo mercado es peligroso porque de repente ocurren cosas como lo que sucedió con las cerezas. Respecto a nuestros productos más tradicionales como el cobre, todavía es muy temprano para saber si estamos frente a un nuevo superciclo, pero por lo menos los análisis indican que de aquí a tres años su precio se debería mantener relativamente alto.
Esta es una oportunidad que tenemos para recuperarnos con un poco más de fuerza de los efectos negativos de la pandemia. Hoy Chile se ha endeudado en más o menos el 30 por ciento de su producto interno bruto, pero si sumamos la deuda privada, la cantidad más que se duplica, estamos bastante más endeudados y la deuda es una carga que hay que subsanar, no solamente pagar los intereses, sino que en algún momento habrá que pagar el capital.
Que tengamos estas buenas noticias, tanto para los empresarios privados como para todos los chilenos, de un aumento del mercado chino, el que se va a abrir en general aún más producto de este plan quinquenal, es sin duda una oportunidad. En el plan se establece un aumento, una mejoría sustancial del nivel de vida de los chinos. Si pensamos que de aquí a quince años China plantea que va a tener un nivel de consumo per cápita, digamos de 20 mil dólares y lo multiplicamos 1.400 millones, esto significa que una gran parte de la población de China va a vivir como vivimos hoy acá en Chile, eso es un impacto muy grande y una gran oportunidad para nosotros".
Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl
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