Diputado Luis Rocafull: “Es necesario tener metas claras en relación a las personas con discapacidad”

El diputado Luis Rocafull, además de ser miembro de la Comisión de Personas Mayores y Discapacidad ha demostrado gran interés por los temas de inclusión en su trayectoria parlamentaria. A continuación, daremos a conocer su opinión sobre la situación de la discapacidad en nuestro país en el contexto de la pandemia, pero también su valoración sobre algunos aspectos de la estrategia neozelandesa, que se planteó la posibilidad de igualar las oportunidades entre personas con y sin discapacidad, de aquí a 10 años. Más detalles, en la siguiente entrevista.

Nueva Zelanda y la posibilidad de tener objetivos ambiciosos

”Creo que el caso de Nueva Zelandia es un ejemplo digno de imitar, no sólo por cómo ven la inclusión, sino por la necesidad de conciencia respecto de tener un país más equitativo, es decir, darle más a personas que tienen menos para que también puedan desarrollarse. A mí me parece que nosotros deberíamos plantearnos algo parecido, quizás no una meta tan ambiciosa como Nueva Zelanda de igualar las oportunidades en diez años, pero sí podemos caminar hacia ello a través de una buena política pública.

Por ejemplo, que a toda persona en situación de discapacidad podamos mejorar su espacio, es decir, que puedan tener un espacio más amigable para vivir, pero también para desplazarse por las ciudades, como lo haría cualquier otra persona. Aunque es necesario que exista conciencia, porque más que una ley para que en las empresas tengamos una cierta cantidad de personas con discapacidad, me parece que esa oportunidad tiene que estar asociada a un contexto de empatía.

El otro día, a propósito, aprobamos un proyecto que tiene que ver con la necesidad de aprender la lengua de señas, que creo es muy importante. Esto porque hoy tenemos que buscar un intérprete. Pienso que así como aprendemos inglés para entendernos con personas de otros países, la lengua de señas es algo que se debería enseñar en el colegio, no con un alto grado de expertise, pero sí tenemos que aprender a comunicarnos con esas miles de personas que se comunican a través de esa lengua.

Por eso pienso que, tenemos mucho que avanzar. Obviamente que sería potente seguir ese ejemplo de tener una política con objetivos ambiciosos, con metas definidas. Si bien Nueva Zelanda dijo “de aquí a diez años”, nosotros podemos trazarnos también algo así, quizás con metas distintas, pero es necesario tener metas claras en relación a las personas en situación de discapacidad, porque hoy no las tenemos”.

Importancia de la inclusión con mirada de largo aliento

”Para que las cosas resulten bien no deben improvisarse, ni hacerse rápidamente. Creo que hay asuntos que pueden resolverse rápidamente, incluso medidas a implementar, pero cuando uno habla de discapacidad, la situación es distinta. Por eso, cuando se tienen objetivos tan ambiciosos como decir que todas las personas de aquí a diez años van a tener las mismas oportunidades, no sé si nuestro país podría hacerlo sin una visión de largo plazo, pero creo que podemos avanzar.

Sin embargo, creo que es muy importante cuando uno se plantea este tipo de necesidades. Por ejemplo, Nueva Zelanda pensó que en ocho años no podía, porque tenía que cumplir con ciertos proyectos, o tenía que revisar ciertos programas o cumplir con ciertos procesos, y la suma de todo eso daba el cumplimiento de los objetivos en diez años, porque esa es su capacidad.

Nuestra capacidad radica, en primer lugar, en definir bien qué es la inclusión y qué queremos hacer con las personas con discapacidad. Una vez tengamos eso claro, trabajar por mayor inclusión y eso tiene que ver con objetivos que apunten a tener un país más justo, un país más inclusivo. Creo que bien vale la pena, dentro de todo lo complicado que estamos hoy como país. No podemos permitirnos cerrar los ojos, por eso acojo esta idea de largo aliento, es algo digno de imitar”.

Principales desafíos para la inclusión de personas con discapacidad

”Creo que en nuestro país estamos bastante al debe, a pesar de que se han impulsado varias iniciativas legislativas. Sin embargo, eso no tiene sentido si no hay una verdadera aplicación, o una verdadera preocupación con respecto a las personas que viven en situación de discapacidad. Por ejemplo, Senadis hoy cerró la postulación para este año a implementos para personas en situación de discapacidad, es decir, las personas que hoy requieren de una silla de ruedas -o de otro implemento que ayude de alguna manera a tener mayor inclusión- van a tener que esperar hasta el próximo año.

Y como ya es costumbre, Senadis entrega de un año a otro, es decir, año uno es la postulación y año dos se entrega la implementación. Por lo tanto, en ese sentido nos parece que de no entregar el año 2021 y no haber postulaciones, nos está dando las esperanzas de recibir algo el 2023. En mi opinión esto es gravísimo.

Estamos hablando de casi 15 mil postulaciones, 15 mil personas que están esperando alguna implementación. Quiero decir que a una persona en situación de discapacidad ese tiempo de espera se le hace mucho más largo que a alguien que no tiene ninguna discapacidad. Creo que entre todos los problemas que tienen las autoridades, obviamente no se ocupan de esto, porque esa persona que no pudo hacer nada gracias a la pandemia, se quedó encerrada, se quedó en su metro cuadrado, entonces no se visibiliza. Por lo tanto, creo que ahí hay un gran problema a resolver.

Por último, también está lo que tiene que ver con la implementación de los diferentes accesos a los servicios públicos y privados, ese es otro problema. He visto rampas que se han implementado por el solo cumplimiento de la ley, pero la verdad de las cosas es que son rampas que no pueden ser utilizadas porque a veces tienen pendientes demasiado pronunciadas, desniveles o, por ejemplo, hay autoridades que tienen sus oficinas en el tercer o cuarto piso y no tienen ascensor y en las calles también se pueden producir problemas”.

Problemas que se han evidenciado con la pandemia

”Se han evidenciado mucho más, porque obviamente la pandemia ocupa el primer lugar dentro de las prioridades para la autoridad, por lo tanto, vamos postergando y posponiendo otras demandas para poder solucionar la emergencia. Pero una persona sana puede aceptar la emergencia, pero la emergencia de una persona en situación de discapacidad, aparte de la vulnerabilidad, empeora su situación respecto al efecto que ha tenido el coronavirus, por lo tanto, eso lo hace mucho más complejo y evidente a la vez.

Si una persona en situación de discapacidad de por si tiene problemas en tiempos normales para desplazarse, ahora al tener que quedarse totalmente encerrado, quedó aislada del mundo.

Antes de finalizar quisiera contar un caso puntual. Se trata de Luka Williams Ortiz, un muchacho muy esforzado que se vino a estudiar a Santiago, sacó su carrera en la Universidad de Chile y un día practicando rugby se quebró el cuello y quedó parapléjico. Lamentablemente en Arica no tenemos las ayudas, porque somos una región que está a 2 mil kilómetros, por lo tanto tuvieron que trasladarlo a Santiago, la familia tuvo que hacer lo imposible para que pudiera tener algún tipo de recuperación y dada su nueva situación, poder estudiar.

Hoy estamos en búsqueda de terapeuta ocupacional y no hay ninguna institución del Estado que preste ese servicio. Entonces se dan dos cosas: una, que es la carencia que tiene Chile de servicios, a nivel nacional y en segundo lugar la diferencia que se da en regiones extremas, que me imagino debe pasar lo mismo en las regiones del sur. La distancia con los centros más importantes les impide tener una reinserción y una terapia acorde a los que se puede hacer”.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl