La académica de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) e investigadora en Cigiden (Centro de investigación para la gestión integrada del riesgo de desastres), se refirió a los efectos psicológicos del calor extremo, remarcando que las personas que viven en entornos donde cotidianamente deben enfrentar conflictos, experimentan un incremento en su malestar emocional.
RED ASIA PACIFICO OPINA, CAMBIO CLIMATICO, CALOREXTREMOLa académica de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) e investigadora en Cigiden (Centro de investigación para la gestión integrada del riesgo de desastres), se refirió a los efectos psicológicos del calor extremo, remarcando que las personas que viven en entornos donde cotidianamente deben enfrentar conflictos, experimentan un incremento en su malestar emocional.Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
Rayana Palharini es además doctora en meteorología por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) de Brasil. Su investigación se centra en la gestión de riesgos de desastres, el cambio climático y los impactos en la salud. En esta segunda parte de la entrevista realizada en octubre de 2024, profundizó sobre la importancia de la concientización y los efectos que el calor extremo tiene sobre el crimen. Más de sus reflexiones, a continuación.
Campañas de concientización
”Las campañas de concientización pueden complementarse con el acceso a refugios frescos, es decir, espacios donde las personas puedan permanecer durante las horas de calor extremo. Por ejemplo, en períodos de altas temperaturas, muchas personas sin aire acondicionado en sus hogares buscan lugares climáticos, como los centros comerciales, para escapar del calor. De forma intuitiva, buscan refugio en estos espacios porque no se sienten cómodas en sus casas.
Sin embargo, podríamos imaginarnos si esto se hiciera de manera intencionada, es decir, que las autoridades implementaran políticas públicas para crear lugares específicamente diseñados para este propósito. Entonces, ante la certeza de que el próximo verano en Chile traerá temperaturas extremas y olas de calor, se podrían construir espacios climatizados a los que las personas vulnerables puedan dirigirse.
Pero al implementar campañas de concientización y un sistema de alerta temprana, podríamos informar a la población sobre las olas de calor previstas y los puntos de refugio disponibles, equipados con climatización y opciones de venta de alimentos o helados. Si estas iniciativas se integran en un plan de adaptación y mitigación, el impacto positivo podría ser significativo, mejorando así la calidad de vida de los ciudadanos durante los meses más calurosos”.
”Al abordar el tema de los cambios en las ciudades, es crucial ir más allá de la parte técnica y los datos, ya que también debemos considerar el aspecto humano y las experiencias de las personas. A la hora de diseñar un plan, especialmente desde la perspectiva de los parlamentarios, es fundamental no establecer umbrales fijos para los lugares, sino comprender las características de cada comunidad y la población involucrada. Por ejemplo, 30 grados en Santiago puede ser una temperatura habitual, pero en Punta Arenas es un contexto completamente diferente.
Es esencial tener cuidado al realizar este tipo de análisis. En el grupo de investigación con el que trabajo en la Universidad Católica estamos intentando colaborar con las municipalidades para identificar las medidas que están implementando en sus comunas. Cada comuna, incluso en una ciudad como Santiago, presenta particularidades únicas, como diferentes tipos de edificios, pavimentos y áreas verdes.
Por lo tanto, aunque es necesario contar con un plan general que abarque la ciudad y el país en su conjunto, su aplicación debe considerar las especificidades de cada comunidad. Reconocer estas particularidades es clave para el éxito de cualquier estrategia”.
Efectos psicológicos
”En los últimos años, los estudios han comenzado a resaltar los efectos psicológicos del clima, un aspecto que ha cobrado relevancia recientemente. Hablar con un psicólogo solía ser algo estigmatizado, pero hoy entendemos la importancia de cuidar no solo nuestra salud física, sino también la mental, tanto en el ámbito personal como empresarial. Este cambio de perspectiva ha abierto el campo de la psicología y ha subrayado la importancia de la salud mental.
Investigaciones recientes han establecido vínculos entre el clima y la salud psicológica, identificando que el calor extremo puede generar estrés y ansiedad. Además, puede provocar trastornos del sueño, irritabilidad, y una disminución en la concentración y productividad. Por ejemplo, imagina acostarte en una noche agradable, sin frío ni calor, donde simplemente te pones un pijama y descansas. Ahora, contrasta eso con una noche de calor extremo, donde te quitas la ropa y sientes como sudas. Esa incomodidad puede llevar a la irritabilidad y afectar tu sueño.
Los episodios de calor extremo interfieren claramente en la calidad del descanso. Sin necesidad de consultar estudios científicos, todos podemos sentirlo: el calor nos hace sentir malestar y puede generar conflictos interpersonales. Esto se agrava en hogares con escasos recursos que carecen de aire acondicionado, donde las condiciones son similares a un horno. Las personas que viven en esos entornos, enfrentando además conflictos cotidianos, experimentan un incremento en su malestar emocional”.
Relación con el crimen
”Estamos iniciando un estudio para analizar datos sobre crímenes, violencia contra mujeres y violencia familiar en Chile. Hemos comenzado a recopilar información sobre la violencia intrafamiliar y su relación con las temperaturas. Hasta ahora, hemos observado una alta correlación entre las temperaturas elevadas y el aumento de la violencia familiar. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿por qué ocurre esto? Una posible explicación es que muchas viviendas no están adecuadas para soportar el calor.
En este contexto, es común que los hombres, quienes culturalmente son percibidos como los proveedores del hogar, regresen irritables tras un día de trabajo en condiciones difíciles. Esta irritabilidad puede desbordarse en agresiones hacia sus parejas e hijos, quienes son los más vulnerables. Aunque los datos no cuentan la historia completa, creemos que detrás de cada caso de violencia hay un contexto que incluye a mujeres e hijos/as agredidos por un esposo o padre que enfrenta el estrés del calor y otros problemas.
Es importante señalar que los delitos ocurren durante todo el año, pero su incidencia aumenta en verano y durante las olas de calor. Esta investigación está en curso y buscamos comprender cómo el calor actúa como un factor que se suma a otros problemas, influyendo en los disturbios psicológicos y afectando la salud mental de las personas. Aunque no es la única variable, el clima se presenta como un componente significativo en este complejo panorama”.
Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl
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