Relieve Región de Ñuble

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Desde el punto de vista morfológico, en Ñuble se pueden distinguir las unidades tradicionales del relieve chileno como lo son la Cordillera de los Andes, depresión intermedia, Cordillera de la Costa y planicies litorales.

La Cordillera de los Andes se presenta baja, con alturas promedio que bordean los 2.000 msnm. Dentro de las principales cimas regionales se destaca el complejo volcánico Nevados de Chillán, con predominancia de los edificios volcánicos denominados Volcán Nevado (3.212 m.s.n.m.) y Volcán Chillán (3.172 m.s.n.m.). La cordillera en sí es un importante hito para el acopio de las precipitaciones nivales, las cuales se traducen en significativos aportes a los drenes locales, principalmente en la época de los deshielos primaverales.

La transición entre la Cordillera de los Andes y el Valle Longitudinal se hace a través de la llamada Cordillera de Punilla o "La Montaña", una estructura del relieve que se proyecta en la zona de contacto entre ambas franjas del territorio, y que a veces es denominada como precordillera, que atraviesa el sur del Maule, y una amplia porción de Ñuble, confiriéndole al relieve una apariencia de lomajes relativamente bajos, y extensamente poblados por vegetación. Su origen se relaciona principalmente con secuencias geológicas denominadas volcanosedimentarias, datadas entre el Oligoceno y el Mioceno (aproximadamente 22 millones de años antes del presente).

El Valle Longitudinal se caracteriza por tener una topografía uniforme, desarrollándose desde el pie occidental de la precordillera, hasta hacer contacto con la Cordillera de la Costa. A pesar de presentarse como una sección homogénea se encuentra interrumpida y atravesada por una serie de drenes menores que corren desde la Cordillera de los Andes, para desaguar en el Itata, particularmente en la Provincia del Diguillín. En general es una llanura amplia, que puede desarrollarse en extensiones de hasta 80 kilómetros, aun cuando en promedio fluctúa en torno a los 60 a 70 kilómetros de ancho, y cuya principal constitución litológica son gravas y cantos rodados provenientes de la acción fluvio-glacial y volcánica del cuaternario reciente (menores a 2 millones de años antes del presente).

La Cordillera de la Costa se presenta baja y ondulada, con altitudes promedio inferiores a 400 msnm. En Ñuble destacan algunas elevaciones que sobrepasan los 500 metros de altitud: Cerro Coiquén (908 m.s.n.m), el Cerro Guallipén (774 m.s.n.m), Cerro El Rincón (726 m.s.n.m). Uno de los principales aspectos en esta franja del relieve es la generación de algunas cuencas interiores, que se relacionan con el desarrollo de estribaciones que se traducen en pequeños valles interiores encerrados por los cordones montañosos, dentro de los que tienen mayor relevancia está el de Quirihue. Las planicies costeras se presentan variables, según la sección que se analice. A momentos se desarrollan muy estrechas o casi inexistentes, mientras que habitualmente en las desembocaduras de los drenes locales se presentan más amplias, como en el estuario del Río Itata, o en las localidades de Cobquecura y Buchupureo. De todas formas, este rasgo morfológico siempre luce levemente desarrollado si se compara con el resto del país, ya que general no comprometen más allá de 4 a 5 kilómetros de ancho, y se distinguen por ser remanentes de la acción marina o fluviomarina.