Este período abarca desde el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, hasta el 11 de marzo de 1990, fecha en que asume Patricio Aylwin Azócar, presidente que inaugura la transición democrática.
Derrocado el gobierno el 11 de septiembre de 1973, una Junta Militar toma el poder político, estableciendo un gobierno autoritario. Entre otras medidas inmediatas, decreta la clausura el Congreso Nacional, el receso a los partidos políticos e instaura el Estado de Sitio en todo el país. La Junta Militar gobernó el país hasta el 11 de marzo de 1990 y en sus comienzos estuvo integrada por el general Augusto Pinochet Ugarte, Comandante en Jefe del Ejército, general Gustavo Leigh Guzmán, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, almirante José Toribio Merino Castro, Comandante en Jefe de la Armada, y por el general César Mendoza Durán, General Director de Carabineros.
Entre 1973 y 1978, el general Pinochet consolida su poder por sobre los demás miembros de la Junta Militar, asumiendo de manera consecutiva los cargos de “Jefe Supremo de la Nación”, “Presidente de la República” y “Capitán General”, al tiempo que conserva el cargo de Comandante en Jefe del Ejército. A su vez, la Junta Militar reemplaza al Congreso en el ejercicio de la función legislativa, quedando investida de los poderes Legislativo y Constituyente, potestad que ejerce mediante la dictación de Decretos Leyes.
El régimen militar se caracterizó por practicar una amplia represión política, labor que estuvo en manos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), desde 1973 hasta 1978. Esto derivó en abusos y atropellos a los Derechos Humanos: Miles de ciudadanos son detenidos, se producen allanamientos masivos y se cometen torturas, asesinatos y desapariciones de personas, que afectan principalmente a los militantes y simpatizantes de la depuesta Unidad Popular. En este contexto, un número considerable de chilenos se refugia en embajadas extranjeras o sale del país.
Económicamente, se produce una pugna entre los partidarios de un proyecto nacionalista y desarrollista y aquellos que sustentan la implementación de un esquema económico neoliberal, con énfasis en el protagonismo del sector privado y en el desarrollo de una estrategia de apertura del comercio exterior, la rebaja de los aranceles a la importación y la reducción del Estado con la venta o privatización de sus empresas, dejando a éste en un rol subsidiario.
Son éstos últimos quienes, desde 1975, logran imponer su proyecto económico, el que se aplica en Chile de manera extensiva y sin contrapesos, en vista de la desaparición de toda oposición. Asimismo, se instaura una legislación acorde, destacando la promulgación del Plan Laboral, conjunto de textos legales que establecen el nuevo modelo normativo de las relaciones laborales, restringiendo fuertemente el poder de los sindicatos y las materias de negociación. La implementación de la política económica de los denominados “Chicago boys” logra frenar la inflación y da un importante impulso a las exportaciones de productos primarios, permitiendo asimismo el acceso a una variada gama de productos importados. Por otro lado, significa un duro golpe a la industria nacional, la que se ve sumergida en una aguda crisis desde la segunda mitad de la década de 1970.
A nivel político, la situación interna dentro del régimen atravesó su primera crisis de importancia. El 24 de julio de 1978, la Junta de Gobierno destituye a uno de sus miembros, el general Gustavo Leigh Guzmán, debido principalmente a conflictos de poder con el general Pinochet. En su reemplazo, asumió como miembro de la Junta el general Fernando Matthei Aubel, quien se mantuvo hasta el final del régimen militar.
Luego de un largo proceso de elaboración, se implementa una de las mayores obras del régimen militar, la Constitución Política de 1980, dando inicio a la institucionalización del régimen. En ella se establece un régimen presidencialista marcadamente autoritario, con una Presidencia de 8 años, un Congreso de poderes limitados y con un tercio de senadores designados, y una serie de mecanismos institucionales que garantizan la influencia militar en los futuros gobiernos. Por ejemplo, la inamovilidad de los comandantes en jefes de las Fuerzas Armadas, el carácter de "garante de la institucionalidad" otorgado a estas mismas instituciones, y la existencia del Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), son manifestaciones de la influencia militar en la Constitución de 1980. Además, el texto se complementó con veintinueve artículos transitorios que le otorgaban amplias atribuciones al general Pinochet. Por ejemplo, su elección en el cargo de Presidente de la República por ocho años más, al cabo del cual se realizaría un plebiscito para ratificarlo para un segundo mandato hasta el año 1997.
Llamada a su aprobación mediante un plebiscito efectuado el 11 de septiembre de 1980, éste no cuenta con las garantías necesarias para garantizar su legitimidad, en vista de la proscripción de la oposición, la censura de prensa y la inexistencia de registros electorales. El resultado arroja una aprobación del 67%. Seis meses más tarde, el 11 de marzo de 1981, comienza a regir la Constitución Política y el general Pinochet asume su mandato presidencial por ocho años. Por ello deja de pertenecer a la Junta Militar, cargo que fue ocupado por el general de mayor antigüedad. De este modo, formaron parte de dicha Junta los Tenientes Generales César Benavides (1981-1985), Julio Canessa Robert (1985-1986), Humberto Gordon (1986-1988), Santiago Sinclair (1988-1990) y Jorge Lucar Figueroa (1990). En 1990, pocos días antes del retorno a la democracia, José Toribio Merino fue sucedido por Jorge Martínez Busch, como comandante en jefe de la Armada y, por ende, como miembro de la Junta.
En el plano económico, y acorde con la política de reducción del Estado, a partir de la década de los ochenta se desarrolla una profunda reforma a los sistemas de salud, educación y previsión estatales. En enero de 1980 se promulga la ley de municipalización de la educación, entregando la administración fiscal de la educación pública a las municipalidades. En noviembre del mismo año se promulga la ley que reemplaza el sistema de pensiones basado en un fondo común aportado por los trabajadores, por otro derivado de la capitalización individual en entes privados, las denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). En marzo de 1981 se promulga la ley que faculta a las personas a depositar sus cotizaciones de salud en entes privados, las denominadas Instituciones de Salud Previsional (ISAPRES).
La década de 1980 se inaugura con positivas cifras de crecimiento, expansión del crédito y del comercio, especialmente de artículos importados y por la formación de una nueva clase empresarial. Sin embargo, esta bonanza económica tiene un abrupto final en el año 1982. El aumento del precio del petróleo, la caída en las exportaciones y la quiebra masiva de bancos e industrias sumen al país en una severa recesión. El explosivo aumento del desempleo y del endeudamiento provoca una ola de malestar que se traduce en las primeras protestas nacionales en contra de la dictadura. Estas manifestaciones de descontento se expresan a través de huelgas, marchas callejeras, enfrentamientos con la policía, barricadas en poblaciones marginales y bocinazos y golpeteo de cacerolas en los barrios de clase media. Las protestas, impulsadas por sectores gremiales y sindicales, se expanden hacia el estudiantado, los pobladores y los partidos políticos, quienes resurgen tras un largo receso. Organizada la oposición bajo el alero de los partidos políticos de centro e izquierda, éstos demandan la renuncia de Pinochet, la derogación de la Constitución de 1980 y la realización de elecciones libres y democráticas.
Estas demandas son respondidas con una dura represión, lo que provoca una agudización del conflicto y la violencia. Entre 1983 y 1986 se suceden más de veinte jornadas nacionales de protesta, al tiempo que el Partido Comunista impulsa una política insurreccional que se traduce en el accionar de su brazo armado, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, el que efectúa en el año 1986 un fallido atentado contra Pinochet. Debido en parte a las responsabilidades de carabineros en la represión política, el 2 de agosto de 1985 el general César Mendoza Durán renunciaba a la Dirección de Carabineros, siendo reemplazado por el general Rodolfo Stange, que en consecuencia pasó a ser miembro de la Junta Militar.
El fracaso de las protestas y de la lucha armada para derrocar al régimen provoca que la oposición, excepto el Partido Comunista y otros grupos de izquierda como el Frente Patriótico Manuel Rodríguez y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, acepte insertarse dentro de la institucionalidad existente en la Constitución de 1980. Esto significa participar en el plebiscito que la Carta estipula para el año 1988 y derrotar a Pinochet en las urnas. Agrupados en la denominada “Concertación de Partidos por el No” demócrata cristianos, socialistas, radicales, humanistas y sectores de derecha liberales se lanzan en una campaña que culmina el 5 de octubre de 1988, con la victoria de la opción “No” en el plebiscito, con un 54% de los votos. Esto significa el llamado a elecciones presidenciales y parlamentarias para el año siguiente.
De esta forma, en las elecciones del 14 de diciembre de 1989, Patricio Aylwin, demócrata cristiano y candidato de la ahora denominada Concertación de Partidos por la Democracia, gana las elecciones con un 55% de los votos, sobre Hernán Buchi y Francisco Javier Errázuriz, marcando el fin del régimen militar.
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17-08-1989
Estas primeras reformas fueron 54 y buscaron establecer el pluralismo político, aumentar el número de civiles en el Consejo de Seguridad Nacional, dar mayor relevancia a los tratados internacionales y limitar el poder del Ejecutivo sobre algunas libertades personales. Junto con definir en cuatro años el período presidencial de quien resultara electo en los comicios de diciembre de 1989. El proyecto de reforma surgió mediante un acuerdo político entre los partidos de la Concertación de Partidos por la Democracia, el Partido Renovación Nacional y el Partido Unión Demócrata Independiente. Como faltaban meses para la reapertura del Congreso Nacional fue la Junta Militar la encargada de hacer los cambios al texto tras un plebiscito realizado el 30 de julio de 1989 y que apoyó el proyecto con un 85,7% de aprobación.
14-12-1989
Esta elección presidencial es la primera efectuada desde el año 1970 e incluye también elecciones parlamentarias. Los candidatos son: Patricio Aylwin Azócar, político demócrata cristiano y candidato de la Concertación de Partidos por la democracia, que agrupa a la oposición al gobierno militar y está compuesta por los partidos Demócrata Cristiano, Socialista, Radical, Socialdemócrata, Por la Democracia y Humanista. Hernán Buchi, candidato de los partidarios del general Augusto Pinochet y apoyado por los partidos renovación nacional, UDI y Democracia Radical. Francisco Javier Errázuriz, independiente de derecha. El ganador es patricio Aylwin con un 55,17% de los votos, le siguen Hernán Buchi con un 29,40% y Francisco Javier Errázuriz con un 15,43% de los sufragios.
14-12-1989
Con la elección de los miembros que integrarán el Congreso Nacional y en paralelo la elección del Presidente de la República que gobernará Chile, se inicia el proceso de retorno de la Democracia. La ciudadanía elige un total de 120 diputados en ejercicio para el periodo 1990 a 1994 y 38 senadores en ejercicio en los periodos 1990 a 1994 y 1990 a 1998. A estos se suman nueve senadores designados por mecanismos indirectos. Los resultados de la elección posibilitaron la obtención de una mayoría parlamentaria por la Concertación de Partidos por la Democracia que logra 72 diputados y 22 senadores. En los resultados por partidos se impone la Democracia Cristiana como el más votado de Chile con 13 senadores y 38 diputados. En la oposición se ubica Renovación Nacional con 6 senadores y 29 diputados. El periodo de duración de los parlamentarios en sus cargos es de cuatro años para los Diputados y ocho para los Senadores.