Labor Parlamentaria
Participaciones
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Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 47
- Celebrada el 06 de julio de 2010
- Legislatura Ordinaria número 358
Índice
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Mociones
Proyecto iniciado en moción de los señores diputados Chahín, Ascencio, Arenas, Car-mona, Lorenzini, Robles, Ojeda, Sabag; Venegas, don Mario, y Tuma. Establece feriado el 24 de junio de cada año, para celebrar el Día Nacional de los Pueblos Indígenas. (boletín N° 7037-06)
Autores
13. Proyecto iniciado en
FUNDAMENTOS:
1.- Como Estado moderno y respetuosos de los derechos fundamentales, Chile es y debe ser no solo en el discurso sino en la praxis un país multicultural. Ello implica no solo aceptar respetar y acoger como ha sido siempre nuestra costumbre a los habitantes que provienen desde tierras remotas, o descienden de quienes desde lejos han venido a aportar con su cultura y particular modo de ver el mundo para hacer más grande a Chile. Es precisamente la exquisita mezcla que nos hace ser lo que somos.
Sin embargo el fantasma del racismo en nuestro país, a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho, sigue existiendo. Aun existen personas de lenguas largas y mentes pequeñas que siguen considerando a los habitantes de los pueblos originarios como inferiores, desconociendo su rica cultura, su valor y sus particulares características que conforman parte del ser chileno, caricaturizándolos con generalizaciones propias de quienes poseen un pobre desarrollo intelectual.
Prueba de ello es que de acuerdo al Censo de 2002, un total de 692.192 personas mayores de 14 años, alrededor de un 4,6% de nuestra población, se declaró indígena y parte de uno de los ocho grupos originarios reconocidos por el Estado chileno. De estos, 604.349 se declararon Mapuche; 48.501 Aunara ; 21.014 Atacameño; 6.175 Quechua; 4.647 Rapa Nui; 3.198 Kolla . 2.622 Alacalufe y 1.685 Aymara . Ello significa una drástica reducción de un 30% de acuerdo a lo establecido en el Censo de 1992, donde 998.385 personas se declararon como pertenecientes a los pueblos originarios.
Es por esto que se hace necesario y urgente el tomar desiciones de Estado que propendan a fortalecer los vínculos de la población indígena con sus comunidades, para no tener que lamentarse más adelante por imperdonables inacciones de la autoridad.
2.- Por ello es que proponemos el que se plasme como ley de la República un feriado propio de nuestros pueblos originarios. La totalidad de los feriados que hoy día celebramos son producto de la conmemoración de fechas importantes para la religión, de eventos indiscutibles para el desarrollo de nuestra nación o que celebran luchas sociales, como el 01 de mayo (basado en los sucesos de Chicago). Ninguno de estos atiende a nuestra historia prehispánica, como si la llegada de los conquistadores hubiese borrado parte de nuestro ser, en lugar de tratarse de un encuentro de culturas.
3.- Que el pueblo Quechua tradicionalmente celebra con una ceremonia denominada Inti Raymi, que se realiza en lugares altos en medio de la fría noche altiplánica del 23 de junio en espera del amanecer. Uno de los lugares más significativos para los quechuas en esta fecha es el volcán Aucanquilcha, cercano a Ollagüe, donde la mayoría de los ancianos del sector se reúnen para participar de esta celebración.
En el caso Aymara y de acuerdo a su calendario, el 21 de junio se celebra el advenimiento de un nuevo ciclo. Para el mundo andino el tiempo está concebido de manera cíclica, en concordancia con los cambios de la naturaleza. Es así como el Machaq Mara está marcado por la ocurrencia del fenómeno astronómico, que los antiguos aymaras, descubrieron hace cientos de años y que en la cultura occidental se conoce como solsticio de Invierno.
A partir de este día las noches se acortan y los días comienzan, paulatinamente, a alargarse, siendo la noche anterior al Machaq Mara , la noche más larga del año; los días, por su parte, se hacen cada vez más cálidos. Los pueblos andinos, sabios y respetuosos de los ciclos de la naturaleza, propician este cambio de ciclo, con ofrendas, ritos y celebraciones.
El Machaq Mara o Año Nuevo Aymara, es una de las principales celebraciones del calendario Aymara . Antiguamente, revestía gran importancia y era la ocasión en que en los principales lugares sagrados del Tawantinsuyu, se realizaban ofrendas a los dioses tutelares (Pachamama y Tata Inti). Con el tiempo y producto de diversos factores históricos y socioculturales, esta celebración fue quedando en el olvido.
De esta forma, de todas las celebraciones el We Tripantu es quizá la más conocida. Ancestralmente esta ceremonia ha concitado el respeto e interés de los mapuche, aunque desde hace algún tiempo varias personas no indígenas han optado por incorporar esta fecha como un hito significativo. Habitualmente se realiza durante la noche del 23 de junio, y se espera hasta el amanecer la llegada del nuevo sol que regresa. La ceremonia comienza antes de que el sol se oculte en el horizonte, entonces se realiza el llellipun con la presencia de los invitados. En este ritual se invoca a los mely chi laku, los antepasados los cuatro abuelos, y es dirigida por una machi o por el longko del lugar.
Dentro de la ruka escogida arde el fogón kütral y se cocina gran cantidad de alimentos, que todos los presenten comparten. Los ancianos cuentan historias a los niños, y a través del nütram conversación mapuche, los aconsejan para que sean buenas personas y lleguen a convertirse en kim che hombres sabios. Tomando mate, comiendo sopaipillas, carne de chancho, ave y bailando, se pasa la noche.
En el período de epewun, que es antes del amanecer, hombres, mujeres, niños e invitados concurren al río, vertiente o estero más cercano a bañarse y esperar la nueva salida del sol con el cuerpo y el espíritu renovado y limpio y sintiendo la fuerza del Dios Gnechen .
Cuando el sol y la luz cubren el espacio visible se dice Akui We Tripantu llegó el nuevo año o también Wiñol Tripantu regresa la salida del sol. De esta manera en el amanecer del día 24 de junio se inicia otro ciclo de vida en el mundo mapuche y en la madre tierra. Durante el día continúan distintas actividades, según la región. Por lo general es un día de reencuentro, de armonía y equilibrio de las relaciones familiares. El ritual culmina con el ocultamiento del sol en el oeste.
Este conjunto de ritos constituyen para los mapuche la renovación del compromiso y las formas como se relacionan con la naturaleza, es el periodo en que la tierra inicia un proceso de renovación de sus energías para una nueva etapa de producción, es un acto de prácticas conductuales de los diferentes componentes que conforman el universo y una clara concepción del gran newen, o energía viva, que rige el cosmos.
Así la Fiesta del Año Nuevo Mapuche o We Tripantu es un día sagrado y festivo para los mapuches, que se celebra, invariablemente, cada 24 de junio. Dicha festividad social espiritual We Tripantu, es un escenario en el que una misma fuerza espiritual denominada newen, estremece de energía a todos los seres vivientes y hace de los hombres y mujeres, hermanas y hermanos con todos los elementos de su medio.
4.- Que es fundamental y de un profundo sentido de justicia, tanto conmemorar a los pueblos originarios a nivel nacional, como también permitir que los indigenas que trabajan o están fuera de sus comunidades, puedan volver a ellas para participar de su hermosa fiesta de cambio de ciclo y así respetar plenamente sus costumbres y creencias.
De esta manera por constituir una profunda señal de integración y reconocimiento para el Bicentenario, es que planteamos que el Día Nacional de los Pueblos Indígenas debería convertirse en una fecha donde las chilenas y chilenos puedan también conocer y compartir sus valores, culturas y creencias para aprender a respetarlas e integrarlas como parte de nuestra identidad.
5.- Que el Convenio 169 de la OIT indica que los estados suscribientes “pueden promover, facilitar y estimular, todas aquellas manifestaciones más esenciales que poseen sus culturas”. Dentro de ese contexto, qué más importante que este día coincida con las festividades de We Tripantu, Machaq Mara , Inti Raymi, que marcan el inicio de un nuevo ciclo de la vida y que por la misma razón es celebrada en distintos puntos del país. Es por ello que nuestro deber es hacer posible el mayor grado de participación de nuestros pueblos originarios.
Por tanto, y en consideración a lo previamente expuesto, es que presentamos el siguiente:
PROYECTO DE LEY:
ARTÍCULO UNICO:
“Artículo 1°.- Declárase feriado el día 24 de Junio, por conmemorarse el Día Nacional de los pueblos indígenas.
Artículo 2º.- Toda persona que pertenezca a un pueblo originario tendrá permiso por el solo ministerio de la ley, para ausentarse de su lugar de trabajo, estudio o servicio, desde las 20:00 horas del día 23 de junio hasta la medianoche del día 24 de junio sin excepción.
Artículo 3º.- Para acreditar la calidad de indígena a efectos de lo preceptuado en el artículo anterior, sólo será válido el certificado otorgado por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena Conadi, o su sucesora legal.