Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.
Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.
Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.
Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.
Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.
Fecha 07 de marzo, 2006. Mensaje en Sesión 4. Legislatura 354.
MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA CON EL QUE INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE AUTORIZA LA CONTRIBUCIÓN DE CHILE A LA ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL.
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SANTIAGO, marzo 7 de 2006.-
MENSAJE Nº 547-353/
A S.E. EL PRESIDENTE DE LA H. CÁMARA DE DIPUTADOS.
Honorable Cámara de Diputados:
En uso de mis facultades constitucionales, tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que tiene por finalidad autorizar la contribución del Estado de Chile a la Acción Internacional contra el Hambre y la Pobreza en el mundo.
I.ANTECEDENTES.
1.La lucha contra la pobreza como desafío mundial.
La lucha contra la pobreza no es un desafío nuevo a nivel mundial. Por el contrario, es una tarea permanente y en gran medida pendiente, a la que está convocada toda la comunidad internacional y, en especial, aquellos países que han logrado mayor desarrollo y crecimiento, rompiendo el círculo del hambre, la miseria y el subdesarrollo.
A nivel internacional, el desafío de erradicar el hambre y la pobreza se ha abordado en diversos foros, organizaciones y programas de cooperación, erigiéndose hoy como uno de los principales objetivos de la Organización de las Naciones Unidas y de sus distintos órganos, así como de otros organismos multilaterales regionales como la OEA y la Unión Europea.
La acción internacional contra el hambre y la pobreza concita, asimismo, la adhesión y colaboración de la inmensa mayoría de las naciones, como también de los gobiernos, de los organismos no gubernamentales y de los ciudadanos individualmente considerados.
2.Chile no se ha restado al esfuerzo mundial para la superación del hambre y la pobreza.
Chile ha participado activamente en esta campaña, a través de las organizaciones internacionales que integra, apoyando iniciativas y programas de cooperación mundial destinados a promover el desarrollo sustentable, la superación de la pobreza, la democratización y gobernabilidad de los pueblos, el respeto de los derechos y la dignidad de las personas, la erradicación de la desnutrición y de las pandemias, el fortalecimiento institucional y, en fin, a múltiples otras finalidades que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de las naciones y sus habitantes.
Orgullosos de nuestra tradición de integración, apertura y colaboración internacional, en los últimos años hemos respaldado y promovido activamente los urgentes llamados que, a través de las Naciones Unidas, se han formulado a los Estados, para generar y comprometer mayores esfuerzos en aras de la erradicación del hambre y la pobreza.
3.Iniciativas internacionales de las que Chile es parte.
Es así como en el año 2000, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Gobierno chileno apoyó y suscribió la denominada “Declaración del Milenio”, una de cuyas metas centrales es “Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día y el de las personas que padezcan de hambre”.
Con miras a esa causa, Chile también participó y suscribió los acuerdos de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, celebrada en Monterrey, México, en el año 2001, instancia en que los líderes mundiales comenzaron a identificar recursos y medidas específicas para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio.
Tanto en la Cumbre Mundial sobre Alimentación como en la Cumbre del Milenio, se fijaron objetivos a este respecto, con plazos que expiran el año 2015 y cuantificación de recursos adicionales que se requieren para cumplirlos. Estos implican, unos 50.000 millones de dolares adicionales anuales, lo que supone un compromiso mutuo entre los países desarrollados y en desarrollo.
En este contexto, el 20 de septiembre de 2004, en Nueva York, se llevó a cabo la Cumbre de líderes mundiales sobre la acción contra el hambre y la pobreza, convocada por los Presidentes de Brasil, Chile y Francia y el Presidente del Gobierno español, con el apoyo del secretario General de las Naciones Unidas, en la que se reconoció que la erradicación de la pobreza constituye un desafío importante en el proceso de globalización y que requiere la puesta en práctica de políticas coordinadas y continuadas mediante la cooperación internacional y una acción nacional resuelta.
Tal como lo señala la propia declaración de Nueva York, el mundo cuenta con las aptitudes y recursos suficientes para librar a toda la humanidad del hambre y la pobreza, así como para promover el desarrollo económico sostenible acompañado de justicia social.
El mayor escándalo no radica en la existencia del hambre, sino que ésta persista a pesar de que contamos con los medios necesarios para erradicarla.
En la Cumbre de Nueva York de 2004, se reafirmó el compromiso en la Declaración del Milenio. Para ello se creó un Grupo Técnico, con la misión de identificar nuevas fuentes de financiamiento para combatir la pobreza y el hambre en el mundo.
El Grupo, con ocasión del encuentro de jefes de Estado de 2004, evacuó un informe que contiene novedosas pero controvertidas fuentes de financiamiento, que comprometen tanto al sector privado como público, de carácter voluntario u obligatorio, de ámbito mundial o limitado, con miras a complementar y garantizar la estabilidad y previsibilidad a largo plazo de la ayuda externa.
4.Los países han concordado fuentes innovadoras de financiación del desarrollo.
Por otra parte, el 14 de septiembre de 2005, setenta y nueve países, entre los que se comprende nuestro país, ratificaron en París la Declaración sobre las Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo, que alienta la incorporación de una contribución internacional de solidaridad.
Los países signatarios de dicha Declaración, reconocen que ninguna autoridad internacional dispone hoy día del poder de establecer contribuciones. Una fiscalidad internacional es necesariamente el producto de un acto de cooperación entre Estados. Se la puede definir como un conjunto de dispositivos fiscales adicionales, idénticos y convergentes, implementados en conjunto por los estados, en un marco de acuerdo común, incluso en lo que se refiere a la utilización de los recursos obtenidos por cada uno de ellos.
Dicha solidaridad propone que el producto de la contribución de ella se asigne a un objeto específico, lo que permite, además, destinar a programas en los que la urgencia de financiación regular es particularmente necesaria. De esta manera, las contribuciones de solidaridad internacional, financiarán las políticas que la ayuda pública tradicional, insuficientemente irregular, le es difícil asumir.
En torno a estos propósitos, la comunidad internacional ha ido alcanzando un alto grado de consenso. La lucha contra la gran pobreza es un desafío ético, político y económico tanto para los países ricos como para los países pobres. De ahí, que sobrepasando las discrepancias Norte/Sur, se ha optado por adoptar una política de alianza estratégica. Por ello las contribuciones de solidaridad internacional tiene la característica de poder ser aplicadas tanto por los países desarrollados como por los países emergentes y en desarrollo, teniendo en cuenta que la tasa impositiva debe reflejar la capacidad contributiva del país participante, es decir su nivel de riqueza.
5.La contribución internacional sobre los billetes de avión.
Ahora bien, los países signatarios de la declaración de París sobre Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo, han concordado en una formula básica, sobre la base de un cobro adicional en las tasas de embarque de la aviación comercial, denominada “contribución de solidaridad sobre billetes de avión”, que comparativamente presenta indudables ventajas respecto de otras fuentes, tanto desde el punto de vista de su fácil implementación, su escaso impacto económico y su carácter flexible y equitativo.
En primer lugar, el mecanismo se puede instaurar fácilmente, aumentando los impuestos y derechos aeroportuarios existentes, con un costo de recuperación mínimo, sin afectar a la soberanía fiscal de los estados, ni representar dificultades jurídicas. De este modo, la contribución que se propone establecer por cada país participante, respeta las propias reglas constitucionales y legislativas, sin implicar en ningún momento una reducción de la soberanía fiscal, pues las tasas y las modalidades de la contribución, se dejan a la apreciación de cada participante. Asimismo, los acuerdos de la OMC autorizan también la implementación de contribuciones concertadas de este tipo, siempre que no se apliquen de manera discriminatoria. Tampoco la contribución se encuentra prohibida por el Convenio de Chicago, ni ningún otro acuerdo y tratado internacional que rige el transporte aéreo internacional.
En segundo lugar, el instrumento propuesto tiene un impacto económico mínimo, pues es neutro sobre el transporte aéreo, estructuralmente muy dinámico. No afecta la competitividad entre los transportistas aéreos, ni a la de los grandes aeropuertos y tiene la ventaja de poder implementarse sin esperar la participación universal de los Estados.
En tercer lugar, es un mecanismo flexible y equitativo. En efecto, dado el carácter progresivo de la contribución, es coherente con la voluntad de repartir mejor los frutos de la globalización. En el plano internacional, la diferenciación de las tasas permite tomar en cuenta la especificidad de todos los países que implementen esta contribución, y en especial su nivel de desarrollo.
6.Decisión de Chile de participar
Nuestro país ha asumido los desafíos trazados por los Objetivos del desarrollo del Milenio comprometidos el año 2000, mediante un adecuado de manejo macroeconómico y la implementación de políticas públicas focalizadas en lo social. Hemos cumplido un tercio de las metas dispuestas por la comunidad internacional y esperamos alcanzarlas plenamente el 2015.
En tal sentido, Chile se ha comprometido en la implementación del “Consenso de Monterrey” de Financiación del Desarrollo.
Pero, así como nuestro país ha ido avanzando sostenida y responsablemente en la derrota de la extrema pobreza, que felizmente afecta cada vez a menos chilenos, avanzando progresivamente hacia mayores niveles de equidad social, también tiene una responsabilidad que asumir a nivel internacional. Ello no sólo para transmitir su rica experiencia en la lucha contra la extrema pobreza, a través de la focalización de programas, como el combate a la desnutrición y la mortalidad infantil, sino que también entregando una contribución financiera para ir en ayuda de los países más pobres.
Por ello, hemos copatrocinado la Iniciativa para la Lucha Contra el Hambre y la Pobreza, que busca viabilizar mecanismos financieros innovadores para combatir este problema, como los ya analizados, para alcanzar las metas de la declaración del Milenio. Necesitamos dar respuestas ahora y ésta es una opción concreta.
De ahí que este Gobierno comprometió en septiembre de 2005, en el marco de la declaración de Nueva York, una contribución de solidaridad internacional. Para financiar el mayor gasto que esta contribución representa para el erario nacional, se ha resuelto la implementación a partir de 2006, de una tasa de 2 dólares en todos los vuelos internacionales, adicionales a la tarea vigente.
De esta manera, nuestro país, con un desarrollo medio, reconoce que el mayor esfuerzo de la Asistencia Oficial al Desarrollo debe dirigirse a los países menos adelantados, de manera de atender especialmente la situación de África, sin olvidar que la cooperación internacional también de be concurrir a los países de renta media, especialmente para la formulación de políticas públicas encaminadas a la superación de la pobreza y a la reducción de la brecha de la desigualdad.
II.CONTENIDO DEL PROYECTO.
Conforme a lo expuesto, se presenta a ese H. Congreso Nacional, una iniciativa de ley que permita a nuestro país cumplir a cabalidad con estos irrenunciables compromisos asumidos con la comunidad internacional, sobre la base de las siguientes propuestas.
1.Autorización para efectuar aportes a iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza.
En primer lugar, se propone autorizar al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Nacionales Unidas.
Al efecto, se solicita facultar al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de efectuar dichos aportes.
2.Financiamiento del gasto que representa el aporte.
Para efectos de financiar el mayor gasto que represente para el erario nacional el aporte enunciado, la presente iniciativa propone establecer un recargo, de beneficio fiscal, de hasta US$ 2(dos dólares de los Estados Unidos de Norteamérica) o su equivalente en pesos, según sea el caso, de los derechos de embarque de pasajeros de vuelos internacionales, a contar de la anualidad en que se deba efectuar el primer aporte.
Para tal efecto, se propone que el producto del recargo de los derechos de embarque que así se disponga, debe ser integrado por la Dirección de Aeronáutica Civil a Rentas Generales de la Nación, dentro de los cinco días siguientes al que le sean remitidos los recursos por parte de las entidades recaudadoras. De esa forma, se respeta, de un lado el principio de no afectación; y, del otro, el financiamiento de todo gasto fiscal.
Sin perjuicio de lo anterior, el referido recargo se entenderá formar parte del derecho de embarque para todos los efectos legales y reglamentarios.
En consecuencia, tengo el honor de someter a vuestra consideración, el siguiente:
PROYECTO DE LEY:
“Artículo 1°.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Nacionales Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.
Asimismo, se faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determina, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente. Esta facultad se ejercerá por decreto supremo dictado a través del Ministerio de Hacienda.
Artículo 2°.- A contar de la anualidad en que se deba efectuar el primer aporte conforme al artículo anterior, se aplicará un recargo, de beneficio fiscal, de hasta US$ 2(dos dólares de los Estados Unidos de Norteamérica) o su equivalente en pesos, según sea el caso, de los derechos de embarque de pasajeros de vuelos internacionales regulados en la ley 16.752 y el Reglamento de Tasas y Derechos Aeronáuticos, le que será implementado mediante modificaciones a dicho Reglamento.
Artículo 3°.- El producto del recargo de los derechos de embarque que se disponga conforme al artículo anterior, será integrado por la Dirección de Aeronáutica Civil a Rentas Generales de la Nación, dentro de los cinco días siguientes al que le sean remitidos los recursos por parte de las entidades recaudadoras.
Con todo, el referido recargo se entenderá formar parte del derecho de embarque para todos los efectos legales y reglamentarios.”.
Dios guarde a V.E.,
RICARDO LAGOS ESCOBAR
Presidente de la República
NICOLÁS EYZAGUIRRE GUZMÁN
Ministro de Hacienda
JAIME RAVINET DE LA FUENTE
Ministro de Defensa Nacional
IGNACIO WALKER PRIETO
Ministro de Relaciones Exteriores
JAIME ESTEVEZ VALENCIA
Ministro de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones
Cámara de Diputados. Fecha 04 de abril, 2006. Informe de Comisión de Hacienda en Sesión 11. Legislatura 354.
?INFORME DE LA COMISIÓN DE HACIENDA RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE AUTORIZA LA CONTRIBUCIÓN DE CHILE A LA ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL.
BOLETÍN Nº 4.104-05
HONORABLE CÁMARA:
La Comisión de Hacienda informa, en primer trámite constitucional y en primero reglamentario, el proyecto mencionado en el epígrafe, iniciado en Mensaje de S.E. el Presidente de la República.
I. CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS PREVIAS
Para los efectos constitucionales, legales y reglamentarios pertinentes, se hace constar, en lo sustancial, previamente al análisis de fondo y forma de esta iniciativa, lo siguiente:
1°) Que la idea matriz o fundamental del proyecto en informe es cumplir los compromisos asumidos por Chile con la comunidad internacional de aportar una contribución de solidaridad internacional para el financiamiento de iniciativas contra el hambre y la pobreza.
2°) Que el articulado del proyecto no contiene normas de quórum especial.
3°) Que el proyecto fue aprobado en general por la unanimidad de los Diputados presentes.
4°) Que Diputado Informante se designó al señor ROBLES, don ALBERTO.
* * *
Asistieron a la Comisión durante el estudio del proyecto los señores Claudio Rojas, Jefe de Gabinete de la DIRECON, Hernán Moya y Juan Francisco Galli, Asesores del Ministerio de Hacienda.
II. ANTECEDENTES GENERALES
A. Antecedentes de hecho y de mérito que justifican la iniciativa
Chile ha participado activamente en la campaña contra el hambre a nivel mundial [1]; es así como, a través de las organizaciones internacionales que integra, ha apoyado iniciativas y programas de cooperación destinados a promover el desarrollo sustentable y la superación de la pobreza.
El 20 de septiembre de 2004, en Nueva York, se llevó a cabo la Cumbre de líderes mundiales sobre la acción contra el hambre y la pobreza, que fuera convocada por los Presidentes de Brasil, Chile, Francia y el Presidente del Gobierno español, con el apoyo del Secretario General de las Naciones Unidas, en la que se reconoció que la erradicación de la pobreza constituye un desafío importante en el proceso de globalización. En dicha ocasión, se reafirmó la llamada “Declaración del Milenio ”[2], para lo cual se decidió crear un Grupo Técnico, con la misión de identificar nuevas fuentes de financiamiento para combatir la pobreza y el hambre en el mundo. En este contexto, se evacuó un informe que contiene novedosas pero controvertidas fuentes de financiamiento, que comprometen tanto al sector privado como público, de carácter voluntario u obligatorio, de ámbito mundial o limitado, con miras a complementar y garantizar la estabilidad y previsibilidad a largo plazo de la ayuda externa.
Posteriormente, el 14 de septiembre de 2005, setenta y nueve países, entre los que se comprende Chile, ratificaron en París la Declaración sobre las Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo, que alienta la incorporación de una contribución internacional de solidaridad. Dicha solidaridad propone que el producto de la contribución de ella se asigne a un objeto específico, lo que permitiría, además, destinar recursos a programas en los que la urgencia de financiación regular es particularmente necesaria.
Los países signatarios de la declaración de París ya citada, han concordado en una formula básica, que comprende un cobro adicional en las tasas de embarque de la aviación comercial, denominada “contribución de solidaridad sobre billetes de avión”, que -se señala en el Mensaje- comparativamente presenta indudables ventajas respecto de otras fuentes, tanto desde el punto de vista de su fácil implementación, su escaso impacto económico y su carácter flexible y equitativo. Se hace presente que el mecanismo se puede instaurar fácilmente, aumentando los impuestos y derechos aeroportuarios existentes, con un costo de recuperación mínimo, sin afectar a la soberanía fiscal de los Estados, ni representar dificultades jurídicas.
Se hace notar, además, que ello no contraviene los acuerdos de la OMC, siempre que las contribuciones concertadas de este tipo no se apliquen de manera discriminatoria. Se postula que se trata de un instrumento que tiene un impacto económico mínimo, pues es neutro sobre el transporte aéreo; no afectando la competitividad entre los transportistas aéreos, ni la de los grandes aeropuertos y tiene la ventaja de poder implementarse sin esperar la participación universal de los Estados. Asimismo, sería un mecanismo flexible y equitativo.
El Gobierno del Presidente Lagos comprometió, en septiembre de 2005, en el marco de la declaración de Nueva York, una contribución de solidaridad internacional, cuya financiación se propone implementar a partir de 2006, con una tasa de 2 dólares en todos los vuelos internacionales, adicionales a la vigente.
B. Disposiciones legales que se modifican por el proyecto.
La normativa en estudio no introduce modificaciones a las leyes vigentes; no obstante, de aprobarse la propuesta original, deberá modificarse el Reglamento de Tasas y Derechos Aeronáuticos.
C. Contenido del proyecto
El proyecto autoriza al Presidente de la República para efectuar aportes a Naciones Unidas hasta por un total de US $ 5 millones anuales, para financiar programas contra el hambre y la pobreza.
III. ANTECEDENTES PRESUPUESTARIOS O FINANCIEROS
El informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, con fecha 15 de marzo de 2006, señala que el aporte 2006 se financiará, en la parte proporcional que corresponda luego que entren en vigencia los acuerdos correspondientes, con cargo a los recursos que se consulten en el ítem 06.01.01.24.07.001, Organismos Internacionales, del presupuesto vigente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
IV. DISCUSIÓN GENERAL Y PARTICULAR DEL PROYECTO
A. Discusión general
Durante el debate de la iniciativa el señor Juan Francisco Galli anunció que el Ejecutivo había decidido presentar una indicación para eliminar los artículos 2° y 3° del proyecto que recargan los derechos de embarque de vuelos internacionales. Agregó que el alza de 2 dólares en la tasa de embarque que ya se encuentra vigente según decreto N° 15, de marzo del 2006, del Ministerio de Defensa Nacional, se dejará sin efecto mediante otro decreto. Consultado por los motivos que existirían para suprimir el aumento de tasa, sostuvo que se han formulado algunos planteamientos en orden a que existiría un posible vicio de constitucionalidad en emplear los recursos derivados de las tasas de embarque en fines distintos al propio del servicio a que va ligado, lo que desvirtuaría la naturaleza de la tasa, transformándola en una suerte de impuesto.
Frente a sugerencias de algunos señores Diputados en orden a que el aporte solidario sea vía aumento en las tasas de embarque, el señor Galli sostuvo que el aumento de las tasas iría en beneficio de la Dirección de Aeronáutica Civil ya que tales recursos no pueden traspasarse a fondos generales de la Nación.
En relación con la participación de Chile en la lucha contra el Hambre y la Pobreza, el señor Claudio Rojas señaló que el grupo técnico nombrado por los presidentes Lula, Lagos y Chirac, en enero de 2004, en Ginebra, ha operado bajo el mandato de identificar fuentes nuevas de financiamiento. Expresó que se ha procurado el logro de avances concretos; así, se ha decidido asignar los fondos al uso de un bien público internacional o para combatir un mal público, por ejemplo, el SIDA, la malaria o la tuberculosis.
Precisó que los recursos irán destinados al programa contra el SIDA, como programa piloto. Se busca así un mecanismo efectivo y eficaz para combatir la pobreza, por medio de la inversión dirigida a la lucha contra la referida enfermedad, y otras pandemias, por medio de la generación de un centro de adquisición y distribución de medicamentos a los países más pobres y afectados por esas pandemias. Lo anterior, debería estar en estrecha coordinación con la acción de la comunidad internacional, como por ejemplo, el Fondo Global de la ONU, para evitar la duplicidad y permitir focalizar los esfuerzos efectivos para atender las urgentes necesidades de los países afectados por estas pandemias, en particular, los de África.
Finalmente, se hizo presente en la Comisión que el aporte en comento deberá incluirse cada año en el proyecto de Ley de Presupuestos para que cuente con el financiamiento correspondiente.
B. Discusión particular
En el artículo 1° del proyecto, se autoriza al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza, y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Nacionales Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.
En el inciso segundo, se faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determina, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente. Esta facultad se ejercerá por decreto supremo dictado a través del Ministerio de Hacienda.
En el artículo 2° se señala que, a contar de la anualidad en que se deba efectuar el primer aporte conforme al artículo anterior, se aplicará un recargo, de beneficio fiscal, de hasta US$ 2 (dos dólares de los Estados Unidos de Norteamérica) o su equivalente en pesos, según sea el caso, de los derechos de embarque de pasajeros de vuelos internacionales regulados en la ley N° 16.752 y el Reglamento de Tasas y Derechos Aeronáuticos, le que será implementado mediante modificaciones a dicho Reglamento.
En el artículo 3°, se dispone que el producto del recargo de los derechos de embarque que se disponga conforme al artículo anterior, será integrado por la Dirección de Aeronáutica Civil a Rentas Generales de la Nación, dentro de los cinco días siguientes al que le sean remitidos los recursos por parte de las entidades recaudadoras.
En el inciso segundo, se establece que, con todo, el referido recargo se entenderá formar parte del derecho de embarque para todos los efectos legales y reglamentarios.
El Ejecutivo formuló una indicación en los términos siguientes:
Al artículo 1°
- Para reemplazar las expresiones “Nacionales” y “determina” por “Naciones” y “determine”, respectivamente.
Al artículo 2°
- Para eliminarlo.
Al artículo 3°
- Para eliminarlo.
Sometido a votación el articulado del proyecto con las indicaciones del Ejecutivo fue aprobado por unanimidad.
V. ARTÍCULOS E INDICACIONES RECHAZADOS POR LA COMISIÓN
Los artículos 2° y 3° fueron eliminados del proyecto al aprobarse las indicaciones del Ejecutivo en tal sentido.
VI. ARTÍCULOS QUE FUERON APROBADOS POR UNANIMIDAD
El artículo 1° con la indicación del Ejecutivo se aprobó por unanimidad.
VII. TEXTO APROBADO POR LA COMISIÓN
En virtud de lo antes expuesto y de los antecedentes que dará a conocer oportunamente el señor Diputado Informante, la Comisión de Hacienda recomienda la aprobación del siguiente:
PROYECTO DE LEY
“Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.
Asimismo, se faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente. Esta facultad se ejercerá por decreto supremo dictado a través del Ministerio de Hacienda.”.
Acordado en sesión de fecha 4 de abril de 2006, con la asistencia de los Diputados señores Lorenzini, don Pablo (Presidente); Alvarado, don Claudio; Álvarez, don Rodrigo; Becker, don Germán; Insunza, don Jorge; Montes, don Carlos; Ortiz, don José Miguel; Robles, don Alberto; Saa, doña María Antonieta; Súnico, don Raúl y Von Mühlenbrock, don Gastón, según consta en el acta respectiva.
JAVIER ROSSELOT JARAMILLO
Abogado Secretario de la Comisión
Fecha 11 de abril, 2006. Diario de Sesión en Sesión 11. Legislatura 354. Discusión General. Se aprueba en general y particular.
APORTE A CONVENIOS INTERNACIONALES CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL. Primer trámite constitucional.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Corresponde considerar, en primer tramite constitucional, el proyecto de ley, originado en mensaje, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial.
Diputado informante de la Comisión de Hacienda es el señor Alberto Robles.
Antecedentes:
-Mensaje, boletín N° 4104-05, sesión 4ª, en 21 de marzo de 2006. Documentos de la Cuenta N° 1.
-Informe de la Comisión de Hacienda. Documentos de la Cuenta N° 5, de esta sesión.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor ROBLES .-
Señor Presidente , en nombre de la Comisión de Hacienda, paso a informar, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, sobre el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundiales.
Para los efectos constitucionales, legales y reglamentarios pertinentes, se hace constar, en lo sustancial, lo siguiente:
1. Que la idea matriz o fundamental del proyecto en informe es cumplir los compromisos asumidos por Chile con la comunidad internacional de aportar una contribución de solidaridad internacional para el financiamiento de iniciativas contra el hambre y la pobreza;
2. Que el articulado no contiene normas de quórum especial, y
3. Que el proyecto fue aprobado en general por la unanimidad de los diputados presentes.
Chile ha participado activamente en la campaña contra el hambre a nivel mundial. Es así como, a través de las organizaciones internacionales que integra, ha apoyado iniciativas y programas de cooperación destinados a promover el desarrollo sustentable y la superación de la pobreza.
El 20 de septiembre de 2004, en Nueva York, se llevó a cabo la cumbre de líderes mundiales sobre la acción contra el hambre y la pobreza, que fuera convocada, entre otros, por el Presidente de la República don Ricardo Lagos , con el apoyo del Secretario General de las Naciones Unidas , en la que se reconoció que la erradicación de la pobreza constituye un desafío importante en el proceso de globalización. En dicha ocasión, se reafirmó la llamada “Declaración del Milenio”, una de cuyas metas es haber reducido, al año 2015, a la mitad el porcentaje de habitantes del planeta con ingresos inferiores a un dólar por día y el de las personas que padezcan de hambre, para lo cual se decidió crear un grupo técnico, con la misión de identificar nuevas fuentes de financiamiento para combatir la pobreza y el hambre en el mundo.
En ese contexto, se evacuó un informe que contiene novedosas pero controvertidas fuentes de financiamiento, que comprometen tanto al sector privado como público, de carácter voluntario u obligatorio, de ámbito mundial o limitado, con miras a complementar y garantizar la estabilidad y previsibilidad a largo plazo de la ayuda externa.
Con posterioridad, el 14 de septiembre de 2005, setenta y nueve países, entre ellos Chile, ratificaron, en París, la Declaración sobre las Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo, que alienta la incorporación de una contribución internacional de solidaridad. Dicha solidaridad propone que el producto de la contribución de ella se asigne a un objeto específico, lo que permitiría, además, destinar recursos a programas en los que la urgencia de financiación regular es particularmente necesaria.
El gobierno del presidente Lagos comprometió, en septiembre de 2005, en el marco de la declaración de Nueva York, una contribución de solidaridad internacional, cuya financiación se propone implementar a partir de 2006, con una tasa de 2 dólares en todos los vuelos internacionales, adicionales a la vigente.
El proyecto autoriza al Presidente de la República para efectuar aportes a la Organización de las Naciones Unidas hasta por un total de 5 millones de dólares anuales para financiar programas contra el hambre y la pobreza.
La normativa en estudio no introduce modificaciones a las leyes vigentes.
El informe financiero, elaborado por la Dirección de Presupuestos, de 15 de marzo de 2006, señala que el aporte de 2006 se financiará, en la parte proporcional que corresponda, una vez que entren en vigencia los acuerdos correspondientes, con cargo a los recursos que se consulten en el ítem 06.01.01.24.07.001, Organismos Internacionales, del presupuesto vigente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Tal vez lo más importante que se debe destacar en la discusión general y particular es el destino de los recursos que Chile va a entregar. Se precisó que se asignarán al programa contra el sida, como programa piloto.
Se busca así un mecanismo efectivo y eficaz para combatir la pobreza -el sida y la pobreza están ampliamente reconocidos en el mundo como males ligados-, a través de la inversión dirigida a la lucha contra la referida enfermedad y otras pandemias, como malaria y turberculosis, por medio de la generación de un centro de adquisición y distribución de medicamentos a los países más pobres y afectados.
Lo anterior debería estar en estrecha coordinación con la acción de la comunidad internacional, por ejemplo, el Fondo Global de la Organización de las Naciones Unidas, para evitar la duplicidad y permitir focalizar los esfuerzos efectivos en atender las urgentes necesidades de los países afectados por estas pandemias, en particular, los de África.
Finalmente, se hizo presente en la Comisión que el aporte en comento, es decir, los 5 millones de dólares anuales, deberá incluirse cada año en el proyecto de ley de Presupuestos para que cuente con el financiamiento correspondiente.
El artículo l° del proyecto autoriza al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de 5 millones de dólares anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza, y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas.
Este informe se acordó en sesión de 4 de abril de 2006, con la asistencia de los diputados señores Lorenzini, don Pablo , Presidente de la Comisión ; Alvarado, don Claudio ; Álvarez, don Rodrigo ; Becker, don Germán ; Insunza, don Jorge ; Montes, don Carlos ; Ortiz, don José Miguel ; Saa, doña María Antonieta ; Súnico, don Raúl ; Von Mühlenbrock, don Gastón , y de quien habla.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado señor Julio Dittborn.
El señor DITTBORN .-
Señor Presidente , este es uno de los proyectos más presuntuoso que me ha tocado conocer en esta Corporación, pues supone que vamos a combatir el hambre en el mundo con un impuesto al turismo en Chile. Si eso no es ambicioso o presuntuoso, no sé qué lo será. Hay una evidente desproporción entre el objetivo que el proyecto persigue y los medios que se utilizarán para lograrlo.
Lo que más me preocupa es que, como consecuencia de esa desproporción, resultaría perfectamente razonable seguir aumentando otros impuestos a fin de lograr ese objetivo que la humanidad no ha podido resolver en milenios.
Éste es el típico proyecto que tiene un fin noble, pero que usa un instrumento insuficiente para concretarlo.
Además, no es menor la corrupción que hemos observado en ciertos programas de Naciones Unidas para la alimentación. Incluso, el hijo de su Secretario General ha estado en la palestra, porque el programa Petróleos por Alimentos, que él administra o en el que tiene participación, ha estado en el tapete de la discusión porque algunos de sus colaboradores han sido acusados de corrupción.
Lamento que no esté en la Sala el ministro de Hacienda, lo que demuestra que para él el hambre en el mundo no es una prioridad. Me parece razonable que no lo sea.
Fue el presidente Lagos quien decidió aportar platas de todos los chilenos para este fin. Pero quiero que se me aclare una duda. En Chile, la tasa de embarque de pasajeros de vuelos internacionales era de 26 dólares por persona. Entiendo -y me gustaría que algún ministro me lo aclarara- que durante su gobierno ésta se aumentó a 30 dólares por persona, es decir, tuvo un incremento de cuatro dólares.
Luego, se señala que este aporte de 5 millones de dólares se va a efectuar aplicando un recargo a la tasa de 2 dos dólares por persona. Mi pregunta es si se va a aumentar la tasa de embarque de 30 dólares a 32 dólares o, por el contrario, si de los 4 dólares que se aumentaron durante el período presidencial anterior se van a bajar 2 dólares para quedar en 28 dólares, dado que, según el proyecto sólo se requieren 2 dólares para financiar este programa. Repito, la tasa de embarque ya se aumentó de 26 a 30 dólares por persona. Ahora, no sé si el programa se va a financiar con 2 dólares de esos cuatro, o si el Gobierno se va a “embuchar” esos 4 dólares que ya aumentó, lo que es bastante usual, y va a aumentar en 2 dólares adicionales. Ese punto tampoco está claro en el informe de la Comisión de Hacienda.
Reconozco que es muy difícil hablar en contra de una iniciativa de este tipo, porque tiene un fin muy noble. Todos queremos colaborar con proyectos que apunten a disminuir el hambre en el mundo, pero, en este caso, el instrumento que se está usando es tremendamente discutible, no sólo por la corrupción, que ya mencioné, en que muchas veces se ha caído, sino por la efectividad que tiene estos proyectos que consisten en regalar alimentos a los países en desarrollo. Eso está demostrado, incluso, se han escrito libros al respecto donde se señala que el regalo de alimentos a los países pobres finalmente causa más daño que beneficios; porque soluciona el problema inmediato, pero hace menos rentable la producción de alimentos en dichos países.
¿Cuántos países con hambrunas, a los que se le ha regalado alimentos, han resuelto el problema? ¿Quién va a sembrar trigo, maíz u otros productos agrícolas si cada cierto tiempo los países desarrollados, como Estados Unidos y Europa, vuelcan sus excedentes a esos países a un costo igual a cero? Por esa razón, nadie cultiva.
Está demostrado que el hambre no se soluciona regalando pescados, sino enseñando a pescar. Si el mundo desarrollado quiere hacer un aporte al mundo pobre, debe invertir en educación, en capacitación, en salud, en mejorar las condiciones de vida para que esa gente aprenda a lograr por sí misma su alimento.
Por lo tanto, pongo en duda que este impuesto adicional, de pequeña magnitud, que se quiere aplicar en Chile, vaya a disminuir el número de hambrientos en el mundo, sobre todo porque estos programas se han visto empañados por la corrupción y por la efectividad, porque regalar alimentos nunca ha solucionado en el largo plazo los problemas de hambruna, fundamentalmente, de los países africanos, que son víctimas de este flagelo, porque disminuye la rentabilidad de cultivar. Mientras en esos países no se cultive para alimentar a su población, nunca van a solucionar el problema de hambruna. A lo mejor, este tipo de proyectos calma nuestras conciencias, lo que me parece bien, pero estoy cierto de que el problema no se resuelve con este tipo de iniciativas.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado José Miguel Ortiz.
El señor ORTIZ .-
Señor Presidente , la semana pasada la Comisión de Hacienda analizó por segunda vez, y en forma extensa, el proyecto que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundiales. Obviamente, los 5 millones de dólares que la Comisión autorizó en forma unánime -espero que sean ratificados en la Sala-, no van a solucionar la hambruna y la pobreza en el mundo, especialmente de los países en desarrollo con altos niveles de personas que ni siquiera tienen para el alimento diario.
En los últimos años, Chile cada día está más inserto en el mundo internacional. Por ello, debe respetar los acuerdos de las diferentes convenciones. Pero esto no es obra de la casualidad. En noviembre de 2004 -tal como lo plantea el informe de la Comisión de Hacienda- en Nueva Cork, se llevó a cabo la Cumbre de Líderes Mundiales sobre la acción contra el hambre y la pobreza, convocada por los presidentes de Brasil, Chile, Francia y el presidente del gobierno español, con el apoyo del Secretario General de las Naciones Unidas , ocasión en la cual se reconoció que la falta de alimentos en algunos países es gravísima y que está provocando muchas muertes en el mundo. También se destacó la aparición de enfermedades mortales a fines del siglo 20 y comienzos del 21, entre las cuales se destaca el sida. Como conclusión se reafirmó la llamada “Declaración del Milenio”.
Muchas veces se ha planteado que las cumbres internacionales no generan cosas concretas. Sin embargo, el 14 de septiembre de 2005, setenta y nueve países, entre ellos Chile, ratificaron en París la Declaración sobre las Fuentes Innovadoras de Financiamiento de Desarrollo. Esto culminó en septiembre de 2005, en el marco de la Declaración de Nueva York, en la cual el presidente Lagos se comprometió a entregar una contribución por concepto de solidaridad internacional.
Quiero recordar que en la década del 64 al 70, la Alianza para el Progreso cumplió un rol en el país, especialmente en lo relativo al apoyo a los establecimientos educacionales. Asimismo, nuestro país varias veces ha contribuido a la solidaridad internacional.
Se planteó que este aporte debía ser financiado con un aumento de la tasa de embarque. La primera vez que se trató en la Comisión de Hacienda nos opusimos por un problema de constitucionalidad.
Finalmente, el Ejecutivo hizo una indicación para que dicho aporte fuera incluido en el proyecto de ley de Presupuestos de cada año para asegurar su financiamiento.
Durante el debate, quedó claro que el aumento de las tasas de embarque se haría a través de un decreto, y que debía llegar a la Dirección de Aeronáutica Civil, porque esos recursos no podían ingresar a fondos generales de la Nación.
Después de un minucioso análisis, en el cual participaron dos representantes de los respectivos ministerios, la aprobación fue unánime, porque el país debe ser respetuoso de los tratados y acuerdos que suscribe, y valorar la solidaridad internacional.
Se analizó si el proyecto contraviene los acuerdos suscritos con la Organización Mundial del Comercio, OMC, y se concluyó que no.
Por lo tanto, en nombre de la bancada del Partido Demócrata Cristiano, anuncio el apoyo al proyecto de ley y llamo a la Sala a proceder de igual forma.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Roberto Delmastro.
El señor DELMASTRO .-
Señor Presidente , sin duda, ésta es una iniciativa de gran significación. A pesar de que, desde el punto de vista económico, la situación del país quizás no sea boyante, es importante contribuir para derrotar la pobreza en el mundo.
En la “Declaración del Milenio”, suscrita en 2000 al alero de las Naciones Unidas, se propuso como objetivo al 2015, disminuir la pobreza en 50 por ciento. Han transcurrido prácticamente seis años y en el mundo entero los indicadores dicen que es una tarea fracasada, dado que hoy más de 3 mil millones de habitantes se encuentran bajo la línea de la pobreza, es decir, viven con menos de un dólar al día. Por lo tanto, la tarea se encuentra incumplida y, de aquí al 2015, ciertamente seremos incapaces de reducirla al 50 por ciento, como lo propuso dicha Declaración.
En Chile, aún existe un poco más de 18 por ciento de pobres, es decir, alrededor de 3 millones de chilenos están bajo la línea de la pobreza, y si bien en los últimos años se ha avanzado en la lucha contra ese flagelo, muchos expertos piensan que será muy difícil reducir ese 18 por ciento de pobreza dura.
Al respecto, aunque ha sido importante el esfuerzo del Estado, del fisco y de los gobiernos en el pasado, lo que se ha traducido en destinar gran parte del Presupuesto a la red social, ha sido insuficiente e ineficaz a la hora de reducir ese 18 por ciento de pobreza dura.
Tal como señaló el diputado Dittborn , me parece que en este caso cabe muy bien el dicho de que es mejor enseñar a pescar al menesteroso, es decir, no darle el pescado, sino las herramientas para que alcance su supervivencia en forma autónoma.
Una de las herramientas más eficaces y valederas que se han inventado en los últimos años para derrotar la pobreza es el denominado instrumento del microcrédito. En efecto, una posibilidad que tiene una persona indigente para salir de la pobreza o iniciar el largo recorrido para lograrlo es alcanzar la autosuficiencia, crear una fuente laboral propia que le permita vivir el día a día y mejorar sus ingresos, sobre un dólar al día.
El microcrédito es una herramienta sobre la cual se ha hablado mucho, pero se ha hecho muy poco. Una de las promesas que hizo el presidente Lagos , durante la visita a nuestro país de Muhammad Yunus, mentor del banco de los pobres, fue precisamente la elaboración de un marco jurídico que permitiera la creación de instituciones financieras, no sujetas a las reglas del sistema bancario actual -a los bancos se les exige mucho capital para instalarse-, orientadas a la concesión de microcréditos a las personas pobres, de manera que pudieran iniciar una actividad productiva que les diera la autonomía económica necesaria para salir de la pobreza.
Esta posición la recalcamos en una carta que 138 parlamentarios enviamos el año pasado -la suscribió la mayoría de los diputados presentes- a las instituciones financieras internacionales, justamente para que destinaran el 50 por ciento de los créditos que otorgan a instituciones que concedan microcréditos. Ésa es la fórmula que se debería aplicar, en lugar de destinar 5 millones de dólares al combate del sida, por decisión de la Organización de Naciones Unidas, los que, finalmente, no contribuirán a terminar con el meollo del problema, es decir, con la pobreza.
Hoy día, los pobres de nuestro país no tienen los instrumentos que necesitan para salir de su estado de pobreza por sí mismos. Por el contrario, para poder sobrevivir, requieren de subsidios permanentes que no resuelven el problema de fondo, es decir, la falta de empleo.
Por eso, junto con anunciar que votaré a favor del proyecto en discusión, quiero recabar del Gobierno el cumplimiento del compromiso contraído por el entonces Presidente de la República , don Ricardo Lagos , en cuanto a implementar un marco legal que permita la creación de instituciones orientadas al otorgamiento de microcréditos. En alguna medida, hemos avanzado en ese sentido con el proyecto que crea el fondo de garantías recíprocas, actualmente en trámite en el Senado, que permitirá el acceso al crédito de los micro, pequeños y medianos empresarios, con una garantía real a la banca. Espero que dentro de los próximos meses se presente alguna iniciativa que permita la creación de esta forma de financiamiento para los más pobres.
He dicho.
El señor PÉREZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, sin duda, este proyecto nos conduce a la discusión de un tema fundamental y tal vez trascendental en la historia de la humanidad: la pobreza existente en gran parte del mundo.
Gracias a sus logros económicos, Chile también comenzara a transitar por el camino de ofrecer posibilidades a los países que no han tenido la misma suerte.
Sin duda, todos debemos cooperar en esa tarea. ¿Quién podría negarse a apoyar este proyecto? Concuerdo en que es un mínimo aporte, pero tenía que plantearse esta idea para que así, más adelante, se formulen otras. En fin, los argumentos que está provocando este proyecto nos llevan a una discusión mayor. De ahí que se diga que lo encontramos mínimo.
En los últimos años, nuestro país ha experimentado, en el plano político y, en particular, en el económico, un liderazgo en el concierto latinoamericano, lo que, por cierto, nos impone obligaciones en el ámbito internacional. Asumiendo esta realidad, el presidente Ricardo Lagos comprometió al país en una de las causas más nobles que ha emprendido la comunidad de las naciones en los últimos años: financiar un conjunto de acciones de cooperación para paliar los desastres que afectan a la humanidad, especialmente en África, donde existe un conjunto de países que, estructuralmente, no están capacitados para satisfacer las demandas más básicas de sus millones de habitantes.
En su intervención, el diputado Dittborn manifestó que ya no hay que llevarles el pescado a esos países que están complicados con su desarrollo, sino que hay que enseñarles a pescar. Concuerdo con esa aseveración y con esa idea.
La iniciativa del entonces primer mandatario, que contó con el apoyo del presidente de Francia , Jacques Chirac ; del presidente del gobierno español, José Rodríguez Zapatero ; del presidente de Brasil , Luis Ignacio Da Silva , y del secretario General de las Naciones Unidas , apuntaba a efectuar un cobro adicional de 2 dólares en las tasas de embarque de la aviación comercial, denominada “contribución de solidaridad sobre billetes de avión” -alrededor de 1.100 pesos chilenos-, los cuales se transferirán a los órganos especializados de las Naciones Unidas que ejecutan múltiples programas que van en ayuda humanitaria.
Si se lee con atención el mensaje del Ejecutivo se puede descubrir que detrás de esta iniciativa hay una idea de mayor envergadura y alcance: avanzar en la construcción de un sistema de financiamiento internacional que, sin crear distorsiones en la economía interna, permita a los Estados reunir recursos para afrontar tareas comunes que exceden los límites de lo nacional e, incluso, de lo multinacional.
Hace décadas que existe preocupación por este tema tan trascendental, y son muchas las voces que postulan la generación de un sistema global de financiamiento para luchar contra el hambre en el mundo. Es así como tal preocupación ha sido acogida por los parlamentos de Finlandia, Francia, Alemania, Suiza y Gran Bretaña , y de Brasil y Argentina, entre los latinoamericanos. Sin embargo, en nuestro país esto aún está en pañales, por decir lo menos.
Recuerdo una discusión habida en el Senado, a raíz de una propuesta del entonces senador Jorge Lavandero , que planteaba ir mucho más lejos: destinar un 0,5 por ciento e, incluso, un 1,5 por ciento del producto interno bruto de cada país -fíjense el nivel de la discusión a que nos llevó el senador Lavandero , brillante en sus ideas- al desarrollo de los países latinoamericanos, especialmente de los subdesarrollados, el que sería administrado por la Organización de las Naciones Unidas, creando un tremendo impacto mundial. Recuerdo muy bien que en ese momento el país no estaba preparado, pero la propuesta apuntaba a la misma idea que contiene este proyecto, y que es la primera de muchas otras que vendrán en un futuro cercano. Por cierto nadie podrá negar el aporte de esta iniciativa.
Durante la discusión me ha llamado la atención el hecho de que podría llegarse a pensar que es inconstitucional, ya que el artículo único no especifica de dónde viene el aporte que, en realidad, proviene de un cobro adicional a las tasas de embarque internacional. Se autoriza al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de cinco millones de dólares anuales, pero no se indica de dónde saldrán los recursos.
En consecuencia, con las dudas que proceden constitucionalmente, en nombre de mi bancada y en el mío anuncio nuestro voto favorable.
He dicho.
El señor PÉREZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el honorable diputado señor Carlos Recondo.
El señor RECONDO.-
Señor Presidente, el proyecto tiene por finalidad financiar iniciativas internacionales contra la pobreza, lo que me parece muy bien. Pero no voy a entrar en el fondo del tema.
Sí quiero aprovechar el debate para despejar algunas dudas con respecto al financiamiento de la iniciativa. Su artículo único sólo se refiere a la suma de dinero que el Estado chileno se compromete a aportar a estas iniciativas internacionales, dándose por entendido que los recursos se obtendrán a partir del Presupuesto de la Nación.
El informe dice que el proyecto original constaba de tres artículos: el 2º hacía mención a las tasas de embarque, y el 3º estable-cía que el producto del recargo de los derechos de embarque serían integrados por la Dirección de Aeronáutica Civil a Rentas Generales de la Nación.
Por lo tanto, lo que se pretendía con el proyecto original era que los recursos destinados a iniciativas internacionales se obtendrían del recargo de estos dos dólares de las tasas de embarque. Como de acuerdo con la ley los recursos obtenidos por este concepto deben ir a la Dirección General de Aeronáutica, a través de estos artículos, se establecía que fueran a rentas generales de la nación, a fin de que el Estado pudiera disponer de los recursos necesarios para contribuir con estas iniciativas en contra de la pobreza.
Luego, durante la tramitación se llegó a un acuerdo para suprimir los artículos 2º y 3º, que hacían mención a las tasas de embarque, se resolvió hacer el aporte vía ley de Presupuestos.
Aprovechando que está presente la ministra secretaria general de la Presidencia, señora Paulina Veloso, quiero pedirle que nos despeje algunas dudas que tenemos relacionadas con esta materia.
Al finalizar su gobierno, el presidente Lagos comprometió la participación de Chile en las iniciativas internacionales contra la pobreza. Entonces, para que el Estado pudiera cumplir con tal compromiso dispuso, mediante decreto supremo publicado en el Diario Oficial de enero de este año, que las tasas de embarque subirían en 4 dólares, es decir, de 26 a 30 dólares. En la actualidad, el valor de la tasa de embarque es de 30 dólares. De los cuatro dólares adicionales se destinarían dos dólares, tal como señalaba el proyecto original, a financiar este compromiso de Chile con las iniciativas internacionales contra la pobreza. Así fue planteado por el presidente Lagos . Los dos dólares restantes serían destinados a financiar la promoción turística de Chile en el exterior, a través de la correspondiente institución legal que existe para tal objeto, cual es la Corporación de Promoción Turística de Chile.
Ése fue el compromiso del presidente Ricardo Lagos , del cual quedó testimonio público mediante el respectivo decreto supremo publicado en el Diario Oficial: un alza de cuatro dólares en las tasas de embarque, para subirlas de 26 a 30 dólares.
El proyecto habla sólo de dos dólares para financiar el problema de la pobreza. Probablemente, hubo una discusión al interior de la Comisión -no pertenezco a la Comisión de Hacienda-, y queda claro que se llegó a un acuerdo con el Ejecutivo , al punto que eliminó los artículos 2º y 3º, comprometiéndose a hacer el aporte con fondos del presupuesto nacional.
Por ello, quiero que la ministra secretaria General de la Presidencia nos señale si el Gobierno va a mantener el compromiso asumido en su momento por el presidente Ricardo Lagos de destinar al menos 2 dólares del alza que se iba a aplicar en la tasa de embarque al financiamiento de la promoción de nuestro país en el exterior a través de la Corporación de Promoción Turística de Chile. Entiendo que el actual Gobierno algo recogió de ese compromiso, puesto que en el proyecto original se planteaba que 2 dólares del alza de la tasa de embarque se iban a destinar al financiamiento de la erradicación de la pobreza.
Creo muy pertinente que tengamos una aclaración respecto de los recursos que se van a comprometer, pues ahora, para cumplir con el compromiso de financiar las iniciativas internacionales contra la pobreza -lo cual celebro- se quiere recurrir al Presupuesto de la nación. En consecuencia, el alza que se iba a aplicar a las tasas de embarque -de 26 dólares a 30 dólares- se va a rebajar en 2 dólares. De todas formas, sigue existiendo un alza de 26 dólares a 28 dólares. Por ello, quiero saber si esos 2 dólares de incremento se destinarán a la promoción de Chile en el exterior, como se comprometió en su oportunidad el presidente Ricardo Lagos . Quiero que esa pregunta sea respondida, porque dice relación con un tema en el que vamos a insistir quienes tenemos interés en que se financie la promoción de Chile en el exterior.
He dicho.
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora María Antonieta Saa .
La señora SAA (doña María Antonieta) .-
Señor Presidente , el hambre y la pobreza en el mundo constituyen una realidad que nadie puede negar y una situación dramática y dolorosa ante la que no se puede vivir indiferente.
Por ello, el 20 de septiembre de 2004, los presidentes de Brasil, Chile, Francia y España convocaron a la Cumbre de líderes mundiales: Acción contra el hambre y la pobreza, en la que se reafirmó la “Declaración del Milenio” y se creó un grupo técnico con la misión de identificar nuevas fuentes de financiamiento para combatir la pobreza y el hambre en el mundo. No se trata de una campaña para que se hagan gestos caritativos de los ricos hacia los pobres, ni para que se regalen alimentos indiscriminadamente, como algunos quieren hacerlo. He visto en el país que muchos que quieren combatir la pobreza no entregan la caña de pescar, sino que regalan paquetes de alimentos. Existen municipalidades que se dedican a eso. Me parece que no es la manera de combatir la pobreza. La forma de hacerlo es aplicando planes, programas o proyectos que se orienten a entregar herramientas para esos efectos.
Con posterioridad, setenta y nueve países, entre ellos Chile, ratificaron en París la Declaración sobre las Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo, que alienta la incorporación de una contribución internacional de solidaridad. En ese sentido, los países signatarios concordaron en una fórmula básica, que comprende un cobro adicional en las tasas de embarque de la aviación comercial, denominada “contribución de solidaridad sobre billetes de avión”. No se trata de un impuesto, sino de una contribución solidaria proveniente de un sector que presenta indudables ventajas respecto de otras fuentes.
El diputado Dittborn ridiculizaba un poco esta campaña. No es una campaña hecha al voleo. Por una parte, se están buscando fuentes innovadoras de solidaridad y de financiamiento y, por otra, programas mediante los cuales allegar recursos para combatir la pobreza.
Un tremendo problema, sobre todo en África, son las personas que viven con VIH. La pandemia del sida en ese continente es una realidad que incide enormemente en la población más pobre. Esos fondos solidarios van a contribuir a la lucha contra el sida.
Esta ayuda para nada contradice los acuerdos de la OMS, porque las contribuciones no se aplicarán de manera discriminada.
Las tasas de embarque tienen un impacto económico mínimo sobre el transporte aéreo, porque es neutro. Es decir, no afectan la competitividad entre los transportistas aéreos ni la de los grandes aeropuertos. En el fondo, la campaña se sustentará en la solidaridad de los pasajeros. Es una buena manera de financiarla.
Sería triste que no aprobáramos por unanimidad el proyecto, porque éste es una señal que la Cámara de Diputados da al mundo de que nos importa la pobreza de otros pueblos, que no estamos mirándonos el ombligo y que queremos contribuir, así como lo han hecho con nuestro país.
El PPD va a aprobar por unanimidad el proyecto y llamo a todos los colegas a votarlo favorablemente, pues nos pone en una actitud importante: la solidaridad, valor que no sólo hay que predicar, sino que practicar. Nuestro voto tiene el poder de construir solidaridad, al sumarnos a la ayuda de pueblos de otras partes del mundo, pero no aquélla mal entendida que dice relación con regalar el paquetito de alimentos y que no corresponde a la justicia, sino a una visión errada del combate a la pobreza.
He dicho.
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Nicolás Monckeberg.
El señor MONCKEBERG (don Nicolás).-
Señor Presidente , nadie duda de la noble finalidad del proyecto, pero tiene una serie de omisiones legales que no son menores. Resulta tremendamente complicado imaginarse que el Presidente de la República viaja en septiembre de 2005, se reúne con otros mandatarios latinoamericanos y, sin consulta alguna a las autoridades y al Poder Legislativo, asume el compromiso de financiar una ayuda internacional de una forma que en Chile no es legal: subiendo las tasas de embarque. Esto tiene una doble ilegalidad.
Primero, el legislador siempre consideró a las tasas de embarque dentro de un gran saco que se denomina tributos. En Chile, rige el principio de legalidad de los tributos y las tasas de embarque, que no son impuestos, pero sí tributos, deben ser aprobadas por ley. Es una discusión que viene arrastrándose por años y que debe abordarse en profundidad, porque no se puede omitir la legislación y cambiarlas, invocando que son estrictamente distintas a un impuesto, ya que siguen siendo tributos.
Segundo, el Presidente de la República dice que esas tasas de embarque, que únicamente financian labores de la Dirección de Aeronáutica, se destinarán a programas internacionales y, sin siquiera preguntar a la Comisión de Hacienda, dicta el decreto en cuestión en marzo de 2006, en virtud del cual se aumentan arbitrariamente.
Pero, ya consumados los hechos, el proyecto volvió a la Comisión de Hacienda. Por suerte, porque fue en ella donde le hicieron ver al Ejecutivo que estaba incurriendo en una tremenda ilegalidad. No podía subir las tasas de embarque y aplicar esas alzas a fines específicos, pues todo ello tiene que ser revisado por la Dirección de Aeronáutica, como establece la norma vigente. Sin embargo, hoy se hace una modificación presupuestaria para aprobar los 5 millones de dólares anuales.
No me gusta el procedimiento, porque, finalmente, aparece como que la Cámara es un buzón que recibe decisiones tomadas, respecto de las cuales no puede pronunciarse.
Por lo demás, en cuanto a su redacción, en la última frase del inciso primero del artículo único se señala: “Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes”.
Asimismo, en el informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos se dice que: “...el aporte 2006 se financiará, en la parte proporcional que corresponda luego que entren en vigencia los acuerdos correspondientes,...”. Esto significa que estamos aprobando 5 millones de dólares para una organización internacional, sin tener idea qué alcances van a tener dichos acuerdos. O sea, esos fondos podrían ir a financiar programas respecto de los cuales la propia Cámara está, en principio, en desacuerdo.
Por ejemplo, mañana podría iniciarse una política de control de natalidad en África, para lo cual habría que comenzar una campaña de esterilización de la población femenina, y resulta que el Congreso Nacional ni siquiera podría pronunciarse sobre el fondo de ese programa. Éste sí que es un cheque en blanco que le estamos aprobando a las Naciones Unidas para que financie cualquier programa bajo el paraguas de “lucha contra la pobreza”; y lo que es peor, sin que el Congreso Nacional sepa ni pueda pronunciarse al respecto.
Nadie se puede oponer a financiar asistencia internacional, pero, por lo menos, que se nos pida la opinión sobre si el programa que financiaremos es bueno, es eficiente, ha funcionado bien o, por el contrario, no es el más adecuado.
Insisto, de una vez por todas, la Cámara tiene que pronunciarse -ojalá se aclare, porque es iniciativa exclusiva del Presidente de la República - sobre la legalidad de establecer tributos, vía alza de tasas de embarque, sin el debido trámite legal.
He dicho.
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada María Angélica Cristi .
La señora CRISTI (doña María Angélica) .-
Señor Presidente , no recuerdo las palabras exactas que usó el diputado Dittborn para describir este proyecto, pero, sin duda, no deja de ser sorprendente su objetivo, por decir lo menos. Lo que más me sorprende es que, siendo Chile un país que aún tiene enormes cifras de pobreza y una necesidad dramática de programas sociales orientados a ayudar a los más pobres, la caridad no empiece por casa.
Entiendo que la pobreza mundial es conmovedora y todos quisiéramos ayudar. Nos parte el alma pensar en esos países, especialmente en los africanos, donde el drama humano es inimaginable comparado con el nuestro.
Al respecto, daré algunas cifras que corresponden a la realidad nacional.
No debemos olvidar que el 54 por ciento de los chilenos pertenece a los grupos D y E, que corresponden a los quintiles más bajos.
La encuesta Casen y otros instrumentos plantean que el 34,8 por ciento de los hogares pertenece al grupo D, que tiene un ingreso máximo mensual entre 120 mil pesos y 400 mil pesos. Es decir, 5 millones de chilenos ganan menos de 400 mil pesos.
En el grupo E, que es el más pobre o en extrema pobreza, el 20,3 por ciento de los hogares tiene un ingreso menor a 120 mil pesos mensuales. En este quintil se agrupan alrededor de 3 millones de chilenos.
Teniendo en consideración estos antecedentes, se puede concluir que la pobreza en Chile no es una falacia.
Este proyecto fue promovido por el presidente Lagos , que se comprometió, en septiembre de 2005, en la declaración de Nueva York, a entregar una contribución de solidaridad internacional. Para ello propone aumentar en dos dólares la tasa de embarque en todos los vuelos internacionales, lo cual implica una recaudación de 5 millones de dólares anuales que se entregarán para subvenir un programa muy loable de solidaridad internacional especialmente dirigida a un plan piloto contra el sida, principal causa de muerte y de pobreza en los países africanos.
Ello, una vez más me hace pensar en que uno de los grandes éxitos del Presidente Lagos fue promover a Chile en el exterior como un gran país desarrollado; pero que su gran error fue olvidarse de los problemas profundos de los más pobres del país.
El presidente Lagos , quien dejó el mando con una enorme popularidad, siempre se destacó en su actuación por hechos “macros”; pero no llegó al fondo en relación con los puntuales y “micros”, como la pobreza misma.
Nadie quisiera oponerse a este proyecto, pero lo encuentro súper difícil, pensando en lo que nos toca vivir, incluso, en nuestros distritos. ¡No me van a decir los diputados que representan las comunas más pobres que la gente no llega a pedirles con hambre, con desesperación! ¡No me van a decir que en sus distritos no hay gente que no tiene qué comer y, muchas veces, dónde vivir! En Chile aún quedan 453 campamentos con veinticinco mil familias que viven en la más absoluta pobreza.
Por otra parte, esto me parece insólito. Por mucho tiempo solicitamos al Gobierno que subiera la tasa de embarque para financiar el fomento del turismo de Chile en el extranjero, cual es la mayor reinversión y fuente de trabajo para miles de cesantes y para que el país progrese. Sin embargo, hasta hoy ningún gobierno, a pesar de estar de acuerdo con esta idea la ha concretado, toda vez que, la promoción del país aumentaría el turimos, trabajando en gran retorno y constituyéndose en gran ayuda para superar la pobreza.
¡Ahora se pretende aumentar la tasa de embarque para ayudar a los pobres del mundo; pero no a los de Chile!
Asimismo, me preocupa algo que no es menor: ¿Cómo se controlará que ese aporte de cinco millones de dólares anuales llegue al fondo de la Organización de las Naciones Unidas para destinarse al programa piloto de prevención del sida? ¿Cómo sabremos si esos recursos no se destinarán, por ejemplo, al pago de sueldos de miles de funcionarios internacionales que trabajan en ese organismo internacional y en tantos otros de esa índole? ¿Cómo sabremos que el esfuerzo de Chile llegará efectivamente a los más pobres del mundo si a veces ni siquiera llega a sus más pobres? ¿Cómo vamos a regalar la plata de los chilenos, que debiera destinarse a sus más pobres, a otros países que ni siquiera sabemos si serán beneficiados?
Insisto en que la caridad empieza por casa. Cuando no tengamos gente que sufre, niños en la calle pidiendo pan para comer, podremos ayudar -ojalá sea muy pronto- a los países más pobres. Pero, ahora, preocupémonos primero de nuestros pobres y después de los del resto del mundo.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Como el Orden del Día se cierra a las 13.10, pido autorización a la Sala para dar cinco minutos a cada uno de los cuatro diputados inscritos para hacer uso de la palabra, de manera de cerrar el debate con la intervención de la ministra secretaria General de la Presidencia , señora Paulina Veloso.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado Germán Becker.
El señor BECKER.-
Señor Presidente , sólo quiero aclarar dos puntos que, al parecer, según lo señalaron algunos diputados, no quedaron suficientemente claros.
En primer lugar, el título del proyecto es bastante extraño, en cuanto indica una “acción contra el hambre y la pobreza”. No coincide con su contenido.
De acuerdo a lo que se nos informó en la Comisión de Hacienda, los recursos que se obtengan -por lo menos en esta oportunidad- se destinarán a la lucha contra el sida y otras pandemias por medio de la generación de un centro de adquisición y distribución de medicamentos a los países más pobres. Obviamente, el proyecto toca tangencialmente el tema de la pobreza, pero no tiene nada que ver con el hambre.
También se nos dijo que se trataría en forma específica el complejo tratamiento que reciben las madres cuando traspasan el sida a los hijos.
Además, de acuerdo con el proyecto, queda claro que no será financiado mediante las tasas de embarque. La diputada Saa sólo se refirió a la solidaridad que debíamos tener; sin embargo, el proyecto será financiado con recursos del presupuesto de la nación; no -reitero- con las tasas de embarque, las cuales bajarán de 30 dólares -actual monto- a 28 dólares.
Sin embargo, Renovación Nacional, por estimar que siempre debemos ser solidarios con otros países, a pesar de que el nuestro también requiere de recursos para seguir luchando contra la pobreza, va a votar a favor del proyecto, en general. El proyecto es solidario con países que están en peores condiciones que el nuestro y no podemos sustraernos de él.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Juan Masferrer.
El señor MASFERRER .-
Señor Presidente , el proyecto de ley en discusión responde a un compromiso internacional contraído por Chile en el 2000, como estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas, y firmado en la “Declaración del Milenio”. Dicha Declaración fue adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas con el propósito central de reducir a la mitad, para el 2005, el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día, y el de las personas que padezcan hambre. Se trata de una campaña a nivel mundial que no podemos dejar de apoyar, ya que la erradicación del hambre y de la pobreza son objetivos permanentes de todos quienes nos dedicamos a los asuntos públicos y al ejercicio de nuestros mandatos populares.
El proyecto incorpora a nuestra legislación la contribución de solidaridad sobre los billetes de avión, propuesta en la Declaración de París en relación con fuentes innovadoras de financiación del desarrollo, como una forma universal adoptada para que los países hagan su contribución a favor de los pueblos más desfavorecidos.
Sin perjuicio del informe que al respecto la honorable Comisión de Hacienda entregó a la Sala, dejo constancia de nuestro interés porque una materia de esta importancia para la política exterior del país, que impondrá una nueva carga tributaria a los chilenos, no haya sido informada ni enviada a la Comisión técnica de Relaciones Exteriores, trámite que en esta oportunidad se ha omitido.
Si bien la cooperación internacional es un tema importante y del que Chile no puede desentenderse, el actual proyecto de ley establece aumentos innecesarios a los impuestos para su financiamiento. Se propone cargar en dos dólares adicionales las tasas de embarque de los vuelos internacionales, cargo que va directamente a rentas generales de la nación. Dada la actual situación de los ingresos fisca-les, este aumento impositivo es absurdo y absolutamente innecesario. Si a favor de la caridad y generosidad vamos a combatir la hambruna y la pobreza en el mundo, nos parece razonable que sea con fondos generales de la nación y no con recursos de extranjeros que van a pasar o adherir a nuestro país y luego se irán. Ellos, en su gran mayoría, financiarán el principio de solidaridad al que el país, a través de la firma del presidente Lagos , se comprometió en este acuerdo.
Por último, como dijo el diputado señor Julio Dittborn , los programas de alimentos de las Naciones Unidas han sido fuertemente cuestionados durante los últimos años. En efecto, el año pasado se detectaron graves irregularidades en el plan “Petróleo por Alimentos”, en el cual uno de los implicados -llamó la atención y no ha habido una aclaración- es el hijo de Kofi Annan , secretario general de las Naciones Unidas.
En consecuencia, antes de subir los impuestos, que es una medida inconstitucional, pues se quiere asignar a fines específicos, es menester del Estado velar porque esos fondos no se destinen a financiar la corrupción internacional, sino que, efectivamente, a programas que cumplan con el objetivo perseguido, el cual -repito- es muy loable.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Patricio Vallespín.
El señor VALLESPÍN .-
Señor Presidente , quiero resaltar el hecho de que el proyecto no está vinculado a una fuente de recursos específicamente señalada; por tanto, algunos comentarios no son atingentes a lo que efectivamente se está discutiendo.
A fin de responder a la preocupación de la diputada señora Cristi , hago notar que Chile puede dar este paso porque los gobiernos de la Concertación no se han olvidado de la pobreza. Es cosa de revisar las estadísticas: en 1990, la pobreza afectaba al 42 por ciento de la población y el 2004, al 18 por ciento. Como no hay olvido ni tampoco caridad, porque la Concertación no hace caridad, sino que promoción e integración de los actores sociales a los frutos del desarrollo, hoy, el país está en condiciones de enfrentar este tipo de acciones teniendo en vista su proyección estratégica. Siempre hay que sostener estas discusiones bajo una mirada más amplia, porque de lo contrario, nos quedamos sólo en la coyuntura.
Países de nuestro tamaño y con economías similares han sido exitosos, porque han exhibido tres grandes características: competitividad, solidaridad y multilaterismo. Éstas, en gran medida, han permitido que esos países se desarrollen y crezcan en forma armónica.
En materia de competitividad, qué duda cabe, Chile ha trabajado con fuerza y cada vez hay más productos en los mercados internacionales, lo que genera un reconocimiento en ese ámbito.
Pero, la solidaridad es una característica de países que no sólo quieren integrarse al mundo para ganar recursos, sino también para entregar valores. Eso está haciendo Chile con esta premisa. Es decir, hay competitividad bien abordada y solidaridad bien entendida, porque los países antes de ser ricos deben tener valores. Es lo que aquí está en discusión y es el sentido más profundo de esta propuesta.
Por último, el multilaterismo es la mejor posibilidad que tienen los países pequeños, como el nuestro, de contar con apoyo y fuerza en los momentos de mayor complejidad ante los organismos multilaterales. Por consiguiente, el proyecto dice relación con la proyección estratégica del país que, siendo competitivo, solidario y aportando a los organismos multilaterales, presenta mayor capacidad para seguir desarrollándose en la senda que hemos establecido.
Por eso, no tengo ningún reparo en la aprobación del proyecto en los términos planteados. Además, el destino de los recursos es seguro, porque si dudamos de los organismos internacionales respecto de cómo canalizan los recursos para el fin que se propone, ponemos en duda también el multilaterismo, que es un factor clave para el desarrollo del país.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Iván Norambuena.
El señor NORAMBUENA .-
Señor Presidente , el diputado que me antecedió puso en entredicho algunas afirmaciones de varios colegas. Es importante respetar la opinión de los demás y no encerrarse en la propia.
Asimismo, es importante preguntarnos si existen países con extrema pobreza. La respuesta es sí. Y en Chile, ¿existen comunas y lugares con extrema pobreza? Sí existen.
Algunas diputadas y algunos diputados han citado experiencias internacionales. Yo no he viajado mucho, pero sí conozco mi país, especialmente la zona que represento, y me doy cuenta de que existe mucha pobreza y extrema pobreza.
También me pregunto si entregar cinco millones de dólares anuales -la herramienta más fácil- para un programa de alimentos de las Naciones Unidas muy cuestionado en los últimos años, es lo mejor.
Entiendo que para Chile es importante la cooperación internacional, pero me parece necesario recordar a la honorable Cámara que en el ánimo de ayudar a los que más necesitan debiéramos considerar que en Chile, en comunas como Lota, zona minera que represento, o la provincia de Arauco, entre otras zonas, también hay gente pobre y que vive en extrema pobreza. En mi región -seguramente ocurre lo mismo en otros rincones de nuestro país- el único alimento que reciben los niños de esas familias durante el día es la colación escolar. A lo mejor, en la zona de algunos diputados no es así, pero, en otras, la única comida de esos niños es la colación escolar.
Esa dueña de casa que concurre a nuestras oficinas pidiendo que la ayuden con una canasta familiar, porque en los servicios públicos que nos gobiernan no le han dado solución, no me perdonaría que, olvidando lo que ella vive, votara favorablemente un proyecto que, en el fondo, discrimina a nuestros hermanos chilenos en favor de los extranjeros.
Es necesario que el Gobierno indique primero de qué manera va a solucionar la extrema pobreza de nuestra gente, antes de asumir compromisos con otros países.
Quiero recordar que la caridad comienza por casa.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra la ministra señora Paulina Veloso.
La señora VELOSO, doña Paulina ( ministra Secretaria General de la Presidencia ).-
Señor Presidente , el proyecto de ley que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial fue enviado a trámite por el gobierno del presidente Ricardo Lagos.
Entendemos que el proyecto, que la actual administración lo hace propio, asume un compromiso jurídico-político internacional en la medida en que se enmarca en el contexto de tratados, pactos, resoluciones y declaraciones que ha suscrito el Estado de Chile, específicamente la Carta de Naciones Unidas, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Esta contribución de Chile se suscribe también en el ámbito de un cierto compromiso moral. Recuerdo a los honorables diputados que la “Declaración del Milenio”, suscrita el año 2000, propone reducir a la mitad -hacia el año 2015- el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día y el de las personas que padezcan de hambre.
Entendemos que los países que se comprometen a hacer este esfuerzo de aportes para la superación del hambre y la pobreza, no van a descuidar sus políticas económicas y sociales tendientes a erradicar la pobreza que pueda existir en sus respectivos países. Si los países, en virtud de cumplir con sus propios compromisos económicos, no pudieran suscribir acuerdos internacionales de esta naturaleza, casi ninguno podría comprometerse con este tipo de ayuda.
Nuestro gobierno tiene un compromiso con la equidad social y, para cumplirlo, ha enviado al Congreso los proyectos de ley cuyo propósito son enfrentar los problemas que acarrea la pobreza en el país.
La firma del compromiso en debate se enmarca de manera estricta dentro de las atribuciones que el artículo 32, N° 15, de la Carta Fundamental confiere al Ejecutivo.
No nos corresponde, en este ámbito, entrar a definir cuáles programas específicos de Naciones Unidas diseñados para la lucha contra la pobreza van a financiarse con los aportes de los distintos países firmantes. Sólo pedimos autorización para efectuar aportes de hasta 5 millones de dólares anuales a fin de que sean destinados al propósito de la “Declaración del Milenio”.
Deseo dejar claro que el proyecto de ley no está asociado a ninguna fuente de financiamiento específico que diga relación con la tasa de embarque. Sí lo estuvo originalmente, pero vía indicación del Ejecutivo fue eliminada dicha posibilidad; por lo tanto, se financia con fondos del erario.
En el proyecto tampoco existe un compromiso específico con el turismo. Sin embargo, quiero subrayar que en el programa de Gobierno está planteado incentivar el turismo a través de la creación de una subsecretaría de Turismo, en el entendido de que dicho rubro es de gran relevancia para nuestro desarrollo económico.
En el programa de Gobierno contrajimos un compromiso con la ciudadanía y, para cumplirlo, esperamos el aporte de los parlamentarios.
En nombre del Ejecutivo , agradezco de antemano a las diputadas y a los diputados la aprobación de este texto legal. Por lo manifestado en la Sala, entiendo que así será, sin perjuicio de las críticas y de los distintos puntos de vista. Con ello, estaremos cumpliendo con un compromiso internacional que nos prestigia, ya que se conecta con los valores que nos señalan la Constitución y nuestra historia política institucional.
Muchas gracias.
El señor LEAL (Presidente).-
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los siguientes términos:
El señor LEAL (Presidente).-
Corresponde votar en general el proyecto de ley que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 81 votos; por la negativa, 16 votos. Hubo 13 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aedo Ormeño René; Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Alvarado Andrade Claudio; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Ascencio Mansilla Gabriel; Becker Alvear Germán; Burgos Varela Jorge; Bustos Ramírez Juan; Cardemil Herrera Alberto; Ceroni Fuentes Guillermo; Chahuán Chahuán Francisco; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Díaz Marcelo; Duarte Leiva Gonzalo; Encina Moriamez Francisco; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Escobar Rufatt Álvaro; Espinosa Monardes Marcos; Farías Ponce Ramón; Fuentealba Vildósola Renán; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Briere Guido; Godoy Ibáñez Joaquín; González Torres Rodrigo; Hales Dib Patricio; Hernández Hernández Javier; Herrera Silva Amelia; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Isasi Barbieri Marta; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Latorre Carmona Juan Carlos; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Lorenzini Basso Pablo; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monsalve Benavides Manuel; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Núñez Lozano Marco Antonio; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Quintana Leal Jaime; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Rossi Ciocca Fulvio; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Suárez Eduardo; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Soto González Laura; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tarud Daccarett Jorge; Tohá Morales Carolina; Tuma Zedan Eugenio; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Von Muhlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Patricio.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Barros Montero Ramón; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Dittborn Cordua Julio; Egaña Respaldiza Andrés; Estay Peñaloza Enrique; Forni Lobos Marcelo; Kast Rist José Antonio; Lobos Krause Juan; Masferrer Pellizzari Juan; Norambuena Farías Iván; Paya Mira Darío; Recondo Lavanderos Carlos; Uriarte Herrera Gonzalo.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Bauer Jouanne Eugenio; Correa De La Cerda Sergio; Eluchans Urenda Edmundo; García García René Manuel; Martínez Labbé Rosauro; Melero Abaroa Patricio; Monckeberg Díaz Nicolás; Salaberry Soto Felipe; Urrutia Bonilla Ignacio; Valcarce Becerra Ximena; Ward Edwards Felipe.
El señor LEAL (Presidente).-
Por no haber sido objeto de indicaciones, se declara aprobado también en particular.
Despachado el proyecto.
Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 11 de abril, 2006. Oficio en Sesión 7. Legislatura 354.
VALPARAÍSO, 11 de abril de 2006
Oficio Nº 6106
A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO
Con motivo del Mensaje, Informe y demás antecedentes que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente
PROYECTO DE LEY:
“Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.
Asimismo, se faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente. Esta facultad se ejercerá por decreto supremo dictado a través del Ministerio de Hacienda.”.
Dios guarde a V.E.
ANTONIO LEAL LABRÍN
Presidente de la Cámara de Diputados
CARLOS LOYOLA OPAZO
Secretario General de la Cámara de Diputados
Senado. Fecha 31 de agosto, 2006. Informe de Comisión de Hacienda en Sesión 48. Legislatura 354.
?INFORME DE LA COMISIÓN DE HACIENDA, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial.
BOLETÍN Nº 4.104-05
Honorable Senado:
Vuestra Comisión de Hacienda tiene el honor de informaros el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, individualizado en el rubro, iniciado en Mensaje de S.E. el Presidente de la República.
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A la sesión en que se debatió la iniciativa asistieron, además de sus miembros, el Ministro de Hacienda, señor Andrés Velasco; el Jefe de la División Jurídica de la Cancillería, señor Claudio Troncoso; los asesores de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales y de la Dirección de Política Multilateral, señores Claudio Rojas y Antonio Bayas, y el asesor de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, señor Hernán Moya.
El proyecto en informe fue enviado a esta Comisión en virtud del acuerdo adoptado por la Sala del Senado con fecha 16 de agosto de 2006, accediendo a una solicitud en ese sentido de la Comisión de Relaciones Exteriores.
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Cabe hacer presente que por tratarse de un proyecto de artículo único, y en conformidad con lo dispuesto en el artículo 127 del Reglamento de la Corporación, se propone discutir la iniciativa en general y en particular a la vez.
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OBJETIVO FUNDAMENTAL DEL PROYECTO
El principal objetivo de la iniciativa en informe consiste en autorizar al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas, hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto.
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ANTECEDENTES
Para una adecuada comprensión de la iniciativa en informe deben tenerse presentes los siguientes antecedentes:
Mensaje
En dicho documento, el Primer Mandatario sostiene que la lucha contra la pobreza no es un desafío nuevo a nivel mundial, sino que, por el contrario, es una tarea permanente y en gran medida pendiente, a la que está convocada toda la comunidad internacional y, en especial, aquellos países que han logrado mayor desarrollo y crecimiento, rompiendo el círculo del hambre, la miseria y el subdesarrollo.
Menciona que a nivel internacional, el desafío de erradicar el hambre y la pobreza se ha abordado en diversos foros, organizaciones y programas de cooperación, erigiéndose hoy como uno de los principales objetivos de la Organización de las Naciones Unidas y de sus distintos órganos, así como de otros organismos multilaterales regionales como la OEA y la Unión Europea.
Señala que Chile no se ha restado al esfuerzo mundial para la superación del hambre y la pobreza y que el país ha participado activamente en esta campaña, a través de las organizaciones internacionales que integra, apoyando iniciativas y programas de cooperación mundial destinados a promover el desarrollo sustentable, la superación de la pobreza, la democratización y gobernabilidad de los pueblos, el respeto de los derechos y la dignidad de las personas, la erradicación de la desnutrición y de las pandemias, el fortalecimiento institucional y, en fin, a múltiples otras finalidades que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de las naciones y sus habitantes.
Dentro de las iniciativas internacionales de las que Chile es parte, destaca que en el año 2000, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Gobierno chileno apoyó y suscribió la denominada “Declaración del Milenio”, una de cuyas metas centrales es “Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día y el de las personas que padezcan de hambre”. Indica que con miras a esa causa, Chile también participó y suscribió los acuerdos de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, celebrada en Monterrey, México, en el año 2001, instancia en que los líderes mundiales comenzaron a identificar recursos y medidas específicas para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio.
Informa que tanto en la Cumbre Mundial sobre Alimentación, como en la Cumbre del Milenio, se fijaron objetivos a este respecto, con plazos que expiran el año 2015 y cuantificación de recursos adicionales que se requieren para cumplirlos. Estos implican, unos 50.000 millones de dólares adicionales anuales, lo que supone un compromiso mutuo entre los países desarrollados y en desarrollo.
Expone que en la Cumbre de Nueva York de 2004, de líderes mundiales sobre la acción contra el hambre y la pobreza, convocada por los Presidentes de Brasil, Chile y Francia y el Presidente del Gobierno español, se reafirmó el compromiso en la Declaración del Milenio. Para ello se creó un Grupo Técnico, con la misión de identificar nuevas fuentes de financiamiento para combatir la pobreza y el hambre en el mundo.
El Grupo, con ocasión del encuentro de Jefes de Estado de 2004, evacuó un informe que contiene novedosas pero controvertidas fuentes de financiamiento, que comprometen tanto al sector privado como público, de carácter voluntario u obligatorio, de ámbito mundial o limitado, con miras a complementar y garantizar la estabilidad y previsibilidad a largo plazo de la ayuda externa.
Señala que, por otra parte, el 14 de septiembre de 2005, setenta y nueve países, entre los que se comprende nuestro país, ratificaron en París la Declaración sobre las Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo, que alienta la incorporación de una contribución internacional de solidaridad.
Los países signatarios de dicha Declaración, reconocen que ninguna autoridad internacional dispone hoy día del poder de establecer contribuciones. Una fiscalidad internacional es necesariamente el producto de un acto de cooperación entre Estados. Se la puede definir como un conjunto de dispositivos fiscales adicionales, idénticos y convergentes, implementados en conjunto por los estados, en un marco de acuerdo común, incluso en lo que se refiere a la utilización de los recursos obtenidos por cada uno de ellos.
Dicha solidaridad propone que el producto de la contribución de ella se asigne a un objeto específico, lo que permite, además, destinar a programas en los que la urgencia de financiación regular es particularmente necesaria. De esta manera, las contribuciones de solidaridad internacional, financiarán las políticas que a la ayuda pública tradicional, insuficientemente irregular, le es difícil asumir.
Hace notar que los países signatarios de la declaración de París sobre Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo, han concordado en una formula básica, sobre la base de un cobro adicional en las tasas de embarque de la aviación comercial, denominada “contribución de solidaridad sobre billetes de avión”, que comparativamente presenta indudables ventajas respecto de otras fuentes, tanto desde el punto de vista de su fácil implementación, su escaso impacto económico y su carácter flexible y equitativo.
En primer lugar, el mecanismo se puede instaurar fácilmente, aumentando los impuestos y derechos aeroportuarios existentes, con un costo de recuperación mínimo, sin afectar a la soberanía fiscal de los estados, ni representar dificultades jurídicas. De este modo, la contribución que se propone establecer por cada país participante, respeta las propias reglas constitucionales y legislativas, sin implicar en ningún momento una reducción de la soberanía fiscal, pues las tasas y las modalidades de la contribución, se dejan a la apreciación de cada participante. Asimismo, los acuerdos de la OMC autorizan también la implementación de contribuciones concertadas de este tipo, siempre que no se apliquen de manera discriminatoria. Tampoco la contribución se encuentra prohibida por el Convenio de Chicago, ni ningún otro acuerdo y tratado internacional que rige el transporte aéreo internacional.
En segundo lugar, el instrumento propuesto tiene un impacto económico mínimo, pues es neutro sobre el transporte aéreo, estructuralmente muy dinámico. No afecta la competitividad entre los transportistas aéreos, ni a la de los grandes aeropuertos y tiene la ventaja de poder implementarse sin esperar la participación universal de los Estados.
En tercer lugar, es un mecanismo flexible y equitativo. En efecto, dado el carácter progresivo de la contribución, es coherente con la voluntad de repartir mejor los frutos de la globalización. En el plano internacional, la diferenciación de las tasas permite tomar en cuenta la especificidad de todos los países que implementen esta contribución, y en especial su nivel de desarrollo.
Explica que así como nuestro país ha ido avanzando sostenida y responsablemente en la derrota de la extrema pobreza, que felizmente afecta cada vez a menos chilenos, avanzando progresivamente hacia mayores niveles de equidad social, también tiene una responsabilidad que asumir a nivel internacional. Ello no sólo para transmitir su rica experiencia en la lucha contra la extrema pobreza, a través de la focalización de programas, como el combate a la desnutrición y la mortalidad infantil, sino que también entregando una contribución financiera para ir en ayuda de los países más pobres.
Subraya que por ello se ha copatrocinado la Iniciativa para la Lucha Contra el Hambre y la Pobreza, que busca viabilizar mecanismos financieros innovadores para combatir este problema, como los ya analizados, para alcanzar las metas de la declaración del Milenio. De ahí que el Gobierno comprometió en septiembre de 2005, en el marco de la declaración de Nueva York, una contribución de solidaridad internacional. Expresa que para financiar el mayor gasto que esta contribución representa para el erario nacional, se ha resuelto la implementación a partir de 2006, de una tasa de 2 dólares en todos los vuelos internacionales, adicionales a la tasa vigente. De esta manera, nuestro país, con un desarrollo medio, reconoce que el mayor esfuerzo de la Asistencia Oficial al Desarrollo debe dirigirse a los países menos adelantados, de manera de atender especialmente la situación de África, sin olvidar que la cooperación internacional también debe concurrir a los países de renta media, especialmente para la formulación de políticas públicas encaminadas a la superación de la pobreza y a la reducción de la brecha de la desigualdad.
Conforme a lo expuesto, se presenta al Congreso Nacional, una iniciativa de ley que permita a nuestro país cumplir a cabalidad con estos irrenunciables compromisos asumidos con la comunidad internacional, sobre la base de las siguientes propuestas:
- Autorización para efectuar aportes a iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza. En primer lugar, se propone autorizar al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Nacionales Unidas.
Al efecto, se solicita facultar al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de efectuar dichos aportes.
- Financiamiento del gasto que representa el aporte.
Para efectos de financiar el mayor gasto que represente para el erario nacional el aporte enunciado, la presente iniciativa propone establecer un recargo, de beneficio fiscal, de hasta US$ 2 (dos dólares de los Estados Unidos de Norteamérica) o su equivalente en pesos, según sea el caso, de los derechos de embarque de pasajeros de vuelos internacionales, a contar de la anualidad en que se deba efectuar el primer aporte.
Para tal efecto, se propone que el producto del recargo de los derechos de embarque que así se disponga, debe ser integrado por la Dirección de Aeronáutica Civil a Rentas Generales de la Nación, dentro de los cinco días siguientes al que le sean remitidos los recursos por parte de las entidades recaudadoras. De esa forma, se respeta, de un lado el principio de no afectación; y, del otro, el financiamiento de todo gasto fiscal.
Sin perjuicio de lo anterior, el referido recargo se entenderá formar parte del derecho de embarque para todos los efectos legales y reglamentarios.
DISCUSIÓN GENERAL Y PARTICULAR
Los representantes del Ejecutivo recordaron que la iniciativa contra el hambre y la pobreza tiene carácter presidencial y se encuentra en segundo trámite legislativo en el Congreso Nacional, mientras que desde la perspectiva internacional el país está en la última fase de una negociación dirigida a crear un fondo de solidaridad para el apoyo de las pandemias vinculadas a una situación de extrema pobreza en el mundo. Mencionaron al efecto el SIDA; la malaria y la tuberculosis.
Hicieron presente que con fecha 20 de septiembre de 2006, en la ciudad de Nueva York, se adquirirán los compromisos finales respecto del proyecto piloto, que utiliza mecanismos innovadores de financiamiento para el desarrollo.
Informaron que los países que participan como líderes de la iniciativa son Francia, Gran Bretaña, Brasil, Chile y Noruega y que ella aspira a efectuar la canalización de actividades, tanto respecto de los programas como de las acciones sustantivas, a través de los fondos y agencias de las Naciones Unidas con competencia en el tema de las enfermedades mencionadas, con una acción coordinada y conjunta, mediante un fondo fiduciario, por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Expresaron que la iniciativa presidencial se sustenta en la labor realizada por un grupo de trabajo en el que han participado los Ministerios de Hacienda, de Relaciones Exteriores y de Salud.
El Honorable Senador señor Novoa opinó que el proyecto debía ser analizado también por la Comisión de Relaciones Exteriores, por cuanto no obstante las facultades de la Comisión de Hacienda para pronunciarse respecto de las normas que involucren gasto fiscal, el análisis de la conveniencia de la iniciativa correspondería a dicha Comisión, que como ente técnico en la materia tiene claridad respecto de las prioridades en el campo de las relaciones internacionales, el monto a que ascienden los fondos de Naciones Unidas, etc.
Sobre el particular el señor Ministro de Hacienda hizo presente que el proyecto se diseñó en conjunto por los Ministerios de Hacienda y de Relaciones Exteriores.
Los personeros de la Cancillería recordaron que el proyecto derivó a la Comisión de Hacienda por petición expresa, en la Sala del Senado, del Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, y comunicaron el interés del Ejecutivo por el pronto despacho de la iniciativa, atendido el hecho de que existe un compromiso presidencial de ratificarla en el mes de septiembre.
El Honorable Senador señor García manifestó su preocupación por la circunstancia de que el aumento de la tasa de embarque aeroportuaria, que se debía traducir en que US$ 2 se destinarían a SERNATUR y otros US$ 2 al Fondo contra el hambre y la Pobreza, ha llevado a que en la actualidad se encuentren “empozados” los recursos así obtenidos. Consideró necesario que SERNATUR también reciba los recursos que se hayan acumulado.
El señor Ministro de Hacienda señaló que el cobro efectivamente se está efectuando, pero como no se puede afectar tributos, desde el punto de vista legal los fondos para la iniciativa provienen de Rentas Generales de la Nación. A fin de año, del balance de la Dirección General de Aeronáutica Civil se transferirá lo que corresponda a Rentas Generales y se harán las asignaciones respectivas.
Cabe hacer presente que el proyecto contenido en el Mensaje presentado a la Cámara de Diputados constaba de tres preceptos, y que los artículos 2° y 3°, que se referían al financiamiento de la iniciativa por el aumento de las tasas aeroportuarias y al integro del producto del recargo de los derechos de embarque por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil a Rentas Generales de la Nación, fueron eliminados en el primer trámite constitucional, por lo que no forman parte del proyecto sobre el cual debe pronunciarse el Senado.
El proyecto en informe consta de un artículo único que autoriza al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas, hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.
Se faculta, además, al Presidente de la República, para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente, facultad se ejercerá por decreto supremo dictado a través del Ministerio de Hacienda.
Sometido a votación el proyecto de ley en informe, fue aprobado en general y en particular por tres votos a favor y una abstención. Se pronunciaron favorablemente los Honorables Senadores señores García, Navarro y Ominami. El Honorable Senador señor Novoa se abstuvo.
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FINANCIAMIENTO
El informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, de fecha 15 de marzo de 2006, señala que “El aporte 2006 se financiará, en la parte proporcional que corresponda luego que entren en vigencia los acuerdos correspondientes, con cargo a los recursos que se consulten en el ítem 06.01.01.24.07.001, Organismos Internacionales, del presupuesto vigente del Ministerio de Relaciones Exteriores.”.
En consecuencia, las normas de la iniciativa no producirán desequilibrios macroeconómicos, ni incidirán negativamente en la economía del país.
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En mérito de los acuerdos precedentemente expuestos, vuestra Comisión de Hacienda tiene el honor de proponeros la aprobación del proyecto de ley en informe, en los mismos términos en que fue despachado por la Honorable Cámara de Diputados, cuyo texto es el siguiente:
PROYECTO DE LEY:
“Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.
Asimismo, se faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente. Esta facultad se ejercerá por decreto supremo dictado a través del Ministerio de Hacienda.”.
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Acordado en sesión celebrada el día 30 de agosto de 2006, con asistencia de sus miembros, Honorables Senadores señores Carlos Ominami Pascual (Presidente), José García Ruminot, Alejandro Navarro Brain y Jovino Novoa Vásquez.
Sala de la Comisión, a 31 de agosto de 2006.
Roberto Bustos Latorre
Secretario
RESUMEN EJECUTIVO
INFORME DE LA COMISIÓN DE HACIENDA ACERCA DEL PROYECTO DE LEY QUE AUTORIZA LA CONTRIBUCIÓN DE CHILE A LA ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL.
(Boletín Nº: 4.104-05)
I.PRINCIPAL OBJETIVO DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN: autorizar al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas, hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto.
II.ACUERDOS: aprobación en general y en particular por mayoría 3 votos a favor x 1 abstención.
III.ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN: consta de un artículo único.
IV. NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: no tiene.
V.URGENCIA: no tiene.
VI.ORIGEN INICIATIVA: Mensaje.
VII.TRÁMITE CONSTITUCIONAL: segundo trámite.
VIII.INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 12 de abril de 2006.
IX.TRÁMITE REGLAMENTARIO: primer informe. Discusión en general y en particular.
X.APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS: Aprobado en general y en particular por 81 votos a favor, 16 en contra y 13 abstenciones.
XI.LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA: Constitución Política de la República.
Valparaíso, a 31 de agosto de 2006.
Roberto Bustos Latorre
Secretario
Fecha 03 de octubre, 2006. Diario de Sesión en Sesión 56. Legislatura 354. Discusión General. Pendiente.
CONTRIBUCIÓN DE CHILE A ACCIÓN CONTRA HAMBRE Y POBREZA MUNDIALES
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundiales, con informe de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (4104-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 7ª, en 12 de abril de 2006.
Informe de Comisión:
Hacienda, sesión 48ª, en 5 de septiembre de 2006.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
El objetivo principal de la iniciativa es autorizar al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno, aportes hasta por un total de cinco millones de dólares anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los fondos, programas y agencias del sistema de Naciones Unidas.
La Comisión de Hacienda conoció el proyecto de conformidad con un acuerdo adoptado por la Sala sobre la base de una solicitud de la Comisión de Relaciones Exteriores, y le dio su aprobación tanto en general cuanto en particular por tres votos a favor (Honorables señores García, Navarro y Ominami) y una abstención (Senador señor Novoa), en los mismos términos en que fue despachado por la Cámara de Diputados. El texto se consigna en el informe correspondiente.
Cabe hacer constar que la Comisión propone al señor Presidente que el proyecto, por ser de artículo único, se discuta en general y particular a la vez.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Presidente de la Comisión de Hacienda, Senador señor Ominami.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente, quiero informar a la Sala respecto de las características de la iniciativa en debate.
En el año 2004, los Presidentes Lagos, Lula da Silva y Chirac designaron un Grupo de Trabajo Técnico con el fin de identificar fuentes innovadoras de financiamiento para la acción contra el hambre y la pobreza mundiales y de esta forma contribuir a las llamadas "Metas del Milenio".
Chile ha participado muy activamente en ese Grupo Técnico, al cual se han incorporado, además, Alemania, Argelia y España. En el mes de septiembre -porque así estaba previsto- debe de haberlo hecho Sudáfrica.
Nuestro país se integró a la iniciativa de la Lucha contra el Hambre y la Pobreza en enero del 2004, desde su inicio, en un encuentro en Ginebra de los Presidentes Lula, Lagos y Chirac con el Secretario General de las Nacional Unidas (como señalé, luego se unieron Argelia , Alemania y España).
Un Grupo Técnico nombrado por los Presidentes que participan en la iniciativa ha operado con el mandato de unificar fuentes nuevas de financiamiento para combatir el hambre y la pobreza en el mundo y colaborar a una globalización con rostro más humano y mayor desarrollo económico.
Siempre se ha obrado bajo el propósito de que las diversas propuestas puedan contribuir al progreso económico y social y a reducir la miseria y el hambre en economías pobres y de ingresos medios.
Por ello el énfasis de Chile, por ejemplo, en medidas que ayuden a combatir la evasión tributaria que se canaliza vía paraísos fiscales, como asimismo en la propuesta para reactivar la emisión de derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional y su nexo con el combate a crisis financieras y su impacto sobre la pobreza y la lucha contra las desigualdades.
Al evento a que me referí, desarrollado en Nueva York en septiembre de 2004, asistieron jefes de gobierno o ministros de casi todos los países del mundo. Su conducción estuvo a cargo de los Presidentes Chirac, Lagos, Lula y Rodríguez Zapatero.
Frente a las propuestas preparadas por el Grupo Técnico, a través de una declaración sustantiva, 110 países -es importante destacar esto: ¡110 países!- apoyaron su trabajo a fin de que continuara su elaboración para la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, realizada en Nueva York en septiembre del 2005.
Con el impulso de Francia y el apoyo de Chile y Brasil, se avanzó en una propuesta para cobrar tasas sobre los pasajes aéreos. Con ocasión de la Cumbre de Alto Nivel de las Naciones Unidas para la revisión del avance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el 14 de septiembre de 2005 se lanzó oficialmente el proyecto piloto acerca de la contribución solidaria (el llamado "impuesto/tasa") a los pasajes aéreos internacionales destinada a la lucha contra el HIV/SIDA y otras pandemias.
¿Por qué razón el instrumento del impuesto/tasa? Porque es expedito aplicarlo a nivel nacional y luego asignar los fondos a uso para un bien público internacional o combatir un mal público (por ejemplo, el sida, la malaria, la tuberculosis). Además, es progresivo, en general, y grava a un sector muy beneficiario de la globalización (propósito: que los ganadores solidaricen con los perdedores).
Lo concreto es que nuestro país fue el primero en anunciar su contribución.
El Presidente Lagos , en septiembre de 2005, durante su exposición, informó a la Asamblea que Chile aplicaría un aumento de dos dólares a la tasa de embarque de los pasajeros con destinto al exterior. Desde marzo de 2006 se encuentra vigente ese recargo.
Unos 18 países de economías desarrolladas y en desarrollo han anunciado su contribución, la que ya fue aprobada legalmente en el Reino Unido y en Francia.
Sobre la base de un acuerdo inicial con Francia y Brasil, se está estableciendo una facilidad internacional para la adquisición de medicamentos. A este acuerdo se han sumado ya Noruega y Gran Bretaña. Se busca crear un mecanismo efectivo y eficaz para combatir la pobreza por medio de la inversión dirigida a luchar contra el sida, la malaria y la tuberculosis a través de un centro de adquisición y distribución de remedios a las naciones más pobres y afectadas por esas pandemias, que operará mediante las agencias del sistema de las Naciones Unidas, para evitar la duplicidad y permitir atender las urgentes necesidades de los pobres en países en desarrollo, particularmente los de África.
Con todo, la participación de Chile en la iniciativa contra el hambre y la pobreza y la creación de esta instancia y su lanzamiento internacional con ocasión de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada el 19 de septiembre de 2006 han permitido a nuestro país jugar un papel muy destacado, en que se han reiterado con nitidez los planteamientos de un enfoque integral para una globalización más humana y más pro desarrollo.
Señor Presidente , el proyecto que se somete a la consideración del Senado es muy simple. Sencillamente, se trata de una autorización a la Dirección de Presupuestos para aportar hasta el equivalente a cinco millones de dólares anuales a la Iniciativa contra el Hambre y la Pobreza.
La contribución de Chile sería el equivalente a los dos dólares por pasajero nacional o extranjero que sale del país. Y el aporte de este año se haría a través de la Organización Mundial de la Salud.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Canciller.
El señor FOXLEY ( Ministro de Relaciones Exteriores ).-
Señor Presidente , quiero complementar la completa información dada recién por el señor Presidente de la Comisión de Hacienda del Senado.
A mi juicio, nos encontramos frente a una de las iniciativas más imaginativas en el plano de la solidaridad internacional habidas de un tiempo a esta parte.
Es del caso puntualizar, por ejemplo, que con motivo de la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nuevo York, tuvimos oportunidad de participar en el acto de lanzamiento del fondo internacional destinado a financiar medicamentos en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.
Y, para aquellos que pudieran abrigar alguna duda respecto del significado que la participación de Chile tiene en la iniciativa en comento, debo informar que en el referido acto (fue presidido por el Secretario General de la ONU , señor Kofi Annan , y participaron también el Presidente de Francia , señor Chirac; el Presidente Lula ; el Primer Ministro de Noruega y el Ministro de Desarrollo de Inglaterra ; se encontraba asimismo el ex Presidente Clinton , de Estados Unidos; nuestro país estaba representado por quien habla hoy en el Senado), cuando aquélla era lanzada, en presencia de la prensa mundial y de mucha gente que había concurrido a la Asamblea de las Naciones Unidas, hubo un reconocimiento prácticamente unánime por parte de las personas que señalé (Chirac, Lula , Clinton , etcétera) del hecho de que un país de desarrollo intermedio como el nuestro -nación pequeña a la que podía considerarse marginal desde el punto de vista de las grandes decisiones internacionales-, a través del Presidente Lagos , hubiera sido de los primeros, junto con Francia y Brasil, que la apoyaron, la impulsaron y la difundieron en el mundo.
En esa ocasión, fue interesante escuchar al ex Presidente Clinton. Porque, a decir verdad, se trata de una iniciativa en la cual ciertos gobiernos han generado un ambiente propicio para crear una conciencia internacional acerca de problemas extremadamente graves, pandemias que están ocurriendo y que generan mortalidad en la población, sobre todo en los países de África, lo cual resulta abismante.
Pero lo relevante es que al apoyo que esos gobiernos brindan a la referida iniciativa se suman fundaciones privadas -como la Fundación Gates y la Fundación Clinton- que se hallan organizando un esfuerzo masivo de respaldo de empresas privadas en el mundo para dar a lo concerniente a los medicamentos una envergadura acorde con los problemas que se trata de resolver.
Por ejemplo, el ex Presidente Clinton , con los recursos que ya se están recolectando en el fondo pertinente, va a establecer, a través de su Fundación, un poder negociador de precios menores para los medicamentos, sobre todo en la segunda fase del tratamiento de enfermedades como el sida (los llamados "retrovirales"). y una red de distribución de ellos en los países donde existen pandemias como las señaladas. Y hay metas tan específicas como la de atacar el problema del sida en la población infantil. Existen 500 mil niños infectados y los objetivos de esa iniciativa público-privada son ampliar aquella cobertura, que hoy día sólo llega a 10 mil menores, a 100 mil en el año 2007 y a 200 mil en el 2008.
Eso, en lo referente al sida.
También hay metas concretas respecto de los medicamentos para combatir la malaria, si se toma en cuenta que hoy día cada 30 segundos muere un niño en el mundo debido a esa enfermedad, la que hace algunos años parecía estar en retirada o erradicada. Lo mismo ocurre en el caso de los medicamentos masivos para atacar la tuberculosis en África -allí todavía produce 2 millones de muertes anuales- y también en Asia y América Latina. En Latinoamérica hay naciones, como Haití, donde se presenta en condiciones muy graves.
Por lo tanto, lo que estamos diciendo acá es que se necesita hacer un esfuerzo solidario.
Alguien podría preguntar por qué tenemos que involucrarnos en una iniciativa de esa naturaleza, relacionada con países tan lejanos, como los de Asia.
Al respecto, lo primero que debo señalar es que se está pidiendo un esfuerzo menor a las personas que realicen viajes internacionales, sobre la base de aumentarles en 2 dólares la tasa de embarque aeroportuaria. Constituye, más bien, un esfuerzo simbólico de solidaridad.
Ahora, ¿por qué un país pequeño ha de expresar solidaridad en su política exterior?
En tal sentido, deseo señalar algo muy claro.
Hay naciones que se han transformado en un ejemplo en la materia: las escandinavas. Se trata, al igual que Chile, de países pequeños que hace muchos años entendieron que, para aumentar su capacidad de influencia en el mundo, incrementar su poder conceptual y actuar con una fuerza mayor a la correspondiente a su tamaño, debían desarrollar en muchos niveles una política multilateral que les permitiera ser capaces de expresar sus valores; vale decir, los valores y principios en los cuales creemos.
Uno de ellos es el de que no podemos mantenernos con los brazos cruzados ante el escándalo de epidemias que están matando masivamente a niños en el mundo, a cuyo respecto es preciso dar, por lo menos, un testimonio moral y otro más concreto, como es este mínimo esfuerzo que se solicitará a quienes viajen al exterior: que en sus pasajes agreguen 2 dólares para financiar la iniciativa.
Ella despierta una tremenda emocionalidad -diría yo- en los países que serán beneficiados. En efecto, en la citada reunión de las Naciones Unidas escuchamos a varios Jefes de Estado africanos celebrándola y aplaudiendo el hecho de que una nación pequeña -y no rica- como Chile le brindara su apoyo.
Por eso hoy día estamos aquí solicitando al Senado ojalá una aprobación unánime del proyecto. Porque esto sirve a Chile, lo ayuda y aumenta su prestigio y su influencia internacionales.
Permítanme, Sus Señorías, terminar mi intervención con una breve anécdota, para demostrar que esto sí funciona, además, en otros planos.
Nuestro país se está globalizando. Y lo hace sin temores, manifestando también en otros aspectos -por ejemplo, en el plano multilateral de la Ronda de Doha- su apoyo y buena voluntad prácticamente en todos los lugares del mundo.
Hace algunos días recibimos una llamada del Ministro de Relaciones Exteriores de Noruega con referencia a la paralización de las negociaciones en aquella Ronda destinadas a dar acceso a los países pobres y en desarrollo al mercado de las naciones ricas. Dicho personero llamó a los cinco países del orbe que concitan la unanimidad de buena voluntad en todos los bloques -los desarrollados y los subdesarrollados; los del África y los del Asia- para que realicen un esfuerzo tendiente a abrir esos mercados y beneficiar al mundo en desarrollo. Ellos son Noruega, Indonesia , Canadá , Nueva Zelandia, Kenia y Chile.
Hemos aceptado participar en ese objetivo porque nuestra pequeña nación ha logrado una influencia y una credibilidad que van más allá de su tamaño relativo y de su lugar en el orden internacional.
Por tales razones, yo inscribo esta iniciativa del Gobierno dentro de la proyección multilateral de un país que cree en principios y valores, y que extiende los brazos solidarios para salvar a los niños que mueren cada día y cada noche en África.
Espero que la Cámara Alta tome conciencia de lo que estamos haciendo y de lo que ahora pedimos, y que -repito- ojalá dé su apoyo unánime al proyecto en debate.
Gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , estos primeros minutos de análisis revelan una situación curiosa ocurrida durante la tramitación de la normativa en debate, cual es que, no obstante ser el Canciller quien defiende el punto de vista del Ejecutivo -porque este proyecto constituye un elemento clave en las relaciones exteriores-, quien la informa a la Sala es el Presidente de la Comisión de Hacienda , que fue la única instancia que la conoció.
Entonces, admitamos que el proyecto parte en forma curiosa,...
El señor GAZMURI .-
¡Rara!
El señor COLOMA.-
...extraña, que indica una primera deficiencia en su tramitación. No digo esto -y quiero ser franco- porque ese hecho haya pasado inadvertido cuando se dio cuenta de su presentación. Según entiendo, se pidió que fuera examinado por una sola Comisión y no por la de Relaciones Exteriores. A mi juicio, eso fue un error.
Lo que ha planteado esta conjunción Relaciones Exteriores-Gobierno versus Comisión de Hacienda del Senado demuestra lo incongruente que resulta la tramitación de esta normativa. Y, por eso, deseo formular una petición.
Como me parece fundamental que el texto en debate sea estudiado también por la Comisión de Relaciones Exteriores, solicito que se remita a ella.
En seguida, voy a dar cuatro argumentos que, en mi opinión, son muy relevantes para el análisis del asunto.
En primer lugar, se trata de un aporte de cinco millones de dólares. Alguien podrá decir que esa cifra, al lado de un presupuesto cuantioso, puede no significar mucho. Sin embargo, quiero destacar que representa la contribución más grande -¡más grande!- que el Gobierno de Chile haya hecho nunca a una institución internacional.
Hoy día, para bien o para mal, las organizaciones internacionales que reciben ayuda de nuestro país son 158 -¡158!-, por un total de 14 millones de dólares. Estamos requiriendo la actualización de este dato a la Cancillería -no me cabe duda de que pronto llegará- para ver exactamente cuál es el entorno de esas contribuciones. Entendemos que existe -y en eso concordó el Ministerio de Relaciones Exteriores- una profunda falta de revisión o de rigurosidad en cuanto a lo que aporta nuestro país a tales organismos.
Debo manifestar a mi estimado amigo el señor Canciller que parte de esos recursos va a entidades que luchan contra el sida y la malaria en cuanto tales. Porque existen órganos internacionales con ese objetivo y Chile es un aportante. Sin embargo, no hay una evaluación clara -y ésta no es una cuestión de ahora, sino que viene de antes- sobre cómo se gastan los fondos chilenos en el extranjero.
¡No se puede girar cheques a cuanta institución esté dando vuelta! ¡Casi no hay organización que no reciba ayuda de nuestro país! Hemos pasado a ser uno de los aportantes excepcionales.
Pero -¡por Dios!-, el contemplado en el proyecto es el aporte más grande que se haya hecho Y se pretende entregarlo sin que la Comisión especializada del Senado analice siquiera si se inscribe dentro de nuestra política internacional.
Digo eso porque yo podría argumentar, legítimamente, que a lo mejor convendría evaluar la posibilidad de que los cinco millones de dólares -casi 40 por ciento de lo que se aporta- sean entregados en forma directa, por ejemplo, a organizaciones destinadas a combatir, o la pobreza, o la malaria, o el sida, o el maltrato infantil, que se hallan en pleno funcionamiento y a las cuales pertenecemos.
En consecuencia, no me parece razonable que se aborde un tema sin oír al órgano técnico correspondiente.
En segundo término, el aporte propuesto tiene una característica especial: es para siempre. Son cinco millones de dólares anuales. Entendería si alguien me dijera que se otorgará por una sola vez ante un escenario determinado. ¡Pero es para siempre! O sea, ésta va a ser la única vez en que esta Corporación -porque el proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados en votación dividida- podrá evaluar el sistema. Tras ello, el aporte integrará las partidas de compromisos permanentes y nunca más podremos examinar la participación de nuestro país a ese respecto. Si se entregara por una sola vez o si cada año fuera factible evaluar sus resultados, sería un escenario susceptible para ponerle cortapisas o hacerle un seguimiento. Pero nada de eso ocurre conforme se encuentra planteado en el texto.
En tercer lugar, señor Presidente , me parece que cuando hablamos de un fondo de carácter internacional para combatir la pobreza es necesario ser más rigurosos. Aquí ha habido otros fondos con esa finalidad. El último decía relación al petróleo, que terminó generando un problema serio en las Naciones Unidas.
Por lo tanto, creo que no es conveniente actuar casi como si nos sobrara la plata, en circunstancias de que se precisa una cantidad similar para resolver las demandas del sector salud, por ejemplo. Recordemos que se hablaba de cinco millones de dólares en la discusión final del gremio versus Gobierno, los que no estaban en ninguna parte. Bueno, aquí pueden estar. Hay problemas con los funcionarios municipales y, obviamente, con la educación.
Entonces, si uno está dispuesto a entregar determinados recursos en aras del multilateralismo, lo lógico es ver adónde van a parar y cuáles son los controles para que sean ocupados de manera adecuada, porque no son nuestros: son de todos los chilenos. Y, si los señores Senadores leen con atención el proyecto de ley, advertirán que no hay ninguna fórmula de evaluación o de seguimiento; no existe manera de saber qué ocurre, cómo se gasta, cómo se rinde cuenta. Simplemente, estamos entregando fondos por la vía legal.
Por otro lado, se contempla una facultad final de delegación en embajadores para el uso de los recursos. Creo que ello también requiere un mínimo análisis desde el punto de vista internacional. Porque ya no estamos hablando ni siquiera de una facultad presidencial. Aquí hay un inciso que faculta a un embajador para que pueda suscribir los documentos que procedan para la entrega de estos dineros.
Entonces, una cosa es el tema de fondo. Hasta ahora, por los datos de que dispongo -uno puede equivocarse-, no me parece que el proyecto apunte efectivamente a una de las necesidades reales del país. Él fue, más bien, fruto de un acuerdo circunstancial: tal como terminamos enviando tropas a Haití porque al Presidente de la República , en su momento, se le ocurrió, ahora decimos que tenemos que aportar para siempre esos 5 millones de dólares, sin mayor análisis.
Creo que debemos ser más rigurosos.
Pero hay, también, un aspecto de procedimiento al interior del Senado. A mi juicio, este proyecto -y lo digo por tercera vez, porque quiero que quede claro-, relativo al aporte más grande en la historia de las relaciones exteriores, debiera ser objeto, a lo menos, de una evaluación de mérito -¡de mérito!- por parte de la Comisión que está encomendada por la Sala para analizar nuestro desarrollo en política internacional. Lo contrario implica prescindir de los organismos competentes y que cada uno llegue con el proyecto que le parezca, si es que está bien construido desde el punto de vista financiero.
Sin perjuicio de lo anterior, aprovecho de señalar, para la historia de la ley, que al final la iniciativa no se va a financiar con los 2 dólares por pasaje. Eso venía en el proyecto original, pero fue descartado en la Cámara de Diputados por no adecuarse a la Constitución. Entonces, los recursos provendrán de Rentas Generales de la Nación.
En concreto, señor Presidente, teniendo muchas dudas respecto del fondo, en el tema de procedimiento me parece fundamental evaluar en serio, a conciencia, con capacidad de control, si este gasto es indispensable; si hay alternativas mejores; si no existen otros requerimientos más relevantes interna o externamente.
Por ello, pido que el texto en análisis se remita a la Comisión de Relaciones Exteriores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , me voy a referir sólo a la cuestión de procedimiento señalada por el Senador señor Coloma , miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, porque en verdad la intervención del Canciller señor Foxley fue muy detallada, muy completa, y explicó en forma clara hacia dónde apunta el proyecto.
Quiero recordar que en la Cámara Baja su texto fue estudiado sólo por la Comisión de Hacienda. Ya en el Hemiciclo, se aprobó por 81 votos a favor, 16 en contra y 13 abstenciones. Cuando llegó al Senado, la Comisión de Relaciones Exteriores pidió a la Mesa que, por referirse a un tema esencialmente económico, financiero, se tramitara a la Comisión de Hacienda. Y así lo acordó la unanimidad de los señores Senadores presentes en esa ocasión. No hubo abstención alguna ni ningún pronunciamiento en contra de lo que planteó la propia Comisión de Relaciones Exteriores a través del Senador que habla, que la preside.
La iniciativa se limita a implementar, mediante modificaciones legales internas, una contribución acordada con antelación en el marco de los instrumentos internacionales que se señalan en el mensaje.
Señor Presidente , nada sería más grato para nuestra Comisión que abocarse a materias tan interesantes como ésta; pero, en general, se pronuncia acerca de tratados. Por ser éste un proyecto de ley eminentemente económico y financiero, en su oportunidad entendimos -reitero: no hubo opiniones en contrario- que debía ser examinado por la Comisión de Hacienda.
Por eso, creo que mandarlo ahora a la Comisión de Relaciones Exteriores no tendría mucho sentido, porque sólo se refiere a la entrega de un aporte de 5 millones de dólares.
Señor Presidente , me está solicitando una interrupción el Senador señor Coloma. Se la concedo con todo agrado.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Con la venia de la Mesa, tiene la palabra Su Señoría.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , sólo haré dos breves aclaraciones.
En primer lugar, quien planteó que la iniciativa pasara directamente a la Comisión de Hacienda fue el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores -haciendo uso de su derecho-, no ésta como tal. Me parece que todavía existe diferencia entre un órgano técnico y quien lo dirige.
En segundo término, pido a los señores Senadores una reflexión de mérito.
Es perfectamente posible que la Sala, cuando se presenta un proyecto sobre aporte a un fondo determinado, entienda de buena fe que él se refiere a una materia exclusivamente financiera, que compete a la Comisión de Hacienda. Pero nosotros debemos reflexionar. Y si al revisar su contenido nos damos cuenta de que se trata del aporte más grande realizado por Chile a una institución en el exterior, hemos de preguntarnos si acaso él no forma parte de las decisiones que ameritan ser evaluadas en un contexto de política externa.
El problema no es de dónde viene la plata, sino adónde irá; con qué lógica internacional; con qué lógica de fiscalización; con qué lógica política.
Por eso me pareció indispensable solicitar que la normativa se remitiera a la Comisión de Relaciones Exteriores, a fin de tomar decisiones bien fundamentadas y con sentido de país y de política internacional.
Agradezco la interrupción.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Ya terminé mi exposición, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Alvear.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente, quiero hacer presente la importancia de este proyecto, que espero sea aprobado por el Senado.
El señor Canciller manifestó -con mucha razón- cuáles son los motivos que inspiran a Chile a participar en los programas de ayuda de que se trata.
A propósito de las intervenciones que he escuchado, deseo agregar dos elementos, que representan el sustento de una política internacional coherente que lleva adelante nuestro país.
El primero dice relación a la Cumbre del Milenio, que se efectuó el año 2000, donde los representantes de todos los países -incluido el nuestro- aprobamos, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, combatir la pobreza en el mundo, comprometiéndonos a efectuar las acciones internas y externas necesarias para concretar ese objetivo.
Precisamente en ese sentido, y dado que existían algunas iniciativas, aunque no tan específicas, para abordar el tema, en su momento Brasil, Chile y España, junto con el Secretario General de la ONU , comenzaron con esta idea, que se desplegó en dicho organismo de una manera tan exponencial como ha comentado esta tarde el Canciller señor Foxley.
La Cumbre del Milenio, entonces, es el primer objetivo que debemos tener presente dentro de nuestra política exterior.
El segundo elemento tiene que ver con la globalización.
Cuando Chile se inserta en el mundo global, no lo hace sólo en el ámbito económico. ¡Y por Dios que nos hemos abierto a la opción regional! Hemos suscrito con diferentes naciones acuerdos de libre comercio que este Senado ha analizado acuciosamente.
Dicha política, sin duda, significa aportes y beneficios para nuestro país. Por eso la apoyamos con mucha decisión.
Pero la inserción en el mundo global debemos mirarla, no sólo en una perspectiva económica, sino también en el ámbito político y, con mucha fuerza, en el cultural y en la esfera de la cooperación y la solidaridad.
Es precisamente en este último aspecto donde se inscribe el acuerdo adoptado. Y me parece extraordinario que Chile, que no es una nación desarrollada, con un nivel intermedio, y pese a tener muchos problemas aún por solucionar, de cara al mundo diga que somos capaces de ver que hay niños que sufren enfermedades tan serias como las que aquí se han señalado y merecen nuestra atención como país.
De allí que no sólo nos hagamos presentes efectuando un aporte, sino también participando activamente. En este sentido, debo destacar que el economista chileno Ricardo Ffrench-Davis ha tomado parte en todas las reuniones del panel de expertos que se creó para abordar este tema y adoptar una primera decisión que apunte en esa dirección.
Señor Presidente , creo que como país debiéramos sentirnos orgullosos de nuestra coherente política exterior, que no sólo ve los ámbitos económicos, sino también los políticos, los culturales y los de cooperación. Y que valores tan importantes, como el de la solidaridad, estén presentes tanto en nuestra política interna cuanto en nuestra política exterior.
Es por eso que, sin lugar a dudas, apoyamos esta iniciativa, en el deseo de que ojalá pueda aprobarse esta tarde en el Senado.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Por haber llegado el término del Orden del Día, queda pendiente la discusión general del proyecto para la sesión ordinaria de mañana.
Fecha 04 de octubre, 2006. Diario de Sesión en Sesión 58. Legislatura 354. Discusión General. Pendiente.
CONTRIBUCIÓN DE CHILE A ACCIÓN CONTRA HAMBRE Y POBREZA MUNDIALES
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto de ley de la Honorable Cámara de Diputados que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundiales, con informe de la Comisión de Hacienda.
--Los antecedentes sobre el proyecto (4104-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 7ª, en 12 de abril de 2006.
Informe de Comisión:
Hacienda, sesión 48ª, en 5 de septiembre de 2006.
Discusión:
Sesión 56ª, en 3 de octubre de 2006 (discusión general pendiente).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
La relación de esta iniciativa se efectuó en la sesión ordinaria de ayer.
No obstante, cabe recordar que su objetivo es autorizar al Presidente de la República para realizar, en representación del Gobierno, aportes a los fondos, programas y agencias del sistema de las Naciones Unidas hasta por un total de cinco millones de dólares anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y que se canalicen con tal propósito.
La discusión general del proyecto quedó pendiente y, al finalizar el Orden del Día de la sesión de ayer, se encontraban inscritos los Honorables señores Letelier, Gazmuri y Núñez.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Además, se han agregado los Senadores señores Sabag, Coloma y Arancibia.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente, pido que se me anote en la lista de oradores.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Con mucho gusto, Su Señoría.
Continúa la discusión de la idea de legislar.
Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.
El señor LETELIER .-
Señor Presidente , en el marco del debate de ayer, el respetable Senador señor Coloma -si no recuerdo mal- hizo una reflexión sobre -no quiero ser injusto en el concepto- la utilidad de contribuir a los fondos de organismos multilaterales. No cuestionaba que fueran iniciativas loables -no era ésa la discusión-, pero sí preguntaba de qué servía que Chile contribuyera a una como la planteada en esta oportunidad.
En ese contexto, quiero partir desde un punto de vista distinto.
En el marco del sistema multilateral, Chile, país en desarrollo, se compromete y hace efectiva su palabra empeñada antes que muchas naciones desarrolladas y con grandes recursos. Porque son numerosos los Estados que se han comprometido con los Objetivos del Milenio y la lucha contra el hambre y la pobreza mundiales. Y nuestro país no sólo hace efectiva su palabra, sino que además ha sido capaz de sumarse y liderar, junto con Brasil y Francia, una iniciativa como ésta, que algunos podrían situar en propuestas de la sociedad civil a los respectivos gobiernos, como la planteada por Attac -organización que muchos conocen- acerca de un impuesto a las transacciones financieras o comerciales precisamente para combatir aquellas lacras a nivel mundial.
El que nos hayamos hecho parte primero es loable. Y el que nos hayamos involucrado en términos efectivos hace palpable que el país cumple las acciones comprometidas ante la comunidad internacional.
Por otra parte, tengo la convicción de que los fondos destinados por las Naciones Unidas al combate del hambre y la pobreza han sido tremendamente eficaces para salvar millones de vidas en el planeta, en particular en el continente africano durante la última década y media. Y ello, gracias al accionar de los organismos multilaterales, y en especial de la ONU. Se ha logrado enfrentar dos flagelos: las hambrunas y los problemas dramáticos de contagio del sida a nivel mundial.
Señor Presidente , cuando uno revisa las estadísticas de algunos países africanos comprueba la necesidad de que la comunidad internacional toda se sume a acciones como ésta.
Se ha concordado un cobro adicional de 2 dólares en los pasajes aéreos internacionales. Yo siento que aquí existe un compromiso país. Y Chile crece cuando hace valer su palabra, principalmente a propósito de iniciativas que han demostrado ser muy eficaces en el combate contra el hambre y las enfermedades, en particular el sida.
Ahora bien, lo más importante es que el instrumento elegido por nuestro país, de entre los varios establecidos como alternativas en una conferencia internacional, es sin duda uno de los más eficaces.
Pero, señor Presidente , existe una cuestión adicional.
Siempre se podrá decir "¡Cómo vamos a usar dinero para ayudar a gente de otras naciones y no nos preocupamos de los pobres en Chile!".
Ese argumento, que escuché en el día de ayer, me hace pensar que algunos estiman que vivimos en una burbuja y no somos parte de la comunidad internacional, ante la que no tendríamos responsabilidades.
Yo considero que, como país, sí las tenemos. El que otros no las asuman no nos libera de la obligación de ser corresponsables de lo que pasa a nivel planetario, más aún si tenemos en cuenta que nuestra economía, que es abierta, depende tanto de lo que ocurre en el resto del mundo y que, adicionalmente, nuestro país, bastante pequeño, depende en buena medida del fortalecimiento efectivo de las instituciones multilaterales.
En foros internacionales me he sentido tremendamente orgulloso de ser chileno, porque fuimos de los primeros países que hicieron realidad la palabra empeñada. Y eso, indudablemente, nos fortalece y nos da más poder ante la comunidad internacional.
Por consiguiente, pido no perder de vista ese aspecto.
Es cierto que las cosas siempre se pueden hacer mejor en los organismos multilaterales y que resulta conveniente que la Cancillería nos mantenga informados acerca del uso de los recursos; pero, en mi opinión, el hecho de que Chile sea parte de ese esfuerzo desde el principio nos va a permitir estar presentes al momento de fiscalizar su destino.
Desde luego, señor Presidente , vamos a votar a favor. Y hago un llamado para que, cada vez que se plantee una contribución a la comunidad internacional, no caigamos en una discusión donde -disculpen Sus Señorías si ofendo a alguien con lo que voy a decir- se recurra a argumentos decimonónicos, bastante retrógrados y tremendamente conservadores, que sólo apuntan a cómo podemos vernos beneficiados los chilenos y se desentienden de nuestras responsabilidades a nivel internacional.
Creo que nuestra presencia en Haití es una contribución a la paz mundial. Deberíamos sentirnos orgullosos y no estar contando los pesos que eso cuesta. Deberíamos sentirnos orgullosos también de ser parte de esta iniciativa contra el hambre y la pobreza mundiales, que ojalá tenga respaldo en la Sala del Senado.
El Honorable señor Cantero me solicita una interrupción, que concedo con su venia, señor Presidente .
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Pueda hacer uso de la palabra, Su Señoría.
El señor CANTERO.-
Sólo quiero decir dos cosas, señor Presidente.
Primero, el Senador señor Letelier siempre califica a quienes discrepan de su pensamiento.
Segundo, todos somos sensibles al hambre y la pobreza. Pero quizás la prioridad de algunos es matarlas primero en nuestro país, en nuestras ciudades, en nuestros barrios, antes de salir a enfrentar el problema afuera. Particular relevancia cobra el asunto en el entorno parlamentario, donde semana a semana observamos la protesta de múltiples sectores, especialmente del público, que reclama solución a las demandas derivadas de su pobreza, o, como ocurrió ayer, del de los deudores habitacionales, que alegan un mínimo de atención a sus planteamientos, que el Congreso Nacional no ha sido capaz de responder con oportunidad.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Recupera el uso de la palabra el Honorable señor Letelier.
El señor LETELIER .-
Señor Presidente , las palabras del Senador señor Cantero no hacen más que reforzar mi convicción sobre las distancias que nos separan.
Cuando en África hay personas que deben alimentarse con 1 dólar al día o menos; cuando 26 por ciento de la población de Kenya es portadora del sida; cuando existen realidades planetarias semejantes, los que somos creyentes pensamos que la caridad no es algo que reconozca límites o fronteras. La contribución es importante, y en este caso tiene que ver con la dignidad de un país que, cuando dice que está contra el hambre, empeña su palabra y no se queda en la retórica.
En definitiva, pienso que debemos entender que fuera de nuestro territorio existen graves problemas y que también hemos de ayudar a combatirlos, junto con la comunidad internacional.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.
El señor GAZMURI.-
En primer lugar, señor Presidente , me voy a referir al procedimiento.
Se ha planteado la necesidad de que el proyecto en debate pase a la Comisión de Relaciones Exteriores.
No obstante ser miembro de dicho organismo, considero que ello es completamente innecesario, toda vez que los objetivos de la iniciativa, las cuestiones que están en juego y las opiniones que ella despierta pueden plantearse y resolverse en la Sala.
Opino que todos los señores Senadores tienen suficiente información sobre el proyecto y que los argumentos dados a favor y en contra no requieren el análisis de una Comisión especializada.
Por consiguiente, propongo que despachemos este asunto en el día de hoy.
En cuanto al mérito de la iniciativa, ya se han dado los argumentos del caso.
Yo diría que aquí hay dos temas. Uno tiene que ver con el interés nacional. Y el interés nacional indica que somos parte de la comunidad internacional y que, por tanto, debemos asumir nuestra cuota de responsabilidades, supuesto que también enfrentamos los mismos problemas en casa.
No puede decirse que los Gobiernos de la Concertación no han hecho en los últimos 16 años un esfuerzo gigantesco para disminuir la pobreza en nuestro país. Ése es un dato objetivo y debería ser motivo de orgullo para todos nosotros.
Chile y China fueron las dos únicas naciones que en los años 90 disminuyeron de manera significativa sus niveles de pobreza. En todo el resto de los países del mundo, incluidos los desarrollados, la pobreza aumentó.
Nos queda pendiente el problemas de la desigualdad, y también, el de la pobreza. Porque es efectivo que, aunque ésta disminuyó a la mitad, 17 por ciento de la población se encuentra en esa condición. Es una situación que no deberíamos soportar.
El interés nacional de un país abierto indica que tenemos que formar parte de la comunidad internacional. No podemos, a estas alturas, pretender ser una sociedad abierta y no asumir nuestras responsabilidades en el exterior. Eso no es entender bien el interés de Chile, su desarrollo y su capacidad para disminuir la pobreza y las desigualdades.
Pero creo que aquí, además, hay un trasfondo ético.
Me sorprendería que el Senado no apoyara esta iniciativa de manera unánime. Todos declaramos acá pertenecer a corrientes éticas, sea el cristianismo, sea el socialismo humanista, sean las tradiciones laicas y racionalistas, que existen en nuestra sociedad.
Todas ellas afirman dos cosas centrales. Una, que la Humanidad es una hermandad: somos parte de un colectivo que va más allá de las realidades nacionales.
Quienes son católicos deberían conocer esto mucho más profundamente. Y "católico" significa "universal". Hijos de Dios. ¡Todos!
La segunda afirmación se refiere a la solidaridad, que constituye otro elemento fundante de nuestras convicciones éticas y que ha de expresarse también en el terreno de la política de Estado y de la política internacional.
Entonces, sorprende el argumento de que Chile, porque tiene pobres -¡y los hay!- y necesidades -¡y las hay!-, no puede hacer un aporte solidario de 5 millones de dólares. Además, esto se va a obtener, no a través de algún programa, sino con una pequeño recargo de 2 dólares en la tasa de embarque aeroportuaria por cada persona que salga del país.
¡Ésa es la cuestión!
La calidad de la iniciativa está fuera de toda duda.
En consecuencia, aquí se halla involucrado el interés nacional. Pero, más allá de eso, se manifiesta una diferencia -quisiera que no la tuviéramos, pero parece que se va a expresar en el voto- ética.
Se habla mucho de la pauta valórica. Y entiendo que, en nuestras consideraciones éticas, la solidaridad debería ser un principio fundamental y consensual.
El aporte de que se trata es razonable y, para nuestro nivel de economía, modesto, se financia de la manera que indica el proyecto. Las instancias de ayuda a que él alude han tenido el reconocimiento y la aprobación de la comunidad internacional, donde el Gobierno de Chile ha desempeñado, desempeña y desempeñará un papel destacado. Creo que votar en contra implicaría una tremenda miopía desde el punto de vista de la política exterior, pues no nos permitiría demostrar al mundo que constituimos un país decente, donde somos capaces de practicar, como sociedad política, los valores a los que decimos adscribir.
Siempre es posible, ante la necesidad, lograr un aplauso cuando se expresa: "Esos 5 millones de pesos se los podríamos entregar al deudor de tal o cual cosa". Tal argumento siempre saca aplausos. Y se puede llevar al extremo, pues la demagogia es fácil y parece que está empezando a campear en esta sociedad. Y el populismo también se siembra fácil. ¡No cuesta nada...!
Se podría esgrimir el mismo argumento a propósito de los ricos. O de las Fuerzas Armadas, con el valor de un tanque. Por ejemplo, decir: "¿Por qué no pagar la obligación de los deudores habitacionales con el dinero que vale un tanque?".
Si yo hubiera hecho ese discurso ayer, habría recibido muchos aplausos. Pero me parece irresponsable, porque pienso que es necesaria la Defensa Nacional. Y eso cuesta plata. De igual modo, hay que atender el tema de la previsión, que también implicará un costo. En fin, debemos ir enfrentando los problemas y resolviéndolos.
Mas el argumento de los deudores habitacionales versus el fondo del asunto que nos ocupa no resiste análisis: ni ético, ni financiero, ni desde la perspectiva del interés nacional.
Por lo tanto, señor Presidente , propongo que votemos hoy día esta materia.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Sabag.
El señor SABAG.-
Señor Presidente, el problema del hambre y la pobreza es objeto de profunda preocupación en las organizaciones y los foros internacionales. La brecha entre los países más ricos y los más pobres del planeta se ha ido ampliando en forma alarmante: los ricos son más ricos y los pobres son más pobres.
Por ello, la Organización de las Naciones Unidas y otras entidades, como la Organización de los Estados Americanos y la Unión Europea, están, no sólo analizando el tema, sino además buscando soluciones.
Nuestro país ha colaborado en diversas instancias internacionales para promover la cooperación mundial a fin de alcanzar un desarrollo sustentable. Y hemos sido un buen ejemplo en la búsqueda de fórmulas para superar la pobreza a través de mecanismos de diferente índole, en especial en la focalización de los presupuestos de la nación hacia el gasto social. De hecho, en el proyecto de Ley de Presupuestos para el año 2007, un 68 por ciento se destina justamente a los Ministerios de desarrollo social.
Chile ha contribuido también a impulsar los procesos democráticos, que son los únicos que garantizan el respeto de los derechos y la dignidad de las personas, y la gobernabilidad de las naciones.
En el año 2000, el Estado chileno suscribió la llamada "Declaración del Milenio", cuyo objetivo central es "Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día y el de las personas que padezcan hambre".
Cabe recordar que el Presidente de Brasil , cuando hizo su campaña, hace cuatro años, se comprometió con sus compatriotas a que comerían ¡al menos una vez al día! Y la alta votación que en la última elección obtuvo en el norte de su territorio fue en agradecimiento porque la gente por lo menos ha podido comer ¡una vez al día!
En el año 2001, Chile suscribió los acuerdos de la "Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo", celebrada en México.
Por otra parte, con la finalidad de identificar nuevas fuentes de financiamiento para combatir la pobreza y el hambre en el mundo, en 2004 se convocó a la Cumbre de Nueva York. Allí se analizaron varias posibilidades de financiamiento, que podrían comprometer, tanto al sector público como al privado, con carácter voluntario u obligatorio. Todo ello, con el objeto de garantizar a largo plazo la ayuda que se ofrezca entregar.
Finalmente, el 14 de septiembre de 2005, 69 países, entre los cuales se encuentra Chile, ratificaron en París la "Declaración sobre Fuentes Innovadoras de Financiación del Desarrollo", que da el impulso decisivo e invita a la contribución internacional a esta nueva forma de solidaridad.
Es importante destacar que hoy ninguna autoridad internacional puede imponer contribuciones. Por eso, para crear una fiscalidad internacional es fundamental un acto de cooperación voluntaria que emane de los Estados que han suscrito los compromisos. En consecuencia, cada uno de ellos debería crear dispositivos fiscales adicionales para permitir la utilización de los recursos captados en la finalidad propuesta. Esto posibilitará que las contribuciones internacionales de solidaridad sostengan las políticas públicas de los diversos países contemplados en los objetivos del programa.
En la "Declaración de París" se acordó una fórmula de contribución sobre la base de un cobro adicional en las tasas de embarque de la aviación comercial denominada "Contribución de solidaridad sobre los billetes de avión". Tal medida es fácil de implementar y, además, tiene un escaso impacto económico. Se caracteriza por ser flexible y equitativa. Este tipo de contribución no está prohibido por el Convenio de Chicago, que rige el transporte aéreo internacional.
El Gobierno de Chile comprometió su aporte solidario en septiembre de 2005, el cual consistirá en un recargo de 2 dólares en los derechos de embarque de pasajeros de vuelos internacionales, adicional a la tasa vigente.
El proyecto plantea que el monto total de la contribución de nuestro país no podrá exceder de 5 millones de dólares anuales, y faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en un Embajador la atribución de suscribir los documentos pertinentes.
Será la Dirección de Aeronáutica Civil la encargada de percibir los aportes, que deberá integrar posteriormente a Rentas Generales de la Nación.
Considero que nuestro país se halla hoy en condiciones de hacer un gesto de solidaridad aprobando la iniciativa, que tanto esperan en diversas naciones del mundo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , nunca he confiado mucho cuando a uno intentan plantearle la ética por un lado y la falta de ética por otro, como si nos encontráramos en la lógica de los buenos y los malos, de los sensibles y los no sensibles. Creo que el que nos ocupa es un asunto mucho más preciso, pero también mucho más complejo y exigente desde los puntos de vista intelectual y político.
¿Qué es lo que he planteado respecto del tema? Que existen dos aspectos distintos: uno, la vinculación del aporte a la política exterior chilena, y otro, el mérito mismo que supone la entrega de 5 millones de dólares, todos los años, a una entidad de las Naciones Unidas.
¿Qué he expuesto acerca del primero de ellos? Una cosa muy simple, señor Presidente : me parece sorprendente que un proyecto de esta naturaleza, que constituye el más grande aporte en la historia de Chile a un organismo internacional, ni siquiera pase por la Comisión de Relaciones Exteriores para ver cómo ello armoniza con la política externa de nuestro país. Porque si vamos a hacer política exterior en serio y no queremos transformarnos en un buzón de lo que señale el Ejecutivo , lo que nos corresponde es evaluar cuál es el mérito de una contribución por tal cantidad, de esa naturaleza y con ese objetivo.
Entonces, se dice, apelando a la ética, que ésta es una fórmula para luchar contra la pobreza en el mundo, que Chile no puede marginarse.
¿Sabe por qué creo que es importante, señor Presidente , que la iniciativa sea conocida por aquella Comisión? Porque el propósito mencionado se debe armonizar con otras disposiciones o acuerdos vigentes.
Lo hice presente el día de ayer: estamos aportando más de 14 millones de dólares a 158 organismos internacionales -¡158!-, todos ellos con objetivos loables, nobles. ¿Nos hemos preocupado de saber cómo han funcionado?
Se señala especialmente que respecto de la pobreza y la salud se debe efectuar un esfuerzo especial. Por mi parte, quiero hacer lo siguiente.
Las interrupciones siempre se piden, señor Presidente, pero ahora ofrezco una de ellas para que alguno de los Honorables colegas que me han antecedido en el uso de la palabra me explique qué significan las siguientes siglas: OPS, CONHU, VICTER, OIE, FNUAP, HABITAT, ICA, CABI, ILPES, OCDE, FIDA y CIDI.
El señor GAZMURI .-
¿Su Señoría quiere realizar un concurso...?
El señor COLOMA.-
Lo que pasa, señor Presidente, es que todos esos organismos se encuentran destinados a luchar contra la pobreza y en favor de la salud.
El señor GAZMURI .-
¿Y si se contestan diez...?
El señor COLOMA.- No se trata de "agarrar para el leseo", señor Senador.
Lo que quiero explicitar...
El señor ESCALONA .-
¡Es un mal chiste!
El señor COLOMA.-
...es que existen organismos internacionales cuyo financiamiento debemos revisar, al igual que la naturaleza del aporte que se les entrega.
Entonces, concluir que por el hecho de operar un fondo nuevo de las Naciones Unidas debemos ser los "primeros del curso" en expresar: "Gastemos menos en vivienda y en salud y hagamos una contribución", sin saber lo que ello significa dentro de la política exterior de Chile, no me parece que sea consecuente con un estudio profundo de lo que deben ser las decisiones tomadas en el ámbito interno.
Cinco millones de dólares -insisto- es el más grande aporte en nuestra historia. Y todos los organismos cuya sigla leí -¡todos!- están destinados al cumplimiento de un fin parecido. Además -lo digo con toda honestidad-, la evaluación respectiva efectuada por la Cancillería -porque la pedí y fue remitida en el oficio Nº 13.192- es débil en algunos aspectos, en el sentido de que valora algunas entidades, pero coincide en la necesidad de revisar cómo están funcionando otras, en lo cual fue muy responsable.
Ése es un ejercicio parlamentario fundamental, a mi juicio. Y rehuirlo por el hecho de no querer adentrarse en cómo se gastan los recursos en las Naciones Unidas no estimo que sea conciliable con el interés del Congreso en una política exterior de fondo y seria.
En segundo lugar, he consignado que me llama profundamente la atención que el aporte de 5 millones de dólares sea permanente. ¿Por qué razón? Porque he visto en televisión a autoridades del Gobierno que previenen que la bonanza del Presupuesto es por ahora y que nadie sabe lo que ocurrirá después. Por consiguiente, a los gremios se les advierte: "¡Cuidado, señores! ¿Cómo voy a soltar la billetera? El cobre puede bajar, así que todo debe ser muy estabilizado.". ¡Menos el aporte que nos ocupa, porque es para siempre...!
Por lo tanto, llamo a reflexión a Sus Señorías en cuanto a si lo procedente, lo lógico y lo razonable es, en un momento de boom, asumir compromisos de esta naturaleza en forma permanente. ¿O no será mejor una revisión dentro de la lógica de la política exterior y ver hasta dónde se puede avanzar o no con un aporte semejante?
En tercer término, señor Presidente , considero clave tener presente la necesidad de fiscalizar, para el efecto de controlar cómo se gasta el dinero de todos los chilenos. Ayer hice presente que el programa Petróleo por Alimentos parecía notable, pero al final nadie fiscalizó y todos los involucrados terminaron procesados, porque se incurrió claramente en una exacción ilegal de los recursos proporcionados por distintos países.
¿Dónde se encuentra el rigor? ¿Dónde contempla el proyecto de ley la capacidad de fiscalizar del Congreso? ¿Cuáles son las obligaciones del Gobierno? ¿Cómo se velará para que los fondos lleguen realmente a quienes deben recibirlos y no vayan quedando en la burocracia o redundando, como pasó con el programa Petróleo por Alimentos, en el enriquecimiento de algunos?
¡Ésas son las cuestiones de fondo! ¡Ésos son los temas éticos comunes! ¡Aquí no se trata de los buenos y los malos! ¡Los que intervenimos somos los que intentamos cuidar los recursos de la gente, porque entendemos que son siempre escasos y asumimos que las necesidades de los chilenos, como lo ha dicho un señor Senador, deben ser nuestra prioridad! Y ello no implica ser insensible ante los requerimientos del mundo o ante los llamados de los países grandes o de los poderosos, o prescindir de hallarse en la primera línea de las decisiones. Sí, es ser sensible, en cambio, respecto del deber que nos asiste de administrar el dinero proveniente de los impuestos que pagamos todos los chilenos.
Aquí se plantea una situación que no me calza, señor Presidente . No considero razonable una respuesta irreflexiva, en muchos casos, a una petición o al solo hecho de haber expresado algo el Presidente Lagos , por ejemplo. ¡Si él anunció que íbamos a enviar tropas a Haití en 24 ó en 48 horas y todos debimos correr para que no quedara mal ante el mundo...! Entonces, tampoco se trata de que un Primer Mandatario -en el caso expuesto (reitero) fue el Presidente Lagos - diga algo para que nos transformemos en buzones y respondamos: "Amén".
Estimo que el Parlamento es otra cosa. Y contamos con capacidad para juzgar: "Es una buena decisión", "Es una mala decisión", "Es una decisión con sentido de realismo", "Es una decisión pensada, que contempla la fiscalización y se proyecta para diez años más". Pido que sobre el particular por lo menos se lleve a cabo una reflexión.
Si esto último se niega -o sea, si el Senado opina que el aporte no debe ser ni revisado por la Comisión de Relaciones Exteriores para compararlo con los casos de los otros 158 organismos de los cuales somos parte y ver cuál funciona y cuál no-, significará que estamos renunciando a los derechos mínimos que pueden corresponder a cualquier Congreso.
Y, adicionalmente, tampoco me parece responsable esa forma de delegación de facultades en los embajadores respecto del uso de los recursos.
Sobre la base de la lógica nacional en el momento presente -lo vimos ayer con relación a los deudores habitacionales; lo vimos con el paro del día lunes y con las cuestiones de la salud-, aquí no sobra la plata. Si algunos señores Senadores de las bancadas oficialistas -quiero ser preciso- sostienen lo contrario, que lo expresen fuerte, entonces. Y ahí consideraremos cómo asignar en la mejor forma posible para construir casas más grandes, para hacer los consultorios más amables, para lograr una educación más completa. Pero no me digan que para muchos efectos la plata falta y para algunos sobra. Y sobra tanto que ni siquiera podemos comparar ni revisar cómo se gasta, cómo se fiscaliza.
En consecuencia, señor Presidente, pido que el proyecto pase a la Comisión de Relaciones Exteriores.
En subsidio, votaré en contra, como es obvio -quiero anunciarlo-, porque me parece que constituye una forma por completo equivocada de hacer las cosas. Es acentuadamente poco rigurosa respecto de cómo se usan los recursos en nuestro país. Y, en ese sentido, cabe observar una falta de mérito en las actuales circunstancias.
No afirmo que el envío del asunto a dicho órgano técnico determinará un cambio de nuestra posición, pero permitirá, como es evidente, contar con un espacio para entender. Porque, así como está, no lo comprendo, no lo comparto, y parece más ser fruto de presiones internacionales que de legítimas decisiones de los chilenos.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Núñez.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , sólo quisiera efectuar un par de reflexiones respecto de lo que ha motivado esta discusión.
Francamente, estoy muy sorprendido de cómo tratamos el tema de la pobreza a nivel mundial. No entendemos con exactitud, a pesar del gran esfuerzo que hemos hecho para comprender los vectores de fuerza en que se mueve la comunidad internacional, el grado de extrema vulnerabilidad que vive la civilización actual en esta materia. Y todos quienes tenemos sentimientos -lo digo en el mejor sentido de la palabra-, concepciones acerca de la vida, de propender a una sociedad más moderna e igualitaria, debiéramos estar preocupados.
Lo relativo a nuestro aporte se refiere, por tanto, a la manera como apreciamos este fenómeno, que adquiere magnitudes inconcebibles hasta ahora -particularmente en el período industrial-, y que no está teniendo solución a nivel mundial. Lo señaló muy bien el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra; pero lo cierto es que los organismos que nombró, de los cuales conozco sólo 7 -no 10, como otros Honorables colegas-, son absolutamente irrelevantes en la actualidad...
El señor COLOMA.-
¡Cambiémoslos, entonces!
El señor NÚÑEZ.-
...para encarar la miseria. No sé bien si todos, pero conozco algunos que son irrelevantes para abordar la magnitud del problema a nivel mundial, específicamente en nuestro continente. Y ello no sólo por el hecho de que en los últimos diez años hemos pasado de 110 millones a 222 millones de latinoamericanos que se encuentran en estado de pobreza y de extrema pobreza.
Entonces, estamos ante la grave necesidad de encarar el problema con una conciencia distinta de la que tenemos cuando miramos el ombligo de nuestra situación interna.
La pregunta que me surge es qué nación no tiene pobreza. Estados Unidos exhibe un nivel importante de indigencia, y no deja de aportar a ninguno de los organismos internacionales. En Europa, salvo los países nórdicos, no hay nación que no presente grados significativos de pauperización, como ocurre con las de la cuenca del Mediterráneo, que muestran índices preocupantes: España, Grecia , Italia y, de alguna manera, también Francia, que aparecen como muy desarrolladas y ostentan un crecimiento económico tal que las lleva a constituirse en verdaderas potencias en el contexto internacional. Y todas esas naciones contribuyen a estos organismos. No hay ninguna que no lo haga. Y ello lo realizan conforme a la fortaleza de sus economías.
La FAO prácticamente no podría existir, y cumple un papel muy relevante en el ordenamiento de las políticas internacionales para encarar, entre otras cosas, la relativa a la miseria.
Así, creo que estamos equivocando el debate. Porque si el factor pobreza fuera para determinar el aporte que los países hacen, prácticamente no habría organismos internacionales, puesto que la mayor parte de los órganos multilaterales que actualmente conocemos no disponen sino de la ayuda monetaria fundamental de los países más desarrollados, que -como dije- también presentan situaciones de indigencia preocupantes en algunos casos.
Pienso que no vale la pena siquiera mencionar que ha habido otras iniciativas en el mundo financiero internacional, que en mi opinión son más eficientes que la sobrecarga que estamos tratando de aplicar al transporte aéreo.
Ha habido gran discusión en Europa con respecto al Tobin tax (impuesto Tobin), destinado fundamentalmente a generar un gran fondo internacional para enfrentar la pobreza en África, América Latina y Asia. Sin embargo, los países europeos no están de acuerdo en ello. Por cierto, tampoco lo está Estados Unidos.
¿En qué consiste el referido tributo? Básicamente, en gravar con cierta tasa todos los movimientos financieros internacionales. Si se aplicara una de 0,002 por ciento a todas las transacciones financieras mundiales, fundamentalmente para paliar la indigencia, los organismos multilaterales no tendrían necesidad de efectuar aportes como el que estamos discutiendo.
Sin embargo, no existe acuerdo entre los países. No lo ha habido ni siquiera en el nuestro para estudiar la idea de una tasa internacional con ese fin. Lamentablemente, eso no forma parte de una reflexión que podríamos hacer.
Por consiguiente, coincido plenamente con quienes han señalado que se trata de un aporte que muestra la disposición solidaria de Chile. Además, tengo la impresión de que no estamos entendiendo que la pobreza es un problema extraordinariamente serio que tenemos tanto al interior de nuestro territorio como fuera de él.
A título ilustrativo, consideremos las corrientes migratorias que se están produciendo en América Latina, particularmente hacia Chile, con la llegada de no menos de 90 mil peruanos, de un número impresionante de ecuatorianos y, en ciertas zonas, de argentinos. Los movimientos migratorios que se observan en muchas partes del continente se deben, entre otras cosas, a la incapacidad de la economía para resolver con éxito la miseria, la marginalidad que se vive en esas naciones.
Por cierto, no quisiéramos que sucediera algún día -espero que nunca ocurra en nuestro país- lo que pasa en la frontera entre Estados Unidos y México, donde el primero, que fue el gran campeón en materia de derribar todos los muros, ahora está levantando uno con el objeto de impedir la entrada a su territorio de mexicanos y centroamericanos en general. Y todos sabemos que no se trata de querer ir a vivir al país del Norte, sino de que la mayor parte de ellos sufre situaciones de indigencia que no están en condiciones de resolver.
Hay 19 millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos, y la corriente migratoria no va a disminuir. Por el contrario, en esa parte del continente se producirá un problema extraordinariamente grave a raíz de la pobreza.
No quisiera que en mi país alguna vez se levantara algún tipo de muro para enfrentar la situación, lo que puede afectar a naciones hermanas.
En consecuencia, cómo encarar la miseria es una cuestión central.
La que nos ocupa es una pequeña parte de nuestra política respecto de la forma en que Chile puede contribuir a paliar este azote que sufre la humanidad, que seguramente va a traer consecuencias que ni siquiera imaginamos en la actualidad.
Pensemos sólo en lo que ocurre en el norte de África, con respecto a España, y en lo que sucedió entre Yugoslavia e Italia y otros países de Europa.
Por consiguiente, ésta es una manifestación de una política más global. Los cinco millones de dólares de que se trata están bien financiados. Quisiera que nuestro país hubiera hecho un gran aporte a la discusión sobre el impuesto Tobin . Pero eso no ha ocurrido, porque no estamos ni siquiera dispuestos a analizar cómo aplicar un gravamen a los movimientos financieros internacionales, los cuales fluyen en magnitudes absolutamente inconcebibles.
Si Chile hubiera impulsado un acuerdo internacional para aplicar una mínima tasa a las transferencias financieras internacionales, seguramente no estaríamos discutiendo estos cinco millones de dólares, porque habríamos resuelto el asunto de una manera distinta.
Considero que se trata de una cuestión referente a la concepción solidaria que Chile debe tener. Porque somos un país abierto, con disposición a una política internacional activa, que desea formar parte de todos los centros en donde se combaten las grandes lacras que vive la humanidad, entre otras, la pobreza; que tiene posibilidad de generar políticas que permitan encarar la que pueda eventualmente golpear nuestras puertas, como golpea el corazón de la sociedad chilena, por todas esas razones, pienso que si abordáramos la discusión de manera distinta, no estaría enfocada del modo como la hemos hecho hasta el momento.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Arancibia.
El seor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, la verdad de las cosas es que, habiendo escuchado este largo debate, de prácticamente dos días, he llegado a la conclusión de que no tenemos diferencias en el concepto de solidaridad. Creo que la discrepancia radica en la extensión del concepto "solidaridad"; vale decir, si ésta llega de aquí a cinco mil metros cerro arriba o si se extiende cinco mil millas al otro lado de la Tierra, para ir en ayuda de la gente que la necesite. Yo creo que unos y otros queremos ser solidarios. A lo mejor, el problema estriba en el largo del brazo de la solidaridad que deseamos brindar.
No cabe duda de que la participación en materias de importancia global obedece al interés nacional. En eso hemos estado de acuerdo, en general. Ahora, definir el interés nacional es un poco más complejo. En este caso, me parece que temas relacionados con la salud y la pobreza globales son incentivos válidos para discutir dentro de los espacios que nos competen, así como en su momento lo fueron aquellos asuntos atinentes a la seguridad internacional que nos han llevado a participar en Haití, en Chipre y en otras partes del mundo. Porque la seguridad internacional afecta a nuestro comercio, a las líneas de comunicaciones y, sustantivamente, al interés nacional. Éste es un concepto válido, pero resulta un poco vago.
Reitero: la solidaridad no está en discusión, sino sólo su alcance, por lo menos desde mi punto de vista.
¿Por qué planteo esto? Porque la verdad de las cosas es que yo fui elegido Senador por la Quinta Región Costa. Es aquí donde está el Congreso Nacional, el Senado de la República. Por lo tanto, mi responsabilidad básica, cuando de solidaridad se trata y de que las necesidades fundamentales del ser humano deben ser atendidas, me obliga a centrarme honorablemente primero en mi gente, en los habitantes de la Quinta Región, en aquellos a quienes conozco, que no son una cifra.
Cuando aquí empezamos a hablar de números podemos ser fantásticos en el discurso. El otro día, a raíz del tema habitacional, escuchamos que el año 90 faltaban un millón 400 mil casas y que el esfuerzo hecho por los Gobiernos de la Concertación era espectacular. Eso es cierto: se ha construido una gran cantidad de viviendas. ¡Pero en 1973 teníamos harina para tres días! Es decir, lo que hemos realizado desde esa fecha hasta ahora es gigantesco, fantástico, y nos ha costado mucho.
Así que, desde ese punto de vista, me parece que todos compartimos el orgullo de lo que hemos sido capaces de construir como chilenos, con nuestras dificultades, diferencias o similitudes de criterio. Pero para mí, Senador de la Quinta Región Costa , es una carga pesada el atender necesidades en forma solidaria -es clarísimo que ellas también existen en otras partes del mundo- sin tratar de satisfacer primero las de mi propia gente.
Esto lo digo a riesgo de que me traten de demagogo, de falto de aspectos valóricos; de presentar falencias éticas, e, incluso, limitaciones de carácter religioso; de ser poco católico. No sé. Me pueden calificar como quieran. La verdad es que estoy disponible para ello.
Lo inquietante, en mi opinión, cuando se pretende hacer un aporte a la superación de la pobreza mundial, es que, como dije, a cinco mil metros de distancia de este punto existen 5 mil 351 familias que no tienen luz eléctrica, que están "colgadas"; 2 mil 815 que obtienen el agua de vertientes y ríos para su consumo diario; 4 mil 799 que se abastecen de ella en base a la ayuda que les proporcionan las municipalidades de Valparaíso y Viña del Mar mediante camiones aljibes. O sea, carecen del vital elemento.
Señores Senadores, todas las mañanas, cuando ustedes se levantan se cepillan los dientes y se lavan con mayor o menor prolijidad, de acuerdo con la forma en que fueron educados. Pero lo hacen con agua potable; algunos, con agua caliente. Mas la gente a que estoy aludiendo carece de agua y de luz.
En seguida me referiré a un tercer aspecto, que sé que será motivo de preocupación para Sus Señorías.
En mi Región hay 6 mil 588 familias cuyas letrinas están conectadas a pozos negros (esto afecta a la salud, como ustedes lo saben) y otras 13 mil 780 utilizan cajones sobre esos pozos; 177 familias los instalan directamente sobre acequias -es más higiénico-; 320 casas emplean otros sistemas de evacuación de excretas, y finalmente, 9 mil 373 familias -repito: ¡9 mil 373!- no poseen ningún sistema de evacuación.
Quienes tuvimos la posibilidad de visitar Haití tiempo atrás quedamos impresionadísimos porque la gente defecaba en las plazoletas llenas de basura ubicadas frente a sus casas. Sin embargo, en nuestra Región existen 9 mil 373 familias que no cuentan con un sistema de eliminación de fecas.
Menciono esto porque cuando hablamos en grande, con la visión de un país fantástico que realmente todos admiramos, y cuando lo hacemos conforme a porcentajes, se pierde de vista el número de personas que viven en condiciones infrahumanas.
Por eso, deseo rescatar el concepto "solidaridad" y defenderlo, como también hacer valer en esta Sala mis valores cristianos, católicos, para tratar de abogar, antes que todo, por el interés de la gente que depositó su confianza en mí con su voto y a la cual debo responder en primera instancia. ¡Porque yo no soy un Senador universal! ¡Soy un Senador de la República de Chile elegido en la Quinta Región Costa! De modo que mi responsabilidad se encuentra claramente demarcada en ese espacio.
En consecuencia, habiéndose superado las diferencias que se presentan y bajo el riesgo de los calificativos que nos dirijan, no logro entender por qué este proyecto no puede ser remitido a la Comisión de Relaciones Exteriores para que se despejen aquellos aspectos que ha planteado con tanta claridad el Senador señor Coloma ,...
El señor PIZARRO .-
¡Eso si que no...!
El señor ARANCIBIA.-
...porque estamos haciendo ciento y tantos aportes internacionales cuyo destino desconocemos. A lo mejor, podemos concentrarlos y, de esa manera, liberar un poco la carga, la dialéctica que hemos sostenido en estos días en la Sala.
Resulta impensable que la iniciativa no pueda ir a esa Comisión. No sé cuál es el apuro que existe. Si se trata de cumplir con un compromiso adquirido por el Gobierno sin la autorización previa del Senado de la República -a lo cual pareciera que nos estuviésemos acostumbrando-, el paso del texto por el referido órgano técnico no alargará en forma excesiva su tramitación.
Si no es así, atendiendo al ámbito de mi responsabilidad, que espero haber dejado en claro en esta Sala, anuncio que mi voto será absolutamente en contra del proyecto.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , me referiré a algunos aspectos relacionados con un debate que apunta, más allá de la iniciativa, a una materia respecto de la cual surge la necesidad de discutir muy a fondo nuestras propias posiciones frente al mundo, frente a nuestro país -aunque parezca extraño-, y, también, frente a lo que entendemos que es nuestra responsabilidad.
En primer lugar, en cuanto a lo expresado por el señor Senador que me precedió en el uso de la palabra, permítanme manifestar, con todo aprecio y respeto a su inteligencia, que el Honorable colega no sólo tiene responsabilidad con la Quinta Región. Su Señoría se ha declarado católico, y la responsabilidad de los católicos es universal.
El señor LARRAÍN.-
¡Es Senador universal!
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Ése es el valor universal que, a mi juicio, él debería resolver de esa manera.
Señor Presidente , pedí la palabra para solicitar a mis colegas de la Concertación que dejaran hablar tranquilo al señor Senador que me antecedió, porque me parece interesante el tema. Ahora solicito lo mismo a los colegas de la Oposición: que pueda terminar mis humildes palabras.
El señor LONGUEIRA .-
¡Amén!
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
¡Mucho lo necesita Su Señoría!
Señor Presidente , no me gusta cómo se ha desarrollado el debate; lo digo con sinceridad. Primero, porque no se ha cumplido un procedimiento reglamentario. Yo estoy de acuerdo en que el proyecto debe ir a la Comisión de Relaciones Exteriores. No tiene urgencia y se puede resolver ahí. Y no sólo porque deba hacerse en ella, sino porque tenemos que acostumbrarnos a mantener las normas internas de funcionamiento del Senado.
A propósito de solidaridad y de lo universal, quiero decir que, si alguna vez en el mundo hubo alguna duda acerca de la hermandad o no hermandad de los seres humanos y de la responsabilidad que nos cabe a todos...
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ruego a los señores Senadores respetar el uso de la palabra.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
No importa, señor Presidente , voy a hablar de todas maneras.
Quienes dicen ahora no tener responsabilidad por el resto del mundo, basados en la vieja historia de que si bien somos todos iguales, algunos más que otros, y señalan que nuestra hermandad sólo llega a lo reciente y lo más cercano, quizás sería bueno conocer el último informe Eva de Naciones Unidas, donde se dice cómo a través del genoma podemos llegar a la conclusión de que efectivamente ya no es un principio religioso ni filosófico el que seamos hermanos: ¡somos exactamente hermanos todos, tenemos los mismos genomas y la misma ascendencia, desde Manchuria hasta Inglaterra!
No continuaré con mi intervención, señor Presidente. Termino señalando, con franqueza, mi desagrado por el hecho de que se hable permanentemente mientras se trata un tema tan importante como éste.
El señor NÚÑEZ.-
¡Se enojó, señor Presidente!
El señor ESPINA.-
¿Qué pasó? ¿Terminó?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Me ha pedido la palabra el señor Subsecretario.
El señor VAN KLAVEREN ( Subsecretario de Relaciones Exteriores ).-
No todavía, señor Presidente .
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , un señor Senador a quien estimo mucho en lo personal sostuvo que al analizar el concepto de solidaridad hay que ubicarlo también espacialmente -así lo entendí-; que había solidaridades que estaban a miles de millas de distancia y solidaridades situadas aquí cerquita, en el cerro.
Sobre el particular, quiero recordar muy cordialmente que en las tribunas había ayer un grupo de chilenos de aquí cerquita, del cerro, los exonerados, quienes concurrieron al debate de un proyecto de ley que les daba un beneficio.
El señor PROKURICA .-
¡Uno más!
El señor MUÑOZ BARRA.-
No estaban a miles de millas de distancia. O sea, ahí el concepto de la solidaridad se podía haber aplicado.
El señor ARANCIBIA .-
¿Me permite una interrupción, señor Senador ?
El señor MUÑOZ BARRA.-
¿Es corta?
Como el señor Senador da a entender que no va a ser así, prefiero continuar.
Señor Presidente , en este ánimo tan cordial con que abordamos aquí temas que tienen tanto fondo -no hay por qué no tratarlos en el mismo ambiente- cuesta entender algunas posiciones.
La causa de ayer era casi dramática. Se dio como argumento el que un grupo de chilenos también necesitaba justicia social respecto de su daño previsional. Nosotros compartimos la idea de que en algún momento el Gobierno y también la Oposición tendrían que buscar el camino para enfrentar ese problema y dar una respuesta. Sin embargo, sobre la base de ese argumento se dijo que no.
Y excusen Sus Señorías que recuerde algunos instantes de lo ocurrido ayer -por lo menos a nivel personal-, entendiendo que cada cual tiene sus propias sensibilidades frente a determinados hechos.
Cuando terminó la sesión y se pusieron de pie las personas que estaban en las tribunas para cantar el Himno Nacional, la verdad es que el paisaje humano realmente despertaba una sensibilidad que no me avergüenzo de haber sentido. Se trataba de un grupo de chilenos muy ancianos, mayoritariamente compuesto -era notorio- por personas de recursos sumamente modestos, que residen aquí, en Chile, quizás en los cerros del lado, que viven todo un drama y tienen toda una historia. Sin embargo, se votó negativamente el proyecto que los beneficiaba.
Hoy día, en función del argumento de que en Chile hay pobres, también se está rechazando la iniciativa en debate, la cual pretende entregar una ayuda a seres humanos que están a millas de distancia -como recién se acaba de señalar-, pero que ganan menos de un dólar y que, incluso, se trata de gente que está padeciendo hambre o muriendo de inanición.
Y, so pena de ser refutado -espero que no livianamente, sino con argumentos de peso-, debo señalar que en Chile, a pesar de tener una pobreza que no podemos ignorar, no creo que haya personas que mueran de hambre. ¡Felizmente!
Eso se debe, seguramente, al hecho de que el Gobierno y la Oposición han desarrollado un país que busca solucionar situaciones como las que he señalado.
Entonces, cuando el Senador señor Arancibia dice que a lo mejor lo podían hasta juzgar religiosamente -no soy experto para señalar a qué religión le correspondería hacerlo-, se me vino a la cabeza el precepto bíblico que señala: "A Dios rogando y con el mazo dando". Por lo tanto, cuando enfrentamos problemas de la naturaleza descrita, podríamos también aplicar algunos aforismos en sentido contrario al que acabo de mencionar.
Señor Presidente , el año 2000 Chile apoyó y suscribió en la Asamblea General de las Naciones Unidas la denominada "Declaración del Milenio" -lo cual consta en el informe respectivo- y, posteriormente, el 2005, ratificó otra iniciativa en París relacionada con la materia.
Aquí lo importante es que no se está creando un sistema de financiamiento particular para Chile, porque los 79 países signatarios que firmaron el respectivo tratado en París concordaron una fórmula básica -es cosa de mirar el proyecto- sobre la base de un cobro adicional en las tasas de embarque de la aviación comercial. Por eso incluso se denomina "contribución de solidaridad sobre billetes de avión".
Se trata de un financiamiento concordado con otras naciones. En consecuencia, Chile no puede decir que aplicará dicha tasa para solucionar los problemas de pobreza y de miseria dentro de nuestro territorio.
Respeto mucho las decisiones que la Alianza por Chile adopta respecto de diversas materias; pero, realmente, me costó entender el capítulo de ayer y también el de hoy. No creo que esté aplicando el dicho español -a propósito de que hoy día estuvo quien fuera una alta autoridad de España: el señor Aznar -: "por si acaso", o "por molestar". Porque el argumento de ayer: ¡No a los exonerados!, ¡No a gente que se le está acabando la vida, pues no se entrega igual beneficio a otro sector de la sociedad!; y el de ahora, que niega, porque en Chile hay pobres, la posibilidad de ayudar a personas que están muriendo de hambre, perdónenme, confieso humildemente que se me hace difícil comprenderlos.
Por lo tanto, señor Presidente, estoy a favor de este proyecto de ley.
Evidentemente la iniciativa tenía que remitirse a la Comisión de Hacienda, porque su nudo central se relaciona con un aspecto económico.
No estoy rechazando los argumentos que entregaron algunos señores Senadores de esa Comisión, pero señalo también, muy transparentemente, que mi voto sobre el punto va a ser en contra y que debiera votarse hoy en esta Sala.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
El último inscrito es el Honorable señor Romero. Luego de su intervención procederemos a votar.
El señor ROMERO.-
Señor Presidente , ciertamente no prestigia al Senado el debate, porque la lógica que se está estableciendo, en especial con las últimas intervenciones, me parece en verdad muy negativa.
Quien haya escuchado lo ocurrido ayer y hoy, podría decir -extrapolando las situaciones- que el caso de los deudores habitacionales que se fueron a sus casas sin respuesta a su drama de deudas acumuladas, sería valido para reflexionar acerca de si debemos aplicar una solidaridad liviana o una de brazo largo.
En mi opinión, este debate pudo evitarse, en particular porque el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores tiene el deber primario -que hemos asumido todos quienes hemos dirigido dicha Comisión- de velar por que en ella se traten las materias que le corresponden.
Y me sorprenden las declaraciones que he escuchado a su actual Presidente . Estoy en completo desacuerdo con su posición, pues siento que no honra ese título para poder efectivamente establecer una convivencia, como lo ha señalado el Senador Ruiz-Esquide, y respetar una tradición: todos los asuntos especiales -ésta es una materia que naturalmente corresponde a Relaciones Exteriores- tienen que ser tratados tanto en la Sala como en la Comisión respectiva.
Es un error garrafal, conceptual, pensar que nosotros aprobemos lisa y llanamente en la Comisión de Hacienda un pago. Eso no es efectivo.
Aquí hay que examinar cómo los aportes en 147 organismos internacionales -lo ha señalado el Senador señor Coloma - gravitan en nuestros compromisos.
Y quiero preguntar al señor Subsecretario en cuántos de esos aportes estamos en deuda dentro del concierto internacional -a lo mejor nos llevamos una sorpresa- porque, en realidad, las últimas cifras que conocí son muy importantes en cuanto a aportes impagos a esos organismos.
Entonces, cuando se señala aquí que simplemente es cuestión de concurrir a la Comisión de Hacienda para que nosotros abramos o cerremos la llave de una determinada materia, eso no me parece, señor Presidente .
Aquí se está afectando una tradición del Senado: que los temas específicos tienen que ser conocidos por las Comisiones correspondientes.
No voy a abundar en mayores argumentaciones, pues creo que ya se han dado demasiadas.
Señor Presidente , Su Señoría hace muy bien en poner en votación de inmediato una cuestión de esta naturaleza, sobre todo para saber si el Senado va a seguir honrando la tradición de que una materia determinada vaya a la Comisión respectiva antes de ser conocida por la Sala.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Lamento algunos de los términos bastante especiales del Senador señor Romero. Pero yo no creo que sea él quien tenga la autoridad moral para venir a señalar actos de honor o que honran el desempeño de nuestras funciones.
No olvide que Su Señoría, como Presidente del Senado de la República , desde la testera, se expresó de la forma más grosera que un Parlamentario chileno alguna vez haya proferido en este pilar de la democracia, insultando a la inmensa mayoría de los colegas que en ese entonces lo componían. Y no es solamente el único caso.
El señor Senador me ha obligado a contestar.
Si hay alguna persona con una alta investidura que en cierta oportunidad haya deshonrado al Senado, ésa ha sido Su Señoría.
Me extraña que el señor Senador -pese a la opinión que tiene de sí mismo, y a que muchos coincidimos en que es un hombre capaz e inteligente- no entienda que a lo mejor pude haber estado en un error respecto de la interpretación acerca de que un proyecto de ley vaya o no a una Comisión. Es posible. Pero eso no constituye un acto de deshonor, como tan livianamente lo señaló aquí en su intervención.
Estoy absolutamente seguro de que todos los Honorables colegas están conscientes de que lo que estoy diciendo constituye una verdad y que el señor Senador cometió el error. Y si Su Señoría es un caballero, como creo que lo es, ofrecerá las disculpas del caso o pedirá que se borre de la Versión Taquigráfica el concepto grosero que se permitió señalar en esta oportunidad.
Cuando yo he opinado en la Sala, lo he hecho como Senador. En ningún minuto he manifestado que estoy dando una opinión como Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, porque muy bien sé, y Su Señoría también, que cuando el Presidente de la Comisión habla es porque está expresando un acuerdo de ese órgano. Y a eso me he ajustado de manera permanente y sistemática.
Lamento sinceramente lo ocurrido. He tratado de tener las mejores relaciones con Su Señoría y con el resto de los señores Senadores. Pero no puedo permitir el error en que ha caído.
Espero que el señor Senador lo piense y lo analice, pues no merezco el concepto que Su Señoría ha señalado. Creo que ningún señor Senador merece un epíteto de esa naturaleza, cualquiera que sea la diferencia que haya en lo político o en la interpretación de un reglamento.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Romero.
El señor ROMERO.-
Señor Presidente , no voy a convertir esta situación en un debate personal. Simplemente quiero reiterar lo dicho: que lo primero que debe hacer el Presidente de una Comisión es honrar -"honrar", es lo que señalé- el cargo que ocupa. Cuando Su Señoría expresa que no corresponde que un tema de esta naturaleza pase a la Comisión de Relaciones Exteriores, a mi juicio, no está honrando la categoría que tiene. Eso es lo que reitero y lo hago en su cara.
Respecto de los otros argumentos que el señor Senador plantea, me quiero remitir a las páginas correspondientes del libro en el cual un Honorable colega se refirió a los distintos señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¿Quiere agregar algo acerca del proyecto el señor Subsecretario?
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , yo pedí...
El señor LARRAÍN.-
¿Qué vamos a votar, señor Presidente?
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , solicité que primero se decida si va a la Comisión de Relaciones Exteriores.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Pero hay que aprobarlo en general.
El señor COLOMA.-
Quiero que mi solicitud sea resuelta antes de la votación en general. Lo pedí oportunamente. Tengo el derecho a hacerlo en virtud del artículo 166, Nº 3º, en armonía con los artículos 37 y 131 del Reglamento.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente, el Subsecretario había pedido la palabra.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Se la ofrecí y no ha hablado.
Tiene la palabra el señor Subsecretario.
El señor VAN KLAVEREN (Subsecretario de Relaciones Exteriores).-
A fin de no interrumpir a los señores Senadores, consideré prudente esperar.
En nombre de la Cancillería y del Gobierno, quiero manifestar que el proyecto que autoriza esta contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza apela a una dimensión fundamental en la política exterior de todos los países: la humanitaria.
Ella ha estado presente en la tradición chilena. Se ha expresado en ayudas de carácter humanitario en casos de desastre, por ejemplo, las del año pasado frente a la tragedia del tsunami. Y ello es importante. Ha contado con un apoyo muy amplio de la opinión pública, la cual entiende que la política exterior no consiste sólo en temas comerciales o de cooperación política, pues también tiene un componente humanitario.
¿Cuál es la diferencia entre el aporte que estamos proponiendo y las acciones humanitarias individuales realizadas por Chile anteriormente? La diferencia radica en que éste es un aporte que se incorpora a un esfuerzo sistemático que está desplegando la comunidad internacional para enfrentar los temas de la pobreza en el mundo.
La diferencia se funda también en que, aparte el carácter sistemático que posee dicho aporte, esta contribución nos permite participar en la gestión de los recursos, satisfaciendo una inquietud muy legítima que se ha manifestado en el Senado.
Con esta medida podremos participar, y lo estamos haciendo ya de manera preliminar, en el Consejo que gestiona los fondos destinados a este esfuerzo.
Otra diferencia, que no es menor y que apela a un elemento que también se ha señalado en esta Corporación, es que esta participación chilena tiene efectos muy importantes en otras áreas de nuestra política exterior y forma parte de una red de relaciones que hemos establecido con países amigos y con naciones que requieren una atención prioritaria en nuestra proyección internacional.
Asimismo, debemos aclarar que dicho aporte no se va a destinar a una burocracia de carácter opaco, cuyas características no conocemos, sino que se va a canalizar -sobre todo en esta etapa inicial- a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concretamente, en una iniciativa en la que nosotros estamos participando y que fue anunciada en la última Asamblea General. Se trata de un Fondo Especial, denominado Entidad Internacional para la Compra de Medicamentos (UNITAID), destinado a la lucha contra tres enfermedades que afectan de manera brutal a una cantidad muy importante de la población de la humanidad: el sida, la malaria y la tuberculosis.
Ésa es la finalidad de este Fondo y nuestra decisión como Gobierno es contribuir a él en conjunto con otros países.
El proyecto en debate no va en detrimento de ningún otro programa de carácter social emprendido por el Gobierno, porque está vinculado a una tasa específica -la tasa aeronáutica- que se cobra a los pasajeros que realizan vuelos internacionales.
Según las estimaciones del Ministerio de Hacienda, la recaudación que se va a obtener por este concepto asciende a aproximadamente a 2 millones 800 mil dólares en el presente año y para el próximo representará una cifra similar. Ésa es la cantidad que aportaríamos en el evento de que el Senado apruebe esta iniciativa.
Asimismo, quiero expresar que la Cancillería está a disposición del Senado para los efectos de informar sobre la evolución de nuestras cuotas a organismos internacionales.
Chile no tiene una característica excepcional en términos de las organizaciones internacionales en las que participa. No somos un país que interviene de manera excesiva en las organizaciones internacionales, sino que lo hacemos en condiciones muy similares a las de otras naciones de nuestro entorno.
Obviamente, las cuotas que entregamos a los organismos internacionales se hallan sometidas a una evaluación permanente. Tal como lo señaló un señor Senador, informamos mediante oficio sobre las cuotas que hemos pagado el último año. Y estamos absolutamente dispuestos a participar en cualquier debate que se genere sobre esta materia.
Estamos conscientes de que hay organizaciones internacionales que son más efectivas y otras menos. También estamos conscientes de que en algunas ocasiones hay dudas en cuanto al uso que se hace de los recursos. Nuestros embajadores y representantes ante los organismos internacionales tienen instrucciones muy claras y explícitas para ejercer funciones de fiscalización en cuanto al uso de los fondos.
Repito, señor Presidente . Creemos que esta iniciativa contribuye a un fin trascendental, que cuenta con el apoyo de la opinión pública y que, en caso de aprobarse, permitiría, por ejemplo, ampliar la base de cobertura de atención a los niños enfermos de sida de los actuales 10 mil a 100 mil el 2007 y a 200 mil el año 2008.
Debo hacer presente que estos aportes son revisables. Si hay una estimación negativa del uso de estos fondos, obviamente la recogeremos. La haremos nosotros mismos y estamos absolutamente dispuestos a evaluar una posible revisión de la contribución que se está haciendo.
En nuestra opinión, señor Presidente , ésta es una acción loable, que además -quiero decirlo- es muy importante para nuestras relaciones con Brasil, país que ha tomado la iniciativa en esta materia. Éste no es proyecto exclusivo de las naciones más desarrolladas. Se trata de un tema central en la vinculación que hemos tenido en los últimos años con Brasil. También consideramos que responde a un interés muy básico de nuestra política exterior, que está relacionado con nuestro posicionamiento internacional.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En votación.
El señor COLOMA .-
¿Se votará la propuesta de que la iniciativa vaya a la Comisión de Relaciones Exteriores?
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
El Honorable señor Coloma ha formulado indicación para que, antes de votar en general el proyecto, éste sea informado también por la Comisión de Relaciones Exteriores.
Eso es lo que está en votación, señor Senador.
--(Durante la votación).
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente, votaré que no, porque en el debate ha sido evidente que todas las argumentaciones que hemos escuchado han sido contrarias al contenido del proyecto, pero no en cuanto a la forma.
En particular, el Honorable señor Arancibia ha expuesto con latitud sobre la materia, y lo ha hecho a partir de una teoría regional conforme a la cual él entiende que los límites de su acción son la Quinta Región. Y a su vez han sido muy amplios los puntos de vista en ese sentido.
Por lo tanto, el envío de la iniciativa a la Comisión de Relaciones Exteriores es sólo una excusa, porque es evidente que ya se han expuesto todas las opiniones sobre la materia.
También soy Senador por una Región y debo decir que, gracias a la política internacional del país, una de las principales actividades productivas de la Décima Región -según manifestó el propio Presidente de la Asociación de Salmoneros señor Vial- proyecta duplicar en el próximo tiempo las exportaciones de salmón, aumentando de 1.700 a más de 3.000 millones de dólares los ingresos del país por ese concepto e incrementando el empleo. Ello -reitero-, merced a la política internacional de Chile, a que firmamos un tratado con China, Estados Unidos y la Unión Europea -estamos en conversaciones para suscribir uno con Japón-, y a que nuestros vínculos internacionales permiten generar las condiciones para que la economía nacional pueda desarrollarse en el actual contexto de la globalización, lo cual resulta evidente que es del interés de Chile.
Se ha señalado que ésta es una discusión sobre la solidaridad; pero en realidad es una discusión política. Yo estoy defendiendo a mi Región, y al hacerlo, deseo que exista un contexto internacional que posibilite que Chile y la Región que represento abriguen condiciones favorables para su desarrollo, las inversiones, las exportaciones y la creación de empleos.
No quiero que se transforme en una falacia lo que aquí se argumenta cuando las tribunas están llenas de gente, en que, por una parte, se alega por el empleo, por más recursos y gasto social, y por otra, se imposibilita que el país goce de condiciones internacionales adecuadas para su estrategia de desarrollo.
Debemos ser claros en el sentido de que cuando el país realiza este aporte, cuando se inserta en el sistema de las Naciones Unidas, está creando las condiciones para el desarrollo de su propia estrategia. Son las condiciones internacionales las que permiten que una nación pequeña como la nuestra pueda efectivamente transformar el desafío de la globalización en una oportunidad viable para su desenvolvimiento.
No quisiera que el día de mañana a los propios inversores que andan dando vuelta por el mundo ofreciendo los productos chilenos más de alguien les dijera, con sarcasmo y con justa razón, que provienen de un país mezquino y ratón, que no es capaz de brindar un apoyo mínimo para la lucha contra el hambre en el mundo.
Son más de 3 mil millones de dólares los que se espera exportar en productos derivados de la salmonicultura, gracias a que el país posee una estrategia internacional que permite que ello ocurra. En Chile no nos comemos los salmones, éstos son para exportarlos, para que el país crezca y exista empleo.
Entonces, cuando se toma tal decisión, simplemente se está atentando contra los pilares que han permitido el crecimiento del país en los últimos años. Resulta un contrasentido que Parlamentarios de la Alianza por Chile, que se hallan absolutamente vinculados con los exportadores, adopten esta conducta en el Congreso, la que, además, es hipócrita. En efecto, enviar el proyecto a la Comisión de Relaciones Exteriores constituye una excusa, ya que en el fondo no tienen la valentía de manifestar ahora que están en contra del proyecto.
Por eso, voto que no.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente , éste no es un debate menor. Pienso que tiene que ver con el tema de fondo, y no de forma, el hecho de si la iniciativa va o no a la Comisión de Relaciones Exteriores.
Creo que debiéramos reflexionar sobre qué tipo de ciudadanía deseamos construir a nivel global. Siento que los chilenos tenemos a veces cierta mirada muy provinciana, tal vez porque somos un pequeño país al final del mundo y no nos damos cuenta todavía de que estar en el centro del debate depende de nosotros. Podemos ser una nación absolutamente marginal, o podemos estar en el centro del debate.
¿Por qué digo esto?
Porque lo que viene por delante es una ciudadanía planetaria. Está claro que hay una insuficiencia en la democracia a nivel global. Y si no actuamos, vamos a quedar sometidos o a grandes transnacionales, con más poderes que los Estados nacionales, o a algunos Estados nacionales que constituyan suprapoderes. Y por eso he planteado que Chile debiera abstenerse de la votación de Venezuela en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Sé que este punto es polémico, pero dice relación al tipo de liderazgos que debiéramos tener. No estoy pensando en cómo le va a Chile en sus relaciones regionales: si va a comerciar más con Bolivia o menos con Brasil, en función de lo que haga al respecto, sino en el planeta donde vamos a vivir -que es lo que a mí me importa-, en el tipo de convivencia mundial y los valores que se van a promover en aquél. Y en esto también tenemos responsabilidad. Ésta no sólo atañe a las grandes potencias o a los grandes grupos empresariales que atraviesan el orbe y que determinan las políticas, justamente porque hay una insuficiencia en la democracia para preservar un bien común planetario.
A mí no me gustan los liderazgos militaristas, populistas, los liderazgos que no promueven la inclusión, sino valores que no favorecen una convivencia distinta. Pero también quiero decir que el principio de la solidaridad, no puede ser ajeno a Chile. Somos habitantes de este planeta; tenemos responsabilidad.
¿Vamos a dejar esa tarea a los Bush, a los Chávez, a sus controversias, a los grandes grupos transnacionales y no vamos a decir nada? ¿No queremos decir nada? ¿Deseamos seguir siendo marginales, provincianos, un pequeño país? ¿O aspiramos a que Chile juegue un rol fundamental junto con otras naciones que desean cambiar esa realidad y promover otro tipo de valores y principios en el planeta?
Señor Presidente , éste no es un tema menor, cada vez será más importante la voluntad de países como los nuestros de entender que aquí viene una globalización, y que la forma que ésta adopte y sus valores también dependen de nosotros.
En tal sentido, voy a rechazar que el proyecto vaya a la Comisión de Relaciones Exteriores. Pero también creo que no estamos mirando este asunto de la manera en que lo debería hacer un país como Chile, y nosotros -que deseamos estar en el futuro y no en el pasado y ser parte de la forma como se va a construir la sociedad mundial que viene hacia delante- deberíamos ejercer un rol más activo y empezar por lo que se está planteando hoy.
Creo que eso es lo mínimo para después tener derecho a hacer otra exigencia respecto a cómo queremos el mundo del mañana. El futuro de Chile depende de un contexto. Hay que tener un pensamiento contextual, en lo cual también tenemos responsabilidad.
Voto que no.
El señor KUSCHEL.-
Señor Presidente , en nuestras manos hay un informe de la Comisión de Hacienda. Sin embargo, está presente el señor Subsecretario de Relaciones Exteriores .
Deseo pedir que este proyecto sea tratado -como se planteó- en la Comisión de Relaciones Exteriores, precisamente por los argumentos que aquí hemos escuchado. El Senado ha contribuido en forma considerable a la presencia internacional de Chile , particularmente en otros países donde hay democracias más parlamentarias que la nuestra. Y creo que esa Comisión es la que debe analizar esta iniciativa desde el punto de vista de la política y de las relaciones exteriores de nuestro país.
Por eso, pienso que el proyecto debe enviarse a la Comisión de Relaciones Exteriores. Además, el señor Ministro de Hacienda -quien no está presente en la Sala- no es el que conduce la política exterior de nuestro país.
Voto que sí.
El señor NAVARRO.-
Presidente , palabras como "tradición", especialmente en la Cámara Alta, tienden a configurar un peso específico. Sin duda, la democracia, en particular en el Senado de la República, propende a ser un espacio de tradiciones.
Por eso, yo pregunto si, en materia de relaciones exteriores, la tradición es discutir todo lo que la Presidenta de la República decida o conferirle a ella facultad plena para resolver.
En tal sentido, emplazo hoy día a la Oposición a que debatamos para modificar esa potestad. Siento que la "monarquía presidencial" instaurada por la Constitución del 25, por la del 80 y por las modificaciones que hemos introducido a ésta no resulta suficiente. Yo quiero más participación ciudadana en ámbitos donde pueda haber opinión efectiva en el marco de las relaciones exteriores. Pero no podemos convertir la normativa en la entrega de esta facultad para algunas cosas y no para otras. Eso no es coherente.
La Oposición, entonces, en muchos marcos se cierra en cuanto a que se trata de una atribución exclusiva del Ejecutivo, pero en otros desea participar.
Si se quiere participar, modifiquemos la Carta y establezcamos un mecanismo en virtud del cual el Senado o todo el Congreso tenga de manera clara y precisa facultades en cuanto al manejo de las relaciones internacionales. Pero que no se incurra en dilación del pronunciamiento -lo expresó con mucha claridad el Senador señor Escalona- para en definitiva decir que no.
Siento que, al respecto, nuestra acción debe apuntar, no al debate en la Comisión de Relaciones Exteriores, sino a la solidaridad internacional.
En mi opinión, Chile ha sido poco solidario en el ámbito internacional. Hace no muchos años nuestro país recibió mucha ayuda en el exterior. Cientos de miles de exiliados tuvieron la posibilidad de rehacer la vida y volver a su patria. Pero aquí no se da una mano a los inmigrantes ni a los refugiados políticos. El verso del himno nacional "o el asilo contra la opresión" no se cumple en Chile. Claramente, carecemos de una política sobre el particular: rechazamos a los refugiados políticos. Yo la he demandado, por cuanto nos hallamos en condiciones de entregar solidaridad, la que fue recibida por nuestra gente cuando tuvo que marchar al exilio.
Desde esa perspectiva, el afán de llevar este proyecto a la Comisión de Relaciones Exteriores significa mirarse el ombligo. Se trata sólo de un ejercicio burocrático, porque el debate está hecho y hay absoluta claridad. El propósito es atrasar el despacho de la iniciativa. Y considero que eso a nada contribuye.
Ahora bien, ¿quiénes van a pagar el aporte en cuestión? Nos van a argumentar: "El Estado, en desmedro de los pobres de mi Región". Y, respecto de los que aprobemos la contribución de 5 millones de dólares planteada, ya escucho a algunos Senadores decir: "¡La Concertación se está gastando la plata en los pobres del mundo!".
Debo precisar que el pago será hecho por los grandes contribuyentes, quienes viajan sucesivamente en vuelos internacionales. Ellos van a pagar 2 dólares más -¡mil pesos más!- cada vez que vuelen a Europa, a América, en fin.
¡Y en esta Sala hay grandes contribuyentes...!
Por lo demás, ¡no nos hemos tomado el trabajo de kilometrar los viajes de los señores Senadores...! ¡Hay grandes novedades y sorpresas en cuanto al kilometraje...!
El señor PROKURICA .-
¡Su Señoría es viajero frecuente...!
El señor NAVARRO.-
Deseo aclarar, por tanto, que no pagarán ni el pueblo ni el Estado, sino los grandes contribuyentes, la gente de medianos y altos ingresos que viaja en vuelos internacionales. Por consiguiente, no se trata de recursos fiscales, sino de dinero de este sector, el que sí puede ser solidario.
Por último, quiero expresar que estos recursos irán en ayuda de África. Algunos señores Senadores que han estado en ese continente saben del sufrimiento que hay allí, de la tremenda miseria existente.
Y, a propósito de que el dinero recaudado ahora se destinará a alimentos, a ayudar a los niños, debo recordar que, al aprobarse la política sobre los transgénicos, se dijo que era para paliar el hambre en el mundo. Sin embargo, el 80 por ciento de la producción transgénica va a los países desarrollados. Es una gran mentira que la biotecnología de los transgénicos se utiliza para disminuir el hambre en el planeta.
Siento que con esta iniciativa hacemos un gesto de solidaridad extraordinariamente positivo. Y me parece que la Presidenta de la República y la Cancillería se honran con políticas como ésta.
Sólo me resta manifestar que la fiscalización del uso de los recursos tiene que realizarse, en particular si van a África. Con el Senador señor Horvath...
El señor PÉREZ VARELA .-
¡Otro viajero frecuente...!
El señor CHADWICK .-
¡También acumula kilómetros...!
El señor NAVARRO.-
...hemos estado en más de una oportunidad en Mozambique, donde claramente existen problemas con la distribución de la ayuda internacional.
Se trata de dificultades graves, que deben ser supervisadas por la Organización de las Naciones Unidas. El problema es serio. Porque el hambre y, en especial, el sida ponen en riesgo a un continente entero. África no puede ser el continente perdido. Y si Chile está en condiciones de efectuar una modesta contribución, en buena hora.
Por eso, señor Presidente, creo que no se debe dilatar el despacho del proyecto con su envío a la Comisión de Relaciones Exteriores. Simplemente, hay que votarlo.
Voto que no.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
El señor HOFFMANN (Secretario).-
Resultado de la votación: 17 votos por la afirmativa y 17 por la negativa.
Votaron por la afirmativa los señores Allamand, Arancibia, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Espina, García, Horvath, Kuschel, Larraín, Longueira, Matthei, Orpis, Pérez Varela, Prokurica y Romero.
Votaron por la negativa la señora Alvear y los señores Ávila, Escalona, Frei, Gazmuri, Girardi, Gómez, Letelier, Muñoz Aburto, Muñoz Barra, Naranjo, Navarro, Núñez, Ominami, Pizarro, Sabag y Vásquez.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¿Algún señor Senador desea cambiar su voto?
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Corresponde repetir la votación.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
¿La damos por repetida con el mismo resultado?
Acordado.
En consecuencia, la definición de la indicación del Honorable señor Coloma queda para el Tiempo de Votaciones de la próxima sesión ordinaria.
Fecha 11 de octubre, 2006. Diario de Sesión en Sesión 60. Legislatura 354. Discusión General. Se aprueba en general.
CONTRIBUCIÓN DE CHILE A ACCIÓN CONTRA HAMBRE Y POBREZA MUNDIALES
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial, con informe de la Comisión de Hacienda y con urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (4104-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 7ª, en 12 de abril de 2006.
Informe de Comisión:
Hacienda, sesión 48ª, en 5 de septiembre de 2006.
Discusión:
Sesiones 56ª, en 3 de octubre de 2006 (discusión general pendiente); 58ª, en 4 de octubre de 2006 (queda pendiente indicación para enviarlo a Comisión de Relaciones Exteriores); 59ª, en 10 de octubre de 2006 (queda desechada la idea de que pase a la Comisión de Relaciones Exteriores).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Como Sus Señorías recordarán, la relación de la iniciativa se efectuó en una sesión de la semana pasada.
Cabe recordar que el objetivo del proyecto es autorizar a Su Excelencia la Presidenta de la República para realizar, en representación del Gobierno, aportes a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de las Naciones Unidas hasta por un total de 5 millones de dólares al año, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza, y que se canalicen con dicho objeto.
La discusión general del proyecto quedó cerrada. Hubo una indicación del Honorable señor Coloma, para que, antes de aprobar la idea de legislar, fuese enviado a la Comisión de Relaciones Exteriores, la cual fue desechada luego de un triple empate. De modo que ahora sólo corresponde votarlo en general.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Procederemos a tomar la votación.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , hay Comisiones funcionando. Por eso hay tan pocos Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Se tocarán los timbres para llamarlos.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , en los dos debates llevados a cabo en las sesiones de la semana recién pasada planteé que, desde mi perspectiva, era fundamental que el proyecto fuese visto también por la Comisión de Relaciones Exteriores.
Se trata del aporte más grande que hará el Gobierno de Chile a un organismo internacional. No ha habido otro mayor. Y, en mi concepto, una mínima lógica de Estado indica que las iniciativas de este tipo deben evaluarse por el órgano especializado y que tenemos que ser capaces de diseñar políticas de largo aliento.
Consideraba insuficiente la explicación del porqué de un aporte de 5 millones de dólares a las Naciones Unidas -según se consigna en la normativa-, para que ella, a su vez, los destine a la lucha contra la pobreza.
Dado que la iniciativa no pasó por la Comisión de Relaciones Exteriores -lo acabo de hablar con el señor Canciller-, hasta ahora no tenemos claro quién va a administrar los recursos; cuáles son los límites; qué fórmula de fiscalización se aplicará, y qué garantía hay de que el aporte quedará a buen recaudo.
El Senado perdió una gran oportunidad para evaluar en su mérito lo que significa este eventual aporte.
Además, teniendo en cuenta que tal contribución asciende a una cantidad muy importante, no resulta lógico ni razonable imponer su aprobación por la vía de los hechos, sin una mínima discusión por la Comisión especializada.
Señor Presidente , en las actuales circunstancias, no nos cabe sino votar en contra del proyecto. Quiero dejar en claro que siempre estuvimos dispuestos a evaluarlo en su mérito, en la medida en que se incorporara dentro de la política internacional de Chile y se analizara lo que implica en cuanto a la lucha contra la pobreza en nuestro país. Lamentablemente, hubo una mayoría concertacionista -lo digo en estos términos- que se negó a ese mínimo debate.
Por lo tanto, ante la carencia de argumentos, ante la falta de explicación, ante lo que significan 5 millones de dólares anuales ¡para siempre!, como se establece en la iniciativa, lo cual, en mi concepto, constituye una aberración, un absurdo -deploro que se haya especificado ese dato-, no nos queda otra opción que votar en contra.
Hago presente que la conversación con el señor Ministro de Relaciones Exteriores se refirió a la conveniencia de revisar al menos lo que el aporte en cuestión representa desde el punto de vista internacional.
El señor ROMERO.-
¿Me permite plantear una moción de orden, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
No es posible, porque estamos en votación, Su Señoría.
El señor ROMERO.-
Con los nuevos antecedentes, y pese a encontrarnos en votación...
El señor NÚÑEZ .-
¡Estamos en votación!
El señor ROMERO.-
Sí, entiendo que estamos en votación.
El señor NÚÑEZ.-
Por eso mismo, hay que respetar el Reglamento.
El señor ROMERO.-
Pero, si le pareciera a la Sala, y dada la seriedad del planteamiento del señor Canciller en relación con lo expuesto por los Senadores que hemos hecho uso de la palabra, tal vez sería bueno que el señor Presidente suspendiera la votación a fin de buscar una alternativa que reemplace el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores. Porque el empecinamiento en no enviar el proyecto a ella. ..
El señor ESCALONA.-
¡Aplique el Reglamento, señor Presidente!
El señor ROMERO.-
...nos está llevando a un camino sin salida. Y no concuerdo con eso, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
No se puede suspender la votación, señor Senador.
Lo único que puede hacerse es ofrecer la palabra al señor Ministro para que ilustre a Sus Señorías.
El señor PIZARRO .-
¡No! Estamos votando.
El señor NOVOA .-
Tampoco puede intervenir el Canciller.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Prosigue la votación.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente , quiero manifestar que aquí no ha habido ninguna clase de empecinamiento. La discusión se efectuó y en ella quedaron acreditados los puntos de vista de las bancadas de Oposición en contra de la iniciativa. La idea de enviarla a la Comisión de Relaciones Exteriores constituye una pequeña excusa, una especie de biombo o cortina de humo.
Reitero: las opiniones acerca del proyecto quedaron suficientemente claras.
Voto que sí.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Doy excusas, pero no capté la votación del Senador señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Voto que no.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
No me cabía duda alguna, pero no puedo interpretar a los señores Senadores.
El señor GAZMURI.-
¡Su Señoría fue poco explícito...!
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , luego de la discusión de la iniciativa en la Comisión de Hacienda, yo la voté a favor, entre otros motivos, porque implicaba recargar en 2 dólares los pasajes aéreos internacionales para contribuir al combate contra la pobreza en el mundo, particularmente en los países de menores recursos, y con especial acento en los niños.
Siempre se critica que los miembros de ese órgano nos atribuimos materias que muchas veces deben ser estudiadas por otras; pero cuando éstas piden examinar un asunto ya analizado por Hacienda, la norma permanente ha sido acceder a ello.
A mi juicio, era imprescindible que el proyecto que nos ocupa lo informara también la Comisión de Relaciones Exteriores, por cuanto hemos de tener la certeza de que el aporte a que se refiere cumplirá efectivamente su finalidad: luchar contra la pobreza y combatir el hambre, sobre todo cuando quienes están muriendo a causa de ésta son niños.
Mediante la iniciativa se autoriza al Presidente de la República para efectuar un aporte hasta por 5 millones de dólares anuales, sin fecha de término, "a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas" con el objetivo señalado.
Al respecto, creo legítimo preguntarnos cuánto de eso va a quedar en la burocracia internacional; cuánto va a destinarse a pago de sueldos, de honorarios, de viáticos; y cuánto va a llegar en verdad a cumplir el propósito que tuvimos presente cuando aprobamos esos 2 dólares por pasaje internacional: combatir el hambre y la pobreza.
La explicación sobre tales resguardos debió haberse entregado en la Comisión de Relaciones Exteriores. Lamentablemente, no fue posible, y ello me induce a cambiar el voto.
Señor Presidente , el hecho de que al órgano competente no se le haya dado la ocasión de pronunciarse sobre la materia me lleva a concluir que se ha impedido la realización de un debate necesario. Por lo demás, la discusión siempre enriquece los proyectos que se presentan al Congreso.
Voto que no.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente , votaré a favor, porque las mismas razones expuestas por el Senador señor García son las que obligan a que nuestro país actúe a nivel global con solidaridad.
Chile tiene la tremenda oportunidad de usar el liderazgo que hoy exhibe, tanto en el plano económico como en el político, en el sentido de que contamos con la primera Presidenta de la República en nuestra historia. En efecto, antes que naciones desarrolladas, los chilenos logramos que una mujer condujera los destinos de nuestro país. Hay una gran expectativa cifrada en nosotros; pero la globalización que queremos requiere no solamente promover la economía y buenas relaciones políticas, sino también que Chile juegue un rol activo en la promoción de la solidaridad. ¡Y qué mejor que hacerlo con África!
Valoro los esfuerzos desplegados por el Ministerio de Relaciones Exteriores, por su titular y por nuestra Presidenta. En ese sentido, creo que el aporte propuesto va a aumentar el reconocimiento internacional hacia nuestro país. Y lo único que lamento es que finalmente esta iniciativa no haya sido respaldada por todas las fuerzas políticas, sino sólo por la Concertación.
Creo que la Oposición perdió una oportunidad -ello no quiere decir que no haya otras- para que todos juntos hubiéramos impulsado un proyecto solidario y fortalecido el papel de Chile en el contexto internacional.
Voto a favor.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , la verdad es que éste ha sido un debate bastante difícil, particularmente porque no ha habido un espacio para tener una conversación adecuada sobre la materia.
Un señor Senador, en una sesión anterior, trató de "hipócritas" a quienes estábamos pidiendo que la materia que nos ocupa se discutiera en la Comisión de Relaciones Exteriores. Hoy día ha insistido en su planteamiento, señalando que estamos "empecinados" con este asunto.
Pues bien, yo le quiero dar testimonio a ese Honorable colega y a la Sala de que en una reunión que sostuvimos recién con el Canciller y los Senadores que han estado llevando adelante estas gestiones -los Honorables señores Coloma y Romero -, vimos que, efectivamente, es posible conversar estas cuestiones. No digo que sea necesariamente para acordar con exactitud los términos del proyecto, pero sí para buscar una solución distinta del rechazo.
Ese camino, lamentablemente, por el empecinamiento de algunos, se ha visto bloqueado. Y pienso que si era ésta una oportunidad para los fines antes indicados -como lo ha señalado recién un señor Senador-, en realidad, la está perdiendo el Gobierno, por cerrarse a dialogar.
Lo lamento, porque así, en materias de política exterior, no vamos a avanzar. La única manera de hacerlo es entendiendo siempre que se trata de políticas de Estado y no de imposición de un sector a otro.
Por eso, voto que no.
El señor LETELIER .-
Señor Presidente , valoro esta iniciativa, que es clara como el agua: que un país como el nuestro tenga un compromiso con la comunidad internacional y haga valer su palabra. Y se ha pedido al Parlamento ser parte y ratificar dicho compromiso de Estado en el combate a la pobreza y el hambre, sabiendo que estos recursos -quienes se han dado el tiempo de leer el marco del acuerdo podrán corroborarlo- se van a destinar precisamente a comprar medicamentos, a dar ayuda efectiva y a asegurar que los fondos lleguen a un conjunto de seres humanos que viven en condiciones tremendamente precarias, por lo cual sentimos que deberíamos hacernos corresponsables.
Ciertos Honorables colegas, más que defender la iniciativa, a juicio de algunos, han liderado la oposición a ella. Eso lo lamento. Hemos tenido el debate en la Sala y, en realidad, no hay empecinamiento, sino que llegó el momento de que cada cual muestre su convicción en estos temas. Y mientras un señor Senador cree que estos aportes son para burocracia, que irán a pérdida y que no cumplirán el objetivo buscado, otros estimamos que sí sirven. Y eso es lo relevante.
Hay quienes tenemos la convicción de que la responsabilidad es del Estado chileno y de que la comunidad internacional tiene que hacernos participar, encabezando este esfuerzo, más aún cuando ha sido una iniciativa convocada por los Presidentes de Brasil, Chile, Francia y del Gobierno español, de lo cual debemos sentimos orgullosos.
No tenemos los temores ni las inseguridades de otros, y pensamos que, en verdad, lo que debiéramos hacer es dar una señal concreta, un aporte, aunque pequeño comparado con los recursos que se espera reunir en el Fondo de que se trata.
Por lo tanto, más que empecinarnos, consideramos que debemos ser consistentes y consecuentes con nuestras ideas, y por eso hemos sido partidarios de que el asunto se resuelva hoy.
Voto que sí.
El señor NARANJO.-
Señor Presidente , si hay algo que uno esperaría que todos estuviéramos de acuerdo es en la lucha contra el hambre, dondequiera que surja y en el lugar geográfico que sea.
Sin embargo, hemos visto con sorpresa, con asombro, que los sectores de Derecha, una vez más, se han opuesto a una acción tan noble como ir en apoyo, en auxilio, de personas extraordinariamente necesitadas.
Se ha señalado en reiteradas ocasiones que no ha habido discusión suficiente respecto de esta materia. ¡Si lo que más ha habido en esta Sala es precisamente eso! Incluso, por amplia mayoría se acordó que no fuera a la Comisión de Relaciones Exteriores.
El señor COLOMA .-
¡Hubo empate...!
El señor LARRAÍN .-
¡Tiene problemas con las matemáticas, señor Senador ...!
El señor NARANJO.-
Y aquí se insiste en que el proyecto debiera ir a ese organismo técnico. Creo que ello no corresponde. Y lo que me sorprende, señor Presidente , es que forma parte de nuestra política internacional el fortalecimiento de los organismos multilaterales. Ése ha sido precisamente el centro de nuestro accionar.
Entonces, llama la atención que, cuando queremos reforzarlos, aquí no se dé la posibilidad de hacerlo y, sin embargo, ataquen -a veces con razón- acciones unilaterales.
Hemos escuchado en reiteradas ocasiones a la Derecha cuestionar el accionar de Venezuela en ciertos países. Y si hay algo que impediría el día de mañana que una nación, por tener una chequera grande, intervenga en otra, es precisamente el fortalecimiento de las organizaciones multilaterales. De otro modo estaremos actuando en dirección absolutamente contraria. O bien, que el día de mañana -como hace Estados Unidos- actúe en otros países. Lo que garantiza que algunos Estados no intervengan unilateralmente en otros en asuntos de esta naturaleza es justamente reforzando los organismos multilaterales.
De ahí la importancia de la decisión que adopte hoy día el Senado, porque, de alguna forma, estamos devolviendo la mano a la comunidad internacional, particularmente, frente a la enorme solidaridad que recibimos en el pasado, a raíz de las violaciones a los derechos humanos. Es obvio que sólo algunos queremos retribuirla; no todas las fuerzas políticas. Pero lo que estamos haciendo es importante, porque es una forma -repito- de devolver todo el apoyo que recibimos en materia de derechos humanos, por las graves violaciones que hubo en nuestro país. De ahí que encabecemos este tipo de campaña solidaria.
Por eso, voto afirmativamente.
El señor NOVOA .-
Señor Presidente , en la Comisión de Hacienda me abstuve, precisamente porque no tenía ningún antecedente respecto de la conveniencia para Chile de suscribir o no este tipo de acuerdo; tampoco sabía cuáles eran las prioridades en materia de política exterior que aconsejaban aprobarlo; y menos cuántas contribuciones hace Chile a distintos organismos internacionales. Y me pareció razonable que, por lo menos, pudiera disponer de la información necesaria del organismo técnico en la materia.
Eso que me surgió espontáneamente en la Comisión de Hacienda, como la lógica más elemental para aprobar un proyecto, ha sido tildado en esta Sala de "hipocresía" y de "excusa". Y la verdad es que no hay ninguna hipocresía ni excusa en tratar de hacer bien las cosas.
Al oír las razones que se dan para apoyar la iniciativa me convenzo de que, de haber pasado por la Comisión de Relaciones Exteriores, no se hubiera aprobado. En primer lugar, porque una contribución permanente de 5 millones de dólares para fondos, programas y agencias de las Naciones Unidas no resiste mucho análisis técnico. Basta recordar los escándalos del programa "Petróleo por Alimentos", para darse cuenta de que existe poca confianza en ese tipo de organizaciones.
En segundo término, si bien es cierto que Chile está gozando de una bonanza económica, no lo es menos que cada vez que acá existe una presión de tipo social o la necesidad de determinado grupo, se dice que no hay fondos. Entonces, quiero saber cuántos proyectos sociales específicos contra el hambre y la pobreza se podrían realizar en nuestro país con 5 millones de dólares anuales.
Y, por último, después de oír la discusión en esta Sala, no me cabe la menor duda de que el interés es mucho más político que contribuir a la solución del hambre y la pobreza. Todo lo que se habla aquí acerca de devolver la mano por asistencia con relación a los derechos humanos, de ir a exhibir con orgullo a la primera mujer Presidenta que tiene Chile antes que otros países desarrollados, qué tiene que ver con el hambre y la pobreza en el mundo. ¡Creo que no tiene nada que ver!
Los fundamentos escuchados, y por los cuales se nos quiere hacer aprobar el presente proyecto, ratifican el que hayamos exigido un análisis serio sobre el particular.
Voto en contra.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , soy de las personas que piensan que la inserción internacional de un país pequeño como el nuestro, la percepción que en el mundo existe de él, resulta un elemento muy importante. Y dentro de ello, estimo que la imagen internacional no puede -como algunos señores Senadores creen- construirse solamente sobre la base del dinamismo económico o de nuestra capacidad de estar permanentemente abriendo espacios al mercado internacional a través de los tratados de libre comercio y ese tipo de instrumentos.
Eso es importante, pero no constituye una imagen completa del país que quisiéramos proyectar.
En este sentido, la presente iniciativa, que está bien definida, que se encuentra apoyada por naciones importantes, que se halla bien focalizada en una necesidad particularmente apremiante de los pueblos más pobres del mundo, es una buena oportunidad para demostrar que también somos capaces de ser solidarios. Chile es un país que ha sido apoyado en muchos momentos (cuando ocurrió la ruptura democrática, o en catástrofes como los terremotos). Somos buenos para recibir solidaridad, y no para retribuirla. De modo que ésta es la ocasión propicia para hacerlo y así completar también una imagen internacional que -insisto- no se puede fundar solamente en nuestros éxitos en materia económica.
Ésta es una iniciativa que lleva bastante tiempo en el Parlamento. Por lo tanto, nadie podría argumentar que no ha tenido la posibilidad de discutirla. Más aún, el debate que debía realizarse en Comisión se ha llevado a cabo ampliamente aquí, en la Sala del Senado. Entonces, no me parece dable señalar como pretexto que hemos carecido de la oportunidad de debatirla o de intercambiar opiniones. La discusión está hecha, y debió haberse aprobado ya con bastante anticipación. La señora Presidenta concurrió a la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre, y habría sido muy bueno que el proyecto hubiese estado aprobado en ese momento. Ello lo hice presente en su oportunidad, pero, desgraciadamente, no hubo acuerdo por parte de las bancadas de la Oposición para discutirlo en septiembre.
En consecuencia, desde ese punto de vista estamos haciendo lo que corresponde, que es resolver sobre la materia. Estimo que los argumentos dados por el Senador señor Novoa son claros. Aquí el tema no es que la discusión se haya realizado o no en la Comisión de Relaciones. La cuestión es que se oponen a la iniciativa. Me parece franco, sincero, reconocerlo. Y cuando hay oposición, cuando existen dos puntos de vista diferentes lo que corresponde es votar.
Voto a favor.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , quiero fundar mi voto.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
No corresponde, señor Senador.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, deseo hacer uso de la palabra.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Señor Senador , el señor Presidente acaba de señalar que, conforme al Reglamento, cuando un Senador no responde al llamado a votar en el orden alfabético pierde el derecho a fundamentar su voto.
El señor ORPIS.-
Entonces, voto que no.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún otro señor Senador no ha emitido su voto?
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Está consignada mi votación?
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Sí, señor Senador. Su Señoría votó a favor.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¡Lo ratifico entonces, señor Presidente!
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (18 votos contra 15 y un pareo).
Votaron por la afirmativa los señores Alvear, Ávila, Escalona, Flores, Frei (don Eduardo), Gazmuri, Girardi, Gómez, Letelier, Muñoz Aburto, Muñoz Barra, Naranjo, Núñez, Ominami, Pizarro, Ruiz-Esquide, Sabag y Zaldívar (don Adolfo).
Votaron por la negativa los señores Allamand, Arancibia, Cantero, Chadwick, Coloma, García, Kuschel, Larraín, Longueira, Matthei, Novoa, Orpis, Pérez Varela, Prokurica y Romero.
No votó, por estar pareado, el señor Vásquez.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Señores Senadores, se le han formulado dos indicaciones al proyecto, y la urgencia vence el próximo viernes.
El señor OMINAMI .-
Señor Presidente , ¿no es de artículo único la iniciativa?
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Sí, señor Senador . Pero hay dos indicaciones. En consecuencia,...
El señor COLOMA .-
Y el proyecto se aprobó en general. Así se señaló antes.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
En efecto, señor Senador ¿se puede constatar en el Acta-, previo al inicio del debate el señor Presidente lo puso en discusión general.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor FOXLEY ( Ministro de Relaciones Exteriores ).-
Señor Presidente , quiero decir algunas palabras que, quizás, puedan ayudar en la discusión en particular del proyecto.
Recién conversé con algunos señores Senadores de los partidos de Oposición, porque nos parece que ésta es una iniciativa que merece el respaldo y un gran acuerdo de todas las colectividades políticas. Y voy a explicar en forma muy breve el motivo.
Ante todo, lo que se pide es que cada vez que se viaje al exterior se pague un poco más de mil pesos en el pasaje, a fin de contribuir a un Fondo. Éste no será una estructura burocrática más ni de Naciones Unidas ni de ningún otro organismo internacional. Se trata de un Fondo con una fuente de financiamiento público-privada bastante novedosa, donde inicialmente hay cinco gobiernos o países patrocinantes: Francia, Brasil , Noruega , Chile y Canadá . Y a esta contribución pública se van a sumar aportes privados, que serán de consideración, porque en la iniciativa del Fondo de Medicamentos están involucradas las fundaciones de Bill Gates y del ex Presidente Clinton .
Además, creo que es bueno que los señores Senadores sepan que una de las primeras cosas que hará el Fondo en comento, que -entre paréntesis- tiene comprometidos para el próximo año, sólo de dichos cinco Gobiernos, 300 millones de dólares, será el apalancamiento de esos recursos públicos, lo que va a generar dineros privados provenientes de grandes empresas internacionales por muchos cientos y, probablemente, miles de millones de dólares más.
¿Qué expresó el ex Presidente Clinton en Nueva York cuando se lanzó esta iniciativa, en un acto en que Chile estuvo presente y recibió el aplauso de los otros países por ser uno de sus patrocinadores? Que él, personalmente, con el señor Gates , después de aprobarse y ponerse en marcha el Fondo, van a negociar con las grandes compañías farmacéuticas del mundo compras masivas de medicamentos contra el sida y reducción de sus precios. Y debo puntualizar que esa reducción beneficiará también a los niños y adultos de Chile que han contraído esa enfermedad.
Para dar una idea en lo que respecta al sida, debo decir que hoy día en el mundo se hallan contagiadas 40 millones de personas, entre ellas 500 mil niños. Sólo tienen cobertura en medicamentos 10 mil niños; si el Fondo en cuestión se pone en marcha, con los aportes comprometidos o que se comprometerán, el próximo año se podrá dar cobertura a 100 mil -sea para curación o, por lo menos, para mantenerlos con vida-, y el 2008, a 200 mil. Y Chile aportará mil pesos por cada persona que viaje al extranjero por vía aérea.
Me dicen que esto puede ser burocracia. Pues bien, se trata de un Fondo que tendrá un directorio, el que estará integrado por cinco representantes de diversos países, entre ellos Chile. La utilización de los recursos se definirá de acuerdo con las pautas más exigentes de la Organización Mundial de la Salud.
Por último, yo me pregunto: ¿Una nación pequeña como la nuestra debe o no, en su política internacional, tener un sentido humanitario? ¿Ayuda o no a Chile en su imagen internacional, en su capacidad de influencia, en el respeto que adquiere de otros países, en su capacidad de formar alianzas con naciones similares, el hacer, por cada persona que viaje al exterior vía aérea, un aporte de mil pesos destinado a atacar los problemas del sida, la malaria y la tuberculosis en los niños de África o de Haití, o en los de Chile, quienes también pagarán un precio más bajo en la adquisición de medicamentos contra el sida, producto de esta iniciativa público-privada?
En un mundo globalizado no sólo puede imperar la ley del mercado. Tiene que haber en él un componente de solidaridad. Chile es un país decente, que ha aprendido a convivir, a luchar contra la pobreza. Por eso, considero que debemos extender los brazos, en un gesto de solidaridad mínimo, que va a ser potenciado por muchas otras naciones, para hacernos presentes donde hay mayor dolor en el mundo, que son precisamente los lugares en que existen niños que masivamente se encuentran afectados por alguna de aquellas pandemias.
Por lo tanto, deseo agradecer que este proyecto haya sido aprobado en general. Y quiero recurrir a la buena voluntad de los señores Senadores, tanto de Gobierno como de Oposición, para que, cualesquiera que sean las indicaciones formuladas, el articulado se despache en particular ojalá por unanimidad.
Muchas gracias.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , ¿me permite plantear, en forma muy breve, una cuestión de carácter reglamentario?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra, señor Senador.
El señor COLOMA.-
Más allá de las consideraciones de fondo, simplemente deseo señalar que la referencia hecha por el señor Ministro al proyecto adolece de un error. Y quiero decirlo con la mejor buena fe: lo que él plantea respecto de los mil pesos por viaje no tiene nada que ver con esta iniciativa, porque eso se cambió en la Cámara de Diputados; fue declarado inconstitucional, porque no se puede destinar un impuesto a un fin específico.
En consecuencia, el texto que ingresó al Senado nada tiene que ver con lo planteado por el señor Canciller. Se trata de aportes hasta por 5 millones de dólares, además -dicho sea de paso- de los 14 millones ya aportados a distintos organismos internacionales.
Quiero dejar aquella constancia reglamentaria para que no se entienda que la iniciativa opera de ese modo.
Al mismo tiempo, señor Presidente , solicito fijar plazo para la presentación indicaciones.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
El artículo 118 del Reglamento señala el objeto de la discusión general. Y en su letra b) expresa: "Recibir las indicaciones que por escrito se formulen durante la discusión o dentro del plazo que la Sala acuerde. Bastará que un Comité solicite plazo para formular indicaciones, para que proceda dicho acuerdo, no pudiendo la Sala fijar un plazo inferior a un día.".
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Si le pareciera al Senado, se fijaría el lunes 16 de octubre, a las 12.
El señor LARRAÍN.-
Está bien, señor Presidente .
El señor NARANJO.-
Con el compromiso de que el proyecto se vote en particular el próximo martes aquí, en la Sala.
El señor COLOMA.-
¡No! ¡Eso habrá que verlo!
El señor LARRAÍN.-
¡No hay acuerdo!
El señor NARANJO.-
No tenemos ningún problema a los efectos de fijar plazo para presentar indicaciones.
El señor COLOMA.-
¡Es un derecho!
El señor LARRAÍN.-
¡Y un derecho que consagra nuestro Reglamento!
El señor NARANJO.-
Por cierto. Pero yo podría proponer un día.
El señor COLOMA.-
¡No!
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Un día es el plazo mínimo.
El señor NARANJO.-
Entonces, lo que estoy planteando es que, si se determina el lunes, podemos votar la iniciativa el próximo martes en la Sala.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Una vez que la Comisión haya entregado el informe correspondiente.
En todo caso, señor Ministro , el Gobierno tiene que cambiar la urgencia.
--Se fija como plazo para presentar indicaciones el lunes 16 de octubre, a las 12.
Fecha 16 de octubre, 2006. Boletín de Indicaciones
INDICACIONES FORMULADAS DURANTE LA DISCUSION GENERAL DEL PROYECTO QUE AUTORIZA LA CONTRIBUCION DE CHILE A LA ACCION CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL.
BOLETIN Nº 4104-05
16.10.06
INDICACIONES
ARTICULO UNICO
1.- Del H. Senador señor Larraín, para sustituir su inciso primero por el siguiente:
“Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar aportes, hasta por un total de US$ 5 millones anuales que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza, al fondo creado por el artículo 3º de la Ley Nº 19.885, los que serán administrados de la forma que señala dicho cuerpo legal.”.
2.-Del H. Senador señor Coloma, para reemplazar, en su inciso primero, la frase “5 millones anuales” por “1 millón por una sola vez”.
3.-Del H. Senador señor Coloma, para sustituir, en su inciso primero, la palabra “anuales” por la frase “por una sola vez”.
4.-Del H. Senador señor Coloma, par suprimir su inciso segundo.
º º º
Senado. Fecha 19 de octubre, 2006. Informe de Comisión de Hacienda en Sesión 64. Legislatura 354.
?SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE HACIENDA, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial.
BOLETÍN Nº 4.104-05
HONORABLE SENADO:
Vuestra Comisión de Hacienda tiene el honor de presentaros su segundo informe sobre el proyecto de ley de la referencia, iniciado en Mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, con urgencia calificada de “suma”.
A la sesión en que se trató el proyecto asistieron, además de sus miembros, el Jefe de la División Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores, señor Claudio Troncoso; el asesor de la Dirección de Política Multilateral de dicha Cartera de Estado, señor Antonio Bayas, y el representante presidencial para la acción contra el hambre y la pobreza, señor Ricardo Ffrench-Davis.
- - -
Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 124 del Reglamento del Senado, cabe dejar constancia de lo siguiente:
I.- Artículos que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones: no hay.
II.- Indicaciones aprobadas sin modificaciones: número 4.
III.- Indicaciones aprobadas con modificaciones: no hay.
IV.- Indicaciones rechazadas: números 2 y 3.
V.- Indicaciones retiradas: no hay.
VI.- Indicaciones declaradas inadmisibles: número 1.
- - -
DISCUSIÓN EN PARTICULAR
En forma previa al análisis de las indicaciones formuladas al proyecto en informe, el representante de S.E. la Presidenta de la República para la acción contra el hambre y la pobreza explicó a rasgos generales los objetivos que persigue la iniciativa.
Recordó que la iniciativa legal debe entenderse en el contexto de un país interesado en mejorar la globalización. Al respecto hizo presente que existen problemas de solidaridad, falta de estabilidad económica y países, como el nuestro, que se interesan en mejorar la gobernabilidad.
Señaló que hay, asimismo, un componente ético y práctico que considerar en la materia, ya que el país quiere avanzar de las palabras a la acción con eficacia, dado que los países que acordaron ciertos compromisos en la denominada “Cumbre del Milenio” están atrasados en el cumplimiento de ellos.
Informó que en la actualidad aproximadamente 5 países tienen ya aprobada la normativa pertinente, mientras que 19 están en proceso de aprobación de las mismas.
Destacó el hecho de que un país pequeño, como Chile, pueda participar como nación en iniciativas para mejorar la calidad del mundo al que le hace falta contar con la solidaridad de los demás.
El Honorable Senador señor Novoa recordó que, al discutirse en general el proyecto, en la Sala del Senado, había manifestado su rechazo al mismo, porque considera que no es conveniente que Chile se obligue en un compromiso de carácter permanente de aporte de recursos que podrían ser necesarios para financiar programas en Chile.
Sobre el particular mencionó que en la discusión presupuestaria que se efectúa en estos días en el Congreso Nacional, se informó que el presupuesto del Fondo Nacional para los Discapacitados (FONADIS) no puede cumplir la demanda completa de prótesis, porque requiere para ello US$ 3.000.000, con los que no cuenta. Igual cosa sucede respecto de las becas a indígenas, en que hay un universo no cubierto de aproximadamente 12.000. Puntualizó que si no hay dinero para los discapacitados chilenos o para los indígenas, no es irrelevante la realización de aportes como el que autoriza el proyecto.
Asimismo, señaló, su rechazo se funda en la mala experiencia que ha habido con los fondos administrados por las Naciones Unidas, y en la circunstancia de que se ignora cuáles son los compromisos internacionales que adopta Chile en la materia.
Planteó su inquietud en relación con el inciso segundo del artículo único, que faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente. Esa suscripción de documentos consiste en compromisos internacionales de Chile, y no se sabe qué compromisos se suscribirán, qué periodicidad tendrán, si se ajustarán a programas determinados, con controles determinados, etc.
Afirmó que por las razones antedichas estima inconveniente el proyecto en informe, y que si existe un compromiso que cumplir, podría aprobarse la indicación número 3, que autoriza el aporte por una sola vez, para examinar luego con calma cómo funciona el sistema.
El Honorable Senador señor Ominami preguntó si en virtud de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo único sería posible suscribir un documento en virtud del cual Chile quedara obligado permanentemente a hacer la contribución de US$ 5.000.000.
El Honorable Senador señor Escalona opinó que el referido inciso segundo sólo alude a un acto administrativo y que no se trata de suscribir convenios internacionales o compromisos internacionales de carácter político.
El Honorable Senador señor Ominami consultó por la existencia de un documento que pudiera acompañarse como antecedente, y que permita saber a qué se obliga exactamente Chile.
Los personeros del Ejecutivo señalaron que hay un detallado documento sobre la materia, de la Organización Mundial de la Salud, en el cual, si bien no se consignan montos, se indica que Chile se obliga como miembro.
El Honorable Senador señor Ominami preguntó si Chile podría suspender su contribución en caso de que se evaluara negativamente el funcionamiento del mecanismo.
Los representantes del Ejecutivo aseguraron que podría hacerlo. Además, sostuvieron que podían asumir el compromiso de informar anualmente a las Comisiones de Hacienda y de Relaciones Exteriores del Senado, acerca de la forma en que se ha operado año a año respecto de la administración de los recursos pertinentes.
El Honorable Senador señor Ominami dejó constancia de que, de conformidad con las explicaciones recibidas por los integrantes de la Comisión, no hay una obligación permanente de efectuar la contribución, sino que se trata de una autorización que habrá que evaluar año a año.
El Honorable Senador señor Escalona solicitó a los personeros del Ejecutivo una precisión en el sentido de que la delegación de facultades del Presidente de la República, propuesta en el inciso segundo, se refiere a un acto de carácter administrativo y no a una delegación de facultades políticas.
El Jefe de la División Jurídica de la Cancillería aseveró que de acuerdo a la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados, un acuerdo internacional podría ser suscrito, en la actualidad, tanto por el Jefe de Estado como por el Jefe de Gobierno, Ministro de Relaciones Exteriores o por cualquier persona a la que se le delegaran plenos poderes. Esto ya hoy en día es posible, de acuerdo a los Tratados existentes.
El Honorable Senador señor Zaldívar inquirió si la contribución que se autoriza tendrá el carácter de voluntaria para Chile.
Los personeros del Ejecutivo contestaron que depende de la voluntad de Chile efectuar o no la contribución y que podría decidir no continuar efectuando el aporte.
Los representantes del Ejecutivo señalaron, además, ante una consulta en tal sentido del Honorable Senador señor Novoa, que no se ha suscrito un convenio internacional propiamente dicho, sino una serie de documentos dentro del marco de un organismo internacional.
El Honorable Senador señor Ominami solicitó que los documentos en cuestión fueran remitidos oficialmente a la Secretaría de la Comisión.
A continuación se describen brevemente las indicaciones formuladas y los acuerdos adoptados a su respecto.
El artículo único de la iniciativa autoriza, en su inciso primero, al Presidente de la República, para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.
En su inciso segundo faculta al Presidente de la República para delegar en un Ministro de Estado o en el Embajador que determine, la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectos de lo dispuesto en el inciso precedente. Esta facultad se ejercerá por decreto supremo dictado a través del Ministerio de Hacienda.
La indicación número 1, del Honorable Senador señor Larraín, sustituye el inciso primero, por el siguiente:
“Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar aportes, hasta por un total de US$ 5 millones anuales que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza, al fondo creado por el artículo 3° de la ley N° 19.885, los que serán administrados de la forma que señala dicho cuerpo legal.”.
- La indicación número 1 fue declarada inadmisible por el Presidente de la Comisión, por incidir en la administración financiera o presupuestaria del Estado, materia de iniciativa exclusiva de S.E. el Presidente de la República.
La indicación número 2, del Honorable Senador señor Coloma, reemplaza, en el inciso primero, la frase “5 millones anuales” por “1 millón por una sola vez”.
- La indicación número 2 fue rechazada por tres votos contra uno. Votaron en contra los Honorables Senadores señores Escalona, Ominami y Zaldívar. El Honorable Senador señor Novoa votó a favor de la indicación.
La indicación número 3, también del Honorable Senador señor Coloma, sustituye, en el inciso primero, la palabra “anuales” por la frase “por una sola vez”.
- La indicación número 3 fue rechazada con la misma votación que se consignó respecto de la indicación número 2.
La indicación número 4, del mismo señor Senador, suprime el inciso segundo.
- La Comisión, en atención a las explicaciones que se dieron en el sentido de que no es necesario delegar facultades, aprobó la indicación número 4 por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señores Escalona, Ominami, Novoa y Zaldívar.
- - -
FINANCIAMIENTO
Los representantes del Ejecutivo hicieron presente que, en lo relativo al financiamiento de la iniciativa, no hay variaciones respecto de lo señalado en el primer informe de esta Comisión.
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MODIFICACIONES
En mérito de los acuerdos precedentemente expuestos, vuestra Comisión de Hacienda tiene el honor de proponeros la aprobación del proyecto de ley en informe, con la siguiente modificación:
Suprimir el inciso segundo del artículo único.
(Indicación N° 4. Unanimidad 4x0).
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TEXTO DEL PROYECTO DE LEY
En virtud de la modificación que se ha señalado, el proyecto de ley queda como sigue:
PROYECTO DE LEY:
“Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.”.
- - -
Acordado en sesión de fecha 18 de octubre de 2006, con asistencia de los Honorables Senadores señores Carlos Ominami Pascual (Presidente), Camilo Escalona Medina, José García Ruminot, Jovino Novoa Vásquez y Hosain Sabag Castillo (Adolfo Zaldívar Larraín).
Sala de la Comisión, a 19 de octubre de 2006.
ROBERTO BUSTOS LATORRE
Secretario
RESUMEN EJECUTIVO
SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE HACIENDA ACERCA DEL PROYECTO DE LEY QUE AUTORIZA LA CONTRIBUCIÓN DE CHILE A LA ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL.
(Boletín Nº: 4.104-05)
I.PRINCIPAL OBJETIVO DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA COMISIÓN: autorizar al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas, hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto.
II.ACUERDOS:
Indicación N° 1: Inadmisible.
Indicación N° 2: Rechazada 3x1.
Indicación N° 3: Rechazada 3x1.
Indicación N° 4: Aprobada 4x0.
III.ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN: consta de un artículo único.
IV. NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: no tiene.
V.URGENCIA: “suma”.
VI.ORIGEN INICIATIVA: Mensaje.
VII.TRÁMITE CONSTITUCIONAL: segundo trámite.
VIII.INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 12 de abril de 2006.
IX.TRÁMITE REGLAMENTARIO: segundo informe.
X.APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS: Aprobado en general y en particular por 81 votos a favor, 16 en contra y 13 abstenciones.
XI.LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA: Constitución Política de la República.
Valparaíso, a 19 de octubre de 2006.
Roberto Bustos Latorre
Secretario
Fecha 31 de octubre, 2006. Diario de Sesión en Sesión 64. Legislatura 354. Discusión Particular. Se aprueba en particular con modificaciones.
CONTRIBUCIÓN DE CHILE A ACCIÓN CONTRA HAMBRE Y POBREZA MUNDIALES
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundiales, con segundo informe de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (4104-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 7ª, en 12 de abril de 2006.
Informes de Comisión:
Hacienda, sesión 48ª, en 5 de septiembre de 2006.
Hacienda (segundo), sesión 64ª, en 31 de octubre de 2006.
Discusión:
Sesiones 56ª, en 3 de octubre de 2006 (queda pendiente su discusión general); 58ª, en 4 de octubre de 2006 (queda pendiente indicación para enviarlo a Comisión de Relaciones Exteriores); 59ª, en 10 de octubre de 2006 (queda desechada la idea de que pase a la Comisión de Relaciones Exteriores); 60ª, en 11 de octubre de 2006 (se aprueba en general).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario General).-
El proyecto fue aprobado en general en sesión de 11 de octubre del año en curso.
Las constancias reglamentarias pertinentes se señalan en el informe.
La Comisión de Hacienda efectuó una sola modificación al texto aprobado en general, que consistió, lisa y llanamente, en suprimir el inciso segundo del artículo único, esto es, el que se refiere al otorgamiento de facultades al Presidente de la República para suscribir los documentos que se requieren en esta materia. Tal enmienda fue aprobada por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Escalona, Ominami, Novoa y Zaldívar.
Cabe recordar que, de conformidad con lo dispuesto en el inciso sexto del artículo 133 del Reglamento, las modificaciones aprobadas por la unanimidad de la Comisión deben votarse sin debate, salvo que algún señor Senador solicite discutirlas o que haya indicación renovada.
Sus Señorías tienen a la vista en sus computadores un boletín comparado dividido en tres columnas que consignan la iniciativa aprobada en general, la modificación efectuada en el segundo informe y el texto final que resultaría de ser aprobada dicha enmienda.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En discusión particular el proyecto.
El señor NOVOA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor NOVOA.-
Solamente deseo aclarar un concepto.
En la Comisión se presentaron tres indicaciones, dos de las cuales buscaban restringir el aporte anual y permanente a las Naciones Unidas, por distintas razones que se explicitaron en el debate. Esas indicaciones fueron rechazadas. La que se aprobó en forma unánime fue aquella que suprimía el inciso segundo del artículo único, que incluía la autorización para que el Presidente de la República delegara facultades.
Quiero dejar constancia de lo anterior, porque podría pensarse que en la discusión particular hubo unanimidad en cuanto al texto del proyecto, pero no fue así.
Nosotros planteamos que la autorización para aportar 5 millones de dólares anuales al Fondo administrado por las Naciones Unidas no nos parecía conveniente. Señalamos que incluso en la discusión presupuestaria se informó que un universo de necesidades clarísimas en Chile -por ejemplo, becas a indígenas, implementos para los discapacitados- podrían haberse cubierto íntegramente con aportes como el que autoriza el proyecto. Sin embargo, se nos indicó que no existía disponibilidad de dinero para tal efecto.
En definitiva, hubo indicaciones destinadas a cambiar el sentido de la iniciativa que fueron rechazadas en la Comisión. Por lo tanto, la unanimidad se produjo sólo con respecto a la eliminación del inciso segundo.
He dicho.
El señor NAVARRO.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor NAVARRO.-
Deseo consultar si efectivamente hubo unanimidad en la Comisión, si estuvo presente nuestra bancada
El señor NOVOA .-
Sí.
El señor NAVARRO.-
Correcto. Lo pregunto porque en este momento Senadores de todas las bancadas se hallan en Comisiones. De tal manera que, si no existiera unanimidad, debiera llamárselos para que concurran a la Sala a votar. Si la hay, accedemos, sin duda, a votar de inmediato.
El señor NOVOA .-
Si me permite, señor Presidente , quiero señalar que efectivamente hubo unanimidad para suprimir el inciso segundo, el cual se estimó innecesario debido a que, según se explicó en la Comisión, diversas autoridades tienen la facultad para suscribir convenios o documentos. En tal sentido, no se requiere una delegación de facultades. Y en esa resolución participaron, o el Senador señor Escalona , o el Senador señor Ominami , quienes concurrieron a la unanimidad. Donde no la hubo fue respecto de las indicaciones presentadas por la Oposición, que fueron rechazadas y que nosotros no hemos renovado.
Por lo tanto, no corresponde votación. Yo sólo quiero dejar constancia de que mantenemos nuestro criterio en cuanto a que el proyecto en debate no es conveniente.
Gracias, señor Presidente.
--Se aprueba en particular el proyecto en los términos planteados por la Comisión de Hacienda.
Oficio Aprobación con Modificaciones . Fecha 31 de octubre, 2006. Oficio en Sesión 92. Legislatura 354.
Valparaíso, 31 de octubre de 2006
Nº 28.590
A S. E. El Presidente de la Honorable Cámara de Diputados
Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el Senado ha dado su aprobación al proyecto de ley, de esa Honorable Cámara, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial, correspondiente al Boletín Nº 4.104-05, con la siguiente modificación:
Artículo único
Ha suprimido su inciso segundo.
- - -
Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 6.106, de 11 de abril del presente año.
Acompaño la totalidad de los antecedentes.
Dios guarde a Vuestra Excelencia.
EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE
Presidente del Senado
CARLOS HOFFMANN CONTRERAS
Secretario General del Senado
Fecha 07 de noviembre, 2006. Diario de Sesión en Sesión 93. Legislatura 354. Discusión única. Se aprueban modificaciones.
APORTES A INICIATIVAS INTERNACIONALES CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL. Tercer trámite constitucional.
El señor LEAL (Presidente).-
En el Orden del Día, corresponde conocer las modificaciones del Senado al proyecto de ley, de origen en mensaje y con urgencia calificada de “suma”, que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial.
Antecedentes:
-Modificaciones del Senado, boletín N° 4104-05, sesión 92ª, en 2 de noviembre de 2006. Documentos de la Cuenta N° 1.
El señor LEAL (Presidente).-
En discusión.
Tiene la palabra el diputado señor Forni.
El señor FORNI.-
Señor Presidente, el proyecto tiene por objeto dar cumplimiento a algunos desafíos asumidos por la comunidad internacional, a fin de derrotar la extrema pobreza y el hambre en el mundo. Por esa razón, otorga a la Presidenta de la República la facultad para hacer aportes, por un total de 5 millones de dólares anuales, a iniciativas internacionales de esa naturaleza. Dicha contribución se canalizará mediante un fondo de Naciones Unidas, cuyo directorio estará conformado por cinco miembros, entre los que se cuenta nuestro país.
La cooperación internacional es un aspecto importante, del cual Chile no puede desentenderse. Sin embargo, uno de las razones de nuestra bancada para oponerse a la iniciativa dice relación con la necesidad de fiscalizar que la entrega de aportes a organismos y agencias internacionales no se pierda en la burocracia internacional, dado que es obligación del Estado chileno velar por los recursos que entrega sean bien administrados.
Al respecto, durante los últimos años los programas de alimentación de Naciones Unidas han sido duramente cuestionados. Sólo a modo de ejemplo, cabe recordar que el año pasado se detectaron importantes irregularidades en el programa Petróleo por Alimentos, uno de cuyos implicados, lamentablemente, resultó ser el hijo del Secretario General de Naciones Unidas.
El Ejecutivo decidió dictar un decreto a fin de aumentar en 2 dólares la tasa de embarque de los vuelos internacionales, con el objeto de recaudar fondos para financiar la iniciativa en estudio. Sin embargo, dada la actual situación en materia de ingresos fiscales, ese aumento impositivo nos parece absurdo e innecesario. Además, resulta muy cuestionable que el país se obligue de manera indefinida a aportar 5 millones de dólares anuales a un fondo de Naciones Unidas cuya operatividad no ha sido probada, con el consecuente riesgo de que los recursos se pierdan en la burocracia internacional.
En consecuencia, anuncio que la bancada de la Unión Demócrata Independiente va a votar en contra las modificaciones del Senado.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi.
La señora CRISTI (doña María Angélica).-
Señor Presidente, en la misma línea de lo planteado por el diputado Forni , la iniciativa parece súper loable. A cualquiera conmueve la dramática situación de pobreza que se vive en diferentes países, donde los niños mueren de hambre, como ocurre en Haití, país con el cual Chile ha colaborado mediante el envío de efectivos de sus Fuerzas Armadas y con cuantiosos recursos.
Pero la caridad debe empezar por casa. Por desgracia, el país, que podría encontrarse en una galopante vía hacia el desarrollo, todavía sigue siendo subdesarrollado y la pobreza no se ha superado. Más de 700 mil personas carecen de vivienda y muchos niños no reciben alimentación escolar, a pesar de que la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, Junaeb , cuenta con un presupuesto increíble, de alrededor de 140 mil millones de pesos al año. Asimismo, aún existen importantes niveles de cesantía, además de miles de problemas que se arrastran y que requieren de ayuda urgente por parte del Estado.
Sin afán de crear más polémica de la que existe en la actualidad, cabe preguntarse lo siguiente: si no existe capacidad para controlar los recursos que se invierten en el país para ir en ayuda de los más necesitados, ¿qué garantías nos pueden dar de que los fondos que se entregarán mediante el proyecto irán a paliar la pobreza en otros países, en circunstancias de que no se podrá tener control alguno sobre su utilización? Internamente algún control, bueno o malo, existe sobre el empleo de dineros públicos; pero en este caso, por tratarse de una iniciativa de carácter internacional, a mi juicio nada se sabrá sobre la eficacia y eficiencia del gasto.
Antes que todo, soy solidaria con la pobreza de los chilenos. En consecuencia, anuncio que voy a rechazar las modificaciones.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jorge Burgos.
El señor BURGOS.-
Señor Presidente, es probable que hasta el momento ningún diputado de la Concertación hubiera pedido el uso de la palabra porque se entendía que las modificaciones del Senado serían apoyadas en forma unánime. Sin embargo, para nuestra sorpresa, dos diputados de la Alianza por Chile han hablado en contra del proyecto. Por lo tanto, creo necesario dar a conocer un par de consideraciones para expresar nuestro apoyo.
En verdad, existe un cierto contrasentido al señalar que se trata de un proyecto loable, pero, después, anunciar que se va a votar en contra. Según entiendo, lo loable es lo positivo, lo que vale la pena apoyar, lo que motiva a los diputados, por ejemplo, a apoyar un proyecto de ley. En consecuencia, las cosas son loables o no. Por lo tanto, reitero, si alguien afirma que una iniciativa es loable, pero, acto seguido, señala que no obstante ese hecho, la va a votar en contra, existe un contrasentido, una cosa poco entendible.
Durante muchos años, en Chile, país que hemos construido entre todos también la gente de la Oposición, se han llevado a cabo denodados esfuerzos en pro de mejorar la situación económica de sus habitantes. Por cierto, aún existe una brecha importante por salvar, en particular para los chilenos que viven sumidos en la pobreza. Pero, en general, la situación del país es infinitamente superior a la que se vive en muchas partes del mundo, no sólo en África, sino más cerca, a 300 kilómetros o menos de nuestras fronteras, en naciones vecinas, en las cuales la población exhibe un nivel de pobreza que, de acuerdo con estándares internacionales, supera el 60 por ciento. En naciones que en otra época fueron muy importantes, hoy la pobreza alcanza a más del 40 por ciento de sus habitantes.
Por lo tanto, a mi juicio, en el mundo no se entendería que el país no contribuyera con 5 millones de dólares a fin de financiar el fondo para la lucha contra el hambre y la pobreza, y con razón, porque al hablar de globalización, se deben apreciar los beneficios que ella conlleva no sólo en materia económica, sino también en cuanto a solidaridad.
No es posible que un país como el nuestro, inserto en la estructura internacional y que con razón está contento por tener tratados internacionales multi y bilaterales con muchos otros países, a la hora de hacer una contribución mínima para la acción contra el hambre y la pobreza mundial, diga que no por razones domésticas. Eso no tiene justificación y no hablaría bien de la Cámara de Diputados.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, en la misma línea del diputado Burgos , me motiva decir que Chile vivió momentos difíciles en décadas pasadas, pero no en el momento actual, porque Chile está creciendo. Si bien es un país subdesarrollado aún, no tiene por qué abstraerse de lo que el mundo quiere con respecto a la pobreza que viven tantos seres humanos. Lamentablemente, creo que la Oposición se opone por oponerse. No quiere ser parte del movimiento internacional que busca superar la pobreza.
El aporte de que se trata es mínimo: es de cinco millones de dólares. No es para que Chile, luego que aceptó la globalización, que ha suscrito tratados internacionales, incluso con países del área AsiaPacífico, se margine. Chile está en condiciones de participar en una acción de solidaridad internacional, máxime si 79 países han ratificado la declaración sobre las fuentes innovadoras de financiamiento.
Además, la discusión general del proyecto ya tuvo lugar. Por lo tanto, hoy debemos pronunciarnos sobre la modificación del Senado, la que, por supuesto, aprobaremos, pues sólo se ha suprimido el inciso segundo del artículo único que facultaba al Presidente de la República para delegar en un ministro de Estado o en el embajador que determine la atribución de suscribir los documentos que procedan para efectuar los aportes. La discusión nuestra no puede ir más allá de esa modificación. No corresponde pronunciarnos si somos más ricos o más pobres ni tampoco determinar qué países merecen ser ayudados por nosotros, que felizmente caminamos hacia el desarrollo.
En la Comisión Especial de Presupuestos he participado en la discusión del presupuesto del próximo año y me ha agradado tremendamente saber cómo estamos creciendo. Eso no puede dejarse de lado para no apoyar a aquellos que merecen una manito de un país que hoy se siente en los primeros lugares del mundo.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Carlos Abel Jarpa.
El señor JARPA.-
Señor Presidente, quiero coincidir con lo que ha manifestado el diputado Jorge Burgos. Hay dos aspectos que son importantes de resaltar. Uno es la solidaridad y el otro es la migración por razones económicas. Este último es motivo de la construcción de un muro por parte de Estados Unidos en su frontera con México. Los mismos que criticaron el muro de Berlín están construyendo un muro que va a dividir al país del norte no sólo con México, sino que con toda Latinoamérica.
En ese sentido, quiero recordar algo que es muy importante respecto de cómo Chile ha ido mejorando sus condiciones socioeconómicas. El fin de semana, el día viernes, estuve en la ciudad de Chillán, precisamente en la entrega de tres salas cunas en diferentes jardines infantiles de Integra, en sectores de riesgo social como son Los Volcanes, Río Viejo y Vicente Pérez Rosales. Ahí recordaba que en el año 71, cuando regresé a la ciudad de Chillán como médico oftalmólogo, en la provincia de Ñuble la mortalidad infantil era de ciento cinco por mil, un cincuenta por ciento más que el promedio nacional. Creo que estas cifras señalan cómo todos, a través de diferentes políticas que se han mantenido en el tiempo, hemos logrado mejorar las condiciones de pobreza e indigencia.
En 1990, en la provincia de Ñuble el 54 por ciento de la población vivía en condiciones de pobreza y el 25 por ciento de indigencia. La Fundación Ayuda a la Comunidad tenía 42 centros abiertos que se usaban como comedores, que los atendían dos parvularias. Hablo de mi distrito, de la provincia de Ñuble, pero así se han ido mejorando las condiciones en el país.
Por eso, creo que podemos solidarizar con las naciones que tienen índices de pobreza y miseria, como es el caso de Haití. Además, debemos preocuparnos de los países vecinos.
El segundo punto por eso me referí al muro de Berlín se refiere a la solidaridad. Seguramente va a seguir aumentando la cantidad de personas, no sólo de países limítrofes como Perú y Bolivia, sino que también de Colombia y Ecuador, que emigran a nuestro país. Indiscutiblemente, esto nos debe preocupar. Por eso, para prevenir situaciones que pueden ser riesgosas para Latinoamérica, por la globalización, sin lugar a dudas debemos aprobar los cinco millones de dólares para la acción contra el hambre y la pobreza mundial.
En otras palabras, así como se ha globalizado la economía, globalicemos la solidaridad y preocupémonos de esas mil millones de personas en el mundo que viven sólo con dos dólares diarios.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Alejandro García-Huidobro.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
Señor Presidente, la verdad es que Chile se obligaría indefinidamente a aportar fondos a las Naciones Unidas para una labor respecto de la cual nadie se podría oponer, pero las garantías de que esos recursos vayan a llegar a los destinatarios no son claras. Conocemos la burocracia internacional y muchas veces los recursos han ido quedando en el camino y se han dejado de cumplir los objetivos que todos queremos.
Por otro lado, debemos tener presente aquello de que “la caridad comienza por casa”. Si hay pensiones asistenciales de 36 mil pesos y una larga lista de personas que ni siquiera han podido acceder a una de ellas, la verdad es que debemos cumplir las obligaciones con los nuestros. Lo mismo ocurre con los niños discapacitados, tanto mental como físicamente. Es preferible destinar los cinco millones de dólares a solucionar los problemas de esas personas.
Por eso, por muy loable que sea el objetivo del proyecto, hay necesidades en el país que son prioridades.
Voy a votar en contra; no por estar en contra del aporte que debemos hacer a otros países, sino porque nuestra primera obligación es justamente con los chilenos más pobres.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Roberto Delmastro.
El señor DELMASTRO.-
Señor Presidente, como se ha dicho muchas veces en esta Sala, las Naciones Unidas, el 2000, tomó un acuerdo para reducir la pobreza en el mundo en 50 por ciento el 2015, y las estadísticas e informes que hemos recibido, en los últimos años, señalan justamente que esa meta no va a ser posible de alcanzar. En países como los de Latinoamérica y de África, ha aumentado en lugar de disminuir. Sin duda, en Chile tampoco hemos podido cumplir quizá con los sueños de nuestros antepasados de tener algún día un país sin pobreza.
El aumento de la pobreza en el mundo nos debe preocupar. Este proyecto apunta en esa dirección y es muy loable, pero aún en Chile tenemos tres millones de pobres, de los cuales hay más de quinientas mil personas en estado de indigencia; vale decir, que no pueden vivir sino gracias al subsidio que el Estado les da en diferentes formas y oportunidades, de modo que están sobreviviendo permanentemente sobre la base de subsidios.
Señor Presidente, me habría gustado mucho más que esos cinco millones de dólares hubieran sido destinados, por ejemplo, a un fondo de microcréditos. Días atrás recibió Mohamed Yunus el Premio Nobel de la Paz por haber incentivado en el mundo entero el microcrédito para los más pobres, permitiéndoles sobrevivir y, sobre todo, ser sustentables en el tiempo a través del emprendimiento propio.
Voy a votar en contra del proyecto más bien como una forma de dar una señal en el sentido de que si en Chile hay todavía problemas serios de pobreza, malamente puede estar donando fondos a un organismo internacional, los cuales, finalmente, se diluyen y no se sabe dónde van a parar.
En un futuro muy próximo vamos a presentar un proyecto de ley que institucionalice en el país el número de ONG que hoy están preocupadas de otorgar microcréditos a los más pobres, de modo que apunten en la dirección correcta, porque, finalmente, los subsidios o ayudas del Estado no resuelven el problema de la pobreza, sino que lo prolongan. Es posible que ése sea un mecanismo que pueda combatirla de manera eficaz y definitiva.
Reitero que voy a votar en contra de este proyecto de ley; sin embargo, estimo que deberíamos pensar y discutir más seriamente el tema de la pobreza en el país.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el honorable diputado Carlos Montes.
El señor MONTES.-
Señor Presidente, no pensaba hablar sobre la materia, pero después de oir los argumentos del diputado García-Huidobro y de otros, en cuanto a que no nos corresponde preocuparnos del hambre, la miseria, las pestes, el sida y las distintas calamidades que ocurren en el mundo, no me cabe más que reaccionar.
Aquí, no asumimos nuestra responsabilidad como país que es parte del mundo. No poder asumir la responsabilidad de apoyar a países lo vemos en televisión y en películas donde hay hambre, niños desnutridos, epidemias está la situación de Haití, por tener nuestros propios problemas, es un enfoque bastante restringido, limitado. Me parece que es tremendamente inconsistente decir que no podemos dar para solidaridad internacional cinco millones de dólares cuando, en Chile, a las empresas inmobiliarias se les está entregando una subvención de 440 millones de dólares este año. Aquí hay una absoluta desproporción y los que vivimos la experiencia de un tiempo muy negro de la historia del país y entendemos la importancia de la solidaridad, no tenemos la menor duda de que cinco millones de dólares es lo mínimo que podemos aportar para que haya un fondo internacional que permita ir en ayuda de quienes más lo necesitan.
Criticar a las Naciones Unidas es lógico, válido; decir que a todos los organismos políticos internacionales les falta calidad y que deben progresar y ponerse a la altura de los temas actuales, de la globalización, es cierto; pero una cosa es que les exijamos calidad y otra que digamos que no existen, que no cumplen con su labor, que no ayudan a, por lo menos, paliar en parte los daños a las formas de desarrollo en distintas partes del mundo. Hay que fortalecer a las Naciones Unidas.
Es increíble que tengamos una Derecha tan primitiva que no entienda el rol internacional de un país, la solidaridad internacional y algo tan básico como aportar a un fondo internacional a lo menos cinco millones de dólares para ayudar a países que están en peor situación que el nuestro, que reciben ingresos de cien y ciento veinte dólares per cápita, en circunstancia de que aquí tenemos siete mil dólares per cápita. Lo mínimo que podemos hacer es asumir una responsabilidad sobre los problemas del mundo y ser solidarios como el mundo lo fue con nosotros cuando correspondía.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Juan Masferrer.
El señor MASFERRER.-
Señor Presidente, a este proyecto, que tiene un muy bonito nombre: “Autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial”, quién podría negarse. Lo malo es su forma de tramitación. Creo que el Ejecutivo se equivoca. Todos sabemos que el Congreso Nacional funciona sobre la base de comisiones técnicas, con gente dedicada un poquito más a estudiar los problemas en distintas materias, en este caso, de relaciones exteriores, sobre el hambre y la pobreza en el mundo y cómo Chile puede solidarizar y entregar algunos recursos. Pero, aquí, como hoy parece que nadamos en plata que no le llega a la gente que realmente la necesita, no hay mejor sistema que remitir esta materia solamente a la Comisión de Hacienda, porque trata de recursos. ¿Quién va a fiscalizar? Nadie. Y, en el mundo, lamentablemente, tenemos ejemplos, igual que aquí, de cómo se pierde la plata. Sin ir más lejos, hace poco nos informamos de las dudas que había en cuanto a la aplicación de los recursos del programa Petróleo por alimentos en que se decía que estaba implicado uno de los hijos de Kofi Annan , Secretario General de la Naciones Unidas.
Entonces, comprendo a los colegas que no les guste entregar recursos cuando aquí tanto se necesitan. En deportes no más, las instituciones se pelean para que les entreguen algún recurso para un juego de camiseta o una pelota, y, más encima, esas platas se pierden. No se cómo hacen las cosas, pero tenemos 5 millones de dólares para ser solidarios.
La gente de Izquierda valora mucho el aporte, porque ellos están agradecidos. Me parece bien que lo estén, pero nosotros tenemos que velar también por la situación interna. Sin ir más lejos, faltan recursos en el sistema de salud primaria, que atiende a la gente más modesta, a los más pobres, a los inválidos, a los discapacitados, a los marginados de las grandes urbes y a la gente de los sectores rurales. Para darle salud a estas personas, el país destina un monto per cápita de 1.300 pesos mensuales, y nosotros nos damos el lujo de aportar 5 millones de dólares, sin siquiera saber cómo se van a gastar esos dineros, que es plata de todos los chilenos y no de la Concertación ni de la Presidenta de la República.
Comparto con quienes no están de acuerdo con el proyecto, no con el fondo, sino con la forma como se ha tramitado. Por eso, anuncio también mi voto en contra.
Hemos hecho mal las cosas y me parece que seguimos haciéndolas igual, y la Concertación no entiende cómo deben hacerse las cosas en un Estado democrático.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor José Miguel Ortiz.
El señor ORTIZ.-
Señor Presidente, después de escuchar al colega que me antecedió en el uso de la palabra, que durante estos 16 años entiendo ha integrado la Comisión de Relaciones Exteriores, me preocupa profundamente que se desvirtué la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial, poniéndola en contraposición con nuestras pensiones asistenciales, la carencia en la salud primaria, etcétera, etcétera.
En estos casi 17 años, por decisión personal, nunca he viajado a los grandes encuentros internacionales. En la Cuenta de hoy, figuran tres puntos relativos a nuestra participación internacional, como las convocatorias al Foro Parlamentario Asia Pacífico, al Foro Interparlamentario de las Américas y al Parlatino, reuniones a las que asisten parlamentarios de Oposición y de la Concertación. Los argumentos que se han esgrimido son de tal inconsecuencia, que me llevan a entender que, desde hoy, la Alianza no concurrirá más a las reuniones internacionales vinculadas a las Naciones Unidas. No creo que vuelvan a viajar si es que ponen en duda la forma en que se van a gastar los 5 millones de dólares que nuestro país aportará a la acción contra el hambre y la pobreza mundial que se canaliza a través de las Naciones Unidas. Pienso que se extralimitan.
No olvidemos que somos diputados de la República, y los mismos que integramos este poder autónomo del Estado, el lunes recién pasado, hace 8 días, en la Tercera Subcomisión Mixta de Presupuestos, con parlamentarios de la Concertación y de la Alianza, aprobamos por unanimidad la partida presupuestaria para el año 2007 del Ministerio de Relaciones Exteriores. En esa oportunidad, todos reconocimos que la perseverancia, la constancia y la efectividad de todo el equipo de la Cancillería habían hecho posible, a través de convenios, tratados y acuerdos comerciales, que nos insertáramos con alrededor del 75 por ciento de la comunidad mundial. Recordemos también que hay dos acuerdos que están en las últimas instancias. Pero lo más importante fue que concordamos en que el aporte del Estado al presupuesto del Ministerio de Relaciones Exteriores era poco. Por eso, me preocupan profundamente las inconsecuencias.
No es casualidad que nuestro ex ministro del Interior, José Miguel Insulza , haya accedido al alto cargo de secretario general de la Organización de Estado Americanos. Somos parte del mundo, somos parte de las Naciones Unidas. Durante mi vida he aprendido que cuando uno firma o, como en este caso, jura ante la ley ser parte de un poder del Estado, asume deberes y obligaciones. Uno de esos deberes y obligaciones es apoyar al Estado chileno en su papel de miembro de las Naciones Unidas. En la Comisión de Hacienda también se plantearon argumentos como los que se han dado en esta Sala; sin embargo, al final, se concluyó en que esta contribución era parte de nuestras obligaciones como país.
En el Senado se suprimió el inciso segundo del artículo único, autorizando que sólo al Presidente de la República, en representación del Gobierno de Chile, haga el aporte de 5 millones de dólares anuales que se convenga a iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza. El inciso suprimido facultaba al Presidente de la República para delegar en un ministro de Estado o en el embajador que determinara la atribución de suscribir los documentos para los aportes.
Como país que respeta su palabra, que respeta su firma y que respeta ser parte de Naciones Unidas, debemos aprobar la modificación del Senado.
El diputado señor Carlos Montes dijo que no pensaba hacer uso de la palabra, pero que después de escuchar los argumentos que aquí se han dado, tuvo que hacerlo, y lo hizo reconociendo la solidaridad que los chilenos recibieron en su oportunidad. A los que hablan de pensiones asistenciales, de salud primaria y de otras cosas les recuerdo que nuestro país está lleno de solidaridad internacional a través de instituciones de investigación, de salud, etcétera. Por eso, este es el momento de devolver la mano.
Por lo tanto, en nombre de bancada de la Democracia Cristiana, tal como lo hicimos en la Comisión de Hacienda y tal como lo hicieron los diputados Renán Fuentealba y Roberto León en la Comisión de Relaciones Exteriores, anuncio nuestro voto favorable a las modificaciones del Senado.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Hago presente a las señoras y a los señores diputados que el proyecto se encuentra en tercer trámite constitucional; en consecuencia, ya lo debatimos en la Sala, por lo que debemos circunscribir la discusión a las modificaciones del Senado de la República.
Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).-
Señor Presidente, he escuchado con mucha atención las intervenciones de mis colegas. Lamento profundamente el tono que ha tomado el debate, porque no tienen nada que ver las platas que podemos gastar en el país con las que queremos destinar a esos niños hambrientos. Mientras los escuchaba, recordaba un relato que hablaba de un señor que era tan pobre que recolectaba hierbas para comer. Mientras caminaba, desechaba las hojas malas y preguntaba: “¿Dios mío, habrá, alguien más pobre que yo?” Cuando miró hacia atrás, vio que venía otro señor recogiendo las hojas que él votaba. La enseñanza que nos deja este relato es que siempre hay alguien más pobre que uno.
En consecuencia, me siento mal cuando aquí se argumenta que no se deben entregar estos fondos si no existe una fiscalización que determine que los recibirán los verdaderos destinatarios. Estamos en condiciones de darlos. La muerte por hambre de miles de niños significa mucho más que esos 5 millones de dólares. Uno ve en África a esos niños desnutridos que no tienen qué comer. No tenemos la culpa de que en ese continente existan sinvergüenzas que se roban esas contribuciones, pero sí tendríamos la conciencia absolutamente intranquila si no tendiéramos una mano a esos miles y miles de niños que no tienen qué comer. Ésa es la realidad que estamos discutiendo aquí. Que las Naciones Unidas manden fiscalizadores para que se entreguen esos alimentos a sus destinatarios. Creo que éste es el fondo del problema. Eso es lo que estamos discutiendo aquí. Felizmente, el país está en condiciones de hacer esta contribución. Pregunto si con 5 millones de dólares, ¿vamos a mejorar las pensiones, la salud o las jubilaciones de la gente de nuestro país? Esto no significa nada en comparación con la tremenda ayuda que podemos dar a estos miles y miles de niños que están sin comer.
Señor Presidente, difiero de mis colegas de la Alianza, porque considero que gastando esos recursos en nuestro país estaríamos cometiendo una tremenda injusticia al dejar morir de hambre a mil o 2 mil niños que podríamos alimentar con esa plata. De eso tenemos que tomar conciencia, señor Presidente.
Lamentamos lo que está pasando en el mundo, lamentamos que haya esta hambruna y lamentamos que tengamos que dar esa plata, que, a lo mejor, se podría invertir en nuestro país; pero no podemos dejar desamparados a esos niños.
Por esos miles y miles de niños que no tienen que comer, quienes viven en condiciones de pobreza más extrema, votaré favorablemente el proyecto. Además, quedaré con mi conciencia tranquila al saber que bastará con apretar un botón en esta Cámara de Diputados de Chile para salvar vidas en lugares tan lejanos de nuestra patria.
He dicho.
-Aplausos.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi.
La señora CRISTI (doña María Angélica).-
Señor Presidente, la verdad es que el diputado René Manuel García no logró convencerme con sus argumentos. No tendríamos esta discusión y todo sería muy simple si tuviéramos la seguridad absoluta de que estos recursos van a llegar a esos miles de niños que requieren de ayuda de otros países, porque, obviamente, todos queremos ayudarlos.
Por eso tampoco estoy de acuerdo con el diputado Burgos , quien dijo que no es concordante afirmar que se trata de una iniciativa loable; pero, al mismo tiempo, rechazarla, porque el problema es que estas platas no van a llegar a esos pobres, sino que a los burócratas del mundo, se van a repartir entre las miles de personas que van a profitar de cientos de proyectos, programas, oenegés, etcétera. Si en Chile no llegan los recursos a quienes corresponde, ¡cómo van a llegar a Biafra! Realmente, no entiendo.
Ésta es la única razón que tengo para rechazar la iniciativa.
También me extraña que el diputado Montes , quien es tan sensible ante la pobreza y una de las personas de la Cámara que mejor conoce el tema, nos acuse de poco sensibles por rechazar la iniciativa. Él sabe que en Chile hay una pobreza patente, que hay personas que tienen hambre y necesidades que debiéramos satisfacer urgentemente. Entonces, ¿por qué vamos a votar la plata en otras partes del mundo, donde no va a llegar a quienes corresponde, en circunstancias de que aquí, por último, podremos recuperar algo de ella? Es posible que no llegue el ciento por ciento de lo que se destine, pero nos conformamos con que llegue un porcentaje.
Además, quiero recordar que Chile está haciendo una obra solidaria desde hace mucho tiempo en Haití. Habíamos pensado que iba a ser por seis meses; después, que sería por un año; pero, finalmente, se cree que durará un año y medio. No estamos hablando de 5 millones ni de 10 millones de dólares, sino que de 95 millones de dólares, de lo cual Chile recibe un retorno de las Naciones Unidas, pero de todas maneras le cuesta al menos 10 millones de dólares anuales. La diferencia radica en que nosotros estamos viendo que los soldados chilenos están ahí, atendiendo a los haitianos y gastando bien esos 10 millones de dólares; es decir, estamos viendo que, al menos, no se está perdiendo el total de ese dinero.
Ningún diputado de nuestro partido se negaría a ayudar a un pobre del mundo, siempre que tuviese la seguridad de que esa persona va a ser beneficiada efectivamente. Ésa es la razón por la que no nos atrevemos a votarlo a favor, además de que, como aquí se ha dicho, la caridad empieza por casa; es decir, que primero tenemos que preocuparnos de que esos fondos lleguen a los necesitados de nuestro país en lugar de que se pierdan en el resto del mundo. No es una actitud egoísta o poco solidaria, sino que se trata simplemente de ser racional y realista.
He dicho.
-Aplausos.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Mario Venegas.
El señor VENEGAS (don Mario).-
Señor Presidente, la verdad es que cuando vi en el Orden del Día que se iba a discutir este proyecto, estimé que era absolutamente innecesario intervenir porque resultaba obvio que se votaría favorablemente, debido a su carácter humanitario. Sin embargo, estoy realmente sorprendido y, hasta cierto punto, avergonzado de algunos argumentos que se han dado, con todo el respeto a la dignidad de los señores diputados que los han planteado.
Provengo de una vertiente humanista y cristiana, de manera que el valor de la solidaridad, la preocupación y el dolor que me produce lo que pasa a mi prójimo han sido y deben ser parte de mi vida cotidiana y de mi quehacer en la política.
Estamos hablando de entregar recursos para superar el hambre y, por qué no decirlo, para proteger la vida en lugares del mundo que, desgraciadamente, no cuentan con las bendiciones que nosotros, a Dios gracias, tenemos como país. Es cierto que en Chile tenemos problemas por resolver, pero nuestra realidad es significativamente mejor que la de muchos otros lugares del mundo, que nos impactan porque en ellos mueren no sólo niños y jóvenes, sino que también adultos por la insensibilidad de los países o de los hombres para combatir la pobreza, que gastan enormes fortunas en cosas que perfectamente podrían ser dejadas de lado.
Decidí intervenir porque nuestro país ha sido beneficiado con la solidaridad internacional en muchos momentos de su historia. Más aún, en estos momentos, en que estamos en bastantes buenas condiciones en el concierto latinoamericano, siguen llegando aportes de organizaciones internacionales para asuntos como el tema indígena en la región que represento y en materia de capacitación y perfeccionamiento de profesionales. ¿Vamos a tener una actitud mezquina de no aportar cinco millones de dólares, suma exigua e irrelevante en el presupuesto de nuestra nación?
Llamo con toda humildad a nuestros distinguidos colegas a no dejarnos influenciar por la coyuntura particular que estamos viviendo en el país y a permitir que inunden nuestro corazón y nuestra mente nuestros mejores valores de solidaridad.
He escuchado que aportar esos cinco millones de dólares implicaría dejar de atender temas importantes en nuestro país, como las pensiones, la salud y la educación. Eso tiene un nombre: demagogia y populismo. Nadie puede entender razonablemente que esa cantidad haga significativamente distinta la situación que estamos abordando.
Por lo tanto, llamo a mis colegas a analizar esto desde la perspectiva de que la solidaridad debe ser un principio que rija nuestras relaciones internacionales.
Por lo expuesto, votaré favorablemente.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Denise Pascal.
La señora PASCAL (doña Denise).-
Señor Presidente, como muchos que me antecedieron en el uso de la palabra, no creí necesario intervenir, pues sentí que el tema convocaría a todos los chilenos a sentir el hambre que existe en el mundo, pero después de escuchar las palabras de algunos diputados de la Alianza por Chile, especialmente de la UDI, quienes han demostrado lo primitivo que son y lo poco que conocen el hambre en el mundo, decidí hacerlo.
El diputado señor García ha dicho mucho de lo que yo quería expresar. Por un lado, vemos que parlamentarios de la Alianza hacen gargarismos con la solidaridad internacional y con la de nuestro país. Tal vez van a misa todos los domingos y a lo mejor comulgan, pero cuando hacen eso, ¿pensarán en el hambre en el mundo o en cómo mueren de sida los niños en África, o en qué está pasando en las guerras que están teniendo lugar en otros países? Creo que se les olvida. Y cuando llegan aquí con demagogia y populismo, dicen que están preocupados de esos cinco millones de dólares, que no son nada si los comparamos con las casas de La Dehesa que cuestan un millón de dólares cada una o 22 mil UF.
Se debe entregar ese monto de dinero para que la solidaridad se demuestre y que quien tenga que fiscalizar su uso sean otros, como Naciones Unidas. No pensemos que la Cruz Roja Internacional no debería existir si no cumpliera con su deber, como lo está haciendo.
Señor Presidente, creo que es preocupante que parlamentarios hayan dicho que Chile no debe dar ese dinero, cuyo monto es mínimo y tal vez una migaja de lo que necesitamos entregar para que haya solidaridad y los niños puedan obtener una atención digna.
Quiero decirle a los parlamentarios de la Alianza, especialmente a los que me antecedieron en el uso de la palabra y que dijeron que con ese dinero se soluciona la pobreza en Chile, que da vergüenza que ellos representen a nuestro país nacional e internacionalmente.
Llamo a los diputados que no tienen conciencia del significado de la solidaridad a que contribuyan a que niños tengan derecho a comer.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Bobadilla.
El señor BOBADILLA.-
Señor Presidente, haré algunas reflexiones muy breves. He decidido hablar sobre el proyecto después de escuchar a los máximos exponentes de la izquierda concertacionista, en particular al diputado Montes , con su arrogancia típica de no aceptar opiniones y determinaciones distintas. Hay algunos que se llenan la boca diciendo que son demócratas, pero no aceptan que tengamos opiniones distintas frente a un tema determinado. Invito al diputado Montes a preocuparse de los problemas de nuestro país antes que los del resto del mundo. Pondré un ejemplo: los deudores habitacionales están manifestando en distintos puntos del país sus necesidades y las demandas que hacen al Gobierno de la Presidenta Bachelet. El diputado Montes conoce bien el tema.
Lamentablemente, este Gobierno, en particular la izquierda concertacionista, sólo utilizan los problemas de los pobres, como el de los deudores habitacionales, y se preocupan de enviar recursos al resto del mundo que deberían estar orientados a solucionar los de nuestro país.
También invito al diputado Montes a preocuparse de programas como “Un Niño, una cama”, que desarrolla la fundación Integra con el aporte de particulares. Señor Presidente, por su intermedio, pregunto al diputado Montes cuántas camas podríamos comprar para los niños chilenos que no las tienen.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, la discusión del proyecto en su contexto la ha fijado perfectamente bien el diputado René Manuel García.
No se trata de discutir lo que dejamos de hacer si hacemos una contribución a Naciones Unidas, sino en qué forma Chile, en un proceso de globalización cada vez más creciente, que es parte de la comunidad internacional, recurre a la solidaridad con otros países.
Chile se ha caracterizado siempre por ser un país solidario. En catástrofes naturales y desastres en general, hemos ido en ayuda de países hermanos. Nuestro país ha estado presente en cada una de las iniciativas de Naciones Unidas que apuntan al mejoramiento de la calidad de vida de las personas en el mundo.
Aquí se ha aducido que esta contribución, que es mínima en el contexto internacional, puede significar desatender necesidades en el país. Quisiera recordar a mis colegas de la Oposición muchos de los cuales representan en esta Cámara distritos rurales al igual que yo cómo es la solidaridad de la gente pobre cuando se trata de ayudar a otros pobres. Cuando se incendia una mediagua o se enferma un poblador o vecino, se recurre a nosotros para pedirnos la entrega de algún presente para la realización de un bingo o una actividad solidaria de parte de esa comunidad, pobre, modesta, de escasos recursos, en pos de la persona o familia que está pasando por una grave situación. De manera tal que no debemos salir con la excusa de los pobres, porque muchas veces ellos son más solidarios que nosotros, y nos han dado claros ejemplos de ello.
La segunda cuestión que está en discusión en forma velada es la desconfianza que se advierte respecto de Naciones Unidas. Quiero que la Oposición diga con todas sus letras que no le gusta Naciones Unidas, que no le gusta el foro multilateral que un país pequeño como Chile, con una población no gravitante, requiere precisamente para llevar a cabo sus postulados internacionales. No debemos dudar de una organización, que puede tener defectos, pero que durante sus más de cincuenta años de existencia ha demostrado solidaridad y preocupación por los más débiles, por la gente más necesitada. Ha llevado a cabo diversos programas y campañas en ese sentido. Cuando la Oposición aduce que en Chile vamos a dejar sin atención a más pobres o que vamos a desperdiciar esa plata en un organismo que no le da confianza, lo que está poniendo en duda es precisamente el valor, la actuación y el rol que juega Naciones Unidas en la acción humanitaria que le corresponde en el contexto internacional.
Dicho lo anterior, quiero referirme fundamentalmente a las modificaciones introducidas por el Senado y que hoy se someten a la consideración de esta Sala.
Me da la impresión de que la eliminación del inciso segundo del artículo único que aprobó la Cámara de Diputados en su momento va a dejar en letra muerta la concreción de dicho aporte, sobre todo, porque el Ejecutivo, mediante una indicación presentada en su oportunidad, retiró el financiamiento contemplado para reunir los 5 millones de dólares que el país iba a aportar a los diversos Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas.
Asumo pido que quede constancia de ello en la historia fidedigna de la ley que este proyecto se va a financiar con fondos del presupuesto nacional, lo que debe traer consigo la creación de la Partida correspondiente para que Chile contribuya, aparte de la contribución ordinaria, a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas, para lo cual se debe establecer en el Presupuesto una partida específica de 5 millones de dólares anuales, la que se incrementará cada año de acuerdo a lo convenido, para el financiamiento del Programa de Naciones Unidas para la lucha contra la pobreza.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Montes.
El señor MONTES.-
Señor Presidente, después de la intervención del diputado Bobadilla , quiero hacer algunas precisiones.
Es importante que éste sea un lugar donde se discutan las diferencias y donde los distintos sectores puedan expresar sus puntos de vista. Reconozco la legitimidad que tiene la Unión Demócrata Independiente para hacer su planteamiento, aun cuando pienso que es absolutamente primitivo. Ello, porque dicho partido considera que no debemos ser solidarios con las personas que sufren hambre en el mundo, como ocurre en África y en otros lugares. Además, descalifica a los organismos internacionales porque no le gusta la forma que tienen de enfocar las cosas. Discrepo de esa posición, pero respeto su derecho a plantearla; ello no obsta a que cada vez que ello ocurra dé a conocer mis argumentos en contra.
Quiero decir, con mucha fuerza, que los seres humanos como decía un diputado que me antecedió en el uso de la palabra tenemos que ser cada vez más solidarios y no más egoístas. En el mundo hay niños y personas adultas que a diario mueren de hambre. Como decía el diputado René Manuel García , si esa plata va a permitir salvar a dos mil niños, se justifica su entrega. En el mundo hay enfermedades muy crueles, como el sida. Si ello va a permitir paliar en parte la enfermedad, la entrega de dichos recursos se justifica. En el mundo también ocurren catástrofes, frente a las cuales se necesitan organismos como Naciones Unidas, aun cuando pueda presentar grandes defectos y no estar actualizada respecto de la realidad. El desafío no es descalificar, sino exigir mayor calidad y superación.
Considero inconsistentes los argumentos que se han vertido en esta Sala y discrepo profundamente de ellos, sobre todo, cuando en el país se ha abierto una industria de construcción de casas cuyo valor fluctúa entre uno y 3 millones de dólares. Hace unos días el empresario señor Errázuriz anunció la construcción de viviendas de un valor aproximado a las 22 mil unidades de fomento, porque, según él, actualmente existe déficit de casas de ese precio, y que se levantan además con franquicias tributarias. Incluso, la UDI se ha opuesto al término de dichas franquicias tributarias. Por tanto, el Estado le está regalando el 10 por ciento de su valor. Por eso, considero que sus argumentos no son consistentes.
Quiero decir al diputado señor Bobadilla que tenemos que pensar en grande. De no ser así, no nos merecemos representar al país.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este asunto de la siguiente manera:
El señor LEAL (Presidente).-
El Senado ha suprimido el inciso segundo del artículo único.
En votación la modificación.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 62 votos; por la negativa, 25 votos. Hubo 12 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobada.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; Aguiló Melo Sergio ; Alinco Bustos René ; Ascencio Mansilla Gabriel ; Becker Alvear Germán ; Burgos Varela Jorge ; Bustos Ramírez Juan ; Ceroni Fuentes Guillermo ; Chahuán Chahuán Francisco ; De Urresti Longton Alfonso ; Díaz Del Río Eduardo ; Díaz Díaz Marcelo ; Duarte Leiva Gonzalo ; Encina Moriamez Francisco ; Enríquez-Ominami Gumucio Marco ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farías Ponce Ramón ; Fuentealba Vildósola Renán ; García García René Manuel ; Girardi Briere Guido ; González Torres Rodrigo ; Hales Dib Patricio ; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge ; Jaramillo Becker Enrique ; Jarpa Wevar Carlos Abel ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Leal Labrín Antonio ; Meza Moncada Fernando ; Monsalve Benavides Manuel ; Montes Cisternas Carlos ; Mulet Martínez Jaime ; Muñoz D’Albora Adriana ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Olivares Zepeda Carlos ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Palma Flores Osvaldo ; Paredes Fierro Iván ; Pascal Allende Denise ; Pérez Arriagada José ; Robles Pantoja Alberto ; Rossi Ciocca Fulvio ; Saa Díaz María Antonieta ; Sabag Villalobos Jorge ; Sepúlveda Hermosilla Roberto ; Sepúlveda Orbenes Alejandra ; Silber Romo Gabriel ; Soto González Laura ; Sule Fernández Alejandro ; Súnico Galdames Raúl ; Tarud Daccarett Jorge ; Tohá Morales Carolina ; Tuma Zedan Eugenio ; Valenzuela Van Treek Esteban ; Vallespín López Patricio ; Venegas Cárdenas Mario ; Venegas Rubio Samuel ; Verdugo Soto Germán ; Vidal Lázaro Ximena ; Walker Prieto Patricio.
Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Barros Montero Ramón ; Bauer Jouanne Eugenio ; Bobadilla Muñoz Sergio ; Correa De La Cerda Sergio ; Cristi Marfil María Angélica ; Cubillos Sigall Marcela ; Delmastro Naso Roberto ; Forni Lobos Marcelo ; Galilea Carrillo Pablo ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Hernández Hernández Javier ; Kast Rist José Antonio ; Lobos Krause Juan ; Martínez Labbé Rosauro ; Masferrer Pellizzari Juan ; Melero Abaroa Patricio ; Moreira Barros Iván ; Norambuena Farías Iván ; Paya Mira Darío ; Recondo Lavanderos Carlos ; Salaberry Soto Felipe ; Ulloa Aguillón Jorge ; Uriarte Herrera Gonzalo ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Ward Edwards Felipe.
Se abstuvieron los diputados señores:
Alvarado Andrade Claudio ; Araya Guerrero Pedro ; Arenas Hödar Gonzalo ; Bertolino Rendic Mario ; Dittborn Cordua Julio ; Egaña Respaldiza Andrés ; Estay Peñaloza Enrique ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Isasi Barbieri Marta ; Monckeberg Bruner Cristián ; Turres Figueroa Marisol ; Vargas Lyng Alfonso.
El señor LEAL (Presidente).-
Despachado el proyecto.
Oficio Aprobación de Modificaciones. Fecha 07 de noviembre, 2006. Oficio en Sesión 68. Legislatura 354.
VALPARAÍSO, 7 de noviembre de 2006
Oficio Nº 6461
A S. E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO
La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha tenido a bien prestar su aprobación a las enmiendas propuestas por ese H. Senado al proyecto que autoriza la contribución de Chile a la acción contra el hambre y la pobreza mundial, boletín Nº 4104-05.
Lo que tengo a honra decir a V.E., en respuesta a vuestro oficio N° 28.590, de 31 de octubre de 2006.
Devuelvo los antecedentes respectivos.
Dios guarde a V.E.
ANTONIO LEAL LABRÍN
Presidente de la Cámara de Diputados
CARLOS LOYOLA OPAZO
Secretario General de la Cámara de Diputados
Oficio Ley a S.E. La Presidenta de la República. Fecha 07 de noviembre, 2006. Oficio
VALPARAÍSO, 7 de noviembre de 2006
Oficio Nº 6454
A S.E. LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA
Tengo a honra comunicar a V.E., que el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente
PROYECTO DE LEY:
“Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$ 5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.”.
Dios guarde a V.E.
ANTONIO LEAL LABRÍN
Presidente de la Cámara de Diputados
CARLOS LOYOLA OPAZO
Secretario General de la Cámara de Diputados
LEY NUM. 20.138
AUTORIZA LA CONTRIBUCION DE CHILE A LA ACCION CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA MUNDIAL
Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente
Proyecto de ley:
"Artículo único.- Autorízase al Presidente de la República para efectuar, en representación del Gobierno de Chile, aportes hasta por un total de US$5 millones anuales, que se convengan como parte de iniciativas internacionales contra el hambre y la pobreza y se canalicen con tal objeto a los Fondos, Programas y Agencias del Sistema de Naciones Unidas. Tales aportes se realizarán desde la fecha en que entren en vigencia los acuerdos correspondientes.".
Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.
Santiago, 1 de diciembre de 2006.- MICHELLE BACHELET JERIA, Presidenta de la República.- Andrés Velasco Brañes, Ministro de Hacienda.- Alejandro Foxley Rioseco, Ministro de Relaciones Exteriores.
Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda atentamente a usted, María Olivia Recart Herrera, Subsecretaria de Hacienda.