Nació en Nueva York, Estados Unidos, el 27 de agosto de 1912. Hijo de Alberto Ferrando Rizzi y Herminia Keun Bulano, quienes, al poco tiempo se radicaron en Chile en la Novena Región.

Se casó con Avelina Fuentes Larenas y tuvieron cinco hijos.

Realizó sus estudios secundarios en el Seminario de Concepción. Luego ingresó a la Universidad de Chile donde se tituló de profesor de Estado en Historia y Geografía y Educación Cívica en 1939 tras presentar la memoria "Desarrollo Demográfico de la Provincia de Cautín".

Comenzó a ejercer su profesión durante su época universitaria trabajando como profesor del Liceo Nocturno Federico Hansen entre 1934 y 1936; en el Instituto de Humanidades Luis Campino entre 1937 y 1949; en el Liceo Alemán; en The Grange School; y en el Colegio San Ignacio. Una vez recibido, fue profesor de la Facultad de Comercio de la Universidad Católica de Chile entre 1944 y 1949 y del Liceo de Hombres de Temuco entre 1949 y 1965, donde además, ocupó el cargo de vicerrector y rector entre los años 1964 y 1965.

Ligado a su profesión, desarrolló importantes funciones públicas y labores educativas como presidente de la Unión de Profesores de Chile sección Cautín entre 1951 y 1953 colaboró en el impulso para la organización y funcionamiento de la Universidad de La Frontera (UFRO) de la Universidad Católica. En 1956, la Universidad de Chile le encargó dirigir un Seminario de Investigación sobre el Desarrollo Económico de la Provincia de Cautín y más adelante trabajó por la implantación del Centro Universitario Regional de la Universidad de Chile en Temuco inaugurado en 1960. También fue miembro de su Consejo Directivo y jefe del Departamento de Educación. Asimismo, fue asesor de la Dirección de la Universidad de La Frontera de Temuco. Por otra parte, se le nombró director de la Asociación de Ahorro y Préstamo La Frontera.

Falleció el 29 de junio de 2004 en Temuco.

Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) por el período de un año entre 1934-1935.

Participó en la fundación del Movimiento de la Falange Nacional donde ocupó el cargo de secretario general desde 1941 a 1945.

Alcanzó la alcaldía de Temuco entre 1956 y 1960, fecha en que asumió como regidor hasta 1963. Por estos años, dejó la Falange Nacional y se inscribió en el Partido Demócrata Cristiano.

Una de sus preocupaciones intelectuales más relevantes fue la recopilación de antecedentes vinculados a la historia de La Araucanía y a la ciudad de Temuco. Sus investigaciones se transformaron en libros, folletos, separatas y otros documentos que aún quedan por rescatar de sus papeles personales.

Diácono de la Diócesis de Temuco.

Miembro y dirigente de la ANEC en 1927; miembro del Grupo Renovación y de de la Sociedad de Protección Mutua de Temuco.

Su perfil parlamentario se centró en materias relacionadas con la educación, colegios profesionales, la promoción de los campesinos por medio de la Reforma Agraria, y las propias del desarrollo y adelanto local.

Presentó un total de doce mociones de ley, algunas como autor y otras en calidad de coautor, transformándose una de ellas en la Ley N° 17.164, que “Crea el Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile”, como una entidad con personalidad jurídica propia y domiciliada en Santiago. Entre las mociones presentadas, se destaca la iniciada junto a su colega de partido Renán Fuentealba, para denominar Pablo Neruda al Liceo de Hombres N° 1 de Temuco. Presentó, además, junto al Comité Demócrata Cristiano, un Proyecto de Reforma Constitucional, con el propósito, según consta en la Sesión Ordinaria N° 17 del Senado, celebrada el 20 de junio de 1972, proteger el derecho de “los campesinos que viven en las tierras que hayan sido o sean objeto de expropiaciones para reforma agraria, el derecho de los pequeños y medianos agricultores a conservar en su dominio las tierras que trabajan, los derechos de los empleados agrícolas a ser respetados en sus viviendas cuando los predios en donde se desempeñan sean objeto de expropiación, y el reconocimiento de la función del comercio como actividad establecida por nuestra Constitución Política, así como las garantías que esta actividad requiere de parte del Estado.”

De sus doscientas seis intervenciones en Sala, cabe destacar aquellas relacionadas con la Reforma Agraria, que entiende como “la independencia y libertad de esos campesinos; la participación en el trabajo que realizan y el goce legítimo del esfuerzo que desarrollan.” También participa en la discusión de otras materias relevantes de su época, como por ejemplo, enseñanza de religión en las escuelas, supresión del bachillerato, Estatuto provisorio de la Universidad de Chile, normas sobre indígenas, aplicación de la Reforma Agraria y la situación política del país.

Durante su permanencia en el Senado, realizó dieciséis homenajes. La Sesión Ordinaria N° 7 del Senado, celebrada el 13 de junio de 1967, da cuenta del homenaje al poeta Rubén Darío en el centenario de su natalicio: “Para la poesía española, nació con él un numen nuevo, en un verbo nuevo. Por singular privilegio, Chile quedó asociado a tan significativa eclosión de una nueva inspiración estética. (…) Darío fue el heraldo de una nueva corriente, que en alas de la poesía atravesó el Atlántico y las montañas, y proclamó en España y en América la -agencia de una voz sutilmente hermosa que uniera a los hombres, patéticamente solemne que denunciara a los imperialismos y a las guerras, y rebeldemente libre que exaltara al indígena postergado.”