Labor Parlamentaria

Participaciones

  • Alto contraste

Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Ordinaria N° 49
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1973
Índice
  • Documento
    • VII.- INCIDENTES.
      • ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD DE ARTESANOS Y SOCORROS MUTUOS DE COQUIMBO.
        • Participacion
  • Documento
    • VII.- INCIDENTES.
      • ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD DE ARTESANOS Y SOCORROS MUTUOS DE COQUIMBO.
        • Participacion

Intervención Petición de oficio
ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD DE ARTESANOS Y SOCORROS MUTUOS DE COQUIMBO.

Autores
El señor NOEMI.-

Señor Presidente, hace algunos días recibí una sencilla carta de unos amigos de Coquimbo, por medio de la cual me invitaban a concurrir a los actos de celebración de los cien años de vida de la Sociedad de Artesanos y Socorros Mutuos de esa ciudad, fundada el 17 de julio de 1873. Al recibirla, inevitablemente surgió en mi mente la visión de aquel puerto de hace un siglo, en que un grupo de hombres modestos, de trabajo, idealistas y emprendedores, dio vida a una institución que, dentro de las de su género, es una de las más antiguas y prestigiosas de ¿vuestro, país.

El hombre afronta la circunstancia.

El hombre, fácil es comprenderlo, mide por el cartabón de su propia existencia, su vida, la dimensión del mundo que lo circunda y en el cual nace y se desenvuelve en su tránsito por la Tierra afrontando la circunstancia que le toca vivir, ya que no está en él elegir la época y el lugar. Cuenta los días, las semanas y los años y acumula el tiempo a través de las generaciones contando los siglos.

Pero sólo el hombre, además, es capaz de considerar el pasado de otros hombres, recoger su herencia y proyectarse envuelto en ella hacia el porvenir, legando a otros su patrimonio en sucesión inacabable, de manera que sus actos, sus iniciativas, las tareas que desarrolla durante su permanencia en la tierra, le sobreviven misteriosamente, en forma muy semejante a lo que sucede con el rayo, de luz que, recorriendo el cosmos, llega hasta nuestros ojos hoy, aun cuando la estrella que lo generó se haya disuelto hace miles de años en un remoto lugar del espacio.

Un ejemplo de tradición y perseverancia.

En estos tensos días que vive nuestra nación, respirando un clima de desasosiego y de angustia que cubre la patria entera, resulta enormemente saludable y grato considerar la actitud, la actividad y la presencia de algunos hombres e instituciones que, asentados en algún rincón de Chile, elevándose por sobre la obscuridad de nuestro duro presente, brindan un ejemplo de fidelidad esencial a lo que el país tiene de permanente con su perseverante actuación.

Nuestra nación, heredera de las tradiciones, de la vida y de las instituciones de la Europa occidental, sin haber conocido la rica experiencia medieval, recogió, sin embargo, los ideales de solidaridad impuestos por la civilización cristiana, y, en consecuencia, a pesar de no haber disfrutado la ennoblecedora vida de los gremios artesanales que, sustituyendo a la barbarie, sirvieron de crisol a la sociedad europea de la época, fue capaz de entender el valor y la importancia de aquel maravilloso laboratorio social en el que hombre y trabajo armonizaron en feliz ecuación, abriendo caminos de superación y perfección a través de las generaciones, creando nuevos y sólidos eslabones capaces de unir en humana comprensión y solidaridad a las gentes.

El mutualismo, heredero y prolongación de ese espíritu, representa en su raíz el origen de muchas de las ideas que con el tiempo han germinado en los más diversos campos de la vida social de Chile y de] mundo, hermanando a los hombres, imponiendo un nuevo sentido de la justicia por la convicción del deber solidario. Él ha jugado, sin casi parecerlo, un papel importante en el destierro del egoísmo individualista que, olvidando el mensaje del Evangelio, intentó pervertir el espíritu humano queriendo imponer la ley de la selva por sobre el sentimiento de la fraternidad en la vida social. De la misma manera, es inevitable concluir hoy, cuando muchos quieren arrebatarle al ser inteligente y libre su patrimonio espiritual y moral a través de un colectivismo totalitario, que será la doctrina esencial del mutualismo, en gran medida, la que ayudará a nuestros hombres trabajadores a deshacer este engaño que pretende reemplazar la comunidad real de los trabajadores libres, por un estatismo que terminaría por esclavizarlo y someterlo.

Un caudal de experiencias y de ejemplo.

En 1962, el 12 de enero, para ser más preciso, la primera sociedad mutualista de Chile, la Sociedad de Artesanos La Unión, celebró también su primer centenario. Escuadra ilustre de ilustres seguidores, quienes la fundaron encabezados por el líder y apóstol de los artesanos, don Fermín Vivaceta, al igual que sus dirigentes de hoy, son un ejemplo de generosidad, de responsabilidad social y de solidaridad humana. Sociedad de Artesanos La Unión es, por muchos conceptos, venero de todas las instituciones de su género en Chile y en América, incluyendo entre ellas, por cierto, a la hoy también centenaria Sociedad de Artesanos y Mutualista de Coquimbo. Excusadme por ello esta mención de justicia, que quiere significar también mi respetuoso homenaje hacia ella.

Un saludo y un recuerdo.

En esta fecha aniversario, la Sociedad de Artesanos y Socorros Mutuos de Coquimbo está orientada en sus fecundas y múltiples actividades por personas que, dentro de su sencillez y de su modestia, por su destacada actividad de servicio y su acción de permanente labor en servicio de la comunidad coquimbana, han merecido ser señaladas para presidirla en tan hermosa fecha, para resguardar su rico patrimonio espiritual y para conducir su múltiple y fecunda actividad.

A su Presidente, Elias González Campusano; a su Vicepresidente, Eduardo Bolbarán Carvajal; al Secretario y al Prosecretario, Francisco Fuentes Lucero y Lautaro Gómez Torres, respectivamente; a la Tesorera y al Protesorero, Hilda Orrego Cuéllar y Juan Arias; y a sus directores Justo Barraza Olivares, Ciro Esquivel García y Gastón González, quiero hacerles llegar un saludo fraterno a través de estas breves palabras, como dirigentes de esa benemérita institución que honra al país y, sobre todo, a la comunidad provincial que represento. Por intermedio de ellos, también quiero hacer presente mi recuerdo emocionado y respetuoso de todos los que en cien años contribuyeron a edificar este sólido, ejemplar y hermoso monumento de solidaridad, de hermandad, de ayuda mutua, entre miles y miles de trabajadores. Gomo Senador del Norte Verde, siento el deber de destacar este aniversario, adhiriéndome al regocijo comprensible y justo de todos los dirigentes y socios de la noble institución.

Señor Presidente, solicito que el Senado, en mi nombre, haga llegar estas palabras a la Directiva de la Sociedad Artesanos y Socorros Mutuos de Coquimbo.

El señor AGUILERA.-

¿Me permite una interrupción de unos tres minutos, señor Senador?

El señor NOEMI.-

Con todo gusto.

El señor AGUILERA.-

Señor Presidente, agradezco la interrupción que me ha concedido el Honorable señor Noemi, quien se refirió al centenario de la Sociedad Artesanos y Socorros Mutuos de Coquimbo, institución fundada el 17 de julio de 1873 y que en la actualidad cuenta con más de 150 prestigiados socios.

En los actos de homenaje participaron todas las autoridades locales, sin distinción, y recordaron a los fundadores de la Sociedad, que fueron herederos de los ideales de Fermín Vivaceta, como lo evocó el Honorable señor Noemi.

Esos hombres buscaron en aquella época la salida social por intermedio del mutualismo, y no obstante que hoy nos enfrentamos a algunas dificultades por los problemas contingentes, para ellos siempre hay fraternidad, camaradería, lo que nos obliga a rendir homenaje a los fundadores de la institución y a los ciudadanos que ahora la conforman.

Para ellos, nuestro respeto y solidaridad.

Por último, solicito que se agregue mi nombre en el oficio que pidió el señor Senador.

Top