Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 41
- Celebrada el 06 de marzo de 1968
- Legislatura Extraordinaria periodo 1967 -1968
Índice
Homenaje
HOMENAJE AL CLUB AEREO "DRAGONES DEL GENERAL FREIRE", DE CURICO, CON OCASION DEL 30º ANIVERSARIO DE SU FUNDACION.- NOTA DE CONGRATULACION.
Autores
El señor
Señor Presidente, en la sesión ordinaria Nº 31ª, de fecha 22 de agosto de 1967, de esta Honorable Corporación, señalé, con meridiana claridad, los problemas que sufría la aviación civil Curicana, representada en su Club Aéreo "Dragones del General Freire".
Al abordar con espíritu realista tales necesidades, debí hacer un recuento de lo mucho que el país debe a los "caballeros del aire" de mi tierra.
En aquella ocasión, no sólo un afán localista me guió a exteriorizar la tesonera misión cumplida por quienes tuvieron la audaz y soñadora iniciativa en un pueblo pequeño, renuente, a veces, a las vastas proyecciones imaginativas del hombre en el campo mecánico.
Señalar los albores de toda obra humana requiere enmarcar su recuerdo dentro del juicio de la historia. Tanto los forjadores de pueblos y nacionalidades, como los precursores de ciencias y doctrinas, se confunden, a mi juicio, en su inspirada intención, no siempre por cierto, con los modestos hombres que, sin calificarse de genios van dando a la sociedad, entendida ésta como una comunidad plena de derechos y deberes, lo más positivo y generoso de sus vidas.
Tales fueron los móviles de un grupo inquieto y visionario de la juventud Curicana, al formar su propio Club Aéreo. Sin quererlo, buscaban realizarse en el servicio de la colectividad toda. Sin exclusivismos ni personalismos, ya que toda obra que procura ser permanente así lo exige, gestaron esa iniciativa que hoy se muestra orgullosa al país, al cumplir sus 30 años de vida.
Son tres decenios que indican tesón, esfuerzo, sacrificio. Las Alas de Chile, con su sombra gloriosa no exenta de vividas epopeyas en el cielo americano, encontraron en Curicó un campo propicio para su desarrollo, donde hombres venidos de las más distintas actividades, pero movidos por un mismo afán, dieron sus capacidades, agotaron sus energías e incluso, llegaron a inmolar sus vidas, buscando las rutas del espacio como los caminos del futuro.
Justo es, entonces, que en este aniversario del Club Aéreo de Curicó "Dragones del General Freire" renueve mis observaciones señaladas en mi intervención del 22 de agosto del pasado año y condensadas en el oficio Nº 11.264 de V. E., dirigido al señor Ministro de Obras Públicas, ya que para la mantención de la solidez de nuestras instituciones republicanas es indispensable concitar la ayuda del Estado a iniciativas que, teniendo un origen privado como ésta, han pasado a constituir una necesidad en el orden nacional, por la justa evaluación de las actividades que despliegan.
En esta fecha conmemorativa, no podría esta tarde, junto a lo anterior, dejar de citar algunos nombres -no obstante que la memoria a veces nos traiciona- que tienen honda significación en la vida del club curicano.
Ahí están, por ejemplo, los del grupo soñador que encabezarán José Olea Salinas, Raúl Arellano Maturana, Camilo Vergara Errázuriz, Domingo Paredes Me. riño, José Larraechea Herrera, Humberto Cádiz Vargas, Jorge Verdugo Correa, Javier Rozas y Moisés Poblete, y que fueran, justamente, los que echaran las bases de tan laudable iniciativa. Su sello romántico, pero realizador y ejecutivo, se mantiene a través del tiempo. Ahí están para testimoniarlo sus directivos de hoy: Luis Labra Moya, Pablo Valdovinos Jara, Marcelo Oxilia, Miguel Arhex, Moisés Muñoz, Hugo Frías y José Pérez, quienes, en un anhelo incontenible de progreso, buscan un justo trato del Poder Público para lograrlo.
Institución formadora de juventudes al fin y al cabo, infiltró afanes de superación en las venas de los jóvenes pilotos que salían de sus filas, paralelos a los ideales de renunciamiento y sacrificio.
Ahí están las pruebas. Uno de sus instructores más destacados, Roberto Reed Merino, cerró sus alas para siempre, en la difícil geografía del norte de Chile. Un discípulo, Agustín Alcántara Moreno, cayó abatido en el extremo sur, mientras cumplía humanitaria labor de salvataje en los temporales de 1966, que azotaron la zona.
Son hechos elocuentes que muestran, como decía al comienzo, cómo se gesta la tradición y la historia de los pueblos. Por esta historia de la aviación Curicana, han pasado hombres de calidad innegable. La supervivencia de sus actos entra, no pocas veces, en el terreno de la leyenda; a los nombres de Domingo Paredes Merino, Agustín Mena Arroyo, Luis Cubillos Calvo, Enrique Palet Domenech, Hermanos San Martín Ferrari, Pedro Cotal Nilo, Alberto Mouliat Merecheal, Germán Orellana, Carlos Abusleme Marta, Jorge de la Fuente Marchant, Alfonso Contreras Barba, Luis Canessa, Manuel Camposano Cosio, Francisco Sbarbaro Tocetton, Luis Giaconi Maillard, Anatolio Rojas y Vicente Unanue se suman hoy, en el cielo curicano y de Chile, los de otros pilotos tan valerosos como aquellos que, mirando el grandioso ejemplo de sus hermanos de ideal, trazan arabescos de inconfundible grandeza en los cielos de la Patria. Desearía citarlos a todos; pero, frente a la imposibilidad material de hacerlo, me remito a los siguientes: José Pérez García, Patricio Camposano Cosio, Claudio Valdovinos Jara, Jorge Paredes Merino, Arturo Vicente Sarria, Selim Abusleme Marta, Héctor Campos Pérez, Leonidas Vergara Osorio, Pedro de Castro Reyes, Jaime Prado, Arturo Muñoz, Marcelo Navarro, Manuel Lizana Varas, Yolanda Cotal, Eliana Imable, María Moya, Mario Prado Le Fort, y los oficiales de nuestro Ejército Tenientes Galleguillos, Godoy y Pérez, los cuales, de una u otra manera, van dejando con el rugir de sus máquinas, siempre prontas a servir, una estela de fe y renovada esperanza en el corazón de nuestro pueblo.
Pido, señor Presidente, que mis palabras, se hagan llegar, en nombre de la Corporación, a la actual directiva y socios del Club Aéreo "Dragones del General Freire", de Curicó, como una demostración del reconocimiento de uno de los Poderes del Estado a quienes, con pasión y altruismo, por sobre las veleidades humanas, continúan proyectando para Chile, a través de sus fuerzas vivas, el respeto y la admiración de América y del mundo.
Muchas gracias.