Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 15
- Celebrada el 18 de mayo de 1994
- Legislatura Extraordinaria número 328
Índice
El señor OTERO .-
Señor Presidente , en el mes de mayo y en el mismo día 6 dos importantes comunas de la Región Metropolitana cumplieron su primer centenario: las de Renca y Curacaví.
Se encuentran en las Tribunas de la Sala el alcalde de Curacaví, don Pedro Enrique Julio Maturana , y los concejales señores Juan Cantillana Muñoz , Osear Castillo Osandón , Guillermo Barros Echeñique y Francisco Muñoz Cuevas .
Por su parte, la comuna de Renca está representada por su alcalde , don Manuel Caballero Oyanedel ; los concejales señores Pedro Concha Hernández , José Figueroa Lobos y Pedro Tapia Palma ; el Prefecto de Investigaciones; representantes del Consejo Económico y Social Comunal; directores municipales; directores de colegios y consultorios municipalizados; representantes de las compañías de bomberos; dirigentes sociales y de los consejos de deportes, y funcionarios edilicios de ambas comunas.
La Municipalidad de Renca nació legalmente el 24 de diciembre de 1891, fecha en que se publicó el decreto del Ministerio del Interior que la creó. Sin embargo, sólo el 6 de mayo de 1894 celebró su primera sesión ordinaria y se procedió a elegir a las autoridades municipales, siendo designado como primer alcalde don Fernando Olivares .
Un siglo ha pasado desde aquella tarde de mayo, pero es necesario destacar que la historia de la comuna se inicia mucho antes. La zona era conocida por los indígenas, antes de la llegada de los españoles, como "la tierra de renca", planta silvestre muy abundante en ese entonces, pequeña, rodeada de hojas dentadas y carnosas, provistas de espinas y que crecía muy apegada al suelo en lomas y vegas.
Esta tierra ha sido cuna de hombres como el curaca Quilacán, líder aguerrido y valeroso y uno de los principales enemigos de Pedro de Valdivia, quien formó con su gente parte de las huestes que el 11 de septiembre de 1541 destruyeron la naciente ciudad de Santiago y sacrificaron a doña Inés de Suárez, pese a la obra pacificadora de ella. Otros hijos de la localidad fueron don Manuel Rodríguez y Erdiza , nacido en La Chimba y bautizado en la parroquia de Renca; don José Manuel Balmaceda , oriundo del fundo de Santa Teresa de Lo Boza, donde hoy se levantan las poblaciones " Juan Antonio Ríos 1 y 2"; don Manuel Robles Gutiérrez , maestro de música y compositor de la primera Canción Nacional; don Matías Cousiño , conocido filántropo; don Marcial Aravena , motor de la celebración de las fiestas de Cuasimodo, y muchos otros.
Inicialmente, la comuna de Renca tenía una extensión de 17 mil hectáreas, que hoy están reducidas a 23,17, de las cuales 8,2 corresponden al área urbana y 15,5 a expansión de la misma. Paradójicamente, lo inverso ha ocurrido en materia poblacional: de sus primitivos 2 mil 400 habitantes, hoy alberga a cerca de 135 mil. Este gigantesco crecimiento poblacional ha desdibujado su original carácter netamente agrícola para transformarse en una comuna-dormitorio, con todos los serios problemas sociales que ello conlleva. En el hecho, ya casi no queda propiedad rural alguna.
Sin embargo, las tradiciones y valores de Renca se han perpetuado en el tiempo. Dignos de destacar son "El Señor Crucificado", un tronco de espino con la exacta forma de Cristo en la cruz, encontrado en 1634 por un grupo de indígenas y llevado allí; y la fiesta de Cuasimodo, de especial celebración en la comuna, donde año tras año una numerosa comitiva de caballos, carretas y bicicletas preciosamente adornados con coloridas guirnaldas acompañan al cura párroco a dar la comunión a los enfermos y ancianos postrados.
Por su parte, el origen de la comuna de Curacaví no tiene fecha cierta, y más bien se remonta a los tiempos de la dominación incaica, en la que aborígenes picunches levantaron un pueblo alrededor de un tambo o parador de un camino incaico. "El Tambo Viejo del Puangue", como llamaron los españoles al villorrio situado junto al río del mismo nombre, era la parada obligada de descanso en los largos viajes, donde los incas, al comienzo, los conquistadores, después, y más tarde todos los que se dirigían a la costa desde la Capital, o viceversa, se detenían en la ruta para admirar el encanto y la belleza de este singular valle y para saborear los deliciosos frutos que su tierra produce. Hoy sucede algo parecido, ya que es inevitable pasar por Curacaví y no detenerse a probar sus dulces y pasteles.
El camino que atraviesa la comuna, conocido ya en 1553 como el "camino de caballos", se transformó entre los años 1792 y 1797 en carretera, dando gran auge e importancia al primitivo parador. Es en esta época, en 1822, cuando doña María Graham escribe en su diario lo siguiente: "Saliendo del Cajón de Zapata, entramos al largo y profundo valle en que se encuentra Curacaví y Lo Bustamante. El primero de estos pueblos se extiende graciosamente al pie de un cerro entre huertos y jardines, a las orillas de un ancho riachuelo".
Sin embargo, en el año 1863, con la inauguración del ferrocarril de Santiago a Valparaíso, Curacaví perdió importancia, al grado que según el historiador don Benjamín Vicuña Mackenna , en 1874, la villa es "un caserío apagado y que no volverá por segunda vez a levantarse".
Afortunadamente, se equivocó el historiador, ya que con la llegada de los automóviles se comenzó a desarrollar nuevamente el pueblo, transformándose rápidamente en la bella ciudad que es en la actualidad.
Son muchos los hombres que han contribuido al desarrollo y progreso de la comuna. Uno de los primeros fue el Teniente General de la Mar, don Juan Bautista Pastene , a quien don Pedro de Valdivia entregó en encomienda a los aborígenes del valle, y que instalara allí una fábrica de frazadas y jarcias con el cáñamo y el lino sembrados por los indígenas y regados con las aguas del Puangue.
Más tarde, siguieron la senda de progreso las autoridades edilicias antes señaladas, las cuales se ocuparon de la salud, la educación y la realización de diversas obras, tales como la construcción de defensas en el estero Puangue, la instalación de la empresa eléctrica municipal, etcétera, lo que contribuyó al desarrollo de la población. Pero, sin duda que uno de los mayores aportes lo hicieron los pequeños agricultores, quienes, a pesar de los numerosos desastres naturales, como terremotos, inundaciones y actualmente la acción de las aguas contaminadas provenientes de otras comunas, han luchado en forma constante para salir adelante, surtiendo al resto de la Región y del país con sus exquisitas frutas y codiciadas verduras, para lo cual han construido pozos profundos a fin de regar sus plantaciones con aguas no contaminadas. Estos mismos agricultores son los que conquistan los mercados extranjeros con uvas, paltas, limones y nectarines, contribuyendo no sólo al desarrollo de la comuna, sino al de todo el país.
Señor Presidente , Curacaví y Renca pertenecen a la Región Metropolitana y se ubican en la circunscripción senatorial que tengo a honra representar en el Senado. Por ello, rindo este homenaje a su gente, a sus autoridades, a sus Alcaldes y Concejos Municipales, todos los cuales han contribuido -y lo siguen haciendo- a su desarrollo en procura de dar a sus pobladores una mejor calidad de vida. Vayan a todos, sin excepción, este saludo y homenaje.
He dicho.